La mayoría de los buzos saben que sus cilindros de buceo necesitan una inspección visual cada año y una prueba hidrostática cada cinco años (lo que se conoce como una reclasificación o hidro). Sin embargo, las reglamentaciones propiamente dichas para los cilindros y otros equipos de buceo son menos claras.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de los Estados Unidos clasifica el oxígeno como un medicamento cuando se administra a una persona lesionada o enferma. Requiere una rotulación específica y controles de producto y debe ser prescrito individualmente a alguien que sufra de alguna dolencia. Cuando se utiliza de manera incorrecta, el oxígeno puede causar daños a la salud de un individuo.
DAN tiene la visión de lograr que todos los buceos se desarrollen sin incidentes ni accidentes. Los avances en la capacitación, el equipo, las operaciones, las embarcaciones de buceo y las computadoras de buceo han mejorado la seguridad en el buceo considerablemente. No obstante, la seguridad de un buceo depende en gran medida de las prácticas del buzo.
El buceo tiene riesgos inherentes. El cuerpo humano no fue diseñado para estar bajo el agua, y el ahogamiento, la enfermedad disbárica, el barotrauma, las lesiones causadas por vida marina peligrosa y los problemas de salud preexistentes requieren una respuesta de emergencia. El buceo en áreas remotas introduce riesgos adicionales, especialmente el acceso a la atención médica.
Hay un arte mágico en mantener la atención de los buceadores el tiempo suficiente para transmitirles información crucial para su seguridad. Hablar de las cosas interesantes que verán es fácil, pero las sesiones informativas también contienen información vital que garantizará la seguridad de tus buceadores.
El desfibrilador automático externo (AED, por sus siglas en inglés) fue desarrollado como un dispositivo médico portátil y lanzado para su uso masivo en los años 60. El funcionamiento de los AED se ha vuelto más simple a lo largo de los años, y los dispositivos ahora están ampliamente disponibles para ser utilizados por proveedores no profesionales con una capacitación básica.
Cardiac arrest is a leading cause of death across the world, particularly in out-of-hospital settings, where timely recognition and response are critical to survival.