COVID-19 y el buceo: Actualización de marzo de 2021

 Hace más de un año que el mundo entero y la comunidad médica están concentrados en la pandemia de la COVID-19. Se lograron grandes avances tanto en la prevención como en el tratamiento de la enfermedad, como el desarrollo de vacunas efectivas contra el virus. Además, desde el inicio de la pandemia el conjunto de hallazgos científicos sólidos no ha parado de crecer, a pesar de que ha costado muchas vidas.

Las alarmantes especulaciones dieron lugar a estudios científicos convincentes. Desafortunadamente, llevar adelante estudios científicos bien hechos lleva tiempo. Compartir los datos obtenidos puede ser incluso más difícil, sobre todo si los resultados no anuncian una fatalidad sensacionalista. Por ejemplo, al comienzo de la pandemia existía la opinión de que nadie que hubiera tenido COVID-19 podría volver a bucear, ni tener un cargo militar. Afortunadamente, intervino la ciencia de calidad y estas recomendaciones se desestimaron.

Todavía queda mucho que aprender, especialmente sobre los efectos de la enfermedad después de la infección. Existen diferentes partes del cuerpo humano con zonas receptoras donde el virus puede ingresar a las células; por eso, se han reportado efectos en la mayoría de los sistemas de órganos y se han hecho diversos hallazgos en cada sistema. Sumados a estos resultados sobre la infección directa de células, muchos informes preliminares señalaron complicaciones que no estaban directamente relacionadas con la infección, sino con los problemas secundarios que surgen de las complicaciones en casos graves. Por ejemplo, una internación prolongada, condiciones médicas subyacentes, la ventilación mecánica, infecciones bacterianas secundarias y otras incidencias. Todos estos factores causan no solo problemas específicos, sino que también impactan negativamente en la recuperación de la persona. Con respecto al buceo, nuestra preocupación particular esta puesta en los aspectos cardiovasculares y pulmonares. También existe preocupación sobre los problemas neurológicos y psicológicos causados por la enfermedad, que deberán estudiarse en profundidad para poder determinar la causa y las consecuencias que tienen para lograr una recuperación completa.

En consecuencia, no existe una única forma de encarar la evaluación médica de la aptitud física para bucear después de haberse contagiado de COVID-19. Cada caso debe ser evaluado individualmente por el paciente y el equipo médico que lo trate. Las redes formales de cuidados médicos están haciendo un excelente trabajo en la identificación y el tratamiento de pacientes en sus casas y en la hospitalización solo de aquellos que presenten casos más graves. Los cuidados médicos efectivos evolucionaron a medida que los cuidadores médicos fueron ganando experiencia. Actualmente, el tratamiento de la COVID-19 se adapta a las necesidades de cada paciente y no sigue un protocolo de acción único para todos. La mayoría de los pacientes se siguió atendiendo por el mismo equipo médico durante la recuperación y el regreso al trabajo y a la actividad física, y mostraron excelentes resultados. Los médicos deben controlar el estado de los pacientes adaptativamente, ya que existe preocupación acerca de la capacidad de recuperación del corazón, los pulmones y el sistema vascular. Tal y como se haría luego de recuperarse de cualquier enfermedad grave, hay que consultar a un médico antes de volver a bucear. No asuma que un paciente recuperado está apto médicamente para bucear sin ser antes evaluado por un médico.

DAN recomienda lo siguiente:

  1. Si cree que podría tener COVID-19, contacte inmediatamente a su médico de cabecera; en ese momento, no es crucial para este punto tener conocimientos médicos sobre el buceo. Las fases más importantes son el diagnóstico, la cuarentena, el tratamiento, la recuperación y recuperar la aptitud física plena para hacer ejercicio. Recuperar plenamente la aptitud física para hacer ejercicio significa estar libre de toda complicación, es decir, sin dolor en el pecho, sin cansancio extremo, sin dificultad para respirar.
  2. La gravedad del contagio puede variar de asintomático a tener que ingresar a la unidad de cuidados intensivos y ser asistido por ventilación mecánica. Diferentes especialistas pueden estar involucrados en las diferentes etapas de atención que necesite. Puede ser necesario someterse a evaluaciones y exámenes médicos incluso después de haber atravesado el curso completo de la enfermedad, sobre todo si sigue sintiendo molestias después de haberse recuperado.
  3. Recién se podrá evaluar la posibilidad de volver a bucear una vez que se recupere por completo y sin ninguna molestia, que haya recobrado el estado físico que tenía antes de la enfermedad, que el equipo médico que le venía haciendo el seguimiento le dé el alta y que tenga la libertad de volver a hacer actividad física intensa sin restricciones.
  4. Se recomienda que vea a un médico especializado en medicina del buceo para confirmar que está en óptimas condiciones para regresar al buceo. Sin embargo, los buzos descritos en el punto 3 (que se hayan recuperador por completo, que hayan sido asintomáticos, que hayan recobrado el estado físico que tenían antes de contagiarse y que no presenten ninguna anormalidad) pueden obtener la misma habilitación de parte de su equipo médico. Si sigue teniendo alguna molestia o anormalidad, se recomienda consultar a un médico especialista en medicina del buceo o ponerse en contacto con DAN.
  5. Es importante entender que cada organización de buceo tendrá sus propios requisitos para el regreso a la actividad después de haberse contagiado de COVID-19, y deben cumplir estos requisitos si desea formar parte de las operaciones de buceo. Contáctese con la empresa con la que buceará para que le indiquen específicamente todo lo que debe hacer.
  6. Existen varios algoritmos, entre ellos uno específico para buzos hecho por Sadler et al., que fueron desarrollados para ayudar a su equipo médico a realizar un diagnóstico confiable. A medida que se vaya conociendo más al respecto, es posible que las recomendaciones se actualicen.
  7. Es probable que haya pasado un tiempo desde la última vez que buceó. Por lo tanto, una vez que se decida a hacerlo, le recomendamos enfáticamente que revise su equipo de buceo y realice inmersiones en aguas confinadas y poco profundas para repasar habilidades y asegurarse de que no tiene ningún problema para poder bucear, Y recuerde: no deje que un largo período de inactividad le robe minutos de buen buceo bajo el agua. Recuerde la regla nemotécnica THEFT (“robo” inglés):
  • Entrenamiento (Training)
  • Salud (Health)
  • Equipo
  • Estado físico (Fitness)
  • Viajar (Travel)

El entorno de buceo es único y los problemas que surgen bajo el agua tienen consecuencias más graves que los que ocurren en la superficie. Regresar a la actividad antes de estar completamente recuperado puede causar lesiones o experiencias traumáticas. DAN sigue evaluando las recomendaciones actuales para brindarle la mejor información. El sitio web de DAN se mantiene actualizado con la última información sobre cómo la COVID-19 impacta en el buceo y para aconsejar a los buzos sobre cómo reducir los riesgos asociados con esta pandemia. Asegúrese de revisar con regularidad nuestro sitio DAN.org/COVID-19 y comparta estos recursos con su médico. Puede ver la última presentación hecha por DAN sobre la COVID-19 y el buceo aquí.

Si su médico no tiene experiencia en medicina del buceo, estos recursos pueden orientarlo sobre cómo ciertas condiciones que pueden no ser preocupantes para la población en general, sí pueden ser de especial interés a la hora de evaluar a personas que hacen buceo.

También puede consultar estos recursos:

Guía para la evaluación de la aptitud médica de por vida para bucear

Undersea & Hyperbaric Medical Society (UHMS) Recreational Diver Medical Screening System

UHMS Diving Medical Guidance for the Physician

UC San Diego Guidelines for Evaluation of Divers During the COVID-19 Pandemic

Diving after SARS-CoV-2 (COVID-19) infection: Fitness to dive assessment and medical guidance. Diving and Hyperbaric Medicine Journal, Volume 50 No. 3 September 2020 (Sadler et al.)

DAN está llevando adelante un estudio de investigación a largo plazo sobre bucear después de la COVID-19 y estamos buscando buzos que hayan tenido la enfermedad y quieran compartirnos sus experiencias. Más información aquí.

No dude en contactarnos si usted o su médico tienen alguna preocupación o consulta. La línea de información médica de DAN está disponible de lunes a viernes, de 8:30 a.m. a 5:00 p.m. ET, en el número: +1-(919)-684-2948, opción 4.

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