Los arrecifes de coral están enfrentando muchos desafíos ambientales y los cruceros son un importante contribuyente. Uno de los impactos más grandes de estos buques está empezando a enturbiar las aguas.
La industria de los cruceros está nuevamente en auge después de verse afectada durante la pandemia de COVID-19, con más de 37 millones de pasajeros de cruceros previstos para 2025. Los buques transportan un promedio de aproximadamente 3.000 personas, pero algunos ahora albergan a más de 6.500 pasajeros. Esa cantidad de personas a bordo crea una enorme cantidad de desechos —desde aguas residuales y agua gris (aguas servidas de duchas, fregaderos y lavaderos) hasta agua de sentina oleosa— lo que afecta la calidad del agua de mar.
La polución del aire procedente de los motores diésel de los buques y los desechos sólidos como alimentos, plástico, latas y vidrio aumentan los efectos ambientales. La huella de carbono de un crucero de tamaño mediano es mayor que la de 12.000 carros. Y el agua de lastre —agua de mar introducida en el casco de un buque para garantizar su estabilidad— puede transferir especies invasivas y enfermedades. (Lea “La culpa es del lastre” [Blame the Ballast] en la edición del cuarto trimestre de 2023 de Alert Diver para obtener más información).
El impacto sobre los corales
Los frágiles arrecifes de coral son especialmente susceptibles a estos tipos de impactos ambientales. El Caribe, hogar de casi el 10 % de los arrecifes de coral del mundo, es el principal destino de los cruceros.
Los arrecifes de coral saludables dependen de un entorno estable. Una calidad del agua comprometida —por ejemplo, por aguas residuales, desechos marinos, especies invasivas, enfermedades y un incremento del carbono atmosférico— afecta negativamente a los arrecifes de coral y los millones de especies que viven allí.
Sedimento
Los cruceros son grandes y continúan agrandándose. La mayoría de los puertos de las pequeñas naciones insulares donde los cruceros habitualmente se detienen no fueron construidos para albergar estos enormes buques. Como resultado de ello, los puertos están aumentando la frecuencia y profundidad de los proyectos de dragado. Cavan canales y puertos más profundos con capacidad para buques más grandes que requieren mayor profundidad. El dragado destruye hábitats locales y aumenta el sedimento en la columna de agua.
Asimismo, cada vez que un buque grande llega a puerto el sedimento del fondo es levantado hacia las aguas superficiales. Un estudio reciente realizado en Cayo Hueso, Florida, descubrió que era común que los cruceros que llegaban a puerto causaran niveles de turbiedad superiores a los límites de la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency), en ocasiones con niveles tan altos como los causados por los huracanes.
La turbiedad es especialmente problemática en hábitats que por lo general prosperan en agua cristalina, tal como se esperaría en el Caribe, porque afecta la penetración de luz solar. Los corales no son fotosintéticos, pero dependen de algas simbiontes, las zooxantelas, para su supervivencia. Las zooxantelas necesitan luz solar para la fotosíntesis y comparten el azúcar que resulta de este proceso con los corales, proporcionando la energía necesaria para su supervivencia.
El sedimento agitado —que contiene contaminantes, patógenos y microbios reintroducidos de capas del lecho marino enterrado— puede asfixiar a los corales. Algunas especies son más susceptibles a la acumulación de sedimento, dependiendo de su forma.
El aumento de la sedimentación afecta las primeras etapas de la vida de los corales. Si el sedimento está cubriendo el sustrato, las larvas de coral tienen dificultad para asentarse. Un estudio reciente demostró que el sedimento específicamente de un puerto —a diferencia de un arrecife mar adentro— tuvo un impacto significativo no solo sobre el éxito de asentamiento de larvas, sino también en las tasas de supervivencia de larvas de coral en general. Los investigadores sugieren que la comunidad microbiana específica que se encontró dentro del sedimento portuario, que en este estudio contenía bacterias asociadas con la enfermedad del coral, probablemente es un factor contribuyente.
Soluciones
Cambiar la enorme industria de los cruceros no es simple, pero podrían hacer algunos ajustes para reducir los impactos ambientales y al mismo tiempo permitir que haya mucha diversión a bordo.
Los buques pueden disminuir la velocidad al ingresar al puerto para reducir la sedimentación.
La industria de los cruceros puede aumentar el cumplimiento de las regulaciones para la manipulación de desechos.
Los avances tecnológicos pueden mejorar la sustentabilidad de los cruceros al utilizar combustibles alternativos, iluminación led de bajo consumo, diseños de cascos más eficientes, programas de reciclaje y compostaje a bordo, paneles solares y sistemas eólicos.
Si tiene previsto hacer un crucero, elija un buque que tenga menos impactos ambientales que otros. Friends of the Earth emite el Informe de calificaciones de cruceros (Cruise Ship Report Card) anual que califica a 15 líneas de cruceros diferentes según criterios como tratamiento de aguas residuales, cumplimiento de las normas de calidad del agua y huella ambiental en general.
Si prefiere una opción de vacaciones más sustentable, considere un complejo turístico con todo incluido o un crucero en velero. Incluso una travesía en tierra (recorrido en autobús) sería más respetuosa del medio ambiente. Estas opciones ofrecen una huella de carbono más baja, menos polución y menos daños a los ecosistemas marinos —lo que se traduce en un verdadero lujo—.
© Alert Diver – Q3 2025