Mi camino hacia el buceo en cuevas

En las Cuevas de Cristal de Ábaco, Brian Kakuk abre el camino hacia una de las cuevas más ornamentadas del mundo: la Fábrica de Vidrio en Ralph’s Cave. ©JONATHAN BIRD.

Todos los directores de documentales eventualmente sueñan con hacer una película en IMAX®. Después de todo, es el formato cinematográfico más grande e impresionante del mundo. ¿Quién no querría ver su película en una pantalla de 21 metros (70 pies)? Durante años soñé con hacer mi primera película en IMAX. Cuando Cuevas antiguas (Cuevas ancestrales) se estrenó en 2020 (desafortunadamente justo la pandemia de COVID-19 provocó el cierre de todos los cines del mundo), finalmente había logrado mi objetivo. Pero el camino para alcanzar esa meta fue largo.

Comencé en 1998, cuando la revista Buceador deportivo me invitó a un viaje de prensa a la región de la Riviera Maya de México, organizado por la dirección de turismo. Llegué con un grupo de periodistas, no todos representantes de revistas de buceo. No obstante, muchos de nosotros queríamos concentrarnos en el buceo. Nuestros anfitriones nos ofrecieron algunas opciones de buceo diferentes para la semana. Una opción incluía buceo en cenotes, lo que a la mayoría nos pareció magnífico. Para el final de la semana, quedé cautivado por estos hermosos universos, aunque como buzo de aguas abiertas solo podía explorar la zona de cavernas (donde la luz del día aún es visible) con la supervisión de un instructor de buceo en cuevas. No tenía ningún interés en avanzar más hacia el interior de las cuevas.

Solamente en la caverna vi infinidad de hermosas estalactitas y estalagmitas, haces de luz etérea, agua cristalina e incluso algunos peces. Me parecía que podía encontrar todo lo que necesitaba ver en la zona de la caverna. Además, como me recordaron mis amigos, el buceo en cuevas es peligroso.

Avancemos 10 años, cuando me encontraba nuevamente en México filmando cenotes para mi programa de televisión, Jonathan Bird’s Blue World, (El mundo azul de Jonathan Bird). Si bien otra vez estaba limitado a la zona de cavernas, desafiamos los límites de lo que podíamos hacer para que se viera más como buceo en cuevas. Para 2014, habíamos filmado cenotes y hoyos azules por todo México y las Bahamas —todo el tiempo sin realmente hacer buceo en cuevas—. Incluso encontramos una cueva en México que solo estaba llena de agua hasta la mitad, por lo que pudimos ir más allá de la zona de cavernas para encontrar peces ciegos de las cavernas. Parecía buceo en cuevas, pero técnicamente no lo era —había aire (y a veces buzos con snorkel) por encima de nosotros—. 

Un día una amiga mía con una certificación de buceo en cuevas compartió su preocupación de que estábamos transmitiendo un mensaje equivocado con todo este cuasi buceo en cuevas. Sugirió que recibiéramos la capacitación adecuada y obtuviéramos el equipo correcto y mostráramos el buceo en cuevas correctamente. Desde luego, tenía toda la razón. Había llegado el momento de admitir que estaba fascinado con las cuevas, a pesar de que por años había estado diciendo que no había nada interesante que pudiera filmar allí.

Cueva de Ralph para bucear en la Fábrica de Vidrio
Después de que Bird finalizó su curso, Brian Kakuk (izquierda) lo llevó a Ralph’s Cave para bucear en la Fábrica de Vidrio. ©TODD KELLY.

Más o menos en la misma época había visto una historia maravillosa en National Geographic uno de los mejores cineastas y fotógrafos de cuevas submarinas de todos los tiempos—. El artículo presentaba las Cuevas de Cristal de Ábaco, Bahamas. Quería desesperadamente hacer un segmento de Mundo azul sobre esas cuevas. No había duda de que debería obtener una certificación completa de buceo en cuevas. Las cuevas de Ábaco están bajo la administración de Brian Kakuk, un instructor y explorador de cuevas de renombre mundial que vive en la isla, así que ¿qué mejor manera de filmar estas cuevas que recibir capacitación con el mejor?

La mayoría de las personas se capacitan en un lugar conveniente o económico y luego avanzan gradualmente hasta llegar a Ábaco. Obtener la certificación de buceo en cuevas en Ábaco es como tomar lecciones de alpinismo en el Monte Everest. Pero ¿por qué no?

Gina Moseley y Todd Kelly se preparan para bucear en Devil's Hole
Gina Moseley y Todd Kelly se preparan para bucear en el Hoyo del Diablo (Devil’s Hole), una de las cuevas más profundas que se conocen en los Estados Unidos. Esta diminuta entrada de la cueva en el Parque Nacional del Valle de la Muerte en el condado de Nye, Nevada, facilita el acceso al acuífero más grande conocido de los Estados Unidos. ©JONATHAN BIRD.

Cuando comencé la clase de Brian, acababa de terminar una película para cines con domos inmersivos (fulldome) sobre la capacitación de astronautas bajo el agua en la NASA, y mis pensamientos una vez más se centraron en el formato IMAX. Necesitaba una idea realmente buena para una película en pantalla gigante. En ese momento estaba pensando en tiburones. Los tiburones venden. Todo el mundo tiene fascinación por los tiburones. He hecho varias películas de tiburones para la televisión. Quizás no era una idea completamente original, pero los clásicos nunca son un mal plan. No obstante, este plan cambiaría pronto.

Mi buen amigo Todd Kelly —y el único miembro del equipo de rodaje de Mundo azul que ya tenía su certificación de buceo en cuevas— se unió a mí para la capacitación con Brian. Participó en la clase de montaje lateral de Brian conmigo y luego procedió a filmar todo mi régimen de capacitación en cuevas para un episodio del programa. Con todo el revuelo sobre lo peligroso que es el buceo en cuevas, abordé la clase de Brian con inquietud, pero lo que descubrí fue que es increíblemente divertido. 

Cuando has estado buceando por casi 30 años de la misma manera y con el mismo equipo, todo se vuelve bastante automático. Imagine estar inmerso en un mundo con equipo nuevo, nuevas técnicas y un montón de reglas nuevas que debe recordar. Disfruté mucho el desafío. Tuve que aprender a manejar todo tipo de posibles situaciones de fallas del equipo tanto para mí como para mi compañero. Tuve que aprender a lidiar con cosas como pautas, escapes del sedimento, oscuridad, desorientación y pánico. Incluso tuve que aprender a aletear de manera diferente.

Fue la experiencia más divertida que tuve buceando en años. Me ayudó que Brian fuera un buen instructor. Sin embargo, ¡el primer día me dijo que no sería indulgente conmigo porque yo tenía un programa de televisión! Si no podía dominar el material, no obtendría la tarjeta de certificación.

Las cuevas de Ábaco son extremadamente frágiles. Antes de que Brian nos llevara a alguno de los lugares realmente hermosos y frágiles, debíamos demostrar un perfecto control de flotabilidad con todo ese equipo nuevo. Por suerte, me enamoré de inmediato del buceo con equipo de montaje lateral. Es mucho más cómodo y conveniente que los tanques dobles de montaje posterior, y el perfil más bajo es un extra. Hoy en día buceo con equipo de montaje lateral en aguas abiertas con frecuencia.

El último día de clases, pasé el examen escrito y sentí un poco de tristeza de que había terminado. Esos sentimientos pasaron rápidamente cuando comencé a pensar en todas las aventuras que me esperaban. Al día siguiente finalmente podría llevar mi cámara a las Cuevas de Cristal y filmar estos lugares especiales que solo había visto en fotografías o fugazmente durante mi entrenamiento. Tuvimos dos días para filmar un episodio de Blue World Mundo azul sobre las Cuevas de Cristal de Ábaco.

Bird rueda con la cámara IMAX® Mark II
Bird filma con la cámara Mark II de IMAX® en el Parque Nacional del Valle de la Muerte (Death Valley National Park). ©PIERRE SEGUIN.
Una estalagmita de cristal en las Cuevas de Cristal de Ábaco
Una estalagmita de cristal de las Cuevas de Cristal de Ábaco brilla cuando es retroiluminada por la luz de buceo de Brian Kakuk. ©JONATHAN BIRD.

En el primer buceo no fuimos a ningún lugar demasiado frágil ni restrictivo, con Brian observando para ver cómo combinaría mis nuevas habilidades de buceo en cuevas con la manipulación del gran equipo de cámaras Gates que estaba usando. La cámara a veces parecía más difícil de manejar en espacios estrechos que mi propio cuerpo. Brian, que aparentemente estaba satisfecho con el hecho de que al menos tenía cierta habilidad con la gran cámara, aceptó llevarnos en el próximo buceo a una sección conocida como la Fábrica de Vidrio (Glass Factory) —uno de los lugares más famosos en el mundo del buceo en cuevas—. Casi no podía contener mi emoción; ¡no podía esperar!

Mientras me colocaba el traje rezaba en silencio para que no sucediera nada malo con la cámara o las luces que me impidiera filmar este espectacular espacio. Por suerte, todo funcionó correctamente. Cuando finalmente nos introdujimos en la Fábrica de Vidrio, manteniéndonos abajo para evitar romper las formaciones cristalinas con forma de pajilla que había en el techo, tuve una revelación. Había encontrado el sujeto para mi película en IMAX. ¡Sin duda esto sería maravilloso en IMAX!

Después del buceo no podía sacarme la idea de la cabeza, e inmediatamente comencé a conversarlo con Brian y Todd. Deben haber pensado que estaba loco. Había hecho dos buceos en cuevas después de mi certificación, y ahora tenía delirios de grandeza.

La historia de cómo aunamos esfuerzos para el proyecto es otra aventura. En resumen, Todd y yo regresamos a Ábaco varias veces más para probar diferentes sistemas de cámaras, y luego llevamos un equipo más grande para filmar las secuencias que aparecen en la película. Pasaron algunos años para poder conseguir la financiación necesaria y empezar la película. 

En 2018, en el rodaje final de la película, Brian, Todd y yo hicimos un buceo de doble etapa (cuatro tanques de buceo por buzo) en la cueva de Ábaco donde hice mi entrenamiento. Filmamos un espacio llamado Fangorn Forest en formato IMAX. Incluso tres años antes, no existía la tecnología de cámaras para filmar tan atrás en una cueva tan estrecha con una resolución tan alta. El buceo de tres horas y media fue un recorrido de ida y vuelta de más de 1,6 kilómetros (1 milla) nadando en un espacio subterráneo más una hora de descompresión. Hasta el día de hoy, es mi buceo más memorable. Por suerte, puedo revivirlo cada vez que veo la película.

Cuando escribí este artículo, habían pasado siete años desde que recibí mi certificación de buceo en cuevas. He tenido la suerte de poder incluir mi nuevo amor por el buceo en cuevas en episodios de Mundo azul en México, Florida, Belice, Portugal y otras islas de las Bahamas, con más aventuras en el horizonte. 

Es difícil creer lo que solía decir acerca de las cuevas: “¡allí no hay nada interesante!”. 


Explore más

Vea el avance de la película Cuevas antiguas en IMAX y sea testigo del recorrido de Jonathan Bird para obtener su certificación de buceo en cuevas en estos videos. Vea más imágenes de cómo se hizo Cuevas antiguas en una galería de fotos complementaria. 

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© Alert Diver - Q1 2023

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