La maravilla de las áreas silvestres
No hace mucho tiempo me lanzaba al agua en Cayo Largo, Florida, con una cámara Nikonos II y un fregadero de cuarto oscuro en la parte trasera de mi camioneta Chevy para encontrar la manera de ganarme la vida como fotógrafo submarino. Las cosas han cambiado desde 1978, y la fotografía submarina no es la novedad que era cuando yo comencé. La pasión que mueve a los talentos emergentes hacia el reconocimiento internacional sigue siendo prácticamente la misma, pero el camino inevitablemente será diferente.



Desde un lugar remoto en Australia Occidental, Brooke Pyke ha aumentado su número de seguidores en Instagram hasta alcanzar los 242 000. En 2022, fue reconocida por el fabricante de relojes de lujo y mecenas de la fotografía submarina Blancpain con su premio Female Fifty Fathoms Award, que «anima a las mujeres a compartir su visión del mundo submarino, actuando como fuente de inspiración». El reconocimiento incluyó un portfolio en su libro de mesa Ocean Photographer of the Year y una invitación a la boutique Blancpain en Perth, Australia, donde recibió un reloj Bathyscaphe de 38 mm grabado personalmente de la colección de relojes de buceo Fifty Fathoms. Fue un comienzo vertiginoso para una carrera que comenzó hace solo doce años, cuando tenía 21 años.
Pyke creció cerca de Victoria en el sudeste de Australia. El agua estaba helada y, al ser una niña, esto era más que un poco intimidante. Le tuvo miedo al agua hasta que tuvo alrededor de 7 años, pero su papá no lo iba a aceptar. Él la animó a probar con el bodyboard primero y luego con el snorkel. Vio su primer caballito de mar en la bahía Port Phillip y se olvidó de que tenía miedo.
Desde entonces, ha pasado su tiempo libre navegando, nadando y saltando desde el embarcadero. “A la mayoría de los australianos realmente les gusta el océano”, afirmó. “La mayor parte de nosotros vivimos cerca de la costa y está en nuestro ADN”.
Se sentía dividida entre los caballos y los caballitos de mar, ya que las actividades ecuestres del salto de obstáculos consumieron gran parte de su infancia. No fue hasta después de la universidad que se le presentó una encrucijada.
“Si me hubieran preguntado años atrás qué creía que sería cuando fuera adulta, convertirme en fotógrafa submarina habría sido una sorpresa”, comentó Pyke. “Desarrollé un interés en la fotografía durante la escuela secundaria y solicité el ingreso para estudiar eso en la universidad, pero no lo logré. En cambio, estudié diseño gráfico en Melbourne.
“Después de completar mis estudios de diseño, durante unas vacaciones en Tailandia conocí el buceo con aire comprimido, una pasión que me llevó a abandonar mi carrera de diseño y convertirme en instructora de buceo. El mundo submarino me fascinó y me ofreció una sensación de libertad y tranquilidad que se sentía bien”.

Ella y su hermana viajaron a Koh Tao, la cual describe como una isla de fiesta para el buceo con aire comprimido”. Allí obtuvieron sus certificaciones de buceo en aguas abiertas, pero después de regresar a Australia se dio cuenta de que tenía un anhelo sin abordar. En 2012 se mudó nuevamente a Koh Tao para convertirse en divemaster y luego estuvo dando vueltas por la región Asia-Pacífico como divemaster itinerante.


Para 2017 ya había conseguido un trabajo regular en la isla Nusa Lembongan, justo al sudeste de Bali, donde su incipiente fascinación por la fotografía submarina floreció por primera vez. El centro de buceo donde trabajaba tenía varias cámaras Olympus Tough TG-5, las cuales tomaba prestadas para empezar a crear su colección de imágenes. La TG-5 tiene una excelente capacidad macro nativa, y Pyke rápidamente descubrió una afinidad por los nudibranquios.


Agregó una cámara compacta Canon Powershot G12, una caja estanca y algunas luces de video, y si bien las herramientas eran modestas, las oportunidades fotográficas eran diversas y abundantes. Curiosamente, para una fotógrafa actualmente más conocida por su trabajo con megafauna, las pequeñeces de los arrecifes fueron su primera obsesión. Como era de esperar, dejó atrás estas herramientas relativamente simples y hoy en día trabaja con una cámara sin espejo Canon EOS R5 Mark II, una caja estanca Nauticam y luces estroboscópicas Retra.


Pyke trabajó como instructora de buceo y guía en Bali por tres años y eventualmente comenzó a dictar clases de fotografía especializadas. Se dio cuenta de que la fotografía submarina era sumamente absorbente y se preguntaba dónde podría hacerlo a tiempo completo.


La Costa de Ningaloo en Australia Occidental llegó a lo más alto como una posibilidad porque todas las embarcaciones turísticas tienen un fotógrafo submarino como parte de la tripulación para documentar las aventuras del día. Esta oportunidad implicaba bucear en apnea para fotografiar a los tiburones ballena, las mantarrayas, las ballenas jorobadas y las diversas especies de tiburones que se ven tan comúnmente en el lugar.
Exmouth es una ciudad pequeña con una población de menos de 3.000 habitantes, pero es el hogar de 12 embarcaciones que ofrecen tours de snorkel diarios y dos que se especializan en buceo con aire comprimido. Los aviones de reconocimiento se comunican con las embarcaciones, así que encontrar tiburones ballena en general es un hecho cotidiano durante la temporada.
Hacer un buen trabajo como fotógrafo requiere algo de atletismo, y entrenar como buzo de apnea ayuda, algo que Pyke entendió mientras estaba en Indonesia. Trabajar todos los días en las embarcaciones locales y hacer varias bajadas para fotografiar una amplia variedad de criaturas le permitió perfeccionar sus habilidades hasta el punto de que ahora bucea en apnea con más frecuencia, al menos cuando está en Ningaloo.
La temporada de buceo óptima de Ningaloo para ver tiburones ballena y otros animales grandes abarca de marzo a septiembre, con la posibilidad de que la presencia de ciclones finalice la temporada turística por el resto del año. Pyke emprende el viaje durante los momentos más tranquilos, donde dirige tours fotográficos y enseña fotografía y conservación marina.

Trabaja con el equipo en Airguides.com, un coordinador de viajes boutique que utiliza narradores y comunicadores visuales como sus anfitriones. Esta colaboración recientemente la llevó a Raja Ampat, Indonesia, y en 2025 organizará tours a la Costa de Ningaloo y Tonga para nadar con ballenas jorobadas antes de regresar a Raja Ampat.
Una publicación de Instagram reciente que hizo en reconocimiento a World Wildlife Day ofrece una perspectiva reveladora de la pasión principal de su vida:
“Cada día, mes o año analizo cómo he pasado mi tiempo y evalúo el éxito de mi vida sobre la base no solo del dinero, sino de la vida silvestre que he tenido la suerte de encontrar —los recuerdos que durarán más que cualquier otra cosa—. Estos momentos y el tiempo que pasamos en áreas silvestres tienen un valor infinito. Ver animales salvajes prosperar en su entorno natural es algo que nunca debemos dar por sentado. Estas son cosas que es posible que las generaciones futuras nunca puedan encontrar, por más desalentador que sea.

“La vida que hemos experimentado y el mundo en el que crecimos están cambiando. Las personas que vengan después que nosotros nunca podrán experimentar lo que tenemos. Es posible que nunca vean a un orangután deambulando libremente en la selva, nunca vean un marlín acechando una bola de cebo y nunca escuchen el crepitar de un arrecife saludable. Esto es lo que podemos perder; esto es lo que debemos proteger”.
Vea más del trabajo de Pyke en brookepykephotography.com.

Explore Más
Vea más del trabajo de Brooke Pyke en una galería de fotos complementaria y en estos videos.
© Alert Diver – Q2 2025