Petar Denoble: Resolución de problemas prácticos para buzos.

Denoble viajó con el equipo de buceo del Britannic de 2006 y se desempeñó en un rol de apoyo y disponibilidad para emergencias para los buzos que exploraban el profundo naufragio.

PETAR DENOBLE, MD, D.Sc., HA DEDICADO SU CARRERA a la exploración y resolución de problemas prácticos en la medicina de buceo. Nació en Croacia, aprendió a nadar muy joven y pasó gran parte de su tiempo libre buceando en apnea y pescando en el mar Adriático. Denoble se graduó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zagreb (Zagreb University) y luego se unió a la armada yugoslava para involucrarse en la medicina de buceo. 

¿Cómo empezó a trabajar en DAN?

A los 27 años, me presenté a una entrevista para una residencia en medicina interna y me enteré sobre el Instituto de Buceo Naval (Naval Diving Institute) de la antigua armada yugoslava. Quedé impresionado con el departamento de medicina hiperbárica, su avanzado equipo y lo que estaban haciendo. Me uní a la marina, no por entusiasmo por las fuerzas armadas, sino porque quería seguir el camino de la medicina de buceo. 

Por tres años proporcioné atención médica, enseñé fisiología y medicina de buceo, pasé muchos días y noches en el mar observando la seguridad de los buzos y buceé cuando todos los demás buzos estaban fuera del agua. Más tarde hice una residencia en medicina naval y de buceo, un estudio de postgrado y una tesis doctoral en fisiología del buceo.

Mientras observaba el extenuante entrenamiento de los buzos de combate, que no todos los candidatos podían completar, empecé a pensar sobre cómo calcular el costo fisiológico de sus actividades y los indicadores específicos de la idoneidad de los candidatos. Cuando me cambié a un departamento de medicina hiperbárica y comencé mi residencia en medicina naval y de buceo, participé en una variedad de investigaciones prácticas y el tratamiento de buzos accidentados. La mayoría de los casos eran buzos deportivos con casos graves de enfermedad por descompresión (EDC). Observar discapacidades residuales frecuentes en buzos gravemente accidentados incrementó mi interés en la prevención de los accidentes de buceo.

Me uní a DAN a finales de 1991, gracias a Peter Bennett, y trabajé bajo la dirección de Richard Vann, que era miembro del cuerpo docente en el Centro de Medicina Hiperbárica y Fisiología Ambiental de Duke (Duke Center for Hyperbaric Medicine and Environmental Physiology) y director de investigación de medio tiempo en DAN. Si bien en DAN se habían llevado a cabo investigaciones para ese entonces, la mayor parte en el Laboratorio de Investigación Ambiental F.G. Hall (F.G. Hall Laboratory for Environmental Research) en Duke, me convertí en el primer investigador de DAN de tiempo completo en febrero de 1992, lo que marcó el inicio oficial del departamento de investigación de DAN.

¿Qué proyecto lo enorgullece o le gusta más?

Me gustan los estudios cuyo objetivo es resolver problemas prácticos para buzos, motivo por el cual me gustan especialmente dos proyectos de DAN: la base de datos de accidentes y muertes en el buceo (Dive Injury and Fatality Database) y el proyecto Project Dive Exploration. 

Se puede pensar que después de siglos de buceo deberíamos saber todo acerca de cómo pueden verse los accidentes de buceo, pero ese no es el caso. Nuestro modelo mental de la enfermedad disbárica es bastante simple. Incluso la inteligencia artificial (IA) tendría dificultades para diagnosticar una EDC en tiempo real debido a las lagunas en nuestro conocimiento. Al trabajar en una descripción cualitativa y cuantitativa de la EDC, ayudamos a mejorar nuestras capacidades de diagnóstico.

También es importante saber cómo la exposición afecta el resultado. Escuchará a buzos afirmar que como no quebraron las normas establecidas por las tablas de descompresión o su computadora de buceo sus síntomas no podían ser por una EDC, pero eso no es cierto. Sabemos que hay una progresión del riesgo de EDC de mínimo a fatal. El riesgo es más predecible en una exposición a la descompresión grave que en un buceo relativamente inocuo, como debería ser en el buceo deportivo. Sin embargo, hemos sido testigos de que incluso en el buceo deportivo, una EDC puede ser impredeciblemente grave. 

Iniciamos el proyecto Project Dive Exploration (PDE) en 1995 para reunir datos sobre cómo bucean los buzos deportivos y con qué frecuencia sufren de una EDC. El PDE fue gestionado efectivamente con la ayuda de muchos voluntarios y la industria del buceo. Los fabricantes de computadoras de buceo tuvieron la amabilidad de modificar su software para que pudiéramos recuperar sus datos. Era importante tener información precisa de una exposición al buceo para relacionar eso con los resultados. Anteriormente solo habíamos tenido rumores e informes no verificados sobre qué buceo había causado qué lesión. Ahora podíamos obtener datos reales y objetivos y una medición de las exposiciones al buceo. 

Las computadoras de buceo eran nuevas en el mercado, por lo que necesitábamos herramientas para examinar los datos que podían reunir. En ese entonces DAN no tenía los fondos necesarios para contratar profesionales informáticos, por lo que era mi responsabilidad crear una aplicación que ayudara a descargar perfiles de buceo, reunir informes posteriores al buceo y combinarlos con información anterior al buceo. Sabía un poco de inglés, pero nada sobre programación, así que recibí algunos consejos de un amigo experto y aprendí el resto por mi propia cuenta. Era trabajo tedioso, especialmente la depuración. Nunca fue algo que me gustara demasiado, pero era una parte importante del trabajo. 

A pesar de todas las dificultades, aprendimos muchas cosas. Confirmamos que la EDC es bastante rara en el buceo deportivo y establecimos una incidencia de referencia. También confirmamos que la relación exposición-resultado es sumamente variable y que deberíamos investigar más para identificar los impulsores de esa variabilidad.

¿Cuál es rol de los colaboradores y los voluntarios en DAN?

Siempre hemos confiado en voluntarios. Es difícil establecer un laboratorio altamente especializado con capacidad para estudiar varios campos. Normalmente, los laboratorios son especializados, pero en DAN no nos concentramos en un solo asunto o tema. Analizamos las necesidades de los buzos en un sentido amplio. Desde médicos y fisiólogos hasta ingenieros y especialistas informáticos, debemos colaborar con expertos en diversos campos de investigación que se alineen con nuestros intereses. A menudo no somos los investigadores —somos los coordinadores o inspiradores de los estudios—. 

En una organización pequeña como DAN, debemos elegir nuestras batallas y decidir qué podemos hacer. Trabajé más que nada en el monitoreo de accidentes y muertes —intentando aprender qué cuestiones necesitan atención, participación e investigación—. También realizamos algunos estudios que incluían cuestiones “huérfanas” que nadie podía abordar en ese entonces, a excepción de DAN. 

La investigación sobre volar después de bucear, por ejemplo, fue un estudio experimental enorme y costoso. Con el apoyo de DAN bajo la dirección de Richard Vann, la participación de todo el laboratorio de Duke y buzos voluntarios, el estudio duró años. Al final, desarrollamos y publicamos resultados que ampliaron nuestros conocimientos sobre los riesgos de volar después de bucear y la prevención de una EDC.

¿Cuáles son las estrategias de mitigación de riesgos más eficaces para los buzos con aire comprimido? 

El buceo con aire comprimido fue desmitificado hace mucho tiempo, y hasta cierto punto quizás ese fue un error. Lo que más me sorprendió durante mi tiempo en DAN fue la frecuencia con la que los buzos se salen con la suya con actos peligrosos. Dudo en decir eso porque las personas pueden llegar a creer que pueden salirse con la suya siendo arriesgadas, cuando en realidad están haciendo cosas que están bien documentadas para ponerlas en riesgo. 

Datos como esos no son un indicador de una fuerza invisible que está atenta a ebrios y buzos. En cambio, es otra prueba del modelo del queso suizo de causalidad de los accidentes. Los actos peligrosos crean vacíos en un plan de buceo, y solo hace falta que esos vacíos se alineen una vez para causar un accidente devastador. La naturaleza de estos accidentes hace difícil que los buzos entiendan que siempre deben estar atentos ante actos peligrosos. 

Dicho esto, no soy un defensor de crear restricciones y barreras a la participación. El departamento de investigación de DAN y yo hemos visto más accidentes de buceo que cualquier otra persona, pero en mi opinión los datos muestran que el buceo con aire comprimido normalmente es una actividad segura. Para volverlo aún más seguro, no debemos permitir que buzos individuales sean imprudentes; debemos enseñarles. Los únicos buzos cautelosos son los que tienen conciencia de los riesgos. 

Las listas de verificación anteriores al buceo son una herramienta de mitigación de riesgos efectiva con una eficacia medida, pero no son una solución para todo. Las estrategias de mitigación de riesgos deben personalizarse para el tipo de actividades de buceo y los perfiles de los buzos, y DAN hace esto mediante la prestación de recursos de aprendizaje para toda la vida para buzos tanto deportivos como técnicos.

¿De qué otra manera podemos evitar muertes en el buceo?

Debemos mantenernos saludables y tener conciencia de nuestras limitaciones. Dejé de bucear en Croacia en la década de 1980. Tuve un episodio de arritmia grave que me asustó. Si bien me encantaba bucear cuando era joven, después de eso no me atreví a sumergirme en el agua. 

Una vez conocí a una buceadora que tenía problemas de arritmias cardíacas graves —se le prohibió bucear, y su médico la calificó como no apta para la práctica de buceo—. A pesar de ello, compró una máscara que le cubría toda la cara para que, teóricamente, si se desmayaba bajo el agua, no se ahogaría. Su compañero de buceo era su esposo, y él tenía pleno conocimiento de su afección y su ubicación en todo momento. Continuaron buceando de manera conservadora y nunca tuvieron ningún problema. 

En la mayoría de las situaciones, las personas pueden encontrar una manera, pero deben tener conciencia de sus afecciones y de los riesgos involucrados para tomar medidas de mitigación de riesgos apropiadas. Creo que las personas deben ser honestas con ellas mismas. No podemos simplemente fingir que no tenemos problemas de salud cuando sí los tenemos. La salud del ser humano se deteriora por naturaleza.

¿Qué le depara el futuro a la investigación de buceo?

Debemos aprender más acerca de qué constituye la variabilidad individual. Como las burbujas de nitrógeno tienen una función en la EDC, al menos en la descripción de la gravedad del estrés descompresivo, me gustaría que el nuevo estudio de burbujas de DAN sobre la variabilidad de las burbujas en un buzo y entre diferentes buzos se expanda. Espero que los datos que Frauke Tillmans y su equipo están recopilando ayuden a establecer otras nuevas metodologías y herramientas, y que, con el tiempo, tal vez podamos lograr personalizar los procedimientos de descompresión.

También necesitamos investigadores. No encontrará nada nuevo en la IA. Puedo resumir lo que existe actualmente, pero como investigadores debemos proporcionar nueva información y darle nuevos rumbos a nuestra investigación. La IA puede ser una herramienta útil; puede ayudarnos a extraer o analizar información de bases de datos inmensas, pero no generará ni creará nueva ciencia. 

El valor de estas nuevas herramientas es que pueden ayudarnos a tener más precisión, consistencia o rapidez al hacer las cosas. Pueden aumentar el impacto de la investigación, pero los investigadores aún deben indicar el camino. Todos podemos apreciar la tecnología —puede ayudarnos mucho—, pero aún nos corresponde a nosotros desarrollar nuevas ideas y usar las herramientas de forma correcta.

Denoble y su esposa, la Dra. Ubavka Denoble
Denoble y su esposa, la Dra. Ubavka Denoble, disfrutan del buceo durante su reciente viaje de retiro en las islas Galápagos.
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Denoble controla al buzo Edoardo Pavia después de un buceo durante la expedición al Britannic en 2006.
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Denoble se relaja después de una conferencia en Tokio en 2019.
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Denoble recibió el Premio de Excelencia en Medicina de Buceo de la UHMS (UHMS Excellence in Dive Medicine Award) en 2017.
Denoble recibe el reconocimiento de orador principal junto al Dr. Shinya Suzuki.
Denoble recibe el reconocimiento de orador principal con el Dr. Shinya Suzuki.
Denoble monitoriza los patrones de las ondas cardiacas de un voluntario del estudio DAN
Denoble monitorea los patrones de ondas cardíacas de un voluntario de un estudio de DAN.

© Alert Diver - Q2 2023

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