Uso de drones recreativos para mejorar la seguridad de los buzos
Cuando se produce la desaparición de un buzo, el mar se vuelve una extensión vasta e indiferente, lo que convierte las labores de rescate en una carrera contra el tiempo. Cada segundo cuenta, y las herramientas correctas pueden marcar la diferencia entre un rescate exitoso y una recuperación trágica.
Los protocolos de búsqueda tradicionales a menudo asumen que el buzo desaparecido está flotando, ayudado por su compensador de flotabilidad (chaleco), y limitan la búsqueda a la superficie. No obstante, puede ser que los buzos estén sumergidos, lo que agrega un aspecto crítico al esfuerzo de búsqueda.
Los drones recreativos (DR) pueden ser herramientas suplementarias efectivas como parte de los planes de acción de emergencia (PAE) para localizar a buzos desaparecidos en la superficie o cerca de ella.
Los desafíos de localizar a un buzo desaparecido
Buscar a un buzo desaparecido puede ser costoso y logísticamente complejo. La respuesta inicial normalmente involucra a buques pequeños, como embarcaciones de buceo o lanchas, con una cobertura visual y una velocidad limitadas. Las aeronaves pueden ofrecer un alcance visual más amplio, pero suponen altos costos y demoras. La mayoría de los puntos de buceo están lejos de pistas aéreas, y organizar un apoyo aéreo muchas veces requiere un tiempo valioso.
Los drones recreativos están surgiendo como una opción prometedora, rentable y de implementación rápida para complementar los protocolos y esfuerzos de búsqueda existentes. Estos dispositivos ofrecen una combinación única de características que los convierten en una incorporación valiosa al kit de seguridad de cualquier embarcación de buceo.
Ventajas de los drones
Los DR tienen un gran potencial para misiones de búsqueda y rescate (SAR, por sus siglas en inglés) por muchos motivos. Estos dispositivos son relativamente accesibles, con kits recreativos básicos con un costo de aproximadamente USD 1.300 por un dron con tres baterías de larga duración y un excelente alcance. El alcance a menudo es superior a 14 kilómetros (9 millas), con una duración de la batería de hasta 45 minutos en condiciones ideales.
Los drones también cuentan con capacidades de velocidad impresionantes. Con velocidades máximas de más de 56 kilómetros por hora (35 millas por hora) y velocidades promedio de 35 kilómetros por hora (22 millas por hora), pueden ser una excelente herramienta de búsqueda.

Un cálculo prudente prevé un uso efectivo de 35 minutos. Si se dedica la mitad de ese tiempo a un patrón de búsqueda lineal en ambos sentidos, el dron podría cubrir una distancia lineal de aproximadamente 12,6 kilómetros (7,8 millas). Cuando se multiplica por una amplitud visual promedio de 80 metros (262 pies), esta distancia da lugar a un área inspeccionada total de alrededor de 1 kilómetro cuadrado (0,4 millas cuadradas).
Estas cifras destacan el fuerte potencial operativo de los drones en las misiones SAR, especialmente en entornos marinos y costeros donde la velocidad y la cobertura del área son fundamentales para tener éxito. Estas características permiten a los drones escanear grandes áreas rápidamente —un requisito esencial en emergencias—.
Una búsqueda estática puede ser particularmente efectiva al lidiar con fuertes ráfagas de viento que podrían comprometer la estabilidad del dron o cuando los niveles de batería se están agotando, lo que limita la capacidad de seguir adelante. En estos casos, ganar altura le permite al dron conservar energía y expandir su cobertura visual. Cuánto más alto vuele el dron, mayor será el área que pueda escanear sin desplazarse.
Esta capacidad puede ser crucial al luchar contra condiciones de viento o planificar un vuelo de regreso a la base. Pero este beneficio viene acompañado de una contrapartida. A medida que la altitud aumenta, el tamaño aparente de los objetos en las imágenes transmitidas por el dron disminuye, lo que hace más difícil detectar a un buzo, sobre todo en condiciones marítimas complejas o entornos con bajo contraste. Al planificar una estrategia de búsqueda con la ayuda de un dron es importante considerar esta contrapartida. Equilibrar la altitud, la cobertura y la visibilidad mejorará la probabilidad de detección sin dejar de preservar la duración de la batería y la eficacia operativa. Al comprender esta relación es posible determinar la altitud óptima en la que el dron ofrecerá el mejor equilibrio del área de cobertura y la capacidad de detección. Esta opción estratégica maximiza sus probabilidades de localizar a un buzo desaparecido.
Muchos drones recreativos incluyen software que permite a los pilotos predefinir rutas de vuelo utilizando puntos de referencia en un mapa. Esta característica es especialmente valiosa durante una operación de búsqueda, ya que permite que el dron escanee sistemáticamente grandes áreas con un mínimo control manual, lo que reduce la fatiga del piloto y el error humano.
Las rutas programadas (como las líneas paralelas o una grilla) garantizan un patrón de búsqueda consistente, lo que mejora la eficacia de cobertura, minimiza el riesgo de dejar áreas sin inspeccionar y evita las superposiciones. Además, las rutas programables pueden tener en cuenta factores ambientales como dirección del viento, movimiento de las olas o reflejo de la luz solar que pueden interferir con la visibilidad. Una vez que el piloto ha definido la ruta puede concentrarse en el análisis de imágenes en tiempo real, lo que mejora la eficacia de la búsqueda.

Consideraciones operativas
Si bien los drones son herramientas potentes para extender el campo visual durante las operaciones de búsqueda, su eficacia está sujeta a varios factores operativos y ambientales. Algunas recomendaciones y consideraciones fundamentales permitirán mejorar su uso en entornos marítimos.
Condiciones climáticas: la visibilidad, la dirección y la velocidad del viento y el clima en general pueden afectar el rendimiento del dron considerablemente. Procure realizar vuelos solo en condiciones climáticas favorables y dentro de los límites operativos del equipo.
Limitaciones ópticas: elementos como resplandor sobre el agua, olas en la superficie o resolución limitada de la cámara pueden entorpecer la detección de objetos o personas. Los sensores térmicos o las cámaras de alta resolución pueden ayudar a superar algunas de estas dificultades. Los filtros de densidad neutra o los filtros polarizados pueden ayudar a reducir el resplandor.
Tamaño de la pantalla: la mayoría de los controladores de drones tienen pantallas no más grandes que un teléfono inteligente, lo que limita el esfuerzo de búsqueda a un único operador. Una pantalla más grande o una conexión a una pantalla externa permite tener múltiples observadores y mejora las probabilidades de avistar a un buzo desaparecido.
Visibilidad de la pantalla a pleno sol: el brillo de la pantalla y la luminosidad limitada pueden ser un desafío al operar un dron bajo luz solar intensa. Moverse al interior de la cabina de una embarcación puede reducir el reflejo de la pantalla, pero puede limitar el radio de acción del dron. Las soluciones posibles incluyen usar un parasol disponible comercialmente, improvisar una sombra o utilizar gafas de visión en primera persona.
Si bien los drones tienen limitaciones inherentes —como duración limitada de la batería, vulnerabilidad a condiciones climáticas adversas y dependencia de la experiencia del piloto— una planificación estratégica y una adopción de decisiones informadas puede ayudar a mitigarlas. En áreas remotas donde los recursos tradicionales pueden ser escasos, los drones ofrecen una solución rentable que mejora enormemente las capacidades de búsqueda y rescate.
No obstante, la tecnología por sí sola no es suficiente. Anticipar las condiciones climáticas, comprender los patrones del viento y las corrientes y reconocer cómo la topografía costera afecta la eficacia de la búsqueda son factores fundamentales. Consultar a autoridades marítimas o guardias costeras locales puede proporcionar información valiosa sobre las condiciones estacionales y mejorar la probabilidad de localizar a un buzo desaparecido.
Al combinar PAE, herramientas avanzadas, experiencia a nivel local y capacitación integral podemos transformar los desafíos de las operaciones SAR oceánicas en oportunidades manejables. Cada paso adelante nos acerca más a un futuro donde ningún buzo sea dejado atrás.
Un dron debe complementar, no reemplazar, otros recursos como embarcaciones, equipo de buceo, helicópteros y sistemas de comunicación. El dron es un dispositivo de observación y localización y no puede realizar rescates ni recuperaciones. El éxito de la operación depende de la activación de todos los aspectos del PAE y la adquisición de experiencia en el uso de un dron. Los pilotos deben tener una certificación y estar familiarizados con los protocolos de búsqueda y rescate, y el equipo de rescate debe entrenar y practicar los protocolos para avistar buzos en la pantalla mediante el uso de diferentes condiciones controladas.
Si bien los drones pueden no reemplazar completamente los métodos de búsqueda convencionales, su versatilidad, rentabilidad y rápido desarrollo los vuelve recursos invaluables. Al aprovechar la tecnología, podemos mejorar la seguridad, agilizar los tiempos de respuesta y salvar más vidas.
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Obtenga más información sobre cómo los drones pueden ayudar con la búsqueda de buzos y nadadores desaparecidos en este video.
© Alert Diver – Q3 2025