Evitar el frío

Las temperaturas más frías del agua no tienen por qué arruinar tus planes de buceo del fin de semana, pero puede ser necesario tomar algunas precauciones adicionales para evitar la hipotermia. La hipotermia puede afectar a cualquiera, por lo que debes tenerla en cuenta cuando te prepares para buceos más profundos, más largos, más frecuentes o en aguas más frías de lo habitual.

Signos y síntomas

Al bucear, debes saber a qué te enfrentas —así es como planificas eficazmente—. Entonces, ¿qué es exactamente la hipotermia? La hipotermia ocurre cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que puede producirlo. La temperatura corporal normal ronda los 98,6 °F (37 °C), y la hipotermia se presenta cuando esa temperatura desciende por debajo de 95 °F (35 °C). A medida que el cuerpo se enfría, los órganos tienen más dificultades para funcionar correctamente. Si no se trata, la hipotermia puede provocar fallos en el corazón y en el sistema respiratorio, e incluso la muerte.

Los síntomas comunes de hipotermia incluyen pulso débil, confusión, respiración lenta, temblores e incluso pérdida del conocimiento. Los casos de hipotermia varían de leves a graves. Una persona con hipotermia leve puede estar temblando y hablando con claridad. En estos casos, quítale la ropa mojada y cámbiala por prendas secas, aislantes y cortaviento. Una persona con hipotermia grave puede estar inconsciente y tener un pulso muy bajo. Busca signos de vida y evalúa la respiración; si puedes asegurarte de que la persona no tiene pulso ni respira, realiza RCP (reanimación cardiopulmonar).

La hipotermia no se limita a condiciones frías; incluso puede ocurrir en aguas tropicales. Si llevas solo un traje de baño o un “dive skin” y permaneces en el agua por un período prolongado, tu temperatura corporal comenzará a descender. Ya sea que bucees en aguas frías o tropicales, la mejor forma de enfrentar la hipotermia es planificar y prevenirla. 

Prevención

El equipo adecuado ciertamente ayuda a protegerte contra la hipotermia. Pero antes de considerar el equipo —de eso hablaremos más adelante—, es importante elaborar un plan adecuado. Antes de tu viaje, ten en cuenta la temperatura ambiental, la temperatura del agua, la profundidad y la duración del buceo, así como la posibilidad de termoclinas. Todos estos factores influyen en cuánto frío puedes sentir durante la inmersión.

Al salir del agua, ten a mano ropa seca y toallas. Las bebidas calientes —evita las alcohólicas— y los snacks ayudarán a reponer las calorías perdidas. Pero si alguien parece sufrir hipotermia, obsérvalo de cerca. Una persona fría que comienza a calentarse después del buceo puede experimentar “afterdrop”, un fenómeno en el que la temperatura corporal central continúa bajando mientras la sangre fría de las extremidades regresa al núcleo del cuerpo.

Además de contar con el equipo adecuado y un buen plan, asegúrate de que tu entrenamiento y experiencia sean apropiados para el sitio de buceo. 

Consideraciones sobre el equipo

Los buceos en aguas más frías pueden requerir equipo diferente. Evalúa tu equipo actual y considera tu próximo sitio de buceo: ¿lo que tienes será suficiente o necesitas protección adicional? Aunque un traje seco (drysuit) puede facilitar el buceo en otoño o invierno, requiere entrenamiento y habilidades adicionales. Esto varía según la ubicación, pero un traje húmedo (wetsuit) puede ser una opción más práctica durante todo el año.

Fabricados con neopreno, los trajes húmedos mantienen al buceador abrigado proporcionando una capa aislante compuesta por miles de diminutas burbujas de aire. Cuanto más grueso sea el traje, más calor retendrá.

En aguas frías, los accesorios como capuchas y guantes pueden volverse indispensables. Las capuchas pueden cubrir toda la cabeza y ajustarse al cuello, o tener una correa en el mentón dejando el cuello expuesto. Compra la capucha que mejor se adapte a ti y al entorno donde buceas.

Los guantes de neopreno mantendrán tus dedos calientes. Busca costuras bien selladas, agarre en las palmas y un ajuste adecuado a tu mano. Al igual que los trajes, las capuchas y los guantes vienen en distintos grosores, así que compara opciones antes de decidir.

Recuerda que cambiar de equipo puede alterar tu flotabilidad. El neopreno es muy flotante, así que cuanto más grueso sea el traje, más flotará. Compénsalo adecuadamente con la cantidad correcta de lastre y realiza una prueba de peso para confirmar que estás correctamente equilibrado.

Si es posible, comienza con algunas inmersiones fáciles y poco profundas cuando uses equipo nuevo. Los accidentes pueden evitarse si te familiarizas con tu equipo. Mientras lo haces, practica algunas habilidades básicas como limpiar la máscara o manejar un regulador con flujo libre, para asegurarte de que puedes hacerlo cómodamente en agua fría. El entorno es muy diferente, especialmente cuando el agua fría toca tu rostro.

El equipo adecuado reducirá considerablemente el riesgo de hipotermia, aunque la pérdida de calor ocurrirá de todos modos. Sé consciente de tu inmersión y de su duración.

Bucea con inteligencia

Una de las principales razones para bucear en aguas frías es la posibilidad de ver vida marina nueva y experimentar un entorno diferente. Pero, como en cualquier buceo, debes planificar adecuadamente. Si te atrae la idea de explorar nuevos ambientes y desafíos, adquiere el equipo necesario, asegúrate de que tu seguro de accidentes de buceo esté actualizado, y disfruta de un viaje de buceo seguro.