Los gentiles gigantes de Tonga

Una ballena jorobada ayuda a su cría a salir a la superficie.

Mi corazón se aceleró de la emoción mientras nadaba lentamente hacia dos gigantes que descansaban en la superficie. Me sentí rebosante de alegría porque estaba a punto de conocer a una ballena jorobada y a su cría.

Había viajado al Reino de Tonga, un archipiélago del Pacífico Sur situado entre Nueva Zelanda y Samoa. Una fuerte cultura, un paisaje inmaculado, playas arenosas desiertas, espectaculares acantilados de piedra caliza, cuevas submarinas y bosques frondosos son algunos de los muchos motivos para visitar Tonga. No obstante, su mayor atractivo turístico es la posibilidad de nadar con las carismáticas ballenas jorobadas.

cría de ballena jorobada
Una cría asciende a la superficie para respirar mientras su madre descansa debajo.

Estas ballenas, que se encuentran entre los animales más grandes del planeta, miden aproximadamente 15 metros (49 pies) de largo y pesan, en promedio, alrededor de 35 toneladas. Las jorobas que tienen cerca de la parte delantera de sus aletas dorsales, las distintivas protuberancias rugosas en sus cabezas, y sus hermosas y largas aletas pectorales facilitan su identificación. Obtuvieron su nombre científico, Megaptera novaeangliaeque significa "Nueva Inglaterra de alas grandes".

Las ballenas jorobadas se alimentan en aguas polares durante el verano y luego emigran a aguas tropicales o subtropicales para reproducirse durante el invierno. Varios lugares ofrecen avistamiento estacional de ballenas, pero nadar con ellas sólo es legal en unos pocos sitios: Tonga es uno de ellos. Cada año, sus aguas cálidas y protegidas sirven de vivero a las ballenas, que se reúnen allí entre julio y octubre tras una larga migración desde la Antártida.

Tonga no siempre fue un lugar seguro para las ballenas jorobadas. Los balleneros las cazaron allí durante décadas hasta 1978, cuando el rey Tāufa'āhau Tupou IV declaró una moratoria sobre toda caza de ballenas en aguas del reino, una decisión que probablemente salvó a la subpoblación de jorobadas de Tonga. El gobierno concedió la primera licencia turística para nadar con ballenas en 1993, y desde entonces miles de personas de todo el mundo han viajado hasta allí con la esperanza de vivir la experiencia de su vida con los majestuosos gigantes.

Nadar con ballenas tiene directrices estrictas, y solo los operadores autorizados pueden ofrecer actividades dentro del agua. Las normas clave incluyen que solo cuatro clientes y un guía local capacitado por embarcación certificada pueden estar dentro del agua con un grupo de ballenas a la vez y los nadadores no pueden acercarse a ninguna ballena a menos de 5 metros (16,4 pies).

Solo una embarcación autorizada a la vez puede hacer ingresar a nadadores al agua con un grupo de ballenas. Algunos operadores pueden acordar compartir para que todos los clientes tengan la posibilidad de experimentar un encuentro dentro del agua. El tiempo máximo de interacción de cualquier embarcación con un grupo de ballenas que incluya una madre y una cría es de una hora y media, a menos que tengan un permiso de interacción especial. Después de cualquier interacción de 90 minutos, ninguna embarcación puede interactuar con el grupo por otros 90 minutos, lo que garantiza que los animales tengan un descanso.

buceador fotografiando una ballena jorobada
Hay estrictas normas vigentes para garantizar que las interacciones entre las ballenas y los nadadores se desarrollen de manera segura y respetuosa.

He tenido la suerte de viajar a Tonga muchas veces desde 2007. La gente a menudo me pregunta por qué sigo volviendo, pero no hay palabras adecuadas para transmitir lo que se siente al estar en el agua con las ballenas jorobadas. Nadar con ellas me cambió la vida. Me dio una sensación de paz que nunca había experimentado y me hizo sentir humilde que estos gentiles gigantes fueran tan tolerantes con nosotros. Después de cientos de nados, sigo sintiéndome abrumado y asombrado por su tamaño, su naturaleza inquisitiva y su nivel de conciencia.

También he observado el poderoso impacto que tienen las ballenas en otras personas. He visto a individuos llorar de alegría. Algunos se quedan callados durante horas, profundamente conmovidos por el encuentro, mientras que otros se emocionan tanto que no paran de hablar de ello.

A lo largo de los años he tenido el privilegio de observar maravillosas interacciones que quedarán impresas en mi memoria para siempre. Uno de esos encuentros inolvidables fue con una cría a la que llamamos Snowy (nevado) por su piel de color pálido. Se mostraba curiosa y estaba determinada a jugar con nosotros, los humanos lentos y diminutos. Habíamos divisado a la madre y la cría a lo lejos mientras salían a la superficie. La madre saltaba fuera del agua elegantemente y sin ningún esfuerzo, pero su cría no era tan elegante y aún estaba aprendiendo. Ver sus intentos torpes y no coordinados de salir a la superficie era un verdadero placer.

la ballena jorobada nos observa
Snowy seguía girando frente a nosotros, siempre manteniendo el contacto visual.

Después de que se detuvieran y parecieran calmarse, entramos tranquilamente en el agua y empezamos a nadar lentamente hacia ellos. La cría abandonó a su madre y vino a la carga en cuanto nos vio en el agua. Recuerde que no es una cría pequeña: mide unos 4 metros y pesa más de una tonelada. Que una cría de jorobada te persiga puede ser intimidante, sobre todo porque tienden a carecer de conciencia espacial.

El tiempo que pasamos en el agua fue mágico y emocionante, con Snowy moviéndose en círculos, girando y nadando sobre su lomo alrededor de nosotros sin dejar de mantener contacto visual en todo momento. Pasé la mayor parte del tiempo riendo mientras intentaba capturar imágenes de este pequeño juguetón. Mi objetivo gran angular no era lo suficientemente ancho como para capturar un encuentro tan cercano, por lo que solo pude fotografiar parte del animal.

Las ballenas jorobadas pueden ser muy protectoras de sus crías y, normalmente, permanecen bastante cerca, así que no perdí de vista a la madre mientras interactuaba con su cría. Sorprendentemente, esta madre se quedó descansando inmóvil debajo de nosotros durante la mayor parte del encuentro. Sospeché que su confianza era el resultado de acercamientos respetuosos anteriores con otras personas, o que quizás estaba disfrutando de su tiempo libre mientras nosotros manteníamos a su tumultuosa cría ocupada.

curiosa cría de jorobada
Una curiosa cría se acerca para una mirada más profunda.

Otra experiencia excepcional fue ver a cinco ballenas adultas participando en una carrera de celo a cámara lenta. Las carreras de celo pueden ser agresivas, ya que varios machos compiten por la atención de una hembra. Los operadores deben evaluar cuidadosamente las carreras de celo antes de permitir que los nadadores entren en el agua. Si es posible realizar descensos seguros, suelen durar sólo unos segundos, ya que los animales pasan nadando. Pero aquel día fue muy distinto: las ballenas nadaban relativamente despacio en comparación con lo habitual y a veces cambiaban de dirección y volvían hacia nosotros. Parecía que estaba entrenando para las Olimpiadas, pero nunca conseguimos acercarnos a menos de 10 metros durante la hora que pasamos con ellas.

Era extraordinario observar su comportamiento bajo el agua. Al principio, los machos perseguían sobre todo a la hembra. Aceleraban, se adelantaban unos a otros y soplaban cortinas de burbujas, posiblemente para confundir a sus oponentes y esconderse mientras intentaban escapar con la hembra. Sin embargo, la competición se intensificó rápidamente, ya que el poder y el caos sustituyeron a la velocidad y el engaño. Se convirtió en una batalla de titanes en la que los machos exhibían su fuerza golpeándose la cabeza y la cola. Una bofetada fue lo suficientemente potente como para resonar hasta donde estábamos. El receptor nadaba de lado, y vimos temblar los surcos de su garganta cuando la otra ballena le golpeó. Sentí las vibraciones del impacto en el agua. La ballena que acababa de ser golpeada siguió corriendo como si nada, impulsada por el impulso de reproducirse.

De repente, todas las ballenas se sumergieron al unísono y desaparecieron durante varios minutos. No sé qué ocurrió en el azul profundo, pero puso fin a la persecución. Cuando las ballenas reaparecieron finalmente a más de 300 pies de distancia, su ritmo se había ralentizado significativamente, y el grupo se separó rápidamente después a excepción de dos ballenas que se alejaron nadando juntas - probablemente la hembra y su pretendiente elegido.

cría escoltada por jorobadas adultas
Las escoltas pueden ser machos o hembras y a menudo acompañan a las madres y las crías.

Nadar durante el canto de una ballena también es fascinante. Es difícil describir la mezcla de gemidos agudos variados y sonidos similares a gruñidos que producen las ballenas jorobadas. Solo escuchar y sentir el sonido bajo el agua hace honor a su hipnótica y cautivadora belleza. Es una larga vocalización, entre las más complejas del reino animal, y es producida en patrones organizados solo por los machos. Pueden cantar durante varias horas a la vez, repitiendo la misma canción una y otra vez.

Dado que las ballenas suelen cantar con más frecuencia durante la época de reproducción, los investigadores creen que los complejos cantos desempeñan un papel a la hora de atraer a las hembras o establecer el dominio entre los machos. Aún estamos intentando comprender el canto de las ballenas en otras épocas. Todos los machos de una población de ballenas jorobadas cantarán la misma canción; si la canción cambia con el tiempo, todos aplicarán los mismos cambios, prueba de que el aprendizaje y la transmisión se producen entre los machos. Además de ser música para los oídos, el canto de las ballenas puede ser toda una experiencia física. Cuando uno se coloca cerca de un cantante, puede sentir las vibraciones en el cuerpo.

Lo mejor de mi vida fue nadar con dos ballenas cortejándose hace 10 años. Ese día nuestros intentos de nadar habían sido infructuosos: habíamos visto muchas ballenas, pero ninguna parecía interesada. Sin embargo, de vuelta al puerto, de repente vimos grandes salpicaduras a lo lejos cuando dos adultos se revolcaban en la superficie y golpeaban sus largas aletas pectorales. Prefiero observar las ballenas bajo el agua, pero verlas desde un barco siempre da una perspectiva diferente del tamaño y el sonido. Podíamos oírlas respirar, y el sonido rítmico de sus aletas salpicando el agua era cautivador.

ballena jorobada
Las ballenas jorobadas son conocidas por sus espectaculares saltos sobre la superficie.

Finalmente se detuvieron para bucear, así que entramos en el agua y nadamos hacia donde los habíamos visto por última vez. La pareja estaba allí, deslizándose lentamente por debajo de nosotros y haciendo piruetas una alrededor de la otra, encontrándose y separándose como si interpretaran un ballet submarino. Siempre me asombran los movimientos suaves y precisos de las ballenas jorobadas a pesar de su tamaño. Una de las ballenas ascendió de repente justo delante de mí, a menos de tres metros de distancia, y se detuvo allí, mirándome claramente. La sensación sobrecogedora de mirar a una ballena a los ojos y saber que te devuelve la mirada y te reconoce es incomparable. Es un momento que permanecerá vivo en mi mente para siempre.

Tengo muchos otros recuerdos que atesoro y tengo la suerte de que mis viajes a Tonga han estado repletos de interacciones inolvidables. No obstante, es importante comprender que nadar con ballenas es un privilegio. Requiere paciencia y suerte y, al igual que con cualquier experiencia con vida silvestre, no hay ninguna garantía de que se produzca alguna interacción. Algunos días las condiciones climáticas son demasiado duras como para poder salir con la embarcación y otros las ballenas no están dispuestas a permitir que ingresemos al agua con ellas. La mayoría de los días pasará horas buscándolas.

ballena mirando hacia atrás
Mirar a una ballena a los ojos y saber que te devuelve la mirada es sobrecogedor.

Recuerde que las ballenas viajan a Tonga para aparearse, parir y cuidar de sus crías. La migración es de más de 3.700 millas y dura varios meses. Durante la migración y la estancia en las zonas de parto, hay poca o ninguna comida disponible, por lo que las ballenas sobreviven metabolizando la energía almacenada en su grasa. Las madres pueden perder hasta un tercio de su peso corporal durante la migración y su estancia en Tonga. Proteger, cuidar y alimentar a sus crías para preparar su largo viaje de regreso a la Antártida es una tarea exigente y agotadora.

La población de ballenas jorobadas de Tonga aún es relativamente pequeña y no se ha recuperado por completo como otras poblaciones de ballenas jorobadas. Se calcula que los balleneros mataron más de 200.000 ballenas jorobadas en el hemisferio sur en el siglo XX. La caza de ballenas en la Antártida redujo las poblaciones reproductoras E y F, las subpoblaciones que se reproducen en Tonga, Nueva Caledonia, Fiyi, Samoa y Niue, y actualmente la población tiene un poco más de 1000 especímenes.

Al estar en el agua con ballenas jorobadas, es fundamental ser respetuoso y no afectar su comportamiento y bienestar. Al hacerlo, garantizará que tanto usted como otros visitantes tengan una experiencia inigualable.


Vista aérea de las islas y los arrecifes de coral de Tonga
Vista aérea de las islas y arrecifes de coral de Tonga

Cómo bucear en este lugar

Cómo llegar: Las fronteras de Tonga se cerraron rápidamente tras el inicio de la pandemia, por lo que hay que consultar los avisos de viaje para conocer la situación actual. Antes del COVID-19, se podía llegar a Tonga vía Sydney, Auckland o Fiyi. Desde Estados Unidos, los vuelos salen de Los Ángeles y conectan con Fiyi. La mayoría de los vuelos internacionales llegan al aeropuerto internacional de Fua'amotu, en Tongatapu, pero hay algunos vuelos directos semanales entre Fiyi y Vava'u. Si su aventura en busca de ballenas tiene lugar en Vava'u, Ha'apai o 'Eua, puede tomar un vuelo nacional de Lulutai Airlines.

Deje tiempo suficiente entre la hora de llegada de su vuelo nacional y la salida de su vuelo internacional para el viaje de vuelta. En ocasiones, los vuelos nacionales se retrasan o cancelan debido a las condiciones meteorológicas, lo que provoca la pérdida de conexiones internacionales.

Le recomiendo que lleve consigo todo lo esencial, incluida la carcasa de su cámara. No son infrecuentes los retrasos de equipaje por sobrepasar el límite de peso. También conviene tener un seguro de viaje que cubra gastos médicos, repatriación, retrasos y cancelaciones de vuelos y pérdida de equipaje.

Dónde hospedarse: Tonga alberga unas 170 islas divididas en tres grandes grupos: Tongatapu y 'Eua en el sur, Ha'apai en el centro y Vava'u en el norte. El extremo más septentrional es el pequeño grupo de islas Niua. Las infraestructuras turísticas y las condiciones para pescar ballenas varían según el lugar. Alojarse en la isla principal, Tongatapu, para vivir la experiencia de las ballenas le ahorrará tiempo y dinero, porque no tendrá que tomar un vuelo nacional a otro destino, y hay muchos menos operadores en el agua. La mejor opción en cuanto a hoteles y actividades está en la capital, Nuku'alofa.

La mayoría de los viajeros prefieren tomar el vuelo de una hora a la popular Vava'u, centro neurálgico de la natación con ballenas. Vava'u es un lugar pintoresco con aguas más profundas y la posibilidad de ver otras especies pelágicas. La afluencia de turistas durante la temporada de ballenas ha dado lugar a una amplia oferta de restaurantes y alojamientos para todos los bolsillos. La ciudad principal de Neiafu es una opción popular, pero en las islas exteriores hay complejos más tranquilos y apartados. El inconveniente es que hay muchos barcos balleneros, lo que aumenta la presión sobre las ballenas. En los últimos años, hacer cola para ver una ballena se ha convertido en algo habitual.

Hay menos barcos en Ha'apai, donde la infraestructura turística está menos desarrollada que en Vava'u. Las aguas son menos profundas y la visibilidad no suele ser tan buena. También es más llana y está más expuesta a las inclemencias del tiempo. Las islas más accesibles de Ha'apai son Lifuka, Foa y Uoleva.

Isla de Tonga
Tonga ofrece islas y playas de una postal perfecta.

Cuándo viajar: Las ballenas llegan a Tonga a mediados o finales de junio, y normalmente se pueden observar hasta principios de octubre. El calendario varía, por lo que agosto y septiembre suelen ser más fiables para los encuentros con ballenas. Estos meses de invierno pueden tener fuertes vientos, así que lleve ropa de abrigo y un chubasquero en el barco. La temperatura del agua en agosto y septiembre suele rondar los 70°F.

Es fundamental reservar las excursiones para nadar con ballenas con operadores autorizados. Sus tripulaciones están formadas de acuerdo con las normas y las mejores prácticas que deben usarse al acercase a las ballenas, y sus embarcaciones y equipos de seguridad son apropiados.

Reservar varios días le permitirá maximizar sus posibilidades de disfrutar de buenos encuentros y oportunidades de ver diferentes comportamientos. Tres días es un buen mínimo, pero dedicar cinco o siete días será mejor si su presupuesto se lo permite. No hay ninguna garantía de que podrá nadar con ballenas, y es posible que un operador que le diga lo contrario no siga prácticas éticas. Calcule unos días adicionales al final de su viaje en caso de que los días designados para nadar con ballenas se pospongan por el clima u
otros motivos.

Solo se permite que haya cuatro personas y un guía dentro del agua con las ballenas en un momento dado, por lo que unirse a un grupo pequeño limitará las rotaciones y maximizará el tiempo en el agua. Esta es una experiencia de snorkel; no se permite el uso de equipo de buceo ni flashes.

Nota para fotógrafos: Tonga es un país remoto y no cuenta con una tienda de fotografía ni con asistencia. Asegúrese de que su equipo funciona perfectamente antes de viajar a Tonga. Si se aloja en una isla exterior, es posible que solo pueda cargar el equipo a determinadas horas del día, así que asegúrese de tener baterías y tarjetas de memoria de repuesto por si no puede cargar o descargar a diario. Los drones están permitidos, pero hable con un operador autorizado en el momento de hacer la reserva para determinar los requisitos de permiso vigentes.


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Vea más ballenas jorobadas de Tonga en este vídeo de Annie Crawley.

© Alert Diver - Q3/Q4 2021

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