El embarazo y el buceo

¿Una mujer embarazada debe bucear con aire comprimido?

Si las mujeres embarazadas deben o no bucear es una cuestión que afecta no sólo a las buceadoras, sino también a sus parejas, compañeros y profesionales del buceo. La mayoría de los buceadores recuerdan de su formación en aguas abiertas que se recomienda a las mujeres dejar de bucear durante el embarazo, pero pocas clases entran en más detalles. ¿Cuáles son los riesgos de bucear durante el embarazo? ¿Qué tiene el submarinismo que es peligroso para un feto en desarrollo? La bibliografía publicada proporciona una base para el debate.

Al igual que con todas las investigaciones, existen limitaciones respecto a lo que los estudios disponibles pueden informarnos. Por motivos éticos, los experimentos con mujeres embarazadas son muy limitados. La mayoría de los estudios realizados con humanos son encuestas, y las encuestas tienen debilidades, y quizás lo más importante es que no pueden controlarse tan fácilmente como las investigaciones de laboratorio y que pueden estar sesgadas con facilidad. Una encuesta de buceadoras que habían dado a luz recientemente incluyó a 69 mujeres que no habían buceado durante el embarazo y 109 que sí lo habían hecho. Las mujeres que no habían buceado no informaron ningún defecto de nacimiento, mientras que las que sí lo habían hecho informaron una incidencia del 5,5 por ciento. Para brindar una perspectiva, el autor de la encuesta afirmó que este último índice se encontraba dentro del margen normal para la población nacional. El pequeño tamaño de la muestra y la probabilidad de un sesgo de selección en las mujeres que respondieron a la encuesta dificultan aún más la interpretación de los resultados. Si bien las encuestas pueden establecer correlaciones, no pueden confirmar relaciones causales. En este caso, no pueden confirmar que el buceo haya causado un defecto. Para obtener este tipo de datos, los científicos recurren a estudios con animales sumamente controlados.

El buceo en cámaras

Se han utilizado cámaras hiperbáricas, que pueden simular la mayor presión que se experimenta en el buceo, para analizar a varias especies de animales. Esos resultados luego deben ser trasladados a la experiencia en humanos.

Durante el embarazo se producen muchos procesos complejos, y las perturbaciones (alteraciones de los acontecimientos normales) pueden dar lugar a complicaciones variadas. La mayoría de los estudios relacionados con el buceo se han centrado en el primer y tercer trimestre del embarazo. La investigación del primer trimestre se ha centrado en los efectos teratogénicos, o causantes de defectos de nacimiento, del oxígeno hiperbárico (OHB). La investigación del tercer trimestre ha examinado los efectos de la enfermedad por descompresión (EDC) en el feto y cómo interactúan el buceo y el sistema circulatorio fetal.

Una variedad de anomalías en el desarrollo ha sido vinculada a la exposición en cámara hiperbárica. Entre ellas se incluye: bajo peso al nacer entre los hijos de madres buceadoras, aborto fetal, burbujas en el líquido amniótico, parto prematuro, desarrollo anormal del cráneo, malformación de las extremidades, desarrollo anormal del corazón, cambios en la circulación fetal, debilidad en las extremidades vinculada a la enfermedad por descompresión y ceguera.

Nos exponemos a oxígeno hiperbárico -es decir, oxígeno concentrado por presión- durante casi todas las inmersiones. Con frecuencia se acepta que un límite seguro para la presión parcial de oxígeno (PO2) es de 1,4 a 1,6 atmósferas de presión absoluta (ATA) 19.

Se han utilizado roedores, que tienen camadas grandes y períodos gestacionales relativamente cortos, para estudiar los efectos del HBO sobre los fetos en desarrollo. Las hembras de hámster que experimentaron una EDC no tratada tuvieron crías con graves anormalidades en las extremidades y el cráneo.15,16 Las hembras preñadas que experimentaron una enfermedad por descompresión tratada con HBO también tuvieron crías con defectos, aunque con menor frecuencia que las hembras del grupo que no recibieron tratamiento. Ninguno de los estudios informó diferencias notables en el desarrollo anatómico entre las crías del grupo de control que no habían participado en buceos y el grupo que sí lo había hecho sin desarrollar signos de EDC.

El corazón de los fetos de rata ha demostrado ser sensible a las exposiciones de varias horas al HBO (3,0 ATA por ocho horas), aunque de una magnitud superior a la que los humanos podrían tolerar. En casi la mitad de los casos, el septo, que divide el lado derecho y el izquierdo del corazón, no se formó correctamente. Los vasos sanguíneos principales estaban ubicados de forma incorrecta con la misma frecuencia, lo que comprometía los patrones de circulación normales.

Otro estudio de ratas expuestas al HBO no observó diferencias significativas entre las crías de madres que habían participado en buceos y las crías de madres que no lo habían hecho. La PO2 en este estudio (1,3 ATA por 70 minutos) fue considerablemente menor que la utilizada en el estudio anterior. La diferencia en el tratamiento puede explicar los resultados diferentes.

Aparentemente la exposición en cámara hiperbárica puede alterar las señales en las que los tejidos fetales se basan para orquestar correctamente los procesos de desarrollo. La naturaleza de la anomalía está influenciada por el momento en que se produce el trauma. No obstante, cabe observar que la exposición no afectará el desarrollo en todos los casos.

Estrés descompresivo

El riesgo relativo de estrés descompresivo en una madre y el feto es otra cuestión que merece consideración. Cuando hay suficiente estrés descompresivo, la sangre que regresa al corazón desde el cuerpo puede contener émbolos gaseosos venosos (EGV o burbujas). Las ovejas han sido objeto de estudio con frecuencia por la similitud que existe entre la placenta de las ovejas y la de las mujeres. Los fetos de oveja cuyas madres habían participado en buceos de descompresión (según tablas de buceo de la Marina de los Estados Unidos) en ocasiones desarrollaron burbujas incluso cuando las madres no manifestaron signos de EDC.

Cuando las ovejas sí desarrollaron signos de EDC, los fetos mostraron evidencia de una afección aún más dramática. Los investigadores informaron que podían darse cuenta de que un feto tenía burbujas mediante la detección de arritmias cardíacas tempranas. Para el feto, estos latidos cardíacos anormales pueden ser fatales. Las crías de algunas ovejas que participaron en buceos en las últimas etapas del embarazo mostraron debilidad en las extremidades y defectos en la médula espinal vinculados a la EDC, incluso cuando la madre no había manifestado ningún síntoma.

Los científicos saben desde hace tiempo que las llamadas "burbujas silenciosas" -las que no se asocian a síntomas- pueden desarrollarse después de bucear (Nota: se atribuye la acuñación de este término al Dr. Albert Behnke, pionero de la medicina moderna del buceo y de la investigación en fisiología). Los pulmones plenamente funcionales son extremadamente eficaces para filtrar las burbujas de la circulación. Sin embargo, en el feto, la mayor parte de la sangre no pasa por los pulmones (a través de las derivaciones del agujero oval y del conducto arterioso) y el intercambio de gases se produce a través de la placenta. Por lo tanto, la filtración pulmonar de burbujas no se produce en el feto. Esto puede aumentar el riesgo de embolia gaseosa arterial (EGA), con consecuencias potencialmente devastadoras.

La circulación fetal requiere mayor consideración. Durante una serie de buceos que expusieron a las ovejas a oxígeno al 100 por ciento a 3,0 ATA por aproximadamente 50 minutos, los investigadores observaron que los shunts circulatorios comenzaron a cerrarse mientras estaban a profundidad. El flujo a través del foramen oval se redujo en un 50 por ciento, y el flujo del conducto arterioso disminuyó a cero o incluso revirtió la dirección.

Una vez que los buceos finalizaron, la circulación volvió a su forma habitual, y los investigadores no observaron ningún efecto negativo como consecuencia del cambio temporal. No estaba claro si el feto había sufrido consecuencias que no eran evidentes para los investigadores.

Los datos de los estudios con animales pueden compararse con la experiencia con humanos. El cierre prematuro del conducto arterioso durante el embarazo en humanos se ha vinculado a una insuficiencia cardíaca congestiva y la muerte neonatal. Ese cierre puede ser causado involuntariamente por el uso prolongado de indometacina, un medicamento que se utiliza comúnmente para detener el parto prematuro. No se sabe si el buceo con aire comprimido puede provocar un cierre problemático, pero la posibilidad debe considerarse.

Consideraciones prácticas

Además del posible riesgo para el feto, los cambios en el cuerpo de la mujer durante el embarazo podrían hacer más problemático el buceo. La inflamación de las membranas mucosas de los senos paranasales puede dificultar la limpieza de los oídos, y las náuseas pueden aumentar las molestias.

También hay que tener en cuenta los aspectos físicos. El crecimiento del abdomen de una mujer puede suponer un problema a la hora de ajustar los trajes, los dispositivos de compensación de la flotabilidad, los cinturones de lastre y otros equipos. Además de los peligros inherentes a un equipo mal ajustado, el buceo puede resultar simplemente desagradable.

Decisiones

Al consultar la bibliografía publicada se puede ver por qué hay un debate sobre el tema. Los datos son limitados y, en muchos casos, aparentemente inconsistentes. Si bien esto hace que sacar conclusiones sea más difícil, no debe resultar sorprendente.

La ciencia rara vez es tan clara como cabría desear. Es difícil diseñar un experimento ético que ponga a prueba únicamente la variable de interés y controle todas las demás. Es tarea del investigador diseñar los mejores experimentos posibles, y es responsabilidad del individuo o del defensor examinar los resultados y decidir cuál es la mejor manera de responder a ellos.

Sin embargo, cualquier mujer que bucee embarazada sin saberlo puede encontrar consuelo en la evidencia anecdótica de mujeres que informan haber buceado reiteradamente durante el embarazo sin experimentar ninguna complicación. Evidentemente no hay evidencia suficiente que explique la interrupción de un embarazo. Además, si es necesario administrar oxígeno en cámara hiperbárica en una emergencia durante el embarazo —por ejemplo, para tratar una intoxicación por monóxido de carbono— la evidencia sugiere que el riesgo para el feto con el tratamiento es menor que sin él.

La idea general de la bibliografía indica que, si bien el efecto puede ser mínimo, bucear durante el embarazo no aumenta el riesgo para el feto, y las consecuencias podrían ser devastadoras para todas las personas involucradas. Teniendo en cuenta estos factores esenciales, lo más prudente es evitar el buceo durante el embarazo. Si bien es posible que algunos buceos finalicen sin consecuencias, el riesgo absoluto de cualquier exposición no puede determinarse a partir de los datos disponibles. Debido a los desafíos éticos de la investigación sobre la práctica de buceo durante el embarazo y el hecho de que el buceo representa un riesgo completamente evitable para la mayoría de las mujeres, es poco probable que se lleven a cabo estudios para establecer el riesgo absoluto en el futuro inmediato.

Heather E. Held, B.S. y Neal W. Pollock, Ph.D.

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