Bonaire es conocida por sus vientos alisios constantes, que suelen soplar desde el este y alcanzar una velocidad media de 12 nudos. Todas las inmersiones en la parte occidental de la isla, incluida Klein Bonaire, se realizan al abrigo del viento. En raras ocasiones, el viento cambia de dirección, lo que hace que la parte oriental de la isla sea ideal para bucear. Algunos operadores de buceo expertos encuentran la manera de lanzar pequeñas embarcaciones desde la costa oriental. Su recompensa es un paisaje marino prácticamente virgen, con tortugas, tarpones y jureles residentes. Los buceadores han descubierto artefactos, como cañones y anclas.
Con un antiguo arrecife de coral elevándose del lecho marino y exquisita agua cristalina repleta de peces, Bonaire es más que simplemente otra isla del Caribe. Miles de amantes del mundo submarino descienden sobre esta joya de las Antillas en el lado de sotavento cada año para experimentar puntos de buceo desde la costa de clase mundial sobre vibrantes arrecifes de coral a poca distancia de la costa.
Mi esposo, Joey, y yo visitamos Bonaire por primera vez hace seis años, con el deseo de romper con nuestra rutina de buceo en agua fría común y corriente. Teníamos previsto trabajar de forma remota, bucear todos los días, sumergirnos en las aguas tropicales y luego regresar a casa. No esperábamos irnos con una segunda familia.
Bonaire nos dio más que solo buceos excepcionales —nos brindó una comunidad—. Desde entonces Bonaire se ha convertido en nuestro lugar de escape favorito, un lugar donde podemos trabajar, reconectarnos con amigos y sumergirnos en el mar y el deporte.
El Buceo en la Costa Este de Bonaire
Así como cada historia tiene dos lados, lo mismo ocurre con Bonaire. La conocida costa oeste —el lado sobre el que habitualmente leemos en revistas de buceo— tiene aguas tranquilas y protegidas donde se realizan la mayoría de los buceos desde la costa. La salvaje costa este está frente al indómito mar Caribe. Es difícil de acceder e incluso más complicada para bucear.
En lugar de aguas serenas de color turquesa golpeando contra playas de caliza, el este es crudo, poderoso e impredecible. Incluso en un buen día, el silbido de los vientos alisios y las electrizantes crestas blancas hacen que el océano se vea desalentador. No es el lugar para la práctica de buceo casual ni los ingresos sin esfuerzo. Las olas pondrán a prueba su determinación al ingresar o salir, y las corrientes impredecibles le recordarán por qué omitir el ejercicio cardiovascular en el gimnasio fue un error.
Durante nuestra última visita en noviembre, experimentamos un cambio en el viento sin precedentes que duró casi dos semanas. Estos cambios suceden cuando hay un huracán en otro lugar del Caribe. ¿Cuál era la desventaja? La isla estaba abrumadoramente calurosa y húmeda. ¿Y la ventaja? El buceo desde la costa en la costa este estaba abierto al público.
A pesar de que se vuelve viable, el buceo desde la costa aún es difícil —tropezará con rocas puntiagudas, se enfrentará con olas y atravesará crestas blancas hasta que finalmente logre sumergirse—. A pesar de la dificultad, aprovechamos la oportunidad y nos dispusimos a explorar un nuevo sitio para agregarlo a nuestra creciente lista de puntos de buceo de la costa este.
Maarten van den Hazel, el experto favorito para el buceo en la costa este, fue nuestro guía. Su entusiasmo por los puntos de buceo menos conocidos de Bonaire es contagioso, y cuando ofreció llevarnos a una ubicación sin marcar con anclas y cañones no identificados, no tuve ninguna duda de que teníamos que ir.
Descendimos jugando a seguir al líder hasta que llegamos al lugar donde se encontraban los artefactos. Lo primero que llamó mi atención fue un cañón individual hundido, cuya estructura estaba grabada con una gruesa capa de coral. A primera vista se mezclaba con el arrecife circundante, pero su cuerpo y diámetro se volvieron claramente discernibles desde el ángulo correcto.
A continuación, avisté la más grande de dos anclas. A diferencia del cañón, esta se destacó de inmediato. Joey ya estaba rodeando la corona y el anillo de hierro fundido y se ubicó para una foto. Estaba cubierta de corales y vegetación y era mucho más grande que él, dejando entrever que el buque que había perdido su ancla probablemente tenía un tamaño considerable. Un ancla más pequeña yacía dispersa cerca de allí, menos imponente pero igualmente tomada por vida marina.
Mientras continuábamos por el lecho marino rocoso, descubrí dos cañones adicionales ubicados uno al lado del otro. Al igual que el primero, estaban pintados con el arrecife circundante y tenían mucha vida marina creando hogares en sus grietas.
Este punto de buceo de la costa este fue algo realmente especial. Fuimos testigos de un pedazo de historia oculta que solo unos pocos buzos han visto. Después de nuestro buceo juntos, hablé con Maarten sobre la idea de compartir esta experiencia con una publicación. Muchos isleños de este pequeño lugar han oído rumores sobre las anclas y los cañones cerca de la costa este, pero pocos conocen su ubicación exacta. Como una de las pocas personas con estos conocimientos privilegiados, Maarten fue perfectamente claro sobre los aspectos que podía informar y lo que él quería mantener en secreto —concretamente, la ubicación—.
Como fotógrafa submarina con experiencia en sustentabilidad y biología marina, siento un gran respeto y apoyo completamente esta manera de pensar. La costa este no es un lugar con el que se deba jugar. Conocer la ubicación podría tentar a buzos a ir allí para buscar estos objetos y salir heridos en el proceso. Los arrecifes también son muy frágiles.
“Las anclas y los cañones son tesoros del mar y deben seguir siéndolo”, afirmó Maarten. Que alguien perturbe o saquee el lugar podría tener consecuencias devastadoras.
Este último viaje a Bonaire fue una experiencia que no olvidaré pronto. Incluso en un lugar tan bien documentado como Bonaire, hay historias que esperan ser descubiertas, pedazos de historia descansando justo debajo de las olas y puntos de buceo inexplorados que se manifiestan solo a aquellos que están dispuestos a buscarlos.
Nuestro mundo puede sentirse pequeño, pero el océano sigue siendo vasto e impredecible y está rebosante de misterio. Para los buzos como yo, eso es exactamente lo que nos hace regresar por más.
© Alert Diver – Q2 2025