Como una apasionada buceadora desde 2009, planifiqué un viaje en una embarcación de vida a bordo a las islas Galápagos para noviembre de 2024. La logística incluía consideraciones por ser una mujer de más de 60 años que viajaba sola y abordar mi miedo al agua fría con corrientes intensas.
Como una apasionada buceadora desde 2009, planifiqué un viaje en una embarcación de vida a bordo a las islas Galápagos para noviembre de 2024. La logística incluía consideraciones por ser una mujer de más de 60 años que viajaba sola y abordar mi miedo al agua fría con corrientes intensas.
El segundo día visitamos Punta Carrión en Isla Santa Cruz. Vimos un león marino, mola molas y un banco de rayas mobula, pero una vez más tuve dificultades al descender y mi aire se agotaba mucho más rápido de lo habitual, lo que hizo que mi compañero y yo tuviéramos que ascender después de solo 40 minutos. El instructor de buceo señaló mis errores sin preguntar por qué los había cometido ni sugerir cómo podía ayudarme a mejorar mis habilidades en estas condiciones, que eran nuevas para mí.


El tercer día fuimos a Isla Wolf y me informaron que un aprendiz de divemaster me ayudaría con los descensos y las paradas de seguridad si era necesario. El siguiente punto de buceo sería complejo con las corrientes, así que decidí no participar en él hasta que me sintiera más segura. Después de enterarme de que las condiciones eran buenas, me uní al siguiente buceo.
Al día siguiente haríamos cuatro buceos en Darwin, así que no participé en los primeros buceos mientras esperaba los informes de las condiciones de los otros buzos. Esa tarde disfruté de algunos buceos hermosos y tranquilos.
Fue difícil contener mi emoción para el siguiente día de buceo en Darwin, pero mi compañero de buceo confirmó que las corrientes más fuertes serían por la mañana, así que no participé en el primer buceo. Estaba lista para hacer el segundo buceo. No obstante, después de la entrada inversa negativa, sentí que algo no estaba bien y no pude descender.
Busqué mi lastre, y el aprendiz de divemaster y yo nos miramos fijamente cuando ambos nos dimos cuenta de que mi compensador de flotabilidad (chaleco) no tenía lastre integrado. Regresé a la embarcación, pero pude hacer varios buceos con éxito esa tarde y en los últimos dos días en las islas Fernandina e Isabela.
- Durante este viaje tuve que conocer mis límites y conocerme a mí misma para evitar incidentes, pero me sentí genial por lograr una meta en un viaje por mi cuenta. El viaje me inspiró a reflexionar sobre algunas conclusiones para los turistas de buceo que viajan solos.
- No permita que estar solo lo detenga. Hágalo, pero procure estar preparado.
- Asuma la responsabilidad de su seguridad. No se sienta apresurado ni presionado por una situación sino está listo.
- Trabaje en su aptitud física. Quitarse el equipo de buceo en el agua y subir a una embarcación después de un buceo requiere fuerza y destreza.
- Pida la ayuda que necesite. Con suerte la recibirá, pero debe confiar en usted mismo y tomar decisiones sobre su seguridad personal en el agua.
- Controle y vuelva a controlar su equipo antes del viaje y antes de cada buceo.
- Sea un buen compañero de buceo.
- Relájese y disfrute de la tranquilidad.
© Alert Diver – Q2 2025