Un sonido de chisporroteo provenía del auricular del teléfono que tenía para comunicarme con mi compañero, pero no cabía ninguna duda de que había oído a Wes decir: ¡necesito ayuda!”.
Estábamos filmando una película de Hollywood, con poca visibilidad en una tormenta de limo en una cueva superficial en Yucatán. Catorce personas estaban trabajando en la toma cuando le grité a nuestro buzo de seguridad a través del micrófono de la máscara que cubría la totalidad de mi cara: “¡Joel, búscalo! ¡Rápido!”. Con una larga manguera en la mano, Joel prácticamente trepó por el cable que conducía a la cámara y Wes, que ya se había quitado la máscara que cubría toda su cara cuando Joel llegó con la mezcla respiratoria. Fue una situación extrema que se produjo por una distracción y una carga de tareas. Si un profesional experimentado como Wes puede quedarse sin aire, a cualquiera podría sucederle.
He dado gas de emergencia varias veces en mi carrera: una vez por la ruptura de una manguera, dos veces después de que las válvulas de un tanque golpearan el techo de una caverna y se cerraran y dos veces cuando una segunda etapa se desprendió de la manguera, que nos golpeó y creó una aterradora explosión de burbujas. También he acompañado a algunos turistas de regreso a una embarcación mientras ellos respiraban a través de mi regulador octopus de la segunda etapa. Si bucea el tiempo suficiente, probablemente también ayudará a otro buzo.
La mayoría de las personas considera al octopus como su regulador de respaldo, pero no servirá de nada si agota el aire de su tanque de buceo. Un regulador octopus es excelente para compartir aire y es posible que lo utilice en caso de un mal funcionamiento o la pérdida de una boquilla. No obstante, para tener una verdadera redundancia, necesita una fuente de aire alternativa e independiente.
Cuando aprendí a bucear en Canadá, siempre utilizábamos botellas tipo "pony”. Usaba un tanque de 368 litros (13 pies cúbicos) adherido al costado de mi cilindro de aluminio de 2.265 litros (80 pies cúbicos) con la segunda etapa enganchada a un anillo en D. Utilicé ese tanque pequeño en mi primer viaje en una embarcación de vida a bordo a las Bahamas hasta que la tripulación de buceo se burló de mí. Al pensar en lo sucedido, me doy cuenta de que al quitar la pequeña botella sucumbí a la presión de mis colegas. Hoy en día, nunca permitiría que otra persona tomara una decisión de seguridad por mí. Si sus amigos lo fastidian por ser demasiado conservador, encuentre nuevos compañeros de buceo o dígales: “es mejor llevar aire que no necesitas que necesitar aire que no tienes”.
Muchos buzos deportivos consideran que la clásica botella de emergencia diminuta es su primera y mejor opción para un sistema redundante. Varios fabricantes crean un tanque de buceo pequeño con un regulador integrado que puede colocarse en una pequeña bolsa que se puede llevar en la cintura y está diseñado para uso personal o para suministrar aire a otro buzo. Sin embargo, estos productos tienen un volumen limitado, normalmente entre 48 y 170 litros (1,7 y 6 pies cúbicos) y un peso de 0,7 a 1,7 kg (1,5 a 3,7 libras). Vienen con una válvula de llenado que facilita la recarga desde un tanque de buceo.
Es primordial conocer el volumen preciso de gas disponible ya que no todas las botellas de emergencia tienen manómetros legibles. Algunos indicadores solo muestran si está lleno o vacío. La duración de la mezcla respiratoria que se obtiene de una botella de emergencia pequeña dependerá de la frecuencia respiratoria. Los fabricantes afirman que con el modelo de 170 litros (6 pies cúbicos) una persona promedio puede obtener 114 respiraciones o entre 6 y 10 minutos en la superficie. A 30 metros (100 pies), el suministro durará un cuarto de ese tiempo. Si la botella no está completamente llena o el buzo entra en pánico, el gas puede durar solo uno o dos minutos, lo que puede afectar significativamente la probabilidad de realizar un ascenso controlado o una parada de seguridad.
Si cree que una botella de seguridad pequeña es adecuada para usted, debe considerar algunas otras cuestiones. Los requisitos de mantenimiento serán similares a los de un tanque de buceo de tamaño completo, incluso pruebas hidrostáticas, por lo que deberá obtener una etiqueta de inspección visual (VIP, por sus siglas en inglés). Asegúrese de poder leer el manómetro y pida ayuda con las soluciones de montaje. Sin embargo, no consideraría las opciones más pequeñas, ya que el volumen es demasiado limitado.
No compre un producto solo por el precio —busque fabricantes de equipo de soporte de vida prestigiosos y conocidos y considere adquirir productos en una tienda de buceo acreditada. Si el proveedor le dice que puede llenar el tanque rápidamente con una bomba para bicicleta, vaya a otra parte. Si bien es técnicamente viable con una bomba multietapa costosa, el calor de compresión y los requerimientos de tiempo hacen que el bombeo manual a 3.000 psi sea casi imposible.
Otra opción para una fuente de aire alternativa supone colgar un tanque de emergencia o un cilindro para las distintas etapas de la descompresión, que oscilan entre los 368 y los 2.265 litros (13 y 80 pies cúbicos) y están equipados con una primera etapa, una segunda etapa, un manómetro sumergible y una manguera del inflador opcional. Utilizo bandas elásticas para sostener todo perfectamente contra el tanque. Mi configuración tiene un gancho superior en el cuello del tanque conectado a un anillo en D en el pecho y un gancho inferior sujeto a un anillo en mi cadera, pero también hay otras configuraciones posibles.
Una cuerda elástica jala el cuello del tanque hacia la axila para sujetar el cilindro y lograr que quede paralelo al cuerpo al nadar. Sin esta cuerda, las botellas de emergencia tienden a quedar perpendiculares al cuerpo, lo que puede dar lugar a una mala posición hidrodinámica, riesgos de enredo y posibilidades de que el regulador sufra daños. La mayoría de las botellas de emergencia son de aluminio en lugar de acero, por lo que no siempre tiene que compensarlas con un contrapeso en su cinturón a la altura de la cadera, pero es posible que sí tenga que ajustar el lastre dependiendo de factores como el posicionamiento, el tamaño del cilindro y sus necesidades de peso en general. Practique quitarse y reemplazar su tanque de emergencia con los guantes de buceo estándar para poder alcanzárselo fácilmente a alguien en la embarcación o entregárselo a un buzo que lo necesite.
La tercera opción es bucear con equipo de montaje lateral. Con dos tanques podrá obtener una verdadera redundancia: tendrá dos suministros de gas autónomos, cada uno con un regulador independiente. Si bien la mayoría de los buzos usa cilindros de 2.265 litros (80 pies cúbicos) o más, es posible que los buzos deportivos con equipo de montaje lateral prefieran tanques más pequeños. Los buzos con equipo de montaje lateral obtendrán los mejores resultados con un equipamiento personalizado. Los tanques deben estar bien equilibrados para su cuerpo en particular, y la trayectoria de la manguera debe generar una posición hidrodinámica prolija. Los buzos deportivos y técnicos pueden capacitarse para usar la técnica de montaje lateral, pero asegúrese de encontrar un instructor que tenga mucha experiencia.
Sin importar qué fuente de aire alternativa elija, aprenda a calcular su consumo de aire y practique los procedimientos de emergencia regularmente. Hay muchas maneras de configurar cada tipo de suministro de mezcla respiratoria redundante, pero asegúrese de que su configuración se ajuste a la capacitación que haya recibido, la disposición del equipo y los objetivos del buceo. Si un detractor cree que la elección de su equipo es innecesaria, hágale saber que la diferencia entre un accidente fatal y un incidente vergonzoso puede reducirse a una o dos respiraciones. Cualquier redundancia es mejor que nada.
© Alert Diver - Q3/Q4 2021