Edema pulmonar por inmersión (IPE) en un buzo principiante saludable

Un buzo tuvo que ser rescatado después de experimentar una falta de aire y toser sangre mientras realizaba habilidades en la superficie para una certificación de buceo de nivel inicial.

Historia reportada

Un buzo de 56 años estaba participando en un buceo desde la costa para obtener su certificación de buceo de nivel inicial. No tenía un historial médico significativo, a excepción de una hipertensión al límite que estaba controlada regularmente, y tenía una buena aptitud física. La temperatura del agua era de 18 °C (65 °F) y estaba utilizando un traje de neopreno de 7 mm, guantes y una capucha. El buzo y su grupo nadaron aproximadamente 46 metros (50 yardas) alternando entre el regulador y el snorkel. Al llegar a la boya de superficie experimentó una disnea grave (falta de aire) y fatiga. El buzo le informó esto al divemaster, que luego lo arrastró hasta la costa. Durante esta maniobra, el buzo desarrolló una hemoptisis (tos con sangre) y crepitaciones respiratorias perceptibles. Unos diez minutos después de salir del agua, sus síntomas comenzaron a mejorar. El buzo descansó durante dos horas antes de conducir de regreso a casa. La tos y la hemoptisis persistieron por seis horas más y las crepitaciones duraron hasta el día siguiente. El malestar pulmonar persistió durante aproximadamente una semana. El seguimiento médico no reveló ninguna anormalidad cardiopulmonar y se sospechó de la presencia de un edema pulmonar por inmersión.

Comentario

El edema pulmonar por inmersión (IPE, por sus siglas en inglés), o edema pulmonar inducido por la natación, es una condición que se presenta con disnea, hemoptisis y dificultad respiratoria durante una actividad en el agua. Esta condición ha sido informada durante la práctica de buceo, triatlones, natación militar y snorkel.

El mecanismo del IPE es multifactorial. La inmersión produce la redistribución de la sangre desde la periferia hacia el torso, lo que tiene como resultado un mayor volumen de sangre en la cavidad torácica. Con una mayor resistencia respiratoria, las presiones en la vasculatura pulmonar se elevan. En individuos susceptibles, las presiones de los capilares y las arterias pulmonares pueden ser demasiado altas y causar una pérdida de la integridad de la barrera de gases sanguíneos (falla por presión de los capilares pulmonares). Esto puede provocar la filtración de líquido desde la vasculatura pulmonar y hacia los pulmones.1

En este caso, los posibles factores contribuyentes incluyen agua fría, aumento del volumen de sangre, ejercicio y mayor resistencia respiratoria al usar el regulador y el snorkel. Además, la hipertensión es un factor conocido que contribuye a la susceptibilidad y que posiblemente pudo haber contribuido en este caso. Se ha planteado que quizás un traje de neopreno ceñido puede ser un agravante, pero esto aún no se ha demostrado.

La aparición y la gravedad del IPE pueden variar de leves a mortales. Si bien normalmente los casos se resuelven dentro de las 24 a 48 horas, se han informado algunas muertes. Los síntomas empeoran con la exposición continua, por lo que reconocer el problema y sacar a la víctima del agua pronto es fundamental para un manejo correcto del IPE. En este caso, el buzo fue prudente al informar sus síntomas de inmediato. Cuando se le preguntó si podía nadar hasta la costa por su cuenta, el buzo pidió ayuda. Si el buzo hubiera ignorado los síntomas por considerarlos consecuencia de un agotamiento por esfuerzo o si hubiera intentado volver nadando a la costa por sus propios medios, el resultado podría haber sido mucho menos favorable. Después de salir del agua, se debe administrar oxígeno, de estar disponible, y se debe solicitar atención médica. Debido a que muchas condiciones se pueden manifestar de manera similar, como por ejemplo un evento cardíaco agudo, se aconseja someterse a una evaluación apropiada y debatir sobre el regreso a la actividad, ya que el IPE a veces puede volver a presentarse.

-Stefanie D. Martina, BS

Referencias:
1. Ludwig BB, Mahon RT, Schwartzman EL. Función cardiopulmonar tras la recuperación de un edema pulmonar inducido por la natación. Clin J Sport Med. 2006;16(4):348-51.

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