Vaya donde nadie ha ido antes

El explorador de Karst Underwater Research Andy Pitkin utiliza un rebreather (recirculador) de emergencia y scooters dobles en Dead Marshes Tunnel en Weeki Wachee Spring, Florida © KIRILL EGOROV

¿Orinar o no orinar? Esa no es la cuestión para los buzos técnicos, instructores u otras personas que pasan muchas horas en el agua. Una hidratación y una comodidad adecuadas garantizan que la orina fluya. La pregunta es: ¿cuál es la mejor manera de manejarlo? 

Los buzos con trajes de neopreno nunca tienen un problema. Como todo el mundo sabe, aunque no todos los admiten, orinar con un traje de neopreno es sencillo. Simplemente se debe dejar que la naturaleza siga su curso y enjuagar el traje más tarde. Afortunadamente, los buzos que utilizan trajes secos ahora tienen medios confiables para hacer sus necesidades bajo el agua, y la cremallera de alivio del traje seco se ha vuelto fundamentalmente obsoleta. 

Antes de analizar las opciones, es útil considerar por qué la capacidad de orinar bajo el agua es esencial para los buzos. Primero, una hidratación apropiada tiene un rol fundamental a la hora de ayudar al cuerpo a facilitar la liberación de gases y evitar una enfermedad disbárica (ED), ya que ningún buzo desea deshidratarse durante el buceo. No beber líquido para evitar orinar es contraproducente, y hacerlo puede ayudar a mitigar los efectos de los mareos. 

Segundo, la capacidad de orinar a voluntad elimina un potencial factor estresante del buceo y aumenta la comodidad del buzo. Finalmente, no tener que quitarse el traje antes de un buceo o entre buceos para orinar es conveniente y en algunos casos puede evitar una potencial vergüenza —por ejemplo, si no hay instalaciones disponibles—.

Michael in Depends
Michael Menduno se coloca el equipo para un buceo en cuevas de larga duración en la Riviera Maya, México, con pañales Depend para evitar que su traje seco se moje © KELVIN DAVIDSON

Un poco de historia

Los buzos comerciales hombres ya tenían una solución para orinar en el agua en 1876. El legendario fabricante de equipos británico Siebe Gorman & Co. Ltd. promocionaba un orinal portátil en su catálogo de 1909. Según el registro, el dispositivo similar a una bolsa, que los buzos hombres sujetaban con un cinturón, fue creado para que “el buzo pueda orinar sin miedo a que la orina ingrese a su vestimenta, sin importar la posición en la que esté trabajando”. 

Los primeros exploradores de cuevas que usaban trajes secos —antecesores de los buzos técnicos actuales— eran lentos para atender el llamado de la naturaleza. El buzo de cuevas de larga data Paul Heinerth, miembro del proyecto Wakulla original de 1987 de Bill Stone, afirmó que los buzos exploradores se aguantaban hasta que estaban en el hábitat de descompresión y podían orinar por la escotilla hacia el agua. 

No consideraban los pañales para adultos como una solución aceptable. El gran cineasta submarino ya fallecido Wes Skiles, que también participó en Wakulla, una vez me explicó tímidamente que eran “demasiado estúpidos o vergonzosos” para usar pañales. El legendario explorador de cuevas Sheck Exley usaba un traje de neopreno suplementado con calentadores químicos o su traje seco de neopreno rojo Parkway para, según decía, poder “simplemente soltarlo” en buceos de exploración extensos.

Los pañales para adultos fueron populares por poco tiempo a principios de la década de 1990 cuando el buceo técnico salió de la oscuridad y los buzos se aventuraron a mayores profundidades y por más tiempo. No obstante, con la invención de la P-valve (válvula de alivio) a mediados de la década de 1990, la nueva tecnología rápidamente ganó muchos seguidores. Numerosos diseños de P-valves caseras se centraban en la idea básica: una válvula unidireccional con un tubo conectado a un catéter externo autoadherente para que los hombres evacuaran la orina al usar un traje seco. 

Los productos comerciales pronto reemplazaron estas versiones caseras. Extreme Exposure en High Springs, Florida, tenía una a finales de la década de 1990, que más tarde transfirió a Halcyon Dive Systems. No pasó mucho tiempo para que las P-valves y los catéteres tipo condón se convirtieran en la norma para los buzos técnicos hombres.

Por desgracia, las buceadoras técnicas mujeres siguieron usando pañales, u optaban por no usar nada, hasta 2006, cuando la buceadora de los Países Bajos Heleen Graauw inventó el primer sistema de catéter externo para buceadoras. Se trataba de una copa blanda y flexible que las buceadoras sujetaban con adhesivo médico y la conectaban a una P-valve. Graauw pronto se asoció con la técnica quirúrgica y cineasta submarina Laura James, quien ayudó a perfeccionar el sistema adhesivo y colaboró con la comercialización. El copropietario de Zero Gravity Dive Center en México apodó al dispositivo de Graauw la She-P y el nombre se mantuvo. Graauw cambió el material en 2008 a una silicona hipoalergénica azul y más tarde incorporó más colores. 

Laura James and Heleen Graauw
Laura James y Heleen Graauw ejercen su nueva capacidad para orinar de pie CORTESÍA DE LAURA JAMES
The evolution of the She-P
La evolución de la She-P CORTESÍA DE LAURA JAMES
A male condom catheter to be used with a P-valve
Un catéter tipo condón para hombre que se debe utilizar con una P-valve © MICHAEL MENDUNO

Tecnología actual

Las P-valves y los catéteres tipo condón se han convertido en estándar para los hombres de las comunidades del buceo técnico y en cuevas. Son populares entre los instructores, fotógrafos y buzos científicos y de seguridad pública que pasan largas horas en el agua. La mayoría de los fabricantes de trajes secos suministran P-valves como una opción, y los buzos pueden instalar válvulas de terceros con facilidad. 

Los buzos hombres enrollan cuidadosamente un catéter tipo condón autoadherente en su pene y se aseguran de lograr un sellado adecuado. Los catéteres son desechables y vienen en varios tamaños, por lo que debe elegir un tamaño que se ajuste perfectamente. A continuación, el extremo del catéter se sujeta al tubo conectado a la P-valve, que los buzos colocan en el muslo izquierdo o derecho. El tubo queda plano contra el torso y la pierna para que no se comprima. Finalmente, el buzo gira la P-valve hasta la posición abierta y luego está listo para comenzar.

Los catéteres tipo condón normalmente duran un día de buceo si tienen el tamaño correcto y los buzos se los colocan con cuidado. Pero ese no siempre es el caso en un clima cálido y húmedo, cuando no es raro que el catéter se deslice durante el buceo. Si eso sucede al orinar, puede convertir un buceo “seco” en uno “húmedo”. Los buzos pueden intentar resolver el problema mediante la aplicación del catéter por la mañana justo después de ducharse o bien pueden optar por utilizar un tamaño más pequeño. Algunos buzos, yo incluido, prefieren usar un pañal descartable para adultos en climas cálidos. Son fáciles de poner, no se deslizan y mantienen al usuario razonablemente seco. 

La She-P es el único catéter externo para mujeres hecho para el buceo, aunque las buceadoras han adaptado otras marcas, como la Shewee, para su uso bajo el agua. La She-P es una copa de silicona con un pequeño reservorio, y las buceadoras deben colocarla correctamente y usar un adhesivo para formar un sellado hermético con el cuerpo. Es menos confiable que los catéteres para hombres y requiere más trabajo para prepararla, ubicarla y quitarla. No es desechable —una decisión ambiental de Graauw— así que las buceadoras deben limpiarla después de usarla. La buena noticia es que la She-P ofrece a las usuarias instrucciones detalladas y videos sobre cómo posicionar e instalar el dispositivo.

Una vez que una buceadora la ha adherido, conecta el cuello al tubo de la P-valve, de manera similar a un catéter para hombre. La empresa recomienda que las buceadoras utilicen una tanga, braga o pañal sobre la unidad para ayudar a mantenerla firmemente en su lugar y siempre llevar una de repuesto.

Si bien estos dispositivos no son perfectos, las P-valves y los catéteres son creaciones que permiten a los buzos que utilizan trajes secos ir a lugares donde nadie ha ido antes.


© Alert Diver — Q1 2024

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