TRAS REALIZAR MILES DE BUCEOS since I started in 1964, primarily off the coast of North Carolina, the shipwrecks and dive profiles there are familiar. Overall conditions couldn’t have been much better on this particular day — calm, clear seas with barely a current. We planned on two reverse profile decompression dives at an offshore location. Since I dive a lot each season, I carry two dive computers — one set to my actual breathing gas mixture of 30 percent nitrox and the other set to 21 percent air, which I follow for a more conservative decompression.
Mi ascenso fue normal, e hice una parada de seguridad antes de ascender a la superficie. Después de subir la escalera, regresar a la embarcación y quitarme el equipo, sentí una presión en la parte superior del esternón y el pecho. Me enjuagué con agua dulce y me quité el traje de neopreno, pero la sensación no desapareció. Lo que sentía se asemejaba a una enfermedad por descompresión (EDC) que había tenido en 1990, por lo que empecé a pensar que había vuelto a suceder.
Comencé a respirar oxígeno al 100 por ciento de inmediato con una máscara de no-reinhalación. La sensación en el pecho desapareció en pocos minutos, pero empecé a sentir un cosquilleo en la parte inferior de la pierna derecha y, a continuación, en la pierna izquierda. Continué respirando oxígeno durante el viaje de regreso a la costa, lo que ayudó a aliviar el cosquilleo en mis piernas. En la costa empecé a tener problemas para caminar y me sentí muy tambaleante. Mi siguiente paso fue llamar a la línea de emergencias de DAN.
Le describí lo que estaba sucediendo al miembro del personal médico, quien me aconsejó que fuera a la sala de emergencias local para que me revisaran, especialmente para detectar si había algún problema cardíaco ya que había sentido presión en el pecho. Si bien vivimos a cuatro horas de la cámara hiperbárica de la Universidad Duke (Duke University) y quería dirigirme directamente hacia allí, entendí que la sala de emergencias más cercana era un primer paso necesario.
La sala de emergencias no estaba muy concurrida esa tarde. El médico escuchó mis síntomas y comprendió que quería ir a la cámara. Se comunicó con la línea de emergencias de DAN y habló con el miembro del personal médico, que lo contactó con la cámara de Duke, y coordinaron lo que sucedería a continuación. Mi única crítica a la sala de emergencias fue que me colocaron una cánula nasal en lugar de una máscara de no-reinhalación, pero me la cambiaron por la máscara de inmediato cuando se los pedí. Ser tu propio defensor como paciente es importante.

Incluso cuando utilice una configuración conservadora en su computadora de buceo, recuerde que solo predice su carga de gas inerte y estrés descompresivo. Siempre cumpla con sus obligaciones de descompresión y maneje con seriedad cualquier síntoma que se presente durante el buceo.
Getting to Durham seemed to take a long time, but in retrospect it went as smoothly as possible. The tests indicated I was likely suffering from spinal DCS, which explained why my legs were affected. The ER doctor told me they were arranging helicopter transport, which would fly low to avoid altitude exacerbating my symptoms. After a short weather delay, the helicopter from Duke Life Flight got underway and arrived just before 11 p.m. The kind, professional crew packaged me up on their stretcher and briefed me on the flight. It took just over an hour to reach the ER at Duke Medical Center. While underway, my family could view the helicopter’s flight path on their phones, so my daughter watched it fly by in the distance as it passed near her house.
Al llegar a la sala de emergencias de Duke, me ingresaron, me examinaron y me transfirieron a la cámara hiperbárica en una hora. Mi primera sesión de cámara fue un tratamiento con la tabla 6 estándar de la Marina de los Estados Unidos. Cuando eso finalizó temprano a la mañana, me liberaron por unas horas antes de una segunda sesión más corta después del almuerzo.
To be thorough, the doctor ordered an MRI that evening to evaluate the area where the DCS hit affected me. I had a third chamber ride — the shortest yet — the following day, along with seven other patients receiving medical hyperbaric treatment. I was impressed with the hyperbaric capacity and capability available at Duke. The chamber I was in that morning could accommodate eight patients and two attendants. After the third ride, the dive doctors released me. My symptoms were about 85 percent resolved by then, which the doctors assured me was normal. They said I would see continued improvement over the following weeks and months.
My first dive was to 70 feet, and I got DCS on the next day’s dive to 110 feet. I followed my computers, utilizing the extra cushion that my air computer provides. I could have been a bit dehydrated, and I have some arthritis in my lower back (which the MRI confirmed). Other than that, it’s hard to pinpoint why I got bent.
La cobertura contra accidentes de buceo de DAN ha sido algo imprescindible para mí desde poco después de tener mi primera experiencia de EDC en 1990. En ese entonces, mis síntomas desaparecieron con oxígeno, pero me preocupé lo suficiente para pedir que me revisaran en Duke. Para cuando lo hice, ya habían pasado 48 horas, y era demasiado tarde para la cámara.
En 2022 no dudé en comenzar a respirar oxígeno, y estuve en la cámara dentro de las 14 horas desde la aparición de los síntomas. Espero seguir mejorando, y tengo una evaluación de seguimiento en unos meses.
DAN was pivotal in streamlining the process. They explained the situation, coordinated everything with the local ER, and got me where I needed to be. Considering the circumstances, my experience with DCS couldn’t have gone more smoothly because DAN was there for me. AD
© Alert Diver — Q3 2022