Por más de cinco años, buzos y científicos a lo largo de la costa oeste de los Estados Unidos han observado un desastre desarrollarse ante sus ojos. Primero fue la desaparición de estrellas de mar, en especial estrellas girasol, casi de la noche a la mañana, lo que luego dio lugar a una explosión de la población de erizos púrpuras de los que las estrellas de mar se alimentan. Las hordas de erizos arrasaron con bosques enteros de kelp gigante.
"Cuando empecé a bucear en Point Lobos [California] alrededor de 2013, era un bosque de algas sano y exuberante", dijo Tristin McHugh, voluntario de un grupo de monitoreo en ese momento. "La primera semana, todo tenía un aspecto precioso. La segunda semana vimos estrellas de mar fundiéndose en el fondo marino. Fue una de las cosas más locas que he visto nunca".
Una tormenta perfecta de factores estresantes
Las estrellas de mar girasol fueron víctimas de una enfermedad fulminante que acabó con aproximadamente el 90% de la población mundial en 2013. Siete años después, los científicos no ven signos de recuperación. La costa occidental experimentó un intenso calentamiento de los océanos entre 2014 y 2017, y en 2015 los buceadores empezaron a ver erizos: vastas franjas cubiertas de montones de criaturas espinosas y poco más.
"Hay múltiples factores de estrés implicados, y es muy difícil determinar qué factor desempeñó qué papel en el colapso del bosque de algas", afirma Laura Rogers-Bennett, científica del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California y del Laboratorio Marino Bodega de la Universidad de California en Davis. "Hemos perdido cerca del 95% del bosque de kelp toro, y esto no es sólo un ciclo natural. En el pasado hemos tenido años malos para el kelp, pero a menudo han seguido años buenos. Nunca hemos visto cinco años seguidos sin algas toro".
El kelp gigante completa su ciclo de vida dentro de un solo año, formando esporas en el otoño boreal que germinan en las fases masculina y femenina que producen huevos y esperma. Los huevos fertilizados se convierten en plantas que pueden alcanzar una altura de hasta 17 metros (55 pies) para principios del verano boreal.
"Los bosques de algas fluctúan en tamaño, forma y ubicación", explica McHugh, ahora investigador de The Nature Conservancy (TNC). "Pero estas pérdidas fueron rápidas y graves. Fue como talar un bosque y convertirlo en un aparcamiento".
El calentamiento de los océanos conlleva un mayor riesgo de brotes infecciosos en general, observó Drew Harvell, profesor de biología de la Universidad Cornell (Cornell University). La enfermedad de las estrellas de mar afectó a aproximadamente 20 especies diferentes, pero las estrellas de mar girasol fueron las que murieron más rápido y en mayores cantidades. Los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA) muestran que entre 2013 y 2015 estas estrellas de mar desaparecieron por completo de las costas de California y Oregón y su población disminuyó un 99 por ciento cerca de Washington. En 2016, en casi 700 redes de arrastre, la NOAA no pudo encontrar ni una sola estrella de mar girasol. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (International Union for Conservation of Nature, UCN) agregó la especie a su Lista Roja como especie en grave peligro en diciembre de 2020.
"Estas estrellas de mar eran tan comunes como los petirrojos", dijo Harvell. "En una inmersión, siempre se veían estrellas de mar girasol. Es justo decir que no tenemos ni idea de dónde procede la enfermedad, ya que ni siquiera estamos seguros de qué patógeno es el responsable". Añadió que es probable que se trate de un nuevo patógeno, ya que más de 20 especies se vieron afectadas de forma tan catastrófica.
Con aproximadamente 1 metro (3,3 pies) de diámetro y con 15 a 24 brazos, las estrellas de mar girasol son depredadores clave. Su disminución rápida y generalizada y la subsiguiente pérdida del kelp tienen graves consecuencias en el ecosistema. Los ecosistemas de bosques de kelp saludables son más productivos que el bosque tropical del Amazonas y proporcionan zonas de reproducción para más de 1.000 especies.
Recuperación del kelp gigante
Los científicos afirman que es muy poco probable que el kelp gigante se recupere sin ayuda, por lo que hay esfuerzos de restauración en marcha en toda la costa oeste. El primer paso crucial es resolver el tema de los erizos.
Varios proyectos recurren a pescadores comerciales y voluntarios para retirar o destruir los erizos. En lugares concretos de la costa de California, cualquier buceador con una licencia de pesca válida puede retirar cantidades ilimitadas de erizos rojos y morados. Reef Check, el Proyecto de Restauración de Algas Gigantes y otras organizaciones trabajan para ampliar las zonas que permiten este proceso. En el puerto de Noyo, donde se paga a los pescadores comerciales por eliminar erizos de una zona de restauración de 10 acres, la densidad se ha reducido a uno por metro cuadrado, pero no parece ser lo bastante baja para la recuperación del kelp, dijo Dan Abbott, Director Regional de California Central de Reef Check.
Las personas implicadas en estos proyectos subrayan que la idea no es eliminar todos los erizos, aunque eso fuera posible. "Sería mejor encontrar un modo de devolver el equilibrio a la naturaleza", afirma Harvell. "Los erizos no son una especie invasora. Normalmente pensamos en ellos como una parte sana del ecosistema".
Otra clave para la restauración es una fuente de esporas de algas. Los tres lugares de restauración de Reef Check en el condado de Mendocino (California) tienen rodales de algas toro en sus proximidades. TNC está desarrollando un banco de esporas que podría ayudar a restaurar los bosques de algas y está evaluando métodos de cultivo y plantación silvestre.
El paso final es recuperar a las estrellas de mar.
Los Laboratorios Friday Harbor de la Universidad de Washington, con el apoyo de TNC, han producido un pequeño número de estrellas girasol en cautividad. Los investigadores no pueden liberar las estrellas de mar hasta que cambien las condiciones, dijo Harvell, pero el éxito de la cría es un paso importante.
Los científicos también están preparando nuevos estudios sobre la causa de la enfermedad de desgaste y la resistencia a la misma. "La estrella del girasol no es resistente, pero otras especies lo hacen muy bien", afirma Harvell. "Queremos saber qué hay en sus sistemas inmunitarios que les permite prevalecer".
Según Rogers-Bennett, la situación exige un planteamiento de "manos a la obra". "Necesitamos soluciones creativas para los erizos y la resiembra. Necesitamos trabajar en la genética del alga, la salud del banco de esporas y si aún tenemos uno".
Las lecciones aprendidas de los esfuerzos de restauración en los Estados Unidos podrían ayudar con la pérdida del kelp en Australia, Noruega, Chile y otros lugares del mundo.
Los buzos pueden ayudar ofreciéndose como voluntarios para proyectos en los que se eliminan erizos o se monitorean puntos de restauración. Los individuos pueden apoyar los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono e informarse sobre su huella de carbono.
"Los buceadores están en una posición única para saber lo que ocurre con las algas", afirma Rogers-Bennett. "Mucha gente mira el agua y no se da cuenta de que falta todo un bosque de algas bajo la superficie. Podemos comunicar esta historia a quienes no bucean".
Para obtener más información, visite Reef Check en reefcheck.org/california-program y Giant Giant Kelp Restoration Project en g2kr.com. Para firmar una petición para permitir la extracción de más erizos, visite g2kr.com/urchin-removal-petition.
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Obtenga más información sobre el Proyecto de Restauración de Algas Gigantes y las estrellas de mar girasol, en peligro crítico de extinción, en estos vídeos.
© Alert Diver - Q2 2021