Fortalecimiento de la conservación a través del compromiso local
El espectacular ecosistema de Raja Ampat, Indonesia, ofrece numerosas oportunidades para capturar retratos de peces e imágenes macro con un objetivo de 100 mm, pero las grandes extensiones de inmaculados corales duros salpicados de coloridos corales blandos y abanicos de mar hicieron que me resultara difícil privarme del uso de mi objetivo gran angular durante un reciente viaje en una embarcación de vida a bordo.
Ver arrecifes tan saludables —en especial después del blanqueamiento en los Cayos de la Florida y el Caribe el verano boreal pasado— me llevó a seguir fotografiando con mi objetivo de 15-35 mm, pero frecuentemente encontré vibrantes habitantes del arrecife, como meros de coral o peces ballesta payaso, que también quería fotografiar. Incluso con el objetivo de 35 mm, no pude acercarme lo suficiente para capturar el retrato de peces que había imaginado antes de que se alejaran.
No obstante, durante un buceo matutino, fue mucho más fácil acercarme a los peces. Preguntándome si este cambio en su comportamiento se debía al momento del día o las mareas, le pregunté a nuestro director de crucero cuál era la diferencia con el día anterior. Me dijo que acabábamos de entrar a la Reserva Marina de Misool (Misool Marine Reserve), donde los peces son amigables.
De repente, todo tuvo sentido. He buceado en áreas marinas protegidas (MPA, por sus siglas en inglés) cerca de mis aguas territoriales en Cayo Largo, Florida, por más de cuatro décadas y he aprendido que los peces se comportan de manera diferente si no asocian a los buzos con arpones o temor por sus vidas por la presencia de un anzuelo o una red.
Misool Foundation, establecida en 2011 como la extensión sin fines de lucro registrada de Misool Resort, da empleo a un equipo de 49 personas, lo que incluye a 18 guardaparques remunerados a tiempo completo apostados en tres estaciones de guardaparques dedicadas para proteger una reserva marina de 300.000 acres financiada con fondos privados. Un corredor de aguas azules conecta dos zonas de protección total distintas y también está protegido de la pesca destructiva, lo que incluye redes y palangres.
La fundación participa activamente en la restauración de arrecifes y tiene un programa para devolver tiburones cebra y almejas gigantes a la vida silvestre. Lograr todo esto en una región tan remota debe haber sido todo un desafío. Ansioso por conocer la historia de fondo, entrevisté a Marit Miners, una de las fundadoras.
¿Cómo comenzó todo?
Miners:estaba en vías de obtener mi maestría en antropología física, pero mis planes se alteraron en el año 2000 cuando descubrí el buceo en Tailandia. Era mucho más interesante que estudiar sobre cosas muertas. Mi instructor de aguas abiertas se convirtió en un gran amigo y durante cinco años intentó presentarme a su colega, Andrew. En 2005, en mi cumpleaños 28, finalmente nos encontramos por casualidad en Bangkok, donde Andrew estaba de vacaciones. Mi instructor tenía razón: Andrew y yo congeniamos de inmediato. En ese entonces, él estaba trabajando en una de las dos embarcaciones de vida a bordo de Raja Ampat. Para nuestra cuarta cita, me invitó a hacer un viaje de buceo con él.
En 2005, Raja Ampat era un destino increíblemente remoto, y Sorong era poco más que una pista aérea y un puerto. ¿Qué los impulsó a quedarse después de su crucero de dos semanas?
Éramos jóvenes y estábamos enamorados, pero además yo tuve una revelación. Un día durante un intervalo de superficie, fuimos en bote a una isla remota llamada Batbitim en Misool. Allí había habido un campamento de cercenamiento de aletas de tiburón itinerante y los desechos de la masacre aún estaban en el lugar. En ese momento, la cadena comercial resultó evidente y establecimos un vínculo entre los arrecifes de Raja Ampat y los restaurantes que ofrecen sopa de aleta de tiburón que están presentes en Bangkok.
Habíamos visto hermosos arrecifes durante ese mes de buceo, pero ni un solo tiburón. Mientras estudiábamos la isla, Andrew compartió una vaga idea de construir un centro de conservación allí, con algunas instalaciones simples para financiar nuestro trabajo.
Este acuerdo nos hizo únicos desde el principio: muchas empresas agregan un componente de conservación una vez que se vuelven rentables, pero nosotros lo hicimos al revés, con la conservación como nuestro punto de partida. La protección marina es una parte integral de nuestra ética y nuestro plan de negocios, con arrecifes saludables como nuestro activo más importante.
Andrew se acercó a la comunidad local, que tiene los derechos tradicionales del área, y llegó a un acuerdo para arrendar varias islas y las aguas circundantes, lo que expulsó de manera efectiva a las personas dedicadas al cercenamiento de aletas de tiburón. En la actualidad Misool Resort se encuentra en la playa donde antes tenían su campamento.
¿Fue difícil lograr que la comunidad local adoptara su visión?
Ellos ya practicaban una forma de gestión pesquera indígena llamada sasi, una tradición que consiste en abrir y cerrar áreas para la extracción. Arrendar sus aguas tampoco era inusual, aunque fuera a personas dedicadas al cercenamiento de aletas de tiburón que se llevaban todo lo que querían de las aguas circundantes durante un mes por el equivalente a USD 30. Nuestras ideas no eran completamente extravagantes y evidentemente se identificaron con ellas. Queríamos crear oportunidades de trabajo en el turismo sustentable y ayudar a proteger sus aguas, y ellos sabían a partir de la sasi que su pesca se incrementaría fuera de la zona de protección total.
Determinamos el alcance general de una iniciativa de conservación vinculada a una operación de buceo con un centro turístico para junio de 2006. Logramos reunir aproximadamente USD 20.000, formamos un equipo mínimo y llegamos a la isla con un generador, algunas herramientas, un teléfono satelital y muchos fideos. En el pueblo designaron a un adulto mayor como nuestro primer empleado, quien reclutó a otros. Adquirimos un aserradero portátil y comenzamos a moler madera recuperada de maderas duras tropicales que aparecían en nuestra playa del sur. Una isla cercana tenía agua dulce para beber, cocinar y mezclar concreto.
Las personas dedicadas al cercenamiento de aletas de tiburón y los pescadores con palangre ilegales todavía aquejaban el área aun cuando nosotros teníamos un acuerdo de arrendamiento. Después de un largo día de trabajo de construcción, miembros de nuestro personal local se acercaban a los cazadores furtivos, les arrojaban piedritas y confiscaban su equipo. Adquirimos nuestra primera embarcación de guardaparques dedicada con una donación de WildAid Canada.
A medida que los gastos de infraestructura aumentaban exponencialmente, los números ya no cuadraban con nuestro simple complejo para mochileros —teníamos que ir un poco más allá—. Cuando abrimos nuestras puertas en 2008, teníamos ocho cabañas de agua para satisfacer las necesidades de buzos fanáticos. El complejo ha seguido evolucionando y actualmente recibimos a todo tipo de aventureros.
Desde el comienzo, hemos tenido una relación simbiótica entre la conservación y el turismo. La biodiversidad es nuestro principal activo. Nuestros huéspedes experimentan una biodiversidad fuera de serie gracias a las iniciativas de conservación de Misool Foundation, especialmente los esfuerzos de nuestros guardaparques que protegen la Reserva Marina de Misool todos los días. La fundación no podría existir sin Misool Resort, que proporciona el centro neurálgico logístico que es crucial en un lugar tan remoto. El complejo, a su vez, es el soporte más consistente de la fundación, con una donación de más de USD 200.000 en 2023.
Cuando estábamos buceando en la Reserva Marina de Misool, la tripulación de la embarcación se comunicaba por radio con el complejo a las 5 de la tarde cada día para programar los permisos de buceo para el día siguiente. ¿Es difícil controlar la densidad del buceo en sus arrecifes locales?
¡Absolutamente! Tenemos muchos sitios disponibles solo para nuestros huéspedes, pero hay muchos otros lugares dentro de la reserva que están disponibles para las 20 a 30 embarcaciones de vida a bordo que pueden estar cerca en cualquier momento, donde todos quieren hacer cuatro buceos por día. Prestamos el servicio para optimizar la experiencia de todas las personas a la vez que gestionamos el impacto en los arrecifes. La mayoría de los operadores lo entienden y lo consideran un activo para la experiencia de sus huéspedes, así como también un imperativo de la conservación.
South Raja Ampat no es un destino que se puede visitar durante todo el año. ¿Cómo gestiona las patrullas cuando los buzos no están allí?
El complejo está abierto solo desde mediados de septiembre hasta mediados de junio, pero los guardaparques están presentes en el lugar las 24 horas del día durante todo el año, incluso en las peores condiciones monzónicas. El equipo de nuestro complejo hace trabajo de mantenimiento durante la temporada baja. La conservación es un trabajo de tiempo completo para la protección de todo lo que hay allí y la devolución a la vida silvestre donde podamos.
Con nuestro proyecto Reef Restoration Project, por ejemplo, plantamos diferentes tipos de coral, pero no tenemos un criadero de coral. Recolectamos fragmentos en estado salvaje que se han roto naturalmente, pero que aún están vivos. Nuestra calidad del agua es tal que los corales prosperarán si se les da la oportunidad. Nos enfocamos en zonas de escombros que son el resultado de la pesca con dinamita que se realizaba en el pasado para su restauración. Nuestro espigón era una de esas áreas de escombros —no queríamos que la construcción dañara un arrecife natural—. Hemos estado plantando coral allí desde 2013 y actualmente es un próspero arrecife.
Las almejas gigantes (Tridacna spp.) son otro ejemplo. Durante 60.000 años la isla probablemente no tuvo un asentamiento permanente porque no hay ninguna fuente de agua dulce. Las almejas gigantes son una comida fácil, pero no regresan tan fácilmente una vez que se han ido. Se reproducen mediante el desove de difusión, por lo que deben estar cerca unas de otras para hacerlo. Mover una almeja gigante cerca de otra es una tarea monumental, pero estamos avanzando con nuestro jardín de almejas.
En la actualidad, muchas especies de tiburones se desarrollan en nuestra área gracias a la vigilancia de nuestra patrulla de guardaparques. Debido al alto nivel de protección, ReShark eligió Misool Foundation como guardería y centro de incubación. El colectivo internacional tiene una iniciativa innovadora para devolver a los tiburones cebra (Stegostoma tigrinum, también llamados tiburones leopardo en algunas regiones) en peligro a la vida silvestre. Estos tiburones actualmente están funcionalmente extintos en Raja Ampat y no regresarán en nuestra época sin intervención humana. Jennifer Hayes y David Doubilet estuvieron aquí recientemente para documentar el proyecto ReShark para National Geographic.
Acuarios de todo el mundo están colaborando para reproducir huevos de tiburón cebra, denominados monederos de sirena, que luego son transportados a criaderos locales. Los cuidadores de tiburones se encargan de ellos después del nacimiento hasta que las crías son lo suficientemente grandes como para ser marcadas y liberadas en la naturaleza. El objetivo del proyecto es liberar 500 tiburones cebra en Raja Ampat, estableciendo así una población saludable, genéticamente diversa y autosuficiente.
Ese es un esfuerzo impresionante y el aumento de la biodiversidad en sus aguas es inspirador. A través de las redes sociales supe que Alex Mustard estaba dictando una clase de fotografía en Misool Resort mientras yo escribía este artículo. Le pedí su opinión sobre el buceo y su respuesta fue una validación consensual:
“La primera vez que buceé en Misool fue en 2006, antes de que el complejo estuviera allí, y los arrecifes eran lo más espectacular que había visto, con maravillosos corales y abundantes peces. El buceo fue incluso mejor en los dos viajes que ya hice en 2024. Hay más buzos, pero también hay muchos más peces, tortugas, rayas y tiburones. En cada uno de los buceos vimos tiburones de arrecife, con tiburones martillo, azotadores e incluso tigre de vez en cuando. Las especies que normalmente vemos desaparecer de los océanos están desarrollándose en el lugar. No es magia, sino el resultado de una conservación marina sólida y mucho esfuerzo. Las personas que hacen el trabajo duro para que las ideas se vuelvan realidad lamentablemente son extremadamente raras. Y nuestro planeta necesita que haya muchas más”.
Para obtener más información sobre el proyecto ReShark, visite https://tinyurl.com/reshark. Para obtener más información sobre la devolución a la vida silvestre, visite www.tinyurl.com/rewild-misool.
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© Alert Diver — Q2 2024