Limpieza holística de arrecifes para Misión: arrecifes icónicos.
A finales de 2019, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA) y un grupo de socios estatales, federales, universitarios y restauradores lanzaron Misión: arrecifes icónicos (Mission: Iconic Reefs, MIR), una iniciativa de restauración a escala de los ecosistemas de 20 años en dos etapas para los Cayos de la Florida que se centra en restaurar siete sistemas de arrecifes icónicos y de alto valor.
Los sitios de restauración seleccionados están ubicados a lo largo del principal sistema de arrecifes de barrera de la ribera en el mar, parches arrecifales en el medio del canal y arrecifes cerca de la costa, con una distribución regional que abarca los Cayos Superiores, Medios e Inferiores. Estos siete arrecifes, elegidos por su salud relativa, la probabilidad de éxito en la restauración, la conectividad ecológica, la geografía y los servicios de ecosistema, representan los sitios más significativos a nivel ecológico y económico.
A diferencia de las iniciativas de restauración anteriores, MIR supone una estrategia de restauración de los ecosistemas integral más allá del trasplante de coral. La preparación de los lugares y el acondicionamiento del sustrato eliminan las especies de invertebrados y algas nocivas y expone la infraestructura del arrecife colonizado por algas coralinas incrustantes (CCA, por sus siglas en inglés) antes de que se lleve a cabo el trasplante de coral. Un programa de mantenimiento elimina los desechos marinos, extrae a los depredadores de coral (coralívoros), controla a las especies de invertebrados coloniales y de algas nocivas y rescata y vuelve a colocar corales desprendidos. Los cangrejos y erizos herbívoros que son reintroducidos en el lugar ayudan a controlar la cobertura de algas.
De manera similar a cuidar una huerta, jardineros de corales capacitados deben preparar un lugar para el trasplante mediante la extracción de la versión submarina de la maleza —algas carnosas, invertebrados incrustantes, cianobacterias, gorgonias y corales de abanico— para permitir que los fragmentos de coral se adhieran con éxito. Buzos capacitados visitan cada lugar de restauración semanal o mensualmente y cuidan los corales mediante el desmalezado, realizan el control de plagas, podan ramas muertas, recolectan gusanos y caracoles que se alimentan de coral, quitan fragmentos y colonias de corales muertos y vuelven a colocar fragmentos de coral desprendidos.
Al reconocer que este es un proceso que consume mucho tiempo, la NOAA está estableciendo una fuerza laboral de buzos profesionales y voluntarios que se desempeñarán como jardineros en estos arrecifes. El aspecto más crucial de su mantenimiento supone recolectar gusanos de fuego y caracoles que se alimentan de coral, que tienden a acumularse en la base de los fragmentos restituidos y las colonias más grandes. Estos depredadores son responsables de la mortalidad de los corales y la pérdida de tejido crónica más que cualquier otro factor y pueden afectar corales de cualquier tamaño o edad en cualquier momento después del trasplante en el arrecife. También se acumulan en corales silvestres.
Los corales recientemente fragmentados liberan una mucosidad que contiene sustancias químicas que los caracoles del género Coralliophila pueden oler. Esto atrae a los caracoles y puede ayudarlos a encontrar y colonizar nuevos puntos de trasplante en pocos días. Una vez que los caracoles llegan a un coral, consumen el tejido en la base de la colonia y van comiendo y abriéndose camino lentamente hacia las puntas de las ramas. Cuando el coral muere, los caracoles avanzan a la siguiente colonia de coral más cercana, donde consumen todo el tejido vivo de los corales circundantes a menos que sus poblaciones sean controladas.
La biología inusual de los caracoles que se alimentan de coral es uno de los motivos de su éxito. Estos moluscos que cambian de sexo comienzan como machos cuando son pequeños y forman conglomerados de dos o más de 50 caracoles por coral. Finalmente, el individuo más grande de un conglomerado cambia de macho a hembra, y más se convierten en hembras con el paso del tiempo. Estas hembras incuban las cápsulas de huevos internamente durante todo el año, y cada hembra produce decenas de miles de crías de caracol completamente desarrolladas con cada nidada. Los caracoles del género Coralliophila normalmente alcanzan un mayor tamaño en corales cuerno de alce y cuerno de ciervo que en corales masivos y bloques de coral. Estos caracoles más grandes consumen más coral y producen muchas más crías que una hembra de caracol más pequeña.
Quitar caracoles que se alimentan de coral es relativamente simple, pero los buzos deben tener una buena flotabilidad para evitar romper las ramas de coral, y deben desarrollar una imagen de búsqueda para los caracoles, que pueden ser difíciles de localizar cuando las algas crecen demasiado en relación con el tamaño de sus conchas. Un jardinero de corales capacitado puede quitar varios cientos de caracoles sobre miles de corales restituidos en un buceo normal.
Otros coralívoros, en especial los gusanos de fuego, son aún más difíciles de localizar, porque habitualmente se alimentan de las puntas de las ramas por la noche y encuentran refugio en el arrecife durante el día. En hábitats que albergan grandes poblaciones de gusanos de fuego, los científicos están explorando otras opciones para la extracción, como pequeñas jaulas de malla metálica cebadas con alimento y feromonas.
Estas medidas pueden ayudar a reducir la cantidad de pérdida de tejido relacionada con la depredación, pero una solución más sostenible y a largo plazo puede requerir reponer importantes depredadores de estos invertebrados que se alimentan de coral, incluso algunos peces, langostas y otras especies clave.
Como el coral disminuyó de una cobertura viviente de aproximadamente el 30 por ciento a principios de la década de 1980 a menos del 2 por ciento, hemos sido testigos de un cambio de fase con especies nocivas como las macroalgas carnosas y rojas, la anémona dorada caribeña Palythoa caribaeorum, los corales de abanico y las ramificaciones de gorgonias (corales blandos). Todas tienen áreas abiertas colonizadas en el arrecife, que se extienden en todo el fondo, monopolizan sustratos e impiden el asentamiento y la supervivencia de nuevos corales.
Palythoa es el género más problemático, especialmente en crestas de arrecifes superficiales y áreas de estímulo y surco, donde puede cubrir todo el fondo y crecer sobre bloques y revestimientos de coral sobrevivientes. Estos hábitats anteriormente admitían densos matorrales de corales cuerno de alce y cuerno de ciervo —especies que en la actualidad son el centro de la primera etapa de la iniciativa de restauración de MIR—. El género Palythoa tiene pocos depredadores naturales porque es altamente tóxico para los invertebrados marinos, peces y humanos. Las metodologías de extracción actuales donde se utilizan rasquetas de pintura de carburo, cepillos metálicos, martillos de roca y cinceles son lentas y laboriosas. El proceso requiere extremo cuidado para capturar todos los pólipos de anémona dorada caribeña para que no puedan recolonizar las áreas limpias de forma inmediata. Los jardineros de corales deben utilizar guantes para protegerse de la exposición a la toxina del género Palythoa .
La National Marine Sanctuary Foundation financió el desarrollo del prototipo de una herramienta similar a una aspiradora para ayudar a eliminar el género Palythoa, algas y cianobacterias. Su uso es más eficaz y eficiente cuando se preparan los sitios para el trasplante y se realiza el mantenimiento de esos sitios, lo que aumenta la probabilidad de supervivencia. La herramienta, que es operada por una tripulación desde una pequeña embarcación, incluye una bomba de desechos para crear succión, un tambor de 208 litros (55 galones) con un filtro integrado similar a una prensa francesa para contener el biomaterial y una manguera larga (150 metros) con flotabilidad neutra y un cabezal de herramienta. Tiene diferentes tamaños de embudos para concentrar o difuminar la succión, puede tener rasquetas incorporadas o un cepillo metálico y funciona en combinación con otras herramientas manuales. El objetivo es garantizar la recolección de especies nocivas sin dispersarlas parcialmente hacia la columna de agua.
Las iniciativas piloto para eliminar algas, invertebrados y caracoles que se alimentan de coral han demostrado ser efectivas en la mejora de la supervivencia de los corales restituidos, pero es trabajo laborioso que requiere un compromiso a largo plazo. El propósito es impulsar la recuperación del arrecife al proporcionarles a los corales un ecosistema equilibrado que se vuelva sustentable sin una intervención continua. Para ayudar con este objetivo, la NOAA y sus socios están explorando opciones para reintroducir cangrejos rey del Caribe y erizos de mar herbívoros.
El Diadema antillarum es un herbívoro clave que experimentó una extinción masiva a mediados de la década de 1980 que redujo su población en un 90 a un 98 por ciento, y solo se ha producido una recuperación limitada de la especie en Florida. Socios universitarios están desarrollando los métodos de maricultura apropiados para criar suficientes cangrejos rey del Caribe (Maguimithrax spinosissimus) y Diadema y están usando innovadores recolectores de larvas para depositar con éxito las larvas de erizos de la columna de agua. Los estudios piloto esperan mejorar la retención de erizos e identificar el nivel de afinidad de los sitios, las preferencias de microhábitats y la cantidad de refugios necesarios dentro de estos hábitats. Encontrar la densidad apropiada reducirá la cantidad de algas rojas y carnosas y mejorará la calidad de los hábitats.
La cantidad de especies de coral en propagación, los corales devueltos al arrecife y las técnicas para trasplantarlos han mejorado enormemente. Hemos identificado corales que son más tolerantes a los factores estresantes climáticos, pero los índices de mortalidad a corto plazo de estos corales restaurados siguen siendo altos, y su persistencia a largo plazo es limitada, principalmente debido a los factores biológicos naturales que pueden abordarse más proactivamente.
El paso más crítico de esta gestión se centra en la adopción e implementación de un programa de administración integral que involucre a buzos capacitados que cuiden los jardines de coral y eliminen a los depredadores del coral, las algas nocivas y los invertebrados para apoyar a los restauradores.
Andy Bruckner es coordinador de ciencias del Santuario Marino Nacional de los Cayos de la Florida (Florida Keys National Marine Sanctuary).
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© Alert Diver - Q1 2023