Capítulo 4: Enfermedad cardíaca isquémica

"La enfermedad cardíaca Isquémica se desarrolla entre 7 y 10 años más tarde en mujeres que en hombres"

La isquemia es un término que se utiliza para definir una condición en la cual una inadecuada provisión de sangre está llegando a alguna parte del cuerpo. Enfermedad cardíaca Isquémica, significa entonces, que no está llegando suficiente sangre al músculo cardíaco. Casi siempre está provocada por la ateroesclerosis (un angostamiento de las arterias que se debe a los depósitos de grasa en sus paredes internas) de las arterias coronarias (que proveen sangre al músculo cardíaco), y es la causa más común de enfermedad cardíaca. La posibilidad de sufrir isquemia se incrementa con la edad. La primera manifestación de enfermedad cardíaca isquémica es, a veces, un ataque cardíaco fatal, pero la presencia de esta condición puede manifestarse a través de síntomas que deberían impulsar acciones para salvar vidas. Conocer estos síntomas puede significar vivir más. Y evitar la enfermedad cardiaca significa, en general, vivir más feliz –sin síntomas o limitaciones funcionales.

En este capítulo, aprenderá sobre:


Ateroesclerosis

Ilustración de la progresión de la aterosclerosis

La ateroesclerosis es popularmente conocida como "endurecimiento de las arterias". Es el resultado del depósito de colesterol y otras materias grasas en las paredes internas de las arterias. La condición se manifiesta de diferentes maneras, dependiendo de qué arterias estén afectadas; provoca enfermedad arterial coronaria (EAC) en el corazón, ateroesclerosis cerebro vascular en el cerebro, y enfermedad arterial periférica (EAP) en las extremidades.

Las paredes de las arterias, como respuesta a los depósitos de materias grasas, también se ensanchan. El resultado es una reducción progresiva del flujo sanguíneo a través de los vasos afectados. Estos efectos dañan especialmente al corazón, la EAC es la causa principal de muerte en los Estados Unidos y otros países industrializados.

Muchos factores contribuyen al desarrollo de la ateroesclerosis, entre ellos, una dieta alta en grasas y colesterol, fumar, la hipertensión, la edad avanzada, y el historial familiar. Las mujeres en edad reproductiva tienen, en general, menos riesgo de sufrir de ateroesclerosis debido a los efectos protectores del estrógeno.

Entre los medicamentos generalmente utilizados para tratar la ateroesclerosis se encuentran la nitroglicerina (que también se utiliza en el tratamiento de angina, o dolor de pecho) y los bloqueadores del canal de calcio y betabloqueantes (que también son usados en el tratamiento de la presión arterial alta o hipertensión, ver la página… para conocer más acerca de estos medicamentos). A veces, las personas con EAC pueden necesitar lo que se conoce como procedimiento de revascularización, para restablecer la provisión de sangre –generalmente un bypass arterial coronario o angioplastia. Si el procedimiento es exitoso, la persona puede volver a bucear luego del período de recuperación y de una completa evaluación cardiovascular (ver "Cuestiones relacionadas con el bypass arterial coronario"

Efectos en el buceo

La enfermedad arterial coronaria sintomática no es compatible con el buceo seguro: no bucee si sufre de EAC. La condición provoca una menor afluencia de sangre al músculo cardiaco –y, en consecuencia de oxígeno- al tejido muscular del corazón. Realizar ejercicios aumenta la necesidad de oxígeno del corazón. Privarlo de éste puede llevar a ritmos cardíacos anormales y/o al infarto de miocardio (ataque cardíaco). El síntoma clásico de EAC es el dolor de pecho, especialmente luego de realizar esfuerzos. Pero, desafortunadamente, muchas personas no sienten síntomas antes de experimentar un ataque cardíaco.

Un historial de accidente cerebro vascular (ACV) –o de "mini ataques cerebrales" conocidos como ataques isquémicos transitorios (AITs) –tampoco es compatible, en la mayoría de los casos, con el buceo seguro.

La enfermedad cardiovascular es una causa significativa de muerte entre los buzos. Los buzos de mayor edad, y aquellos con factores de riesgo importantes de enfermedad arterial coronaria deberían ser evaluados regularmente y someterse a estudios apropiados, como, por ejemplo, una prueba de esfuerzo.


Infarto de miocardio

Cuando cualquiera de las arterias que proveen sangre al corazón se bloquea, ocurrirá un infarto de miocardio, o ataque cardíaco, si el bloqueo (o infarto) no se elimina rápidamente. El músculo cardíaco provisto por dicha arteria deja de recibir oxígeno, y eventualmente, muere. Si el infarto es lo suficientemente grande, se compromete la capacidad del corazón para bombear sangre, y se ve afectada la circulación a todos los otros órganos críticos del cuerpo. El sistema eléctrico del corazón también puede verse desfavorablemente afectado, lo que puede resultar en un ritmo anormal conocido como fibrilación ventricular.

Anatomía de un infarto (ilustración)

La causa principal de infarto de miocardio es la enfermedad arterial coronaria (EAC), o un angostamiento gradual de las arterias que proveen sangre al corazón. Eventualmente, una porción de las placas de grasa fijas a las paredes internas de las arterias puede liberarse y alojarse en un vaso más pequeño, provocando la oclusión total. La EAC afecta a 3 millones de norteamericanos y causa la muerte a más de 700.000 cada año, es la enfermedad mortal más común. Un bloqueo que provoca un infarto de miocardio también puede ser causado por una burbuja de gas o un coágulo dentro de un vaso sanguíneo. Pero, en pocas palabras, cualquiera sea la causa de la oclusión, esto significa que el oxígeno que el músculo cardíaco requiere no puede proveerse a través del vaso bloqueado.

Entre los síntomas clásicos de un infarto de miocardio se encuentran el dolor que se irradia en el pecho (angina), o dolor en la mandíbula o el brazo izquierdo. Otros síntomas incluyen palpitaciones, mareos, indigestión, náuseas, sudoración, piel fría y húmeda, y falta de aire.

Si se sospecha de infarto de miocardio, es esencial llamar al sistema médico de emergencia (SME) , y trasladar al hospital a la persona afectada. Mientras tanto, mantenga a la persona tranquila y adminístrele oxígeno. En el hospital, las opciones incluyen tratamiento médico conservador, medicación anticoagulante, cateterismo cardíaco o colocación de stent, o incluso, cirugía de bypass arterial coronario.

Para prevenir el infarto de miocardio es necesario controlar cualquier factor de riesgo, como la obesidad, la hipertensión, o fumar. También son importantes las medidas preventivas como seguir una dieta saludable y ejercitarse regularmente.

Efectos en el buceo

Cualquier persona que sufra EAC isquémica activa no debería bucear. Los cambios fisiológicos que implica realizar la actividad, así como el ejercicio y el stress de un buceo, pueden iniciar una cascada de eventos que lleven al infarto del miocardio, o a la inconsciencia, o al paro cardíaco repentino mientras se encuentra en el agua. Los buzos que han sido tratados y evaluados por un cardiólogo pueden elegir continuar buceando según cada caso; entre los aspectos básicos de dicha evaluación se encuentran la capacidad de la persona para realizar ejercicio, y cualquier evidencia de isquemia mientras se está ejercitando, de arritmias, o de lesión al músculo cardíaco.


Cuestiones relacionadas con el bypass arterial coronario

Un bypass arterial coronario es la corrección quirúrgica del bloqueo en una arteria coronaria; se logra adhiriendo (o injertando) en el vaso dañado un segmento de vena o arteria de otra parte del cuerpo, de manera de esquivar el bloqueo.

Ilustración de un bypass coronario

Los doctores realizan este procedimiento cientos de veces por día, en todo el mundo –más de medio millón de veces por año. SI el bypass es exitoso, la persona se liberaría de los síntomas de la enfermedad arterial coronaria, y el músculo cardíaco debería recibir una provisión normal de sangre, y en consecuencia, de oxígeno.

Una arteria coronaria bloqueada también puede tratarse con un procedimiento menos invasivo, la angioplastia coronaria. Consiste en insertar un catéter con un pequeño globo en el extremo, en del área del bloqueo, luego se infla el globo para abrir la arteria. Este procedimiento no requiere abrir el tórax, y puede realizarse de manera ambulatoria.

Efectos en el buceo

Las personas que se han sometido a un bypass arterial coronario, o a una angioplastia, pueden haber sufrido un daño cardíaco significativo antes de la cirugía. Lo que determinará su buen estado físico para volver a bucear es la función cardíaca postoperatoria.

En particular, aquellos que hayan sido sometidos a una cirugía torácica abierta necesitan pasar por una completa evaluación médica antes de volver a bucear. Luego de un período de estabilización y recuperación (se recomiendan, usualmente, de 6 a 12 meses), dichas personas deberían someterse a una evaluación cardiovascular completa antes de que se les permita volver a bucear. Deberían haberse liberado del dolor de pecho, y tener una tolerancia normal para realizar ejercicios, que se evidencia con un Electrocardiograma de esfuerzo normal (a 13 METs, según se describe en la página …). Si existe alguna duda con respecto al éxito del procedimiento, o de cuán abiertas están las arterias coronarias, la persona debería abstenerse de bucear.


Cuestiones referentes a las mujeres

La enfermedad cardiaca es la causa principal de muerte en las mujeres, y el infarto de miocardio (ataque cardíaco) la razón más importante por la que se las hospitaliza. Las características de la enfermedad en las mujeres puede diferir de las de los hombres; la edad para manifestarse, la presencia de factores de riesgo, la probabilidad del diagnóstico agresivo, y aún más, la posibilidad del tratamiento apropiado varían en hombres y mujeres.

Por ejemplo, la enfermedad cardiaca se desarrolla entre 7 y 10 años más tarde en mujeres que en hombres (posiblemente a causa del efecto protector del estrógeno). El infarto de miocardio es menos frecuente en mujeres jóvenes que en hombres jóvenes, pero las mujeres jóvenes que sufren un ataque cardíaco tienen un riesgo mayor de morir dentro de los 28 días posteriores al ataque. Los factores de riesgo comunes para la enfermedad cardíaca tienen un valor predictivo similar para hombres y mujeres; sin embargo, fumar es, frecuentemente para los hombres un factor de riesgo, mientras que las mujeres sufren más habitualmente de hipertensión, diabetes, hiperlipidemia, o angina de pecho. Y aunque las mujeres, generalmente fuman menos que los hombres, el riesgo relativo de sufrir infarto de miocardio en mujeres fumadoras es de 1.5 a 2 veces mayor que en hombres fumadores, especialmente en aquellos menores de 55 años. Una prevalencia mayor de diabetes también contribuye a un índice de mortalidad por ataques cardíacos más alto entre las mujeres

Las mujeres se realizan menos pruebas diagnósticas avanzadas como la angiografía coronaria, y menos intervenciones como el bypass arterial coronario. Estas diferencias pueden deberse al hecho de que es probable que los ataques cardíacos agudos ocurran a una edad más avanzada en las mujeres, o a la presencia de otras enfermedades asociadas, pero también puede deberse a las demoras para admitir pacientes mujeres en los hospitales.

Una mujer sufre molestias en la mandíbula

Los síntomas de un ataque cardíaco en las mujeres, son generalmente los mismos que en los hombres, siendo el dolor o angina de pecho el síntoma principal. Sin embargo, las mujeres son más propensas a atribuir sus síntomas al reflujo ácido, la gripe, o el paso normal de los años. Además, el dolor de pecho que experimentan las mujeres no necesariamente ocurre en el centro del pecho, o en el brazo izquierdo; por el contrario, las mujeres suelen sentir una presión en la región superior de la espalda –una sensación de compresión, o como si las estuviesen apretando con una soga a su alrededor.

Alrededor del 90% de las mujeres que sufren un ataque cardíaco admitió más tarde, que conocía intuitivamente que ésa era la causa de los síntomas, al mismo tiempo que los descartaban, los atribuían a otra cosa, tomaban una aspirina, o sólo demoraban el llamado al 911. Esto reduce la oportunidad de preservar su corazón de sufrir un daño, y disminuye la posibilidad de sobrevivir.

Estos son los síntomas más comunes de un ataque cardíaco en mujeres:

  1. Presión incómoda, compresión, sensación de pesadez o dolor en el centro del pecho; dura más de unos minutos o desaparece y vuelve.
  2. Dolor o malestar en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula, o el estómago.
  3. Falta de aire, con o sin malestar en el pecho.
  4. Otros signos, como comenzar de pronto a sudar frío, nausea, o mareo.
  5. Como en los hombres, el síntoma más común de ataque cardíaco en las mujeres es el dolor o malestar en el pecho –pero las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar alguno de los otros síntomas comunes, en particular la falta de aire, las nauseas o vómitos, o el dolor en la espalda o la mandíbula.

Fuente: American Heart Association

Siguiente: Capítulo 5 - Arritmias >

Spanish