Muchos buzos adoran a los nudibranquios por sus formas singulares, colores brillantes y dificultad para detectarlos bajo el agua. Las personas que están intrigadas por la ciencia detrás de lo que ven también pueden apreciar a estos animales por sus increíbles adaptaciones, como su capacidad para incorporar toxinas de su presa en sus propios cuerpos.
Ahora bien, hay mucho más que se puede apreciar sobre estas queridas babosas de mar. En el Acuario Marítimo de Norwalk (Maritime Aquarium in Norwalk), Connecticut, los nudibranquios se han convertido en narradores de un problema al que se enfrentan nuestros océanos que es difícil de comprender pero que es fundamental conocer: el cambio climático global. El acuario ha adoptado un enfoque único para educar al público sobre esta amenaza global. Su nueva exhibición, A Slug’s Life: Facing the Climate Endgame (La vida de una babosa: haciéndole frente al cambio climático), muestra a los adorados moluscos y estará abierta hasta el 6 de septiembre de 2021. El propósito específico de la exhibición es ayudar a los visitantes a comprender las advertencias que proporcionan los cambios en las poblaciones de babosas acerca de la salud de sus hábitats.
El acuario eligió a los nudibranquios como los embajadores para esta exhibición por su particular belleza y su estado como una especie indicadora. Estas criaturas responden a los cambios ambientales dentro de su hábitat más rápido que muchos otros animales. Un aumento o una disminución en la abundancia de nudibranquios de manera repentina podría indicar fluctuaciones ambientales relacionadas con el cambio climático. Los arrecifes de coral son el hogar más común para los nudibranquios, por lo que las poblaciones de nudibranquios pueden proporcionar información sobre un hábitat que es sumamente susceptible a las temperaturas cada vez mayores y los niveles de pH cada vez menores.
En parte debido a su pequeño tamaño —un promedio de menos de 7,6 cm (3 pulgadas), de acuerdo con Barrett Christie, director de cría de animales del Acuario Marítimo— los nudibranquios casi nunca son la atracción principal de los acuarios. Si bien detenerse y mirar con atención a estos animales es sin duda parte del encanto, en el Acuario Marítimo tuvieron que ser creativos sobre cómo atraer a los visitantes a la exhibición.
Además de incorporar a otros moluscos tales como pulpos, caracoles y liebres de mar de cuña, La vida de una babosa se diferencia de exhibiciones similares por la incorporación de fotografías y esculturas. Hay fotos de nudibranquios de todo el mundo, lo que incluye el trabajo de Gordon Tillen (Filipinas), Keith Ellenbogen (Nueva York), Kevin Lee (California), Alicia Hermosillo (México), Jim Anderson (Escocia) y Emanuel Gonçalves (Portugal). También hay esculturas de ónix y mármol del artista de Connecticut Gar Waterman. Tom Frankie, director de exhibiciones, explicó:
Las grandes esculturas de Gar anuncian de inmediato que hay algo diferente e inusual allí. Y crear esa intriga es importante. Queremos que las personas deseen encontrar a los nudibranquios y que vean a los otros animales exhibidos. Además, las esculturas, así como también las hermosas fotografías, transmiten la amplia variedad de formas y colores que los nudibranquios pueden tener. Son tan peculiares y diversos que merecen ser representados como formas de arte. La exhibición que alienta a los visitantes a apreciar a los nudibranquios abre nuevas vías para que comuniquemos las amenazas ambientales a las que se enfrentan las comunidades de los arrecifes y nuestros océanos en general a raíz del cambio climático.
Waterman, que posiblemente es el único escultor del mundo que crea babosas de mar de piedra, además identificó la importancia de incorporar arte en la exhibición: “el arte puede ser una herramienta sumamente útil para atraer a un público, y el arte y la ciencia combinados pueden ser educadores más efectivos que cada uno por separado”.
“Los humanos se sienten atraídos por el arte”, afirmó el fotógrafo Lee. “Combinar el arte de la escultura con imágenes fotográficas brillantes en una exhibición es muy eficaz porque atrae, entretiene y, lo que es más importante, educa a los visitantes sobre nuestro mundo marino”.
La exhibición tiene siete visualizaciones en vivo que muestran a dos especies de nudibranquios: el nudibranquio lechuga y la liebre de mar pequeña. Otros moluscos exhibidos incluyen un pulpo común, liebres de mar de California, caracoles rojos, abulones rojos, almejas gigantes, cauries y caracoles del Indo-Pacífico. Otro componente esencial de la exhibición es una muestra de bivalvos de agua dulce vivos, que Christie afirmó son uno de los animales que están en mayor peligro en América del Norte.
En lo que respecta al arte, Waterman esculpió expresamente a estos diminutos animales a gran escala para permitir que los visitantes vieran los detalles singulares de los nudibranquios. Frankie explicó que él abordó la muestra de fotografía de manera similar.
“Quería agrandar las imágenes para que las personas pudieran apreciar a estos animales hermosos e inusuales”, comentó Frankie. “Pero evitamos los primeros planos de las ceras y otras características del cuerpo de los nudibranquios para que nuestros invitados pudieran ver esas características en el contexto del animal en su totalidad —de la misma manera que las esculturas de Gar capturan la forma completa”.
Algunas fotografías están exhibidas físicamente, mientras que otras podrán verse en una pantalla digital de 18 metros (60 pies). Esta exhibición también tiene un componente de divulgación, incluso una competencia de fotografía.
La idea de A Slug’s Life: Facing the Climate Endgame (La vida de una babosa: haciéndole frente al cambio climático) es educar y crear conciencia para fomentar cambios de comportamiento. “Al darles a las personas ejemplos de biodiversidad presentados de forma creativa y recordarles que esto es lo que podemos perder”, explicó Waterman, “hay una posibilidad de crear una conciencia ambiental que esperamos pueda dar lugar a una participación proactiva”.
Los visitantes sin duda alguna se irán de la exhibición con el deseo de hacer su parte para proteger al querido nudibranquio. Christie explicó que cada uno de nosotros puede hacer algo para marcar la diferencia y proteger su hábitat.
“La manera más fácil e inteligente de hacerlo”, continuó, “es reducir el uso de plásticos de un solo uso, encontrar formas de reducir nuestra huella de carbono y comprometerse a comprar solo frutos de mar sustentables. También señaló que los nudibranquios son difíciles de mantener en tanques y recomienda a las personas que tienen acuarios en sus casas que “admiren a estas bellas criaturas en el arrecife mientras bucean o a través del arte y la fotografía en lugar de intentar tenerlos en casa”.
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Mira cómo Gar Waterman talla un nudibranquio en piedra.
© Alert Diver - Q2 2021