Buceo con mi papá

LA PRIMERA VEZ QUE BUCEÉ CON AIRE COMPRIMIDO TENÍA 13 AÑOS. Mi familia y yo estábamos de viaje en Cancún, y mi papá nos llevó a mí y a mi hermana, Carrie, que tenía 11 años en ese momento, a tomar una clase de buceo. Hicimos un buceo de bajo riesgo, típico de un centro turístico, a no más de 7,6 metros (25 pies). Pero nos enamoramos del mundo submarino; quedamos fascinadas.

Mi papá había empezado a bucear con aire comprimido 30 años antes cuando se unió a la Marina Mercante. Viajó por el mundo en buques mercantes, lo que le permitió bucear en muchas ciudades portuarias distantes. Más tarde, él y su padre, Herb, bucearon por toda la ciudad de Nueva York.

Desde que Carrie y yo obtuvimos nuestras certificaciones de buceo en aguas abiertas, hace casi 10 años, mi papá nos ha llevado a viajes de buceo increíbles. Una vez vimos un mero guasa en los Cayos de la Florida que era tan incomprensiblemente enorme que creí que se trataba de un manatí. Cerca de la costa de Saba, vimos dos hermosos caballitos de mar diminutos, uno marrón y otro dorado, enrollados en un trozo de coral. En un buceo nocturno en las Islas Vírgenes Británicas, donde hicimos un viaje fenomenal en una embarcación de vida a bordo, un pulpo de color naranja brillante se volvió verde azulado en frente de nuestras linternas. Hemos visto tortugas marinas, anguilas, rayas de aguijón, tiburones y otros animales fascinantes y extraordinarios. Hemos buceado en naufragios, aviones hundidos, esculturas submarinas, cuevas y muchos arrecifes. Nuestros viajes de buceo están llenos de personajes entretenidos —hemos compartido momentos divertidos con buzos de todo el mundo—.

Pero mi parte favorita del buceo, incluso más que la vida silvestre y los paisajes submarinos, es que puedo hacerlo con mi familia. Mi papá es el mejor compañero de buceo. Cuando buceamos él se concentra principalmente en mi hermana y en mí. ¿Estamos controlándonos la una a la otra? ¿Y al divemaster? Su atención es una fuerza de amor. En cada buceo, antes de ingresar al agua, mi papá nos hacía la misma pregunta: “¿has controlado el aire de tu hermana?”. Quiere que cada una haga por la otra lo que él hace automáticamente por nosotras.

Hace algunos meses, mi papá fue diagnosticado con glioblastoma, un tipo de cáncer de cerebro. Se sometió a una cirugía en la que los médicos tuvieron que quitarle parte del cráneo. Una de sus primeras preguntas después del procedimiento fue si aún podría bucear. Nuestra investigación indica que la cirugía de cerebro a menudo es una contraindicación absoluta para el buceo. Les consultamos al neurocirujano de mi papá de Yale y a los expertos médicos de DAN, quienes confirmaron que es muy poco probable que mi papá pueda volver a bucear.

Doug McKay falleció pacíficamente como consecuencia de un glioblastoma el 3 de junio de 2022.
Kat y Carrie estaban a su lado.

Nunca he realizado un buceo sin mi papá. Es casi imposible imaginar hacerlo sin él. Extrañaré a mi papá y pensaré en él cada vez que bucee por el resto de mi vida. Pero también recordaré todas las lecciones que nos enseñó en todos los buceos que realizamos juntos. En cada buceo, antes de comenzar, controlaré el aire de mi hermana.

© Alert Diver - Q3 2022

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