Vidas cortas pero hermosas

Medir a las diosas reales del mar habitualmente era todo un desafío, dada la corriente y sus posiciones.

“¡Están en la arena! ¡Están en la arena!”.

MIS COLEGAS BUZOS ESTABAN EXTASIADOS DESPUÉS DE UN BUCEO AL ATARDECER en el naufragio Okinawa cerca de Pompano, Florida, a principios de junio de 2019. Estaba capturando imágenes de gran angular y no había prestado demasiada atención a las criaturas pequeñas durante el buceo, pero ellas habían encontrado el santo grial para los fotógrafos macro: nudibranquios —en este caso, diosas reales del mar (Felimare picta), que son gigantes entre las especies de babosas de mar.

Con el paso del tiempo, vimos más y más diosas en el Okinawa hasta que me di cuenta de que teníamos algo único frente a nosotros: una audiencia cautiva de nudibranquios que se ven esporádicamente. El programa de arrecifes artificiales de Florida había proporcionado involuntariamente un laboratorio para estudiar a estas criaturas y respuestas a preguntas como qué tan rápido crecen, cuándo se aparean y cuánto viven. 

Los nudibranquios son joyas del mar —hermosas criaturas dotadas de colores y formas inimaginables. Pero ya en 1975, como K.B. Clark, Ph.D., del Laboratorio de Investigación Marina de la Universidad de Connecticut (University of Connecticut Marine Research Laboratory) se lamentó en Ciclos de vida de los nudibranquios en el Atlántico nororiental: “relativamente pocos estudios han contenido observaciones a largo plazo de las poblaciones de nudibranquios”. Michael Middlebrooks, Ph.D., un especialista en babosas de mar de la Universidad de Tampa, opinó: “no conozco ningún estudio donde se haya hecho un seguimiento de babosas marinas específicas en estado salvaje”. Pero gracias al programa de arrecifes artificiales, hemos podido marcar esa casilla. 

Las diosas reales del mar tienen el cuerpo de color azul marino con líneas amarillas y muchas veces lunares. Tienen dos rinóforos en la parte delantera para detectar olores y branquias en la parte trasera que parecen coronas reales. Debido a mi trabajo anterior como director tecnológico del FBI, me preguntaba si esos patrones de líneas eran únicos, como las huellas digitales. Después de fotografiar a 75 reinas del mar diferentes desde septiembre de 2020 hasta septiembre de 2021, no había duda de que cada una tiene una marca única.

diosa del mar
Milky Way, con más de 10 cm (4 pulgadas) desde la cabeza hasta el extremo de su pie, era una de las reinas del mar más grandes del estudio.

Comenzamos a rastrear reinas del mar para determinar cuánto vivían, pero una vez que la base de datos llegó a los 25 individuos, hacerlas coincidir manualmente fue sumamente arduo. Mi colega, el estudiante de biología Alex Strelkow, intentó emparejarlas mediante el uso de software de reconocimiento de patrones, pero las reinas nos dieron problemas. Son bastante esponjosas, y normalmente las encontrábamos estrujadas comiendo o estiradas en movimiento. Todas sus formas posibles hicieron que el software tuviera dificultades. 

Continuamos a mano y separamos los patrones de las reinas en diferentes categorías como lo haríamos con las huellas digitales. Había cuatro categorías en total, dependiendo de si tenían una, dos o tres rayas continuas en sus lomos o ninguna raya. La mayoría de nuestras reinas no tenían rayas o al menos una raya completa. Las otras dos categorías eran mucho menos comunes.

Las reinas del mar prosperaron en la primavera boreal de 2021 —no resultaba extraño encontrar 15 en un solo buceo. La más pequeña que encontramos tenía apenas un poco menos de 2,5 cm (una pulgada) de largo, sin incluir el pie (la cola), porque generalmente no lo veíamos. Normalmente enrollan el pie alrededor de sus lomos cuando comen, por lo que los tamaños que se observaron son sin considerar el pie, a menos que se especifique lo contrario. 

Crecen rápido con una dieta de esponjas etéreas azules, y aumentan casi 15 mm (media pulgada) o más cada dos semanas. Milky Way (que significa “vía láctea”) —sí, le pusimos nombre— era una impactante reina del mar que medía más de 10 cm (4 pulgadas) estirada desde su cabeza hasta el extremo de su pie y fue una de las más largas que vimos. Tenía una herida punzante inexplicable en la parte inferior del lomo, que sanó en unas pocas semanas, cubierta por un área con muchos puntos.    

Estos nudibranquios crecen rápido porque viven aproximadamente ocho meses como máximo, pero en general menos de seis. Obtuvimos esta información mediante el seguimiento del ritmo de crecimiento de nuestros bebés desde el tamaño más pequeño (menos de 2,5 cm [una pulgada]) hasta el tamaño que alcanzan como adultos (6 cm [2,5 pulgadas] en promedio) y cuánto tiempo los observamos en la embarcación como adultos. En vista del ritmo de crecimiento promedio de menos de 15 mm (media pulgada) cada dos semanas, les toma aproximadamente dos meses alcanzar el tamaño promedio de un adulto.

Vimos a Crooked Line (línea torcida), nuestro espécimen más longevo, como adulto por primera vez el 8 de mayo y nuevamente el 4 de septiembre. En consideración de los dos meses de crecimiento desde menos de 2,5 cm (una pulgada), Crooked Line vivió como mínimo seis meses. ¿Cuánto tiempo tardó Crooked Line en crecer desde la fase larval hasta alrededor de 2,5 cm (una pulgada)? Aquí solo podemos especular, pero probablemente haya demorado unos meses. Suponemos que Crooked Line vivió aproximadamente ocho meses, mientras que la mayoría de los demás vivieron cinco o seis meses; simplemente desaparecían.

Con frecuencia encontrábamos diosas apareándose prácticamente por todas partes: fuera del barco, dentro de los dormitorios e, incluso, sobre la cabeza. Algunos nudibranquios tienen dos conductos conectados para la descarga de esperma durante el apareamiento, pero los cuerpos regordetes de las diosas del mar les permiten tener un poco más de modestia. Aun así, son determinados al aparearse, y se empujan entre sí durante unos 10 a 15 minutos.

El apareamiento también me causó la mayor conmoción—vimos a una enorme F. picta que llamamos Doorman, de casi 10 cm (4 pulgadas) estirada, apareándose con lo que parecía un espécimen joven de la mitad de su tamaño. Aparentemente, alcanzan la madurez sexual mucho más rápido de lo que esperábamos.

Pero con toda esta actividad de apareamiento, había un problema que nos volvía locos: nunca podíamos encontrar sus huevos. El barco es tan grande que las criaturas diminutas pueden escabullirse en grietas donde no podemos verlas. Alrededor del barco hay una cantidad considerable de rocas salpicadas en el fondo, pero he pasado mucho tiempo de buceo explorando esas rocas y siempre he regresado con las manos vacías.

Desde ese encuentro nocturno con reinas del mar en la arena en junio de 2019, las hemos visto deslizándose hacia y desde el barco en el fondo. Quizás se desplazan más lejos del campo de rocas para poner sus huevos, o tal vez simplemente deben alejarse del barco para un descanso. Solo el tiempo lo dirá. Pero dada la robustez de esta población, deberíamos poder aprender más sobre estas adorables criaturas y fotografiarlas en un futuro a largo plazo.

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