Los oídos son órganos complejos e increíbles que hacen mucho más que solo recibir sonido: nos permiten orientarnos en el espacio durante las actividades físicas e interacciones sociales diarias. Ya que son tan importantes —especialmente en el buceo— las personas que bucean deben cuidar la salud de los oídos, ante todo.
Es muy común que se sufran lesiones de oídos en el buceo, pero muchos incidentes son evitables si se tiene el conocimiento y la capacitación adecuados. Una de las habilidades más importantes que se deben dominar en el buceo es la compensación de los oídos. Los errores en este ámbito pueden causar una discapacidad grave de largo plazo. Se sabe mucho sobre el cuidado correcto de los oídos y las técnicas de compensación, pero siempre son bienvenidos más consejos y sugerencias.
Anatomía de los oídos
Para mejorar su práctica de compensación de los oídos, es importante que conozca los aspectos básicos de su anatomía.
El oído externo está compuesto por el pabellón auricular (la parte externa y visible del oído) y el conducto auditivo, que lleva al tímpano. El tímpano separa al conducto auditivo del oído medio. La cera se produce por medio de glándulas que se encuentran en la piel del oído externo (más adelante, hablaremos de la importancia de la cera).
La cavidad del oído medio se encuentra dentro del hueso temporal y está recubierta por una capa delgada de tejido similar al tejido interno de la nariz y la garganta. El interior del oído medio contiene tres huesos pequeños que forman una cadena conectada al tímpano, de un lado, y a una estructura llamada ventana oval, del otro lado. Este espacio del oído medio se llena de aire a presión ambiente y, cuando la presión exterior cambia, es necesario igualar la presión interna a la nueva presión ambiente. La presión de los oídos se compensa a través de las trompas de Eustaquio, que conectan el espacio del oído medio con la garganta.
El oído interno contiene el órgano auditivo (la cóclea) y el órgano del equilibrio (el vestíbulo y los conductos semicirculares). La cóclea y el vestíbulo son el comienzo del nervio auditivo y el nervio vestibular.
Buena higiene auditiva
Como los oídos son herramientas delicadas que usamos a diario, es necesario mantenerlos bien limpios.
Esto no significa que deba usar un hisopo de algodón (de hecho, los hisopos empujan la cera más al interior del oído) Algunas personas se lavan de vez en cuando los oídos con una solución de agua, jabón y peróxido de hidrógeno (usando una jeringa con pera). Si tiene oído de nadador (infección del conducto auditivo), pruebe lavándose con una solución mitad vinagre blanco, mitad alcohol desinfectante después de cada día de buceo. Esta técnica podría curar el oído de nadador, pero es posible que baste con lavarse los oídos con agua dulce después de cada inmersión. pulse más profundamente en el oído). A algunas personas les resulta útil lavarse de vez en cuando los oídos con una jeringa de pera llena de una solución de agua jabonosa y peróxido de hidrógeno. Si tiene problemas con la otitis externa (una infección del conducto auditivo), pruebe a utilizar una mezcla de mitad vinagre blanco y mitad alcohol para limpiar y secar el conducto auditivo después de cada jornada de buceo. Si bien esto puede ayudar con el oído de nadador, un enjuague suave con agua dulce después de cada inmersión puede ser todo lo que necesita.
La acumulación de cera no suele ser un problema de higiene, e intentar quitarse la cera con demasiada frecuencia puede traer mayores problemas. La cera del oído sirve como protección natural, ya que recolecta polvo y otras partículas de suciedad. Sin embargo, si bucea y el conducto auditivo tiene mucha cera, podría formarse un tapón de aire entre el conducto y el tímpano, lo que genera un espacio de aire que no se puede compensar. Esto podría causar daños al tímpano. Tampoco se recomienda usar tapones para los oídos al bucear, ya que impiden la compensación de la presión en ese espacio de aire.
Si tiene dificultad para expulsar el agua de los oídos, eleve el oído externo e incline la cabeza hacia atrás para que el conducto auditivo quede recto. En esta posición, sople aire caliente al interior del conducto con un secador de pelo por unos minutos (tenga cuidado de que el aire no sea demasiado caliente).
Compense como un profesional
Los métodos de compensación son formas simples de abrir las trompas de Eustaquio para que ingrese aire. De esta manera, se iguala la presión del oído medio con la del ambiente subacuático. Al bucear, suele ser necesario compensar activamente para abrir estas trompas, por ejemplo, tragando o bostezando. Los siguientes son seis métodos de compensación:
- Maniobra Valsalva: este es el método más popular en el buceo. Basta con apretarse la nariz con dos dedos y exhalar suavemente por la nariz. La palabra clave es “suavemente”; si hace la maniobra Valsalva con mucha fuerza, puede causar un daño en el tímpano o, incluso, en el oído interno. Como en este método no se activan los músculos que abren las trompas de Eustaquio, puede que no funcione si las trompas ya están bloqueadas por la diferencia de presión. Si este método falla, ascienda un poco antes de volver a intentarlo.
- Compensación pasiva: no es necesario hacer nada; suele producirse por sí sola durante el ascenso.
- Apertura voluntaria de las trompas: mientras extiende la mandíbula hacia adelante y hacia abajo, contraiga los músculos del velo del paladar y de la garganta. La sensación es similar a la de bostezar. Estos músculos ayudan a abrir las trompas de Eustaquio, pero para llevar a cabo este método se requiere mucha práctica y control muscular.
- Maniobra Toynbee: apriétese las fosas nasales y trague. Al tragar, las trompas de Eustaquio se abren, mientras que el movimiento de la lengua (mientras la nariz está cerrada) comprime aire contra ellas.
- Técnica Lowry: este método es una combinación de las maniobras Valsalva y Toynbee en el que se tapa las fosas nasales, traga y exhala suavemente, todo al mismo tiempo.
- Técnica Edmonds: mientras contrae el velo del paladar y los músculos de la garganta, lleve la mandíbula hacia adelante y hacia abajo y haga la maniobra Valsalva simultáneamente.
Para todos estos métodos, es importante compensar de manera temprana y frecuente. Si siente malestar, deténgase y ascienda hasta que la presión desaparezca. Luego, vuelva a intentar la compensación.
No haga oídos sordos
Al referirse a la salud de los oídos, los médicos de DAN tienen un dicho: no se ponga nada en los oídos que sea más que pequeño que el codo. Como los oídos se usan para mucho más que solo oír, es muy importante cómo los trata durante el buceo.
¿Tiene alguna pregunta sobre higiene auditiva? Comuníquese con un un médico de DAN hoy mismo y le responderemos.