DESDE EL CÍRCULO POLAR ÁRTICO HASTA LA ANTÁRTIDA, si alguna vez ha respirado el contenido de un cilindro de buceo, hay una buena posibilidad de que el cilindro se haya llenado con un compresor de aire de Stark Industries. Por medio siglo, los operadores de buceo y las estaciones de llenado de todo el mundo han usado compresores Stark para llenar los tanques de buzos, confiando así en su calidad para cumplir con las demandas diarias. No sorprende encontrar el mismo nivel de fortaleza y fiabilidad en el homónimo de los compresores: Jess Loren Stark.
Stark, residente permanente de Texas, empezó a bucear en 1954 con un regulador de doble manguera y sin manómetro ni compensador de flotabilidad (chaleco). Mientras estudiaba derecho en Wharton, se enroló en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos en 1955 y sirvió con honor por seis años. Tras su licenciamiento regresó a casa e inició un pequeño negocio.
“En 1962 compré una pequeña armería de Houston llamada Shooter’s Supply y con el tiempo la convertí en un taller de maquinaria ya que había adquirido un torno y una fresadora”, comentó Stark. “En 1968, en la tienda de buceo que frecuentaba mencionaron que necesitaban un compresor de aire, por lo que supuse que podía construir uno para ellos y así lo hice. Parecía más lucrativo que el mecanizado de piezas, así que continué trabajando en ello. Pronto se corrió la voz y comencé a contratar empleados para manejar las ventas adicionales y el negocio comenzó a crecer”.
Cuando Stark no estaba construyendo compresores, estaba buceando mar adentro en el golfo de México. Después de su primer viaje en la embarcación de vida a bordo Safari acuático, empezó a trabajar inmediatamente en formas de obtener viajes de buceo gratuitos —un enfoque familiar para muchos profesionales de buceo apasionados—. Primero trabajó como marinero de cubierta no remunerado y luego ofreció reparaciones y mantenimiento para los compresores de la embarcación, y así eventualmente obtuvo su licencia de capitán de barco chárter de la Guardia Costera de los Estados Unidos y se convirtió en capitán ayudante del Aqua Safari.
En 1972, la experiencia de buceo de Stark se amplió al buceo comercial, y tuvo empleos en condiciones peligrosas que lo llevaron por todo Estados Unidos. Stark recuerda usar un casco con suministro de aire Advanced 2000 junto con un traje seco Viking con 32 kg (70 libras) de plomo, trabajando en el intenso calor de una piscina de combustible gastado de la central nuclear de Carolina del Sur mientras lo bajaban hacia líquido a 46,6 °C (116 °F).
“Después de alrededor de 29 minutos me di cuenta de que estaba cerca de perder el conocimiento y me comuniqué por radio con el asistente para que me sacara”, comentó. “Descubrí que el buzo de respaldo que estaba en la superficie se había desmayado mientras yo trabajaba”.
Stark aún tiene su casco Kirby Morgan SuperLite 17 con el número de serie #003, que adquirió en 1975 directamente de Bob Kirby y Bev Morgan. Le atribuye a su resistente diseño el hecho de haberle salvado la vida en varias oportunidades, por ejemplo, cuando su umbilical de buceo quedó enrollado en un eje de hélice en un mar agitado.
“El umbilical se convirtió en una bola apretada de 60 centímetros (2 pies) de diámetro alrededor del eje de hélice, y lo desenredé gradualmente mientras hacía girar la enorme pala de hélice”, explicó. “Cuanto más lo desenredaba, más fácil era hacer girar la hélice. Pero la popa se estaba elevando 1,8 a 2,4 metros (6 a 8 pies) fuera del agua con cada ola, y cada vez que caía causaba un resplandor de espuma blanca. En una de las caídas la fuerza me arrancó la pala de hélice de la mano, y la siguiente pala debajo de mí rotó hacia arriba y aplastó mi cabeza entre la pala y el casco del barco. El casco era tan fuerte que mi cabeza quedó completamente ilesa, y el único daño que sufrió el casco fue la destrucción del regulador, lo que causó un flujo continuo incontrolable”.
Si bien Stark encontró satisfacción en su carrera de buceo y en la distribución mundial de sus compresores, lo que más lo enorgullece son sus años en las fuerzas policiales donde sirvió a su comunidad en Houston. Antes de construir su primer compresor, Stark se unió a la oficina del sheriff del condado de Harris como buzo en 1965. En un principio, el trabajo era informal; los ayudantes usaban embarcaciones de propiedad privada, y la única responsabilidad de los buzos era mantenerse disponibles para trabajar en escenas de buceo de día o de noche cada vez que los convocaran.
“Recuperamos todo lo que se pueda imaginar de las aguas turbias, los ríos y los estanques del condado de Harris, donde la visibilidad a menudo era nula”, afirmó Stark, “incluso armas homicidas, víctimas de ahogamiento, carros, equipo de falsificación para el Servicio Secreto y una caja fuerte del FBI, entre otras cosas”. Después de 35 años en la División de Marines, Stark se cambió a la Sheriff’s Academy como instructor de armas de fuego.
Sin embargo, un buzo no puede mantenerse fuera del agua por mucho tiempo; después de años de capacitar a nuevos reclutas, Stark regresó a la División de Marines, donde se encontró con cambios drásticos. “El condado había adquirido barcos para la oficina del sheriff, y se nos asignaron patrullas portuarias en el Puerto de Houston para el Departamento de Seguridad Nacional”, comentó Stark. “Nuestras obligaciones incluían evitar que embarcaciones no autorizadas ingresaran a zonas de seguridad, y llevábamos detectores de radiación personal para que nos alertaran sobre la presencia de algún dispositivo nuclear durante una patrulla”.
Después de 56 años de servicio con la oficina del sheriff del condado de Harris y el Comando de Reserva, Stark se retiró para pasar más tiempo con su familia y ayudar a su equipo a dirigir Stark Industries.
Las situaciones extremas para Stark se extendieron más allá de sus días como buzo y en las fuerzas policiales. Durante toda su vida Stark ha tenido la suerte de sobrevivir a innumerables encuentros con la muerte, algunos de los cuales pueden parecerse a un comercial del “hombre más interesante del mundo” de la cerveza Dos Equis, pero él tiene las cicatrices y los recortes periodísticos para demostrarlo. Recibió un disparo en su mano con una Derringer, fue herido en el hombro con un arpón, atacado por un elefante en Kenia, herido por un león en Rodesia (actualmente Zimbabue) y obligado a salir del agua por hambrientos tiburones sarda de 3,6 metros (12 pies). Sobrevivió a un accidente aéreo en un campo de piñas en Honduras y tapó los agujeros de un barco con un casco de acero de 20 metros (65 pies) mientras se hundía a 129 kilómetros (80 millas) de la costa del golfo.
“En cada evento catastrófico, estoy agradecido de que Dios me estaba cuidando y me rescató de desastres y mi naturaleza irresponsable”, aseguró. “Después de años de experiencias que me guardé para mí, he sido hostigado por amigos y familiares para que las comparta. A pedido de ellos, estoy reuniéndolas en un libro para reflexionar sobre la importancia de la fe, la familia y vivir una vida plena. Mi sobrina Desiree ya ha elegido un título: Nueve vidas y algo más” (Nueve vidas —y algo más—). AD
Ciudad natal: Houston, Texas
Edad: 86
Cantidad de años de buceo: 69
Buceo más memorable: hacer más de 400 buceos en el naufragio del V.A. Fogg poco después de su hundimiento en 1972
Miembro de DAN desde: 1995
Por qué soy miembro de DAN: la primera vez que descubrí DAN fue algo obvio para mí. ¿Por qué no tener apoyo en evacuaciones de emergencia y una cobertura contra accidentes de buceo mientras practicaba mi deporte favorito, especialmente con la cantidad de buceos de descompresión que estaba haciendo?
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Viaje de regreso a 1972 y sumérjase en los restos del naufragio del SS V.A. Fogg con el vida a bordo Aqua Safari . Esta increíble y sorprendente filmación tomada por el camarógrafo Rick Armstrong conserva la historia de un naufragio que ahora es irreconocible para quienes bucearon en los primeros meses de su hundimiento.
© Alert Diver - Q2 2023