Síntomas después de un buceo posiblemente causados por gas contaminado

Dos casos de síntomas tras un buceo probablemente causados por gas contaminado. Realizar controles antes del buceo y un mantenimiento del equipo apropiado puede ayudar a mitigar el riesgo.

Historia reportada

Caso uno

Dos buzos experimentados, un instructor y un divemaster, realizaron dos buceos en el mismo día. El primer buceo duró un total de 58 minutos a una profundidad máxima de 26 metros (87 pies). El segundo buceo tuvo una duración total de 56 minutos y los buzos no superaron los 30 metros (100 pies). El tiempo de fondo total para ambos buceos se encontró cautelosamente dentro de los límites de descompresión seguros. La temperatura del agua era cálida —entre 27 y 32 °C (80 y 89 °F)— y la visibilidad era moderada —entre 3 y 15 metros (10 y 50 pies). Ambos buzos manifestaron dolores de cabeza después de salir a la superficie al finalizar cada buceo. No se informó ningún otro síntoma y los dolores de cabeza desaparecieron al día siguiente. La mezcla respiratoria de los tanques de buceo no fue sometida a prueba para comprobar la presencia de contaminantes antes ni después de los buceos y ambos buzos informaron que no utilizaron ningún dispositivo de monitoreo de CO antes de bucear.

Caso dos

Los tanques utilizados para este buceo fueron sometidos a pruebas hidrostáticas y limpiados, y luego fueron almacenados por algunos meses antes de ser utilizados. El buzo realizó una inspección visual antes de llenar los tanques con aire en una tienda de buceo respetable. Antes de bucear, el buzo hizo un control anterior al buceo y “el aire tenía un sabor y un olor normales”.

El buceo se realizó a escasa profundidad y tuvo una corta duración, ya que el buzo estaba quitando vida marina de las boyas. Después del primer buceo a una profundidad de 1,5 metros (5 pies), el buzo sintió náuseas. Realizó un segundo buceo a 4 metros (12 pies) y se sintió mareado al salir a la superficie. Expresó que tanto las náuseas como los mareos desaparecieron aproximadamente 20 minutos después de salir a la superficie.

Para asegurarse de que no hubiera un sabor ni un olor evidente que él podría haber pasado por alto durante el control anterior al buceo, le pidió a su colega —que no era buzo— que respirara a través del regulador durante unos minutos y el amigo también manifestó dolor de cabeza después de respirar el aire. El colega también informó que no sintió ningún olor ni sabor al respirar a través del regulador. Durante el control anterior al buceo no hubo ningún sabor, olor ni otro motivo de preocupación.

Aparte de la eliminación manual de vida marina, el buzo no quedó en medio de ninguna corriente y las condiciones de buceo fueron bastante tranquilas. La profundidad máxima fue de 4 metros (13 pies) y los buceos duraron entre 5 y 15 minutos. No tenía un historial médico significativo, pero no estaba bien descansado debido a una mala noche de sueño. No había hecho inspeccionar el aire de los tanques para comprobar la presencia de contaminación porque no había laboratorios confiables que pudieran realizar ese tipo de pruebas en el lugar donde estaba buceando. Sí consultó a los operadores de buceo que manipularon los tanques. El operador de la tienda de buceo donde se llenaron los tanques respondió que ni los miembros de su personal ni sus clientes habían informado problemas.

Comentario

Los síntomas asociados a contaminantes como el monóxido de carbono (CO), el dióxido de carbono (CO2), los hidrocarburos volátiles y las partículas de aceite suelen ser similares a los de otras enfermedades relacionadas o no con el buceo. Por este motivo, identificar la contaminación por gases respiratorios basándose únicamente en los síntomas puede resultar difícil. Sin embargo, hay algunas cosas que puede hacer para asegurarse de la calidad del gas que está utilizando y, cuando tenga síntomas, determinar si están relacionados con la calidad del gas.

Evalúe los síntomas dentro del contexto de la exposición al buceo. Por ejemplo, si experimentó síntomas después de bucear en condiciones difíciles o de ascender rápidamente a la superficie, esas exposiciones o eventos deben tenerse en cuenta al identificar la causa de fondo de los síntomas posteriores al buceo. Debido a que los buzos normalmente llenan sus tanques de la misma fuente, observar el estado de salud de otros buzos y controlarlos para comprobar si tienen síntomas relacionados puede ser útil a la hora de determinar la exposición a una mezcla respiratoria contaminada. En ambos casos informados, más de una persona manifestó síntomas (dolor de cabeza y náuseas) al respirar gas proveniente de la misma fuente. En el caso de que la contaminación de una mezcla respiratoria sea probable, el buzo debe ser evaluado por un médico y se debe someter la mezcla respiratoria a una prueba para confirmar la exposición. La confirmación también garantiza que los síntomas sean diagnosticados y tratados en consecuencia.

Controlar la calidad de las mezclas respiratorias antes de bucear en lugar de solo hacerlo cuando se producen síntomas durante o después de un buceo es la mejor práctica para evitar lesiones relacionadas con la contaminación. Los buzos pueden incorporar prácticas en su control de seguridad anterior al buceo para ayudar a evitar lesiones y enfermedades relacionadas con la contaminación de mezclas respiratorias. Por ejemplo, abrir la válvula del tanque de buceo para oler y saborear el gas que fluye a través del regulador es una manera de detectar una mezcla respiratoria en malas condiciones. Si la mezcla respiratoria tiene un olor o un sabor inusual, no debe bucear con ella —esta es una señal de alarma de contaminación por aceite o hidrocarburos del compresor o el escape del motor de combustión. Es importante recordar que no todos los contaminantes pueden detectarse de esta manera; el CO, por ejemplo, es inoloro e insípido.

El buzo del segundo caso realizó un control anterior al buceo y no percibió ningún olor ni sabor inusual, pero aun así experimentó síntomas que posiblemente estaban relacionados con la contaminación. Por este motivo, pueden utilizarse detectores de CO electrónicos o productos como CO-PROTM para detectar la presencia de CO en una mezcla respiratoria. El uso de un detector de CO en lugar de pedirle ayuda a un compañero para confirmar la contaminación también evita que otras personas sean expuestas al CO. Los detectores de CO personales son especialmente importantes en lugares remotos donde los servicios de análisis de gases de laboratorios acreditados no son una opción y no se puede acceder a una evaluación médica con facilidad.

Brittany Trucha

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