Fotografía submarina en cuevas

La buceadora de cuevas Alex K.S. Fraser se desplaza con su DPV por el cenote Tortugas cerca de Tulum, México.

MIENTRAS FLOTABA EN LA SUAVE OSCURIDAD de una cueva inundada, un túnel que se alejaba de mí llamó mi atención. Como un sendero de montaña, el pasaje ofrecía vistas espectaculares, desafíos físicos y júbilo. Al exhalar en el agua sentí una disolución de mi yo —una sensación común entre los senderistas, escaladores y otros buscadores de aventuras—. El paisaje tomaba el control, mi mente estaba clara y estaba en paz. Mi objetivo como fotógrafa es transmitir esa sensación en una foto. No diría que he dominado transmitir emociones a través de imágenes, pero creo que me estoy acercando con cada foto que tomo. 

Podría caracterizarme como una fotógrafa intuitiva en lugar de una técnica. Mis procesos han evolucionado en torno a qué se ve bien en la pantalla LED de mi cámara en lugar de lo que la mayoría de los profesionales considerarían una foto técnicamente excelente. En mi defensa, aprendí a fotografiar cuevas sobre la marcha. No tenía ningún conocimiento sobre configuración de cámaras y nunca había usado una cámara digital en tierra. Tomé mis primeras fotografías reales a través de una caja estanca submarina y capturé mi primera portada de revista con la configuración automática de la cámara. Aprendí sobre la marcha y desarrollé métodos que difieren de los de los fotógrafos capacitados. Si bien hoy en día trabajo con una configuración manual, aún sigo usando otras técnicas de fotografía con convencionales (o algunos dirían incorrectas). 

¿Pero qué está bien y qué está mal en el arte? Tomo fotografías para mí y mi placer personal. Si una foto provoca una respuesta emocional cuando la miro, la considero un éxito —incluso si los bordes son suaves, tiene un poco de ruido o el enfoque no es perfectamente nítido—. Si la imagen le da al espectador un vistazo de mi mundo y cómo veo las cuevas, mejor aún. Así que a continuación les contaré cómo hago todo “mal”, exactamente como me gusta. 

Adam Hanlon se sumerge en el Jardín Chino
Adam Hanlon bucea en Chinese Garden en el cenote Tajma Ha al sur de Playa del Carmen.
Arielle Ginsberg flota bajo la superficie
Arielle Ginsberg se desplaza debajo de la superficie en Taak Bi Ha al norte de Tulum.

Paso uno: eliminar las luces a bordo y las luces estroboscópicas

Trabajo con luces de video completamente fuera de borda. Las luces a bordo iluminan el frente, lo que puede ser deseable si el fotógrafo quiere mostrar una característica en el suelo o el techo o iluminar intensamente la cara del modelo y el equipo. 

Mi objetivo en la fotografía no es el arte del retrato, sino un tipo de fotografía de paisajes que incluya a un buzo para tener una idea de escala. Para mostrar la tridimensionalidad de los túneles, muevo todas las luces hacia adelante y lejos de mí, permitiendo así que la oscuridad se deslice hacia los bordes de la escena y produzca una viñeta natural. Básicamente ilumino la cueva y a los modelos como un decorado teatral.

Los sensores esclavos y las luces estroboscópicas en la cámara del fotógrafo pueden disparar luces estroboscópicas fuera de borda. Es posible usar luces estroboscópicas fuera de borda de manera muy similar a las luces de video fuera de borda, pero la presencia de una luz estroboscópica a bordo ilumina el frente en la mayoría de los casos, lo que disminuye el sentido de profundidad y pierde la delicada danza de sombras en la escena. 

La desventaja de eliminar las luces estroboscópicas es que normalmente producen una luz mucho más potente que las luces de video. Como las luces estroboscópicas solo están encendidas al disparar, por lo general permiten un tiempo de disparo más prolongado que las luces de video antes de quedarse sin batería. Aun así, uso luces de video Keldan 8M CRI96 de 8.000 lúmenes y 8XR CRI86 de 20.000 lúmenes con el control remoto RC1 para su ajuste. Esta configuración da lugar a una escena más oscura que cuando se usan luces estroboscópicas, lo que me lleva a la siguiente pieza del rompecabezas.


Paso dos: usar una cámara con poca luz y llevar la configuración al límite

Mi cámara es una Sony A7S III, probablemente una de las mejores cámaras con poca luz de su generación. La Sony A1 probablemente sería un paso más respecto a mi cámara para la fotografía. La A7S III es una cámara full-frame de 12 megapíxeles, así que lo que pierde en resolución, lo gana en rango dinámico —el rango de tonos desde las tonalidades claras más claras hasta las tonalidades oscuras más oscuras—. Esta cámara me permite capturar detalles en las sombras y la oscuridad, insinuaciones de texturas y formas que proporcionan un nivel de detalle realista e interesante al frente sin sobreiluminarlo. 

La A7S III tiene la capacidad de capturar imágenes casi sin ruido con un valor ISO 12.800. Con este valor, generalmente puedo elevar la exposición de fotos RAW en Lightroom a +1.00 o +1.50 sin ningún ruido, y a aproximadamente +2.00 tengo un poco de granulado que no se ve en imágenes de 27,94 x 43,18 centímetros (11 x 17 pulgadas). He experimentado con valores ISO incluso más altos y descubrí que puedo usar un valor ISO de hasta 20.000 sin ruido molesto, aunque el nivel de ruido aceptable en una foto probablemente es una cuestión de gusto. No he probado muchas otras marcas de cámaras, pero imagino que la mayoría puede tolerar un valor ISO más alto de lo que utilizan la mayoría de los fotógrafos. Aliento a los fotógrafos de cuevas a experimentar con los valores ISO, romper las reglas un poco y ver qué pueden manejar sus cámaras. 

La velocidad de obturación también es importante. Los fotógrafos de cuevas que intenten este tipo de fotografía deben minimizar su velocidad de obturación. Mi velocidad de obturación favorita es 1/30 segundos, lo que puede parecer una locura. Sin embargo, con habilidades de buceo apropiadas y un modelo estable, obtengo imágenes bien enfocadas y sin ningún desenfoque. Recuerde, no estoy persiguiendo peces en estas fotos —tengo buenos modelos que permanecerán completamente inmóviles por el tiempo que necesite—.

Finalmente, uso el puerto de conversión de gran angular Nauticam (WACP1). Esta enorme y pesada cubierta tipo domo genera imágenes de 130 grados extremadamente nítidas cuando fotografío con una lente de kit Sony de 28-70 mm. Con esta configuración, normalmente trabajo con una apertura f/4 a f/5.6 y obtengo imágenes bien enfocadas con un buen sentido de tridimensionalidad. 

Esta combinación de valores parece inusual para la mayoría de los fotógrafos, y definitivamente no es estándar. Pero tampoco lo es el entorno de las cuevas ni mi estilo de iluminación. Esta configuración, combinada con mi equipo fotográfico, me permite eliminar las luces estroboscópicas y alejar las luces de la cámara, y me gusta como se ve. 

Stephanie Lee no monta una restricción apretada
Stephanie Lee se quita el tanque para pasar por un espacio muy limitado en Nai Tucha cerca de Tulum, México.

Paso tres: colocación de las luces

La decisión de un fotógrafo respecto de la colocación de las luces es donde emerge la destreza de este estilo de fotografía en cuevas. Con la configuración elegida para maximizar la exposición, utilizo la ubicación e intensidad de las luces para ejecutar mi visión de la cueva. 

Trabajar con un asistente de iluminación es el método más sencillo y eficiente de iluminación fuera de borda, por lo que se lo recomiendo a la mayoría de los fotógrafos de cuevas. Ubicar al asistente de iluminación justo detrás del modelo con la luz de video apuntando directamente a la cámara es un esquema clásico que siempre garantiza buenos resultados. Crea un efecto de halo brillante y hace que las burbujas de la parte superior brillen y que la cueva resplandezca. Un asistente de iluminación también puede dirigir la luz al modelo desde arriba o el costado dependiendo de cuál sea el efecto deseado. 

Tener un asistente de iluminación significa una menor carga de trabajo que cuando colocamos las luces nosotros mismos y reduce las posibilidades de dañar el delicado entorno de la cueva. Recuerde que el impacto ambiental es malo para la cueva y levanta el limo, lo que destruye la mayoría de las imágenes. Es fundamental que el modelo, el asistente de iluminación y el fotógrafo eviten levantar el limo, algo que es mucho más difícil de lo que parece. 
El método más difícil de colocación de luces es ubicarlas en puntos clave por toda la cueva, lo que consume mucho tiempo y puede causar un impacto significativo en el entorno de la cueva si no se hace correctamente. Después de una sesión fotográfica, no debe haber ninguna evidencia de la presencia de un fotógrafo. Al colocar o quitar luces es primordial evitar dejar marcas en el sedimento o romper trozos de roca delicados. 

No obstante, prefiero colocar las luces a usar un asistente de iluminación, porque quiero tener un control total sobre la escena. La desventaja es que mis sesiones fotográficas no son eficientes. La mayor parte del tiempo mis modelos quedan flotando y aburridos mientras yo muevo meticulosamente hasta nueve luces de aquí para allá. No puedo describir cómo decido dónde colocar las luces o determinar los ángulos. Normalmente, al llegar a un lugar interesante, mi cerebro se vuelve loco y puedo ver exactamente dónde deben ir las luces. Uso una combinación de luces apuntando a la lente, siempre lejos de la cámara, y perpendicular a la escena.

Animo a los fotógrafos a usar luces fuera de borda para experimentar con diferentes efectos, pedirle al asistente de iluminación que pruebe distintos ángulos y que mueva las luces a diferentes lugares (con la conservación en mente) dentro de una sola escena para ver qué se ve mejor. 

Paso 4: experiencia en cuevas y seguridad

Una parte integral de ser un fotógrafo de cuevas exitoso es sobrevivir a la experiencia. Nadie quiere que sus fotografías de cuevas sean utilizadas en su informe de análisis de un accidente, pero lamentablemente esto sucede con frecuencia. Hasta hace aproximadamente dos años, todas las muertes de buceo en cuevas en México de las que había oído hablar incluían cámaras de una manera u otra. Las cámaras son una distracción y suponen una carga de tareas, y mi conjetura es que la mecánica de la captura de imágenes dio lugar a errores de navegación en la mayoría de los casos. La experiencia y la seguridad en cuevas son cruciales. 

Como fotógrafa de cuevas, sería hipócrita si les dijera a las personas que no tomaran fotografías en cuevas. Pero tengo más experiencia en buceo en cuevas de México que la mayoría de los buzos de cuevas, así como también que la mayor parte de los fotógrafos de buceo en cuevas. Trabajo profesionalmente como instructora de buceo en cuevas, buceo en cuevas casi todos los días y he vivido en México durante 17 años. Sin ese nivel de experiencia, ¿cómo puede alguien capturar fotos de cuevas maravillosas de manera segura?

Deberá familiarizarse con la cueva y el área en el ámbito de la cueva que decida fotografiar. Un buceo de exploración le permitirá considerar cómo iluminará la escena y posicionará a su modelo. Puede brindar un informe sobre la sesión fotográfica antes del buceo e incluso diagramar su idea para que la sesión sea eficaz y eficiente. La familiaridad con el lugar donde se capturarán las imágenes también es fundamental si se desorienta durante la sesión. Todos los buzos del equipo deben poder reconocer dónde se encuentran y saber cómo salir en cualquier momento del buceo.

Procure tener a un buzo de seguridad en sus sesiones fotográficas, en especial si no es un buzo de cuevas de tiempo completo. Desde luego, debe controlar su mezcla respiratoria regularmente, mantener su sentido de conciencia y dirección en relación con la línea y estar atento al entorno para evitar romper formaciones delicadas o dañar el sedimento. Pero todos podemos cometer errores, y resulta útil tener a un buzo cuya única responsabilidad sea garantizar que el fotógrafo y el modelo estén a salvo y no dañen el entorno. 

Recuerde que las técnicas y los protocolos de buceo en cuevas son lo más importante. Llevar una herramienta que es una distracción y supone una carga de tareas a una cueva no justifica romper los protocolos estándar de buceo en cuevas. Al tomar fotografías, los buzos deben ser más estrictos sobre la seguridad en cuevas, no menos. La fotografía no justifica perder el contacto visual con la línea de guía, bucear más allá de su presión de giro o directamente no colocar una línea de guía. 

Además de observar todos estos protocolos de seguridad estándar, siempre coloco una marca personal en la línea de la cueva para indicar la dirección de salida con el objeto de reducir la posibilidad de desorientarme. Muy a pesar de algunos editores de revistas, intento mantener la línea de la cueva en todas mis fotografías y me rehúso a editar la imagen para quitarla —siempre quiero mostrar las prácticas seguras del buceo en cuevas—. 

Ejecute su singular visión

Las cuevas de México son un paraíso fotográfico lleno de agua inmensamente cristalina y repleto de formaciones delicadas. Al no tener nada de luz natural, los fotógrafos tienen un control creativo ilimitado. Obtener imágenes de cuevas conmovedoras y seductoras requiere creatividad y flexibilidad, independientemente de cuáles sean sus métodos. 

Aprender a fotografiar este entorno complejo puede ser frustrante, pero el esfuerzo está justificado cuando un fotógrafo desnuda su alma a través de su lente y permite que los demás vean su singular visión del mundo.

© Alert Diver - Q2 2023

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