Al final de un muelle resbaladizo en Tofino en la isla de Vancouver durante un día frío y húmedo de febrero, una tripulación de la Coastal Restoration Society (CRS), una organización sin fines de lucro dedicada a la restauración y el mantenimiento de la salud costera de Columbia Británica, Canadá, se preparaba para una pelea.
Se abrieron paso a través del impetuoso viento, las olas y la lluvia para llegar a una bahía poco profunda en Clayoquot Sound en el territorio tradicional de Ahousaht First Nation, que estaba trabajando con la CRS para manejar la situación. La bahía, alimentada por un río de desove de salmón, es el hábitat perfecto para los invasores conocidos como cangrejos verdes europeos.
Una de las especies invasivas más destructivas del mundo está ganando terreno —o agua— en Canadá y hasta Alaska. Carcinus maenas, que se traduce como “cangrejo completamente loco”, compite con muchas especies de cangrejos locales a la hora de devorar almejas, ostras y mejillones, y a veces incluso comen otros cangrejos y peces jóvenes. Destruyen los pastos marinos, un hábitat fundamental para jóvenes salmones, arenques, peces roca y muchos otros animales marinos. Los pastos marinos también son un importante sumidero de carbono, hasta 35 veces más eficaces en el almacenamiento de carbono que los bosques pluviales. Los invasores pueden eliminar praderas enteras.
En Clayoquot Sound, el equipo comenzó a sacar las trampas. El técnico de la CRS James George explicó que ellos rotan la ubicación de sus trampas entre cuatro puntos diferentes y permanecen en cada punto por una semana para eliminar tantos cangrejos como puedan. “Hoy capturaremos una gran cantidad porque no hemos puesto trampas aquí en un mes”, afirmó. Estaba en lo correcto.
Los cangrejos verdes europeos llegaron a América del Norte en el siglo XIX, probablemente en el agua de lastre de los buques provenientes de Europa y África del Norte. En la década de 1980 viajaron en buques que navegaban por el canal de Panamá e ingresaron a las aguas de California, donde finalmente llegaron a Columbia Británica en 1989. Los cangrejos han llegado a prácticamente todos los lugares donde han ido los buques de la humanidad. Hoy en día están establecidos en Australia, Sudáfrica, América del Sur y en ambas costas de América del Norte.
Los cangrejos son resilientes y pueden tolerar una amplia variedad de temperaturas y salinidades, pero los jóvenes tienen más dificultad para sobrevivir en las bajas temperaturas del norte de Columbia Británica y Alaska. Sin embargo, a medida que el cambio climático calienta esas aguas, es más fácil para las pestes propagarse hacia el norte.
Una razón importante por la cual se propagan tan rápidamente es que las hembras pueden producir 185.000 huevos a la vez. Los cangrejos comienzan su vida como pequeñas larvas, desplazándose en corrientes oceánicas, expandiendo su territorio poco a poco a cualquier lugar que les resulte conveniente, como las ensenadas poco profundas aparentemente interminables y los estuarios de la isla de Vancouver. Pero no están en todas partes —todavía—. En la actualidad, el mar de Salish entre la isla de Vancouver y el continente está libre de cangrejos verdes. Pero dada la lejanía y complejidad de estos ecosistemas, es sumamente probable que se produzcan más brotes.
Se pueden mantener controlados si anticipamos su llegada con suficiente antelación. “Realmente se puede ver la diferencia”, comentó George. “Capturaremos menos cangrejos para finales de la semana, y la zostera (Zostera marina) ha comenzado a volver a aparecer en lugares donde colocamos trampas”.
Parece contradictorio, pero intentar eliminarlos por completo de un área establecida puede empeorar la situación. Investigadores de la Universidad de California en Davis (University of California, Davis) y otros individuos realizaron un experimento de 2009 a 2014 en la laguna Seadrift en Stinson Beach, California, donde colocaron tantas trampas que la cantidad de cangrejos verdes adultos disminuyó en un 90 por ciento. Pero luego la población explotó. Los cangrejos verdes son caníbales, y los adultos mantienen la población bajo control comiéndose a algunos de los más jóvenes. Las trampas solo capturan a los adultos, por lo que un puñado de jóvenes estaban listos para crecer grandes y fuertes. Si no podemos erradicarlos, tendremos que manejarlos para evitar las peores consecuencias. Eso significa atrapar a muchos cangrejos, pero no a todos.
La cuestión de qué hacer con los cangrejos una vez que son capturados es complicada. Son de baja rentabilidad pero comestibles, aunque Health Canada no los ha aprobado para el consumo humano. Algunas empresas de los Estados Unidos han tomado la postura de “si no puedes vencerlos, puedes comerlos”, con la intención de aumentar la demanda entre los restaurantes y los consumidores. Los críticos de este plan temen que crear un mercado rentable para los cangrejos del tamaño de una mano conducirá a una propagación intencional y no intencional.
Por el momento, la CRS los congela rápidamente en un congelador industrial inmenso. Posteriormente, los cangrejos son convertidos en fertilizante que puede ser utilizado por Ahousaht a su petición o ser enviado a vertederos.
Cuando le pregunté a nuestra capitana, Alex King, una científica y la gerente de proyecto regional de la CRS, si había escuchado que el whisky de New Hampshire estaba hecho de cangrejos, se rio. “Sí, todas las personas que conozco me han preguntado sobre eso”, señaló. “Es excelente para crear conciencia sobre el tema, y creo que hay mucho potencial para más cosas de ese tipo, pero la escala es muy pequeña. Tenemos que pensar en algo mucho más grande”.La CRS se ha vuelto una experta eficiente en la captura de cangrejos verdes europeos prácticamente sin captura incidental de especies no deseadas, pero en la organización no están equipados para convertir los cangrejos en fertilizante, alimento, carnada, whisky, bolsas de bioplástico o cualquier otro uso sugerido para los cientos de miles de cangrejos verdes que capturan. Pero hay una oportunidad para cualquiera que pueda hacerlo.Por ahora tenemos la obligación de manejar estos cangrejos a largo plazo. “Al menos son trabajos permanentes”, gritó el técnico de la CRS Joe Elley por encima del rugir de los motores mientras navegábamos de regreso a Tofino. Y no está equivocado.
The CRS has become efficiently expert at catching the European green crabs with virtually no bycatch of unwanted species, but they are not equipped to turn the crabs into fertilizer, feed, bait, whiskey, bioplastic bags, or any of the other suggested uses for the hundreds of thousands of green crabs they catch. But an opportunity is there for someone who can.
Por ahora tenemos la obligación de manejar estos cangrejos a largo plazo. “Al menos son trabajos permanentes”, gritó el técnico de la CRS Joe Elley por encima del rugir de los motores mientras navegábamos de regreso a Tofino. Y no está equivocado.
© Alert Diver — Q1 2024