En busca de nuevas babosas de mar
Los nudibranquios, que parecen haber sido creados para los fotógrafos, son lentos y vibrantes y se han adaptado a curiosas formas y tamaños. Más allá de su apariencia fascinante y su actitud adorable, también tienen un rol fundamental en la ciencia y han sido objeto de estudio durante muchas décadas.
Están ayudando a los investigadores a descubrir más acerca de las funciones de la evolución y la investigación médica, por ejemplo, e incluso podrían ayudarnos a entender la salud de muchos ecosistemas de nuestros océanos. Los nudibranquios pueden resultar adorables, pero su importancia no puede ser subestimada.
Los nudibranquios, llamados comúnmente nudis o babosas de mar, son un tipo de opistobranquio y se encuentran por todo el mundo. La más increíble variedad y abundancia de estas criaturas se encuentra principalmente en la región Indo-Pacífico, sobre todo en el Triángulo de Coral —una región que incluye Papúa Nueva Guinea, Indonesia y partes de Filipinas, donde Anilao se destaca como el destino principal para la práctica de buceo macro—.
Anilao está en el extremo suroeste de Luzón y directamente adyacente al Paso de Isla Verde, el principal corredor hídrico que fluye por la región, separando Luzón de su isla vecina, Mindoro. Los científicos se han asociado con investigadores locales y guías de buceo desde 1992 para llevar a cabo numerosos estudios de biodiversidad en el área de Anilao, y sus hallazgos son impresionantes.
El científico principal que realiza la mayoría de los estudios en Anilao es Terrence Gosliner, PhD, jefe de conservación del Departamento de Zoología y Geología de Invertebrados (Department of Invertebrate Zoology and Geology) de la Academia de Ciencias de California (California Academy of Sciences). Se especializa en evolución adaptativa y ha dedicado gran parte de su vida a la investigación, documentación y descripción científica de sus hallazgos. Pasa mucho tiempo en el campo, buceando y explorando el lecho marino en busca de nueva vida animal. Gosliner es un explorador moderno y autor de varios libros de identificación e historia natural.
Para contextualizar, se han descubierto aproximadamente 3.000 especies de nudibranquios en todo el mundo, con más de 600 especies diferentes solo en Anilao. Muchos de esos descubrimientos podemos atribuirlos a Gosliner y sus equipos de expertos.
La magnitud de este tipo de investigación requiere ayuda, así que él y otros científicos han reclutado a grupos de buzos como científicos ciudadanos para ayudar a encarar el desafío. Esta ecléctica comunidad de dedicados investigadores de babosas marinas, o “sluggers” (por el término en inglés “sea slug”, que significa “babosa de mar”), incluye naturalistas, expertos autodidactas e incluso novatos. Los grupos pueden incluir a buzos de todas las edades, lo que los ayuda a aprender sobre la diversidad de nuestro planeta en primera persona mientras trabajan codo a codo con destacados expertos.

En un reciente Taller de nudibranquios para científicos ciudadanos, le pregunté a Gosliner sobre los nudibranquios, la importancia del Paso de Isla Verde y la relevancia de dichos proyectos.
“Los nudibranquios son algunas de las criaturas más hermosas del planeta”, señaló Gosliner, que ha estudiado a los nudibranquios desde que era estudiante de escuela secundaria en la costa de California. “Sus extraordinarias adaptaciones nos dicen mucho sobre la evolución y son importantes organismos modelo para la investigación biomédica”.
Al preguntarle por qué se centra en Anilao y el Paso de Isla Verde, Gosliner respondió: “Es por la misma razón que los científicos que estudian la biodiversidad terrestre van al Amazonas —es simplemente el hábitat marino más rico del planeta—. ¿En qué otro lugar del océano se puede descubrir especies nuevas todos los días, incluso después de más de 30 años de estudio continuo?”.
Destacó la importancia de trabajar con colegas locales para fundamentar los hallazgos. “Es primordial trabajar con socios locales —como guías de buceo, propietarios de complejos turísticos, miembros de la comunidad pesquera y gobiernos locales— para llegar a un consenso sobre cómo sostener los medios de vida de la población local, satisfacer necesidades a corto plazo y garantizar la protección a largo plazo de los puntos populares de biodiversidad, afirmó Gosliner. “Una asociación ascendente siempre es más efectiva que una descendente. Las comunidades deben participar en su futuro”.
“Pedirles a científicos ciudadanos que identifiquen especies agrega datos de biodiversidad extremadamente importantes para establecer áreas de prioridad para la conservación”, continuó. “La colaboración de científicos y miembros del público expertos ha demostrado ser una alianza valiosa para tomar decisiones basadas en la ciencia que protejan la biodiversidad para generaciones futuras. Esta asociación ha demostrado que el Paso de Isla Verde es uno de los ecosistemas marinos más extraordinarios e icónicos de nuestro planeta y exige su protección”.
Elementos como una fuente de alimento, una pareja y una estrategia de supervivencia son esenciales para la existencia. Si una de estas piezas del rompecabezas no encaja correctamente, esa especie puede dejar de existir. Los sujetos individuales no pueden resistir en el aislamiento ni evolucionar por su cuenta.
Sin embargo, la Madre Naturaleza no se rinde fácilmente en lo que respecta a sus creaciones y hará todo lo posible para modificar los diseños a través de la evolución adaptativa. El proceso es lento desde una perspectiva humana, pero a través de generaciones de presiones ambientales, todas las criaturas deben desarrollar nuevos métodos de supervivencia o perecer. Es difícil observar los cambios ampliamente, pero se producen justo delante de nuestros ojos; la prueba está en los detalles.

Examinar a un grupo específico de animales durante un largo período puede revelar mucho sobre ellos y proporcionar información acerca de la salud de su hábitat. A estos sujetos se los conoce como especies indicadoras y son ideales para estos tipos de estudios.
La ciencia detrás de la descripción de cualquier especie nueva es tan dinámica como los sujetos que se describen; la ciencia no es estática. El seguimiento de cada pista para determinar la especie y el género exactos sobre la base de la sistematización ha evolucionado drásticamente durante los últimos 50 años.
Recolectar varias muestras de la misma especie nueva solía ser necesario, y los científicos a menudo basaban las descripciones en comparaciones científicas y apreciaciones personales mientras analizaban similitudes o diferencias entre especies dentro de un género similar. El análisis comparativo se sigue utilizando con frecuencia antes de una descripción real y por lo general se indica con el término “sp.” en lugar del nombre de una especie después del género, por ejemplo, Siphopteron sp.
En la actualidad los científicos utilizan muestras de ADN para descubrir la verdad detrás de las pistas, pero esto a veces puede complicar las cosas, ya que el efecto dominó puede extenderse a los familiares más cercanos y los descendientes de los sujetos. Esta situación surgió con el género más grande conocido de babosas de mar: Chromodoris.
En 2012 Gosliner y un colega descubrieron a través de nuevos métodos de obtención de muestras que el Chromodoris constaba de tres grupos diferentes. En respuesta a este hallazgo, las reclasificaron en tres géneros separados: Chromodoris, Goniobranchus, y Felimida.
Las técnicas de muestreo de ADN han avanzado rápidamente a lo largo de la última década, lo que les ha permitido a los científicos rastrear y ubicar con precisión a nuevas especies dentro del árbol de la vida y asignarles sus nombres científicos. Algunas cosas que no han cambiado son los apodos que los guías y buzos usan a menudo, como Cenicienta, Pikachu y Conejito de Mar (Cinderella, Pikachu y Sea Bunny).
El descubrimiento de nueva vida animal en nuestro planeta evoca una sensación de asombro y una letanía de preguntas: ¿Cómo llegó allí? ¿Por qué está allí ahora? ¿De qué se alimenta? ¿Cómo sobrevivirá? Con la rápida tasa de descubrimientos y la falta de científicos para realizar una investigación adecuada, hay una gran acumulación de muchos tipos de criaturas que aún quedan por nombrar. Nuestros océanos están repletos de formas de vida desconocidas que todavía esperan ser encontradas y descriptas.

La ciencia y los estudios sobre babosas de mar van de la mano; cuanto más las conocemos, más nos adentramos en la madriguera del conejo. Los nudibranquios son una verdadera puerta de entrada a la exploración de vida marina.
A medida que un individuo aletea lentamente y explora el sustrato como científico ciudadano, comienza a advertir más babosas de mar. Algunas son más pequeñas que un grano de arroz. Si bien su diminuto tamaño las vuelve más difíciles de ver, las babosas de mar más grandes pueden ser igualmente esquivas.
Muchos nudibranquios se ocultan debajo de salientes o se introducen en esponjas mientras se alimentan. Algunas son nocturnas, mientras que otras son subterráneas o imitan a los corales que habitan. En algunos casos incluso aprovechan la fotosíntesis para ayudar a producir azúcares simples para su dieta.
La mayoría de las babosas de mar tienen una alimentación especial y consumen tipos específicos de alimentos. Una técnica para encontrar a estas criaturas especiales consiste en localizar su fuente de alimento: si encuentra su comida, entonces podrá observarlas. Parece simple, pero la regla viene con una advertencia. Algunos tipos de alimento pueden aparecer solo una vez cada cierta cantidad de años, lo que hace que los avistamientos de nudibranquios que dependen de ellos sean descubrimientos poco frecuentes pero emocionantes.
Al igual que las plantas y los paneles solares, una clase especial de nudibranquios utiliza luz solar para crear energía. Phyllodesmium es un género único de babosas de mar que demuestra que la naturaleza es realmente mejor que el arte o, en este caso, la ciencia ficción. Se alimentan de algas zooxantelas y retienen las algas vivas dentro de sus tejidos. Sus tractos digestivos se conectan con las algas y hacen uso de la fotosíntesis para obtener energía de la luz solar. Este increíble fenómeno también incluye los géneros Baeolidia (El mundo submarino de Jacques Cousteau) y los documentales Melibe, pero solo en la región Indo-Pacífico. Nudibranquio se traduce como “branquia desnuda”. La mayoría de los nudibranquios dóridos tienen una estructura branquial expuesta que les permite la respiración. El penacho branquial se encuentra en la parte trasera del nudibranquio y habitualmente presenta un esquema de color similar a los rinóforos, su principal órgano sensorial.
El género Aeolidia no tiene la estructura branquial estándar, sino que tiene ceras que parecen una melena densa y colorida a lo largo del dorso de su cuerpo, lo que coincide con el esquema de color de los rinóforos. Asimismo, tienen tentáculos orales que pueden ser cortos o largos y se asemejan a un bigote de manillar.
Los rinóforos vienen en varias formas y diseños, lo que ayuda a diferenciar las especies. Su función principal como receptores químicos es detectar los olores químicos o los rastros de mucosidad de su presa. Muchas babosas de mar también tienen manchas oculares visibles que pueden detectar luz, pero no pueden ver más allá de eso.
Durante un taller los científicos ciudadanos participantes deben explorar tantos escenarios como sea posible para reunir la mayor cantidad de información para compararla con estudios anteriores. Desde 2016 nuestro grupo principal ha compilado una lista de más de 1.000 babosas de mar. Durante los talleres, cada equipo —compuesto por cuatro buzos y uno o dos guías— recibe una copia de la lista.
Los equipos exploran diversos puntos de buceo en torno al área de Anilao, tomando fotos y explorando distintos hábitats. Cada sitio ofrece diferentes babosas de mar, con pequeñas coincidencias que normalmente engloban a las especies menos quisquillosas sobre su dieta. Los buzos registran toda la información y la envían al supervisor de datos (data master) del grupo, quien luego transfiere los datos a un gráfico. El gráfico proporciona una medición de nuestro progreso en tiempo real durante las discusiones matutinas que a veces se vuelven acaloradas.
El color y la forma de las babosas de mar son dos de sus características notales. Debido a los procesos evolutivos, los opistobranquios perdieron su concha de gasterópodo, lo que los obligó a adoptar nuevas estrategias para su protección. Las babosas de mar sin concha desarrollaron varios métodos nuevos durante generaciones para camuflaje y defensa propia.
Las variaciones de color dentro de una especie a menudo pueden confundir a los aficionados y hacerles pensar que están viendo un nuevo nudibranquio. En su libro Nudibranch Behavior, (El comportamiento de los nudibranquios), David Behrens detalla la forma y función de los llamativos esquemas de color que se presentan en muchas otras especies de babosas.
Las babosas de mar lentas y vulnerables necesitan un buen plan para defenderse de los depredadores. Uno de los métodos es la coloración aposemática —el uso de colores brillantes para advertir que si es mordida, la babosa de mar activará su arma secreta, que probablemente lesionará y tal vez matará a su potencial depredador—.
Muchos nudibranquios presuntamente adquieren un sabor desagradable a través de su dieta, mientras que otros tienen células urticantes. Al igual que otros organismos marinos, los nematocistos son el arma favorita para provocar daños durante un ataque.
El nudibranquio ingiere nematocistos como derivado del consumo de hidroides. Las células inmaduras luego son transportadas a las ceras o glándulas, donde eventualmente maduran dentro de la babosa de mar. Al ser ampliado, cada nematocisto se ve como un resorte fuertemente enrollado con una punta afilada en un extremo, listo para descargarse frente a la más leve perturbación. Cuando un pez muerde a un nudibranquio, este mecanismo de autodefensa se descarga de manera involuntaria y provoca heridas fatales en la boca del pez.

Al descubrir una nueva babosa de mar, es fundamental tomar una foto de identificación primero para que el animal pueda ser identificado adecuadamente antes de ponerse creativo. Existen diversas maneras de fotografiar babosas de mar. Para un estudio científico, es fundamental capturar una imagen de identificación desde arriba o lateralmente, asegurándose de que gran parte del nudibranquio esté en foco tanto como sea posible. También es importante fotografiarlo tranquilo y en su hábitat natural. Para este tipo de fotografía es ideal usar un anillo de luz o iluminación frontal.
Para una interpretación más expresiva se necesita un estilo de composición completamente diferente. El verdadero desafío está en fusionar los dos estilos para representar artísticamente a un nudibranquio garantizando al mismo tiempo que pueda ser debidamente identificado. Para lograr esto, asegúrese de que los rinóforos o las manchas oculares estén en foco. Además, procure aprovechar los colores y patrones disponibles.
Se puede utilizar lentes macro, dioptrías e incluso objetivos gran angular con eficacia, siempre que el nudibranquio ocupe una parte considerable del marco. Hacer uso del espacio negativo también es crucial para crear un retrato. Un ángulo ligeramente ascendente mejora la perspectiva y acercarse garantiza claridad, contraste y mínima retrodispersión.
Cuando se capturan imágenes de esta manera, la iluminación es fundamental. Usar un modificador de luz, una sola luz estroboscópica, luces estroboscópicas con diferentes ajustes de potencia, retroiluminación o combinaciones de estas técnicas ayuda a crear fotografías impactantes. Los nudibranquios pueden ser fotogénicos incluso cuando están inmóviles.
Desde la identificación hasta el arte, y situados entre la ciencia ficción y la ciencia real, los nudibranquios o babosas de mar —cualquiera sea el nombre que prefiera— se encuentran entre los sujetos más dinámicos que se pueden encontrar en un buceo.
De la misma manera que si buscara coloridas agujas en un pajar, si continúa buscando tanto para usted como para la ciencia, es posible que se tope accidentalmente con una forma de vida nueva y desconocida.
Explore Más
Obtenga más información sobre los nudibranquios en estos videos.
© Alert Diver – Q3 2025