Van Morrison lanzó su álbum número 34. , Born to Sing: No Plan B(Nacido para cantar: no hay plan B), en 2012. David Fleetham, con 48 de carrera como fotógrafo submarino profesional, reflexiona sobre ese sentimiento al explicar cómo su vida ha sido absorbida por la fotografía submarina. A estas alturas no hay plan B, aunque su trayectoria profesional estaba lejos de ser inevitable, ya que creció en Ontario, Canadá, sin acceso al mar.
Su mejor amigo pasó su último año de la escuela secundaria en las Granadinas, y tras su graduación en 1976 Fleetham tomó sus ahorros de toda la vida y se unió a su amigo para gorronear y solo bucear en el Caribe por tres meses. Fleetham nunca había tomado una fotografía, mucho menos una submarina, pero decidió dar el paso. Antes de irse de su casa, entro a una tienda de cámaras en Oakville, Ontario, con el sueño de capturar paisajes submarinos durante su próximo paréntesis en la isla.

El vendedor intentó tentarlo para adquirir un sistema anfibio Nikonos, pero él intuía que una cámara réflex de un objetivo con caja estanca sería mejor, ya que le permitiría ver lo que la cámara captaba. La amistad de décadas de Fleetham con el fundador de Ikelite Ike Brigham y su familia comenzó cuando adquirió una caja estanca Ikelite para una Minolta SRT-101 y un par de cajas estancas para las viejas luces estroboscópicas Honeywell Strobonar. Una vez en el Caribe, se codeó con la realeza del buceo regional de la época, incluso LeRoy French en Granada.
Su nuevo sistema de cámara subacuático con caja estanca no le serviría mucho en Ontario, así que después de su visita al Caribe emigró hacia el oeste a Columbia Británica. Se inscribió en la Universidad de Columbia Británica (University of British Columbia), pero pronto se sumergió en la cultura de buceo local con un trabajo en la tienda de buceo Rowand’s Reef Dive Shop. Bombeaba tanques, limpiaba el equipo de alquiler y los fines de semana trabajaba en el Oceaner, la rústica embarcación de vida a bordo de la tienda.

Fleetham buceó por toda la costa, cargado de rollos Kodachrome 25 y su fiel Minolta, hasta que alguien robó la cámara de su apartamento. Se actualizó y adquirió una Canon F1 con un localizador de alta velocidad y la caja estanca correspondiente. Mientras el resto del entorno de la fotografía submarina utilizaba cámaras Nikonos y serie Nikon F con caja estanca, Chris Newbert en Kona, Hawái, y Fleetham estuvieron entre los primeros en adoptar el sistema Canon.
Su siguiente paso como fotógrafo de buceo fue un trabajo con Inner Space Exploration, cuyo lema era “Nuestro negocio es sumergirnos”. Eventualmente fue así, el negocio se fue a pique, pero no sin antes convertirse en el distribuidor canadiense de luces estroboscópicas y cajas estancas Oceanic. Fleetham fue a San Leandro, California, y aprendió a reparar luces estroboscópicas Oceanic 2001 en una época donde el mundo submarino estaba dividido equitativamente en los bandos de Subsea u Oceanic.
Si bien amaba sus raíces canadienses, no era fan del clima frío todo el tiempo, así que en 1986 se mudó a Lahaina, Maui. Uno de los propietarios canadienses de Central Pacific Divers tenía un velero de 15 metros (48 pies) y estaba buscando a alguien para que viviera en el barco mientras estuviera amarrado en altamar y trabajara en la tienda durante el día.


Esa fue una época apasionante; se despertaba por la noche con canciones de ballenas jorobadas resonando a través del casco y saltaba desde la plataforma de baño para bucear hasta una profundidad de 17 metros (55 pies) cada vez que se le antojaba. En aquellos tiempos muchos fotógrafos profesionales pasaban por Maui, y Fleetham tuvo la oportunidad de ser guía fotográfico para David Doubilet y Chuck Nicklin durante sus proyectos.
Para entonces ya había obtenido su licencia de capitán para manejar un barco de seis pasajeros y se había embarcado en varias aventuras fotográficas con Jim Watt. No todos recordarán a Jim Watt, ya que falleció demasiado joven en 2007, pero fue uno de los fotógrafos más productivos y creativos de su época y uno de los pioneros de la fotografía digital y de archivo como formas de comercio viables.
Fleetham fue uno de los primeros colaboradores de la agencia de fotografía submarina de archivo de Doug Perrine y también tenía fotos con FPG International (que posteriormente fue adquirida por Getty Images), Tom Stack Photos, Pacific Stock y Oxford Scientific Films. Estuvo en actividad durante el apogeo de la fotografía de archivo, y algunas de sus mejores ventas provinieron de Japón. Pero Oxford aún tiene el récord por su mejor venta de uso fotográfico: USD 20.000 por una foto de un submarino turístico Atlantis enmarcado en un arco submarino a 36 metros (120 pies).
Cuando Watt saltó a la fotografía digital con la Canon D30 de 3 megapíxeles, Fleetham esperó hasta 2001 para obtener la resolución mejorada de la Canon D60 de 6 megapíxeles en una caja estanca Ikelite. Eric Cheng fue otro de los primeros predicadores de la tecnología digital que llegó a Maui en esos años, y fue el primer fotógrafo submarino que cualquiera de nosotros haya conocido que nunca ha trabajado con fotogramas de película. Convenció a Fleetham del poder de una imagen RAW, una obviedad que más tarde fue reforzada mientras dictaba una clase de fotografía en Bonaire.

Al parecer la mayoría de los grandes nombres de la fotografía submarina llegaron a la órbita de Fleetham en esos primeros años de las imágenes digitales cuando pasaban inevitablemente por Maui. Neil McDaniel del entorno de buceo de Vancouver se convirtió en el editor de la revista canadiense Diver, y Fleetham se embarcó en una búsqueda de una portada para la publicación. No le importaba mucho que sus fotos aparecieran en las páginas interiores, pero se preocupaba mucho por conseguir la portada. Esa pasión se mantuvo y hoy en día tiene más de 200 portadas en su haber.
En los tiempos en que se utilizaba película debías tomar fotos verticales para obtener la portada, y tenías que hacerlo bien. No había herramientas de clonación como la función Content-Aware Crop de Photoshop disponibles para salvar una imagen con una mala composición. Las fotos también debían tener un espacio negativo para el texto de la portada. Fleetham lograba cumplir con todos estos requisitos cada vez que estaba bajo el agua.
Después de 38 años en Maui y de criar un hijo y una hija, la vida de Fleetham ha cambiado de dirección. Yap Mantafest 2023 lo contrató como una celebridad de buceo y fotografía, y allí conoció a Jennifer Ross, quien claramente compartía su pasión por el buceo en cualquier momento y lugar. Su noviazgo por correo electrónico se intensificó después de que cambió su viaje de regreso desde Timor-Leste para visitarla en su casa en Guam.
A medida que su relación creció, tuvieron que decidir dónde vivir. Guam cumplía con todos los requisitos. Este fue su trampolín hacia Micronesia y Asia-Pacífico, lo que les convenía a ambos. Pasaron un mes en Filipinas celebrando un nuevo capítulo en su vida y se unieron al grupo de fotógrafos profesionales Image Makers coordinado por Marty Snyderman para visitar Atlantis Resorts.
Al preguntarle cuál es el siguiente paso, Fleetham remite a las leyendas de la fotografía submarina: “Quiero ser como Howard [Hall] y Marty [Snyderman] y continuar hasta que ya no pueda —seguir viajando por el mundo y continuar fotografiando”—.



Aún utiliza Ikelite todo el tiempo y actualmente tiene una Canon R5 y luces estroboscópicas Ikelite DS230. Fleetham está especialmente entusiasmado con la automatización de la exposición a través de la lente que tiene el sistema, que él afirma tiene precisión en aproximadamente el 99 % de los casos.
En lo que respecta a un plan B, no está preocupado por ello. Con el plan A le ha ido muy bien.

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© Alert Diver – Q1 2025