Un peligro escondido.
LAS PERSONAS QUE HAN LLENADO cilindros de buceo, rellenado cilindros de oxígeno o inyectado una mezcla de gases están familiarizadas con el uso de mangueras flexibles. Algunas mangueras están cubiertas de un caucho resistente o una cubierta termoplástica, mientras que otras parecen aún más fuertes con una malla de acero inoxidable trenzado en el exterior. Las mangueras especificadas correctamente están clasificadas a presiones de hasta 6.000 psi.
Cuando aprendemos sobre los principios básicos de las altas presiones en mangueras y cilindros por primera vez, somos conscientes de la posibilidad de sufrir lesiones graves, tanto nosotros como aquellos que nos rodean. Si las mangueras presentan alguna falla, los resultados pueden ser sonidos muy fuertes, partes expulsadas como proyectiles o un escape de gas lo suficientemente fuerte como para sacarle un ojo a alguien. Sin retenedores adecuados, las mangueras pueden sacudirse con fuerza suficiente como para amputar una extremidad.
En la mayoría de los casos, a menudo hay un exceso de confianza, debido a que las mangueras son resistentes y han sido diseñadas para ser manipuladas con frecuencia y estar sujetas a todo tipo de abusos. Pero los riesgos nunca disminuyen, solo lo hace nuestra percepción de los riesgos.
Las claves de la seguridad de las mangueras son la inspección periódica, el uso competente y la sustitución de acuerdo con las directrices del fabricante. La sustitución de la manguera es necesaria con un uso regular y debe realizarse con mayor frecuencia con un uso elevado o en zonas húmedas donde los metales se corroen con facilidad.
El Guía de evaluación de riesgos para operadores de buceo y profesionales del buceo de DAN, (DAN Risk Assessment Guide for Dive Operators and Dive Professionals), que puede descargarse sin cargo en DAN.org, contiene una serie de recomendaciones para abordar estos riesgos. Esta información se relaciona con la selección de materiales y la fabricación, la instalación y el uso de las mangueras y su inspección y mantenimiento.
Algunas recomendaciones clave para la seguridad de las mangueras incluyen lo siguiente:
- Mantenga la longitud de las mangueras flexibles al mínimo. El uso de tuberías rígidas para reducir la longitud de las mangueras flexibles es la mejor práctica. Las mangueras no deben superar los 2 metros (6,5 pies) y siempre deben contar con retenedores en los puntos de sujeción en ambos extremos. Manténgalas fuera de áreas ocupadas y coloque las mangueras largas en un conducto protector o un canal cubierto.
- Elija mangueras con características que eviten los latigazos y materiales resistentes a la formación de curvas y que resulten adecuados para áreas de mucho tráfico, contacto con superficies abrasivas y entornos de buceo típicos. Sus clasificaciones deben superar ampliamente las presiones máximas posibles generadas por el equipo que se utilice.
- Un componente clave es la forma en que las conexiones finales están sujetas a la manguera. Adquiera mangueras de proveedores prestigiosos y procure tener una inspección de las conexiones finales en lo más alto de su lista de verificación.
- La inspección periódica del estado de las mangueras y la supervisión de la competencia de las personas que las manipulan proporcionarán una mayor garantía de seguridad.
- Es difícil establecer un requisito absoluto, pero una buena práctica es inspeccionar y someter a una prueba hidrostática todas las mangueras de gas o sustituirlas cada cinco años, según las instrucciones del fabricante. - Tomar estas medidas le ayudará a reducir el riesgo de sufrir un accidente grave. Las mangueras suelen estar diseñadas para un uso extremo y es poco probable que fallen si se manipulan con cuidado, se controla su estado con regularidad y se sustituyen cuando muestren signos de advertencia de daños debidos al desgaste, la corrosión o una manipulación excesivamente brusca.