Isla del Coco

Tesoros y pura vida.

“PURA VIDA!” , exclamó nuestro guía de buceo, Sergio, con una sonrisa relajada. Ocho compañeros de buceo, Sergio y yo acabábamos de tener una experiencia increíble: un tiburón ballena de 10,6 metros (35 pies) de largo había nadado a unos metros por encima de nuestras cabezas en uno de los puntos de buceo más conocidos de la Isla del Coco, Costa Rica. Iba y venía de manera silenciosa, aparentemente despreocupado, como un fantasma moteado gigante deslizándose fuera de nuestra vista hacia las aguas de un color azul profundo.

Por desgracia, ninguno de nosotros capturó el momento con su cámara porque el tiburón ballena se nos acercó desde atrás mientras teníamos la mirada puesta en los tiburones martillo comunes que estaban frente a nosotros. No ayudó que estuviéramos ubicados lo más cerca del fondo que podíamos debido a la fuerte corriente y el intenso oleaje.

Pura vida vaya que sí! La frase “pura vida” es utilizada por los costarricenses para decir “relájate, está todo bien, la vida es pura y buena” —con el énfasis puesto en la palabra “pura”—. Tenía razón, por supuesto. Es posible que hayamos perdido una oportunidad de tomar fotografías, pero aun así tuvimos el encuentro y debíamos estar agradecidos de haber vivido la experiencia.

Ese fue mi séptimo viaje a este extraordinario lugar, que puede ser profundo y oscuro o brillante y azul, todo en el mismo día o incluso en el mismo buceo. Acababa de registrar mi buceo número 150 en el lugar. Mi pasión por la Isla del Coco es insaciable —era el primer día de mi viaje y ya estaba planificando otro—. 

Decir que bucear en la Isla del Coco es generalmente difícil es impreciso. Gran parte de los buceos pueden ser sencillos, pero algunos días las corrientes del mar abierto, la acción de las olas y el oleaje se combinan para poner a prueba los nervios de incluso los buzos más experimentados, en especial durante las lluvias monzónicas del verano boreal.

No es un lugar para buzos inexpertos, pero es un objetivo que vale la pena para un viaje de buceo en pináculos. Los puntos son profundos, y normalmente alcanzan los 30 metros (100 pies) o más. Los descensos y ascensos se realizan en aguas abiertas con una corriente, con la excepción de dos puntos que tienen cabos de amarre. El buceo a la deriva hacia el mar abierto con los guías y su grupo es una práctica estándar para el final de la mayoría de los buceos. Tener un buen control de flotabilidad es fundamental, y saber cómo lanzar una boya de superficie es una habilidad necesaria. La Isla del Coco es un lugar que desafiará sus habilidades, su equipo y su paciencia, pero si confía en los guías expertos y es perseverante, siempre (a la larga) cumplirá.

Todo sobre la Isla del Coco cautiva mi imaginación. Las oportunidades para ver y fotografiar vida marina son extraordinarias, continuas y diversas, en especial para vida pelágica. Los tiburones hacen pasadas muy cerca en todos los buceos, y hay al menos 12 especies bien representadas en estas aguas. Mantarrayas, rayas águila y rayas jaspeadas visitan el lugar regularmente, junto con tortugas marinas verdes y carey y tiburones ballena. Grandes bancos de jureles ojones y volantines habitan algunos puntos, y jureles gigantes cazan continuamente en las pendientes y las paredes del arrecife.

Si esos encuentros abundantes se vuelven monótonos, puede dedicar algunos buceos a localizar algunas criaturas endémicas maravillosas. Llevar su lente macro y buscar peces murciélago de labios rojos o el blénido de percebe de Coco es tiempo bien empleado. Desde luego, hay muchas otras criaturas, como pulpos, peces sapo gigantes, morenas gigantes y grandes bancos de meros y peces roncadores de colores brillantes.

Quizás los tesoros más importantes que nos llevamos son las cosas que aprendemos de nosotros mismos a través de la perseverancia y el compromiso que supone experimentar plenamente la Isla del Coco.

Si eso no es suficiente, puede ir mucho más profundo —muy por debajo de la zona fótica donde no penetra la luz solar—. Los visitantes de la Isla del Coco pueden unirse a un piloto y descender hasta los 457 metros (1.500 pies) en el submarino DeepSee, operado por el grupo Undersea Hunter, para visitar la vida marina más profunda del área. En las profundidades se puede ver tiburones tigre de arena y negros espinosos, lófidos, peces nariz de medusa y cangrejos de aguas profundas que nunca ven la luz del día.

Por último, pero no menos importante, están las vistas en la superficie: cascadas, arcoíris y aves marinas tropicales volando alto para buscar peces cebo y anidar, ver salir del cascarón a sus crías y alimentarlas sobre islotes rocosos azotados por el viento. La fauna del bosque tropical, verde y exuberante es espectacular si está dispuesto a hacer senderismo. Para los observadores de aves, la Isla del Coco tiene un pinzón endémico, un cucú, una reinita y un papamoscas. Es como si un gigantesco acuario de aguas azules convergiera con parte del Gran Cañón y un parque de aves y surgieran de forma conjunta, cubiertos de verde, en el medio del océano Pacífico oriental.

HÚMEDA, REMOTA Y SALVAJE

Esas tres palabras describen la Isla del Coco a la perfección, que tiene 555,6 kilómetros (300 millas náuticas) de mar abierto entre ella y la ciudad portuaria de Puntarenas, Costa Rica —un viaje de ida en barco de unas 36 horas si las olas, las mareas y las corrientes colaboran—. Si no es así, sosténgase, tome algo para los mareos y váyase a la cama.

Es posible que reconozca la isla al visualizarla; hizo su debut teatral en 1993 como la mítica Isla Nublar de Jurassic Park. Si la visita durante la estación de lluvias, de junio a octubre, puede esperar ver impresionantes bancos de tiburones martillo comunes. Si bien ese es el mejor momento para verlos, es posible que piense que los más de 762 centímetros (300 pulgadas) de lluvia que caen en la Isla del Coco cada año cayeron sobre usted en unos pocos días. Toda esa agua se precipita sobre esta diminuta masa de tierra y luego cae en forma de cascada desde los altos acantilados en una de las más de 200 cataratas de la isla —algunas de las más grandes caen cientos de metros hacia enormes pozas de agua dulce que son ideales para nadar—.

EL BUCEO EN LA ISLA DE COCO

La isla del Coco se convirtió en un parque nacional y área de conservación costarricense en 1978, un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1997 y agregó la designación de sitio Ramsar de la UNESCO como humedal de aves protegido en 1998. El parque cubre más de 2.020 kilómetros cuadrados (780 millas cuadradas) y cuenta con más de 20 puntos de buceo identificados. Los operadores de buceo programan todos los buceos con la oficina central del parque en Chatham Bay para garantizar que en cada punto haya un solo grupo a la vez; para una mayor protección de los recursos, todos los divemasters deben tener una autorización del servicio de parques.

La mayoría de las embarcaciones de buceo planifican al menos un buceo por día en uno de los tres puntos alrededor de la pequeña Isla Manuelitacerca de la isla principal y Chatham Bay. Manuelita tiene un poco de todo, incluso uno de los puntos más sencillos: Jardín de coral ManuelitaComienza a poca profundidad y el mejor buceo tiene lugar entre los 12 y los 21 metros (40 y 70 pies). Hay peñascos salpicados en el sustrato rocoso que sirven como puntos de congregación para bancos de soldados azotados y pargos de rayas azules. Las rocas terminan a aproximadamente 18 a 21 metros (60 a 70 pies) y el fondo tiene solo escombros y arena. Durante el día, tiburones de arrecife de puntas blancas yacen en el fondo en ese punto de transición.

Canal Manuelita se extiende de este a oeste entre la isla principal y Manuelita. Los buceos comienzan en una estación de limpieza externa de tiburones martillo y luego continúan en dirección al canal a la vuelta de la esquina hacia el este. El fondo arenoso al inicio está cerca de los 30 metros (100 pies), por lo que permanecer a menor profundidad a lo largo de la pendiente pronunciada de la isla y alternar entre las superficies de las rocas le permite tener más tiempo de fondo y ver bien las criaturas que se desplazan por el canal. Siempre hay tiburones tigre patrullando junto con tiburones martillo y rayas águila, y mantas y tiburones ballena pasan por el estrecho espacio de vez en cuando. La corriente puede ser muy fuerte en el medio del canal, por lo que se recomienda mantenerse de frente a la isla y alejado del centro.

Pendientes pronunciadas y llenas de rocas orientadas hacia el mar y el oeste constituyen Manuelita ExteriorLas profundidades pueden superar fácilmente los 30 metros (100 pies), pero las atracciones principales —las tres estaciones de limpieza que frecuentan tiburones martillo comunes— están a menor profundidad, entre los 21 y los 24 metros (70 y 80 pies). Mientras espera en la estación de limpieza con la esperanza de ver a los tiburones hacer pasadas muy cerca, es fundamental permanecer agachado, preferentemente detrás de las rocas, y al menos a 1,5 a 3 metros (5 a 10 pies) de distancia del punto donde los pequeños peces mariposa barberos de color amarillo y plateado marcan el área como conos viales de un lavado de automóviles para tiburones. Nadar a través de una estación de limpieza activa ahuyentará a los tiburones, así que mire a su guía de buceo para ver las señas manuales que hace para indicarle dónde debe ubicarse en el mejor lugar para ver la actividad. Luego relájese, respire lentamente y disfrute del espectáculo.

En Roca Sucia una roca baja de aproximadamente 15 metros (50 pies) de largo se proyecta unos 3 a 4,6 metros (10 a 15 pies) sobre la superficie. Su apariencia sucia es el resultado de la gran cantidad de aves que la frecuentan. La principal área de limpieza a lo largo de la ladera sur comienza a unos 27 metros (90 pies) y tiene una pequeña boya de superficie. Este punto está bien alejado de la costa, por lo que debe tener cuidado con las fuertes corrientes. Bancos de tiburones martillo, delfines nariz de botella alimentándose, rayas águila, montones de rayas jaspeadas y un enorme banco de jureles ojones hacen de este uno de los puntos de buceo más concurridos de la Isla del Coco. Un pináculo doble en el lado oeste se eleva desde aguas profundas hasta los 18 metros (60 pies). Es una corta distancia a nado desde la roca principal y puede ser un gran punto de ventaja cuando le quede poco tiempo de fondo en la estación de limpieza profunda.

Uno de los mejores puntos para ver grandes tiburones de Galápagos es Punta Maríaque está más alejado en la costa oeste de la isla, apenas mar adentro, a un poco menos de un kilómetro (media milla) de dos penínsulas rocosas. Allí puede haber una corriente, pero el punto tiene un cabo de amarre, lo que resulta útil para descender. Una meseta rocosa algo plana comienza a aproximadamente 24 metros (80 pies), desciende hacia un canal de arena mucho más profundo y luego se eleva nuevamente del otro lado hasta aproximadamente 27 metros (90 pies). El borde en el lado de 27 metros (90 pies) es el mejor lugar para quedarse inmóvil cerca de la periferia y observar grandes tiburones de Galápagos, martillo comunes y, a veces, tigre patrullando por la cresta junto a usted. A una corta distancia a nado hacia el oeste hay tres pináculos, cuya cima es ideal para hacer paradas a una profundidad intermedia a unos 17 a 18 metros (55 a 60 pies). Puede observar la acción de tiburones desde arriba y ver grandes bancos de pargos de rayas azules y candiles de lo alto.

En el extremo oeste de la Isla del Coco encontrará dos de los puntos más inmaculados y diversos para observar vida marina en la isla. Los dos puntos son llamados conjuntamente Dos Amigosy ambos son grandes rocas que sobresalen muy por encima de la superficie y que algunas especies de aves marinas usan como áreas de anidación. Los puntos están cerca el uno del otro, y Grandes Dos Amigos es la más grande de las dos. El gran arco tipo pasadizo en Big Dos es una de las características submarinas más interesantes de la isla. Comienza en el lecho arenoso a una profundidad de 33 metros (110 pies) en el lado sur, con el límite superior que alcanza los 21 metros (70 pies). Su espesor es, con facilidad, el doble. Rayas jaspeadas se desplazan por las secciones arenosas debajo del arco, con grandes bancos de burros bacocos y pargos de rayas azules merodeando cerca de las entradas y las paredes internas. Las rayas águila lo usan como atajo para llegar al otro lado del islote.

Fuera del arco, delfines nariz de botella y tiburones ballena, tigre y de Galápagos nadan en el perímetro de la roca. Pequeño Dos Amigos está un poco más alejado de la costa y al oeste de Big Dos. Tiene una pared empinada en el lado sudeste accidentado frente a las olas y una pendiente aterrazada en el otro lado que es perfecta para acomodarse en el oleaje para observar a los tiburones martillo que entran y salen de sus estaciones de limpieza activas. La corriente tiende a bifurcarse en la estación de limpieza del noroeste a unos 26 a 27 metros (85 a 90 pies), que es la más concurrida por tiburones martillo, mientras que los tiburones de Galápagos suelen preferir la otra estación apenas más profunda situada más hacia el oeste. Allí también podrá ver tiburones sedosos, de puntas negras y ballena con frecuencia. 

Alcyone es uno de los mejores puntos de buceo del mundo. Es un monte submarino pequeño y aislado cerca de la costa sur de la isla. Si mira hacia arriba desde sus puntos altos a 27 metros (90 pies) de profundidad, podrá ver las siluetas de cientos de tiburones martillo comunes nadando en lo alto en las intensas corrientes. Hay un cabo de amarre que es fundamental para descender, en especial cuando la corriente es fuerte. Allí se han desarrollado dos estaciones de limpieza, lo que permite a los buzos acercarse a los tiburones martillo para disfrutar de uno de los mejores encuentros que tendrán en su vida. Rayas jaspeadas descansan en las áreas de arena, morenas y pulpos se deslizan en las fisuras y grietas y enormes bancos de pargos de rayas azules se congregan en el lado de sotavento, alejados de la corriente y justo debajo y más allá de los puntos altos. Normalmente aquí se puede ver rayas águila, al igual que tiburones de Galápagos y de arrecife de puntas blancas. Mantas y tiburones ballena hacen apariciones breves con frecuencia.

LOS TESOROS DE LA ISLA DEL COCO

La isla es el hogar de tesoros históricos, ya que piratas y corsarios escondían sus botines allí hace siglos. En la actualidad, los guardaparques del Servicio de Parques Nacionales de Costa Rica (Costa Rican National Park Service) luchan contra la pesca ilegal. Su tarea es proteger la isla de piratas pescadores de la era moderna que intentan saquear sus verdaderos tesoros: las muchas criaturas pelágicas que visitan estas aguas y que viven en ellas. Por supuesto, me encantaría encontrar algunos doblones españoles —¿quién no querría?—. Pero lo importante respecto a la vida marina es la experiencia, incluso cuando volvemos a casa con fotos y videos.

Quizás los tesoros más importantes que nos llevamos son las cosas que aprendemos de nosotros mismos a través de la perseverancia y el compromiso que supone experimentar plenamente la Isla del Coco. Quedará como un recuerdo inolvidable en el camino de su vida dondequiera que vaya. ¡Pura vida! AD

EXPLORE MÁS

Vea más de la fascinante Isla del Coco en una galería de fotos complementaria y en estos videos.

© Alert Diver - Q4 2022