Capítulo 1: Información clave

El oído es un órgano complejo que permite la orientación en el espacio, las actividades físicas diarias, y la comunicación social. Mientras que la anatomía del oído puede ser, en cierta medida intimidante, tratamos de proveer un cuadro simplificado pero explicativo para reforzar su comprensión sobre los procesos importantes para el buceo.

La compensación de la presión en el oído medio es la habilidad más importante para los buzos. Si no se maneja correctamente, los buzos pueden lesionarse y, a veces, quedar incapacitados permanentemente. En buzos con oídos saludables, el barotrauma de oído es prevenible. Los buzos deben invertir tiempo y esfuerzo para dominar las técnicas de compensación.

En este capítulo, aprenderás sobre:


Anatomía del oído

El oído es el órgano de la audición y el equilibrio. Consiste en una cavidad en la estructura del cráneo revestida con tejido suave, que encierra tres espacios diferenciados, llenos de aire o líquido (oído externo, medio, e interno); estos espacios diferenciados contienen tanto mecanismos de transmisión de sonido, como aparatos sensoriales.

ESTRUCTURA

El oído externo incluye el pabellón auricular u oreja, y el canal auditivo externo hasta el tímpano (membrana timpánica), que lo separa del oído medio. El revestimiento del oído externo es la piel, rica en glándulas que producen la cera o cerumen.

El oído medio en una cavidad en el hueso temporal del cráneo revestida con una delgada capa de tejido similar al que se encuentra en la nariz y la garganta. Está separado del canal auditivo mediante el tímpano, y conectado con la garganta por medio de la trompa de Eustaquio. Incluye tres pequeños huesos (osículos auditivos) que forman la cadena adherida al tímpano, por un lado, y a la membrana de la ventana oval en el oído medio por el otro. El espacio del oído medio está lleno de aire a presión ambiente, que necesita compensarse cuando la presión ambiente cambia (como ocurre al bucear o volar). Esto se logra permitiendo que el aire entre y salga a través de las trompas de Eustaquio, que conectan la garganta con el oído medio, utilizando técnicas de compensación como la maniobra de Valsalva.

El oído interno, o laberinto, incluye la cóclea (órgano de la audición), el vestíbulo y los canales semicirculares (órganos del equilibrio). La cóclea y el vestíbulo es adonde se originan los nervios auditivos y vestibulares.

FUNCIÓN

Las ondas de presión transmitidas por aire o agua son canalizadas a través del pabellón auricular y el canal auditivo externo hacia la membrana timpánica. Las ondas de presión hacen que la membrana timpánica vibre, lo que provoca que los osículos auditivos respondan moviéndose simultáneamente. El estribo (último hueso en la cadena) golpea la ventana oval de la cóclea. Dado que éste es un sistema cerrado, cuando la ventana oval es empujada hacia adentro, la ventana redonda empuja hacia afuera. El fluido dentro de la cóclea transmite las ondas de presión al nervio auditivo, que a su turno, envía señales al cerebro, que son interpretadas como sonido.

Las partes del vestíbulo son proyecciones conocidas como canales semicirculares. El fluido dentro de este sistema se mueve de acuerdo a los movimientos de la cabeza. Dentro de los canales semicirculares hay estructuras delgadas como cabellos llamados cilios. Éstos detectan el movimiento del fluido a través de los canales, y por medio de los nervios vestibulares envían las señales al cerebro donde el movimiento es interpretado y utilizado para ayudar a determinar la posición de la cabeza en el espacio tridimensional.


Compensación del Oído Medio

La compensación del oído medio es una habilidad básica requerida, que permite al buzo compensar o igualar la presión en los senos paranasales y en los espacios del oído medio con la presión ambiente.

Procedimiento en práctica

A medida que los buzos descienden en la columna de agua, la presión ambiente aumenta de manera lineal a un índice de media libra por pulgada cuadrada (PSI), por cada pie (0.1 kg/cm2 por cada metro) y se transmite a través de los tejidos y fluidos corporales. La ley de Boyle describe cómo disminuye el volumen del gas cuando aumenta la presión, si la cantidad (masa) de gas y la temperatura permanecen iguales. El oído medio es una cavidad rígida, a excepción del tímpano. Por tanto, cuando aumenta la presión, la única forma de que disminuya el volumen es la inclinación del tímpano hacia la cavidad del oído medio (a menos que se añada gas al espacio). Una vez que el tímpano se estira hasta su límite, no es posible seguir reduciendo el volumen de la cavidad del oído medio; si el descenso continúa, la presión en la cavidad del oído medio seguirá siendo inferior a la de su entorno. Una diferencia de presión modesta provocará la salida de líquido y hemorragias del tímpano y de la mucosa que recubre la cavidad del oído medio (barotrauma de oído O'Neil de grado 1). Cuando la diferencia de presión alcanza 5 PSI (0,35 bar), el tímpano puede romperse en algunos buceadores; a una diferencia de presión superior a 10 PSI (0,75 bar), se producirá la rotura en la mayoría de los buceadores (barotrauma de oído O'Neil de grado 2). Además, los cambios bruscos y grandes de presión pueden causar lesiones en el oído interno.

Entonces, ahora usted comprende porque durante el descenso, debe permitir ingresar más gas (por ej. aire) en su oído medio para mantener el volumen del gas constante y compensar la presión. Un oído medio normal sólo tiene una comunicación física con la fuente de gas adicional, que es la trompa de Eustaquio, que conecta con la cavidad nasal (rinofaringe). En circunstancias normales, las trompas de Eustaquio están cerradas, pero cada vez que nosotros tragamos o bostezamos, los músculos de nuestra garganta permiten una pequeña apertura transitoria que es suficiente para ventilar nuestro oído medio y compensar la presión.

Nada pone más a prueba nuestros oídos y trompas de Eustaquio que el submarinismo y la respiración contenida. Para convertirse en un submarinista seguro y evitar lesiones en el oído medio, es esencial que comprenda los efectos de la ley de Boyle y aprenda a dejar entrar aire de forma activa en sus oídos medios a través de las trompas de Eustaquio. En las siguientes secciones, encontrará diferentes técnicas de ecualización que podrá probar.

Al ascender, la presión del entorno disminuye y la del oído medio permanece más alta, si el gas no tiene manera de salir de la cavidad del oído medio. Cuando la presión en el oído medio excede la del entorno por 15-80 centímetros de agua (cmH2O), lo que corresponde a un ascenso en agua de 0,5 – 2,5 pies, las trompas de Eustaquio se abren y el gas excedente escapa. Si sus oídos no compensan a la misma velocidad y la diferencia de presión alcanza alrededor de 66 cmH2O (2 pies) puede aparecer vértigo que se debe a un estímulo de presión desigual (vértigo alternobárico).

Infecciones en las vías aéreas altas, fiebre de heno, alergias, la inhalación de drogas, fumar, o un tabique nasal desviado, pueden comprometer la compensación. Empleadas adecuadamente, las siguientes técnicas son efectivas para compensar las presiones de oído medio y senos paranasales en sujetos sanos.

TÉCNICAS DE COMPENSACIÓN

Pasiva: No requiere esfuerzo. Ocurre durante el ascenso.

Apertura Voluntaria de las Trompas: Pruebe bostezando o moviendo la mandíbula hacia ambos lados. Hasta un 30% de buzos pueden manejar esta técnica exitosamente.

Maniobra de Valsalva: Bloquee las fosas nasales, y suavemente sople por la nariz.

Maniobra de Toynbee: Bloquee sus fosas nasales y trague (es una buena técnica si se necesita compensar durante el ascenso).

Maniobra de Frenzel: Bloquee sus fosas nasales mientras contrae los músculos de la garganta y emite el sonido de la letra "k".

Técnica de Lowry: Bloquee sus fosas nasales y suavemente trate de soplar por la nariz mientras traga (piense en las maniobras de Valsalva y Toynbee juntas).

Técnica de Edmonds: Desplace su mandíbula hacia adelante y emplee la maniobra de Valsalva o la de Frenzel.

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Maniobra de Toynbee es una buena técnica si se necesita compensar durante el ascenso

CONSEJOS PARA LA COMPENSACIÓN

  1. Antes de descender, mientras se encuentra con flotabilidad neutra y sin aire en su chaleco (BCD), introduzca aire suavemente en sus oídos con una de las técnicas mencionadas. Esto le dará un poco de aire extra en el oído medio y los senos paranasales a medida que desciende.
  2. Descienda con los pies primero, si fuera posible. Esto permite que el aire viaje en forma ascendente a la trompa de Eustaquio y al oído medio, una dirección más natural. Utilice una línea de descenso o la línea del ancla para controlar la velocidad del descenso.
  3. Insufle aire suavemente sus oídos cada pocos pies/metros durante los primeros 10 a 15 pies, 3 a 5 metros.
  4. No permita el dolor. Si le duele, ha descendido sin compensar adecuadamente. Ascienda unos pocos pies/metros hasta que el dolor cese.
  5. Si usted no siente que sus oídos se destapan, deténgase e inténtelo nuevamente, puede ascender unos pocos pies/metros para disminuir la presión a su alrededor. No suba y baje repetidamente.
  6. Puede ser útil inclinar el oído tapado hacia la superficie.
  7. Si no puede compensar, aborte el buceo. Las consecuencias de descender sin compensar podrían arruinar completamente un viaje de buceo, o causar daño permanente y pérdida auditiva.
  8. Pueden utilizarse descongestionantes y aerosoles nasales antes de la inmersión para reducir la inflamación de las fosas nasales y los oídos. Si su médico está de acuerdo con su decisión de utilizar descongestionantes, tómelos una o dos horas antes del descenso. Deben durar de ocho a doce horas, por lo que no es necesario tomar una segunda dosis antes de una inmersión repetitiva. Los aerosoles nasales deben utilizarse aproximadamente 30 minutos antes del descenso y suelen durar 12 horas. Tenga cuidado al utilizar aerosoles nasales sin receta; su uso repetido puede causar una reacción de rebote que provoque un aumento de la congestión y un posible bloqueo inverso al ascender. Los descongestionantes pueden tener efectos secundarios. No los utilice antes de la inmersión si no tiene experiencia previa.
  9. Si en cualquier momento durante el buceo usted siente dolor, experimenta vértigo, o nota una repentina pérdida de la audición, aborte el buceo. Si estos síntomas persisten, no vuelva a bucear y consulte a su médico.

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