When the recommended waiting period before flying after diving was questioned and the lack of evidence governing the guidelines became obvious, DAN designed a series of experiments to provide evidence and establish new, more accurate guidelines for flying after diving. DAN’s initial “Flying After Diving Trials” laid the foundation for the current flying after diving guidelines recognized by the US Navy and followed by recreational divers throughout the world.
El estudio experimental se llevó a cabo en 2003.
En el pasado, las recomendaciones para volar después de bucear eran muy variadas. Por ejemplo, tras una única inmersión sin paradas, la Marina de Estados Unidos recomendaba esperar para volar un intervalo en la superficie de dos horas, DAN recomendaba 12 horas y la Fuerza Aérea de Estados Unidos, 24 horas. En 1989, la Sociedad Médica Submarina e Hiperbárica (UHMS) recomendaba restringir toda actividad de buceo 24 horas antes de volar y sugería no volar hasta 48 horas después de una inmersión con paradas de descompresión.
Estas pautas eran muy limitantes para los buzos y operadores de buceo. Por eso, en 1991, los investigadores de DAN desarrollaron una serie de experimentos diseñados con el fin de generar los datos necesarios para perfeccionar las recomendaciones.
El objetivo de este estudio fue calcular la relación entre el intervalo en la superficie previo al vuelo y la incidencia de enfermedad disbárica (ED) en algunos ejemplos de secuencias de inmersiones representativas del buceo recreativo. En el estudio, el intervalo en la superficie previo al vuelo se aceptó o rechazó en función de la cantidad de incidentes de enfermedad disbárica y el total de exposiciones. Las reglas de aceptación y rechazo se eligieron de forma tal que permitieran casos leves de enfermedad disbárica, pero limitando los casos más graves. El Consejo de revisión institucional del Duke Medical Center (Centro Médico de la Universidad de Duke) aprobó estas reglas.
With the data collected from these studies, DAN was able to develop more specific guidelines that still reduce the risk of decompression sickness as a result of flying after diving. DAN’s initial “Flying After Diving Trials” laid the foundation for the current flying-after-diving guidelines for recreational divers and then prompted the U.S. Navy to update their residual nitrogen-based flying-after-diving rules.

Otras lecturas y referencias
Artículos
- Volar después de bucear en una piscina
- Volar después de bucear: ¿se deberían revisar las recomendaciones? (
Publicaciones
- Puede descargar los siguientes informes relacionados, elaborados a partir de talleres y conferencias, en la Biblioteca de publicaciones de DAN::
- Volar después de practicar buceo recreativo - 2002
- Recomendaciones para volar después de bucear
Publicaciones revisadas por pares
- Vann RD, Gerth WA, Denoble PJ, Pieper CF, Thalmann ED. Experimental trials to assess the risks of decompression sickness in flying after diving. Undersea and Hyperb Med. 2004; 31(4): 431-444.
- Vann RD, Gerth WA, Denoble PJ, Sitzes CR, Smith LR. A comparison of recent flying after diving experiments with published flying after diving guidelines. Undersea and Hyperb Med. 1996; 23 (supp):36.
- Sheffield PJ. Flying after diving guidelines: a review. Aviat Space and Environ Med. 1991; 61(12): 1130-8.
- Freiberger JJ, Denoble PJ, Pieper CF, Uguccioni DM, Pollock NW, Vann RD. The relative risk of decompression sickness during and after air travel following diving. Aviation Space and Environ Med. 2002; 73(10): 980-984.