La diabetes y el buceo

La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo no tiene la capacidad de producir o responder con eficacia a la insulina, una hormona que el cuerpo necesita para poder usar la glucosa (azúcar) presente en la sangre. Los individuos saludables mantienen la glucosa plasmática en un margen estrecho de 70 a 110 miligramos por decilitro (mg/dL) de sangre. Las personas con diabetes pueden experimentar fluctuaciones drásticas en la glucosa plasmática. La principal preocupación es que los niveles bajos de glucosa en sangre (hipoglucemia) pueden hacer que un individuo pierda el conocimiento. La elevación de la glucosa en sangre (hiperglucemia) a largo plazo puede provocar problemas circulatorios y comprometer la visión.

La incapacidad para producir insulina se conoce como diabetes tipo 1, o diabetes mellitus insulinodependiente (DMID). La producción insuficiente de insulina o la falta de sensibilidad de las células del cuerpo a la insulina se conoce como diabetes tipo 2, o diabetes del adulto. Los individuos con diabetes, especialmente la DMID, se han enfrentado a la exclusión de actividades durante las que la pérdida repentina del conocimiento podría suponer un riesgo significativo, como es el caso del buceo con aire comprimido.

Estudio de DAN sobre los niveles de glucosa plasmática y el buceo deportivo

Investigadores de DAN midieron la respuesta de la glucosa plasmática al buceo deportivo en adultos con DMID en comparación con un grupo de control de buzos sin diabetes. Los buzos con DMID habían tenido su diabetes al menos moderadamente controlada, sin complicaciones secundarias ni hospitalizaciones por irregularidades de la glucosa en sangre en los últimos 12 meses; además, comprendían la relación entre la glucosa plasmática y el ejercicio.

La mayoría de los buceos se realizaron en aguas subtropicales o tropicales desde embarcaciones de buceo de vida a bordo comerciales o embarcaciones que viajan por un día. La glucosa en sangre de los buzos debía estar por encima de los 80 mg/dL antes de cada buceo. Los buzos utilizaron monitores portátiles disponibles comercialmente para medir la glucosa plasmática mediante un pinchazo en el dedo. Los valores se registraron varias veces antes y después de los buceos.

Resultados

La variabilidad de los niveles de glucosa plasmática fue mayor en el grupo de buzos con DMID que en el grupo de control. En ninguno de los grupos se observaron síntomas ni complicaciones en relación con una hipoglucemia durante los buceos ni inmediatamente después de ellos, a pesar de algunos niveles bajos de la glucosa plasmática. Los buzos con DMID tomaron glucosa adicional antes de casi la mitad de los buceos. La glucosa plasmática después del buceo cayó por debajo de los 70 mg/dL después del 7 por ciento de los buceos del grupo con DMID (donde el valor más bajo fue de 41 mg/dL) y después del 1 por ciento de los buceos del grupo de control (donde el valor más bajo fue de 56 mg/dL).

Si bien los buzos con DMID no informaron una hipoglucemia sintomática inmediatamente antes, durante ni inmediatamente después del buceo, se produjeron casos no relacionados con el buceo. Los síntomas incluyeron náuseas, ansiedad, temblor, sensación de frío y dolores de cabeza. En varios casos, estos síntomas fueron lo suficientemente intensos como para despertar al buzo en medio de la noche. En 67 ocasiones anteriores al buceo y 17 ocasiones posteriores al buceo se observaron niveles moderados de hiperglucemia asintomática (superiores a 300 mg/dL).

Conclusiones

  • Los cambios en el nivel de glucosa plasmática en los buzos con DMID variaron de una elevación de 283 mg/dL a una caída de 370 mg/dL. La magnitud de cambio fue frecuentemente sorprendente para los buzos, que tenían experiencia en el manejo de la diabetes. Las personas con una DMID menos estable y aquellas que mantienen un control muy estricto regularmente pueden tener un mayor riesgo de hipoglucemia.
  • Una glucosa plasmática elevada puede aumentar la susceptibilidad a la enfermedad de descompresión o empeorar la enfermedad neurológica de descompresión.1 El simple hecho de elevar los niveles de glucosa para reducir el riesgo de que se produzca una hipoglucemia durante una inmersión puede no ser del todo inocuo.
  • A pesar de los casos ocasionales de niveles de glucosa plasmática de alrededor de 40 a 50 mg/dL, la falta de síntomas relacionados con la hipoglucemia en este estudio podría deberse a que los individuos no reconocieron ni informaron síntomas. Los buzos advirtieron y corrigieron niveles de glucosa en sangre equivalentes que experimentaron en otros momentos del día.
  • Los signos y síntomas asociados a la hipo o hiperglucemia pueden deberse a otras afecciones médicas, como hipotermia, náuseas por mareo y posiblemente enfermedad por descompresión.
  • Todos los buceos monitoreados fueron recreativos, con condiciones mínima o moderadamente estresantes en aguas tropicales o subtropicales. El estrés adicional vinculado al uso de equipo adicional o más complejo, condiciones del agua más intensas, perfiles de buceo más extremos o emergencias podría producir fluctuaciones más drásticas en la glucosa plasmática.
  • Este estudio solo contó con la participación de sujetos adultos. Los niños pueden correr un riesgo más alto debido a una mayor capacidad de distracción, una menor experiencia en la regulación de la glucosa plasmática y una predisposición fisiológica a una mayor variabilidad en los niveles de glucosa plasmática durante el ejercicio.2

La diabetes y el buceo seguro

  • Los síntomas de una hipoglucemia grave incluyen convulsiones y pérdida del conocimiento, que muy probablemente sean fatales si se experimentan bajo el agua.
  • No existe ninguna forma confiable de tomar un descanso durante un buceo como cuando se hace ejercicio en tierra. Las condiciones pueden cambiar rápidamente y convertir un buceo relajado con condiciones favorables en una situación físicamente exigente.
  • El manejo de una enfermedad grave es más difícil en áreas remotas.
  • La norma de los compañeros de buceo asume que ambos individuos pueden ofrecer ayuda a un compañero de forma rápida y adecuada. Si una condición médica preexistente afecta a uno de los dos, esta premisa puede no ser precisa.
  • La diabetes puede ser progresiva, y dicha progresión puede aumentar el riesgo durante el buceo.

Para más información, consulte Directrices para la diabetes y el buceo recreativo.

Neal W. Pollock, Ph.D., Donna M. Uguccioni, M.S., Guy de L Dear, M.B., FRCA

Referencias

1. Moon RE. Reanimación con líquidos, glucosa plasmática y control de la temperatura corporal. En: Moon RE, ed. Report of the Decompression Illness Adjunctive Therapy Committee of the Undersea and Hyperbaric Medical Society; 2003; Duke University, Durham NC: Undersea and Hyperbaric Medical Society; 2003: 119-128.

2. Asociación Americana de Diabetes. Diabetes Mellitus and Exercise. Diabetes Care 2002; 25(90001):S64-8.

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