Cómo solucionar problemas en los oídos

Más allá de conocer bien cómo la presión afecta los oídos de las personas que bucean y de disponer de la práctica para realizar realizar técnicas de compensaciónal bucear aparecen problemas en los oídos. Estos son algunos de los problemas más comunes, con recomendaciones para evitarlos o solucionarlos.

Barotrauma de oído medio (BTOM)

El barotrauma de oído medio es la lesión más común en el buceo. Se produce cuando la presión en el espacio aéreo del oído medio no es igual a la presión ambiente. Esto puede suceder al volar o bucear y puede causar una rotura de tímpano.

La trompa de Eustaquio conecta la garganta con el oído medio y permite compensar la presión. Cuando hay una obstrucción en la trompa de Eustaquio, no es posible compensar. Si la presión en el oído medio es inferior a la presión del tejido que lo rodea, hay una presión negativa en el espacio del oído medio. Los tejidos se hinchan, el tímpano se inflama hacia adentro y puede empezar a haber una pérdida de líquido de los tejidos. 

Si tiene problemas para compensar, la presión en el oído medio durante el descenso se siente como si el oído estuviera tapado o lleno; esta sensación puede intensificarse hasta convertirse en dolor. Si sigue descendiendo, el dolor aumenta. También puede experimentar acumulación de líquido, sangrado y rotura de tímpano, lo que podría llevar a la pérdida de la audición o causar vértigo.

Para evitar un barotrauma en el oído medio, compense adecuadamente y no bucee si tiene congestión nasal. Si intenta descender varias veces pero siente dolor, cancele la inmersión.

Vértigo alternobárico

Cuando los dos oídos se compensan de manera diferente, puede sufrir vértigo alternobárico.

El vértigo alternobárico —registrado por primera vez en 1965— se produce cuando hay una presurización desigual entre los dos oídos medios, lo que causa que el cerebro interprete esta diferencia como movimiento. Además del vértigo, la persona puede sentir un zumbido en los oídos, sentirlos llenos o tener audición disminuida en un oído o ambos. Los casos más graves presentan síntomas como náuseas, vómitos y movimiento involuntario de los ojos. Si los síntomas duran más de un par de minutos, se puede tratar de una afección más grave.

Si bien el vértigo alternobárico puede aparecer durante el descenso y el ascenso, suele ser más común durante el ascenso. Para disminuir las probabilidades de sufrir vértigo alternobárico, se recomienda compensar correctamente y evitar bucear si tiene congestión nasal.

Si tiene síntomas de vértigo alternobárico bajo el agua, mantenga la calma. Luego, concéntrese en un punto fijo hasta que los síntomas disminuyan. Si experimenta síntomas al comienzo de la inmersión, dé por finalizado el buceo. Si los síntomas aparecen durante la inmersión, finalice la inmersión siguiendo el protocolo de seguridad. Si es necesario, pida ayuda a su compañero para llevar a cabo un ascenso controlado.

Oído de nadador

Cuando expone los oídos al agua y a un clima cálido durante mucho tiempo, el conducto auditivo puede sufrir inflamación e infección. Esto se denomina oído de nadador u otitis externa. Las barreras protectoras que recubren el conducto auditivo se pueden debilitar, lo que genera dolor o una descarga. Es posible que ingrese agua a los tejidos que recubren el conducto auditivo, lo que permite que las bacterias que normalmente se encuentran en la superficie del conducto penetren la piel y encuentren un entorno donde crecer a mayor velocidad. Es más probable que desarrolle oído de nadador si la piel ya está irritada.

Los síntomas son picazón, dolor, sensibilidad e inflamación del conducto auditivo. Si no trata esta infección, la inflamación puede extenderse a los ganglios linfáticos cercanos y causarle un dolor tal que mover la mandíbula le generará malestar.

Si cree que tiene oído de nadador, deje de bucear y nadar y acuda al médico. Puede secarse cuidadosamente los oídos con un secador de pelo (el aire no debe ser excesivamente caliente) después de bañarse. También puede tomar medicamentos de venta libre para aliviar el dolor. La prevención simplemente suele consistir en lavarse los oídos con agua dulce después de bucear o mantenerlos limpios y secos. Si sufre de oído de nadador con frecuencia, tal vez pueda evitarlo lavándose los oídos con una mezcla de mitad vinagre, mitad alcohol isopropílico después de la última inmersión del día.

Como los oídos se usan para para mucho más que solo oíres muy importante cómo los trata durante el buceo. Aprenda y practique varias técnicas de compensación de la presión de los oídos, y mantenga una buena higiene auditiva. Si en cualquier momento de la inmersión no logra compensar, finalice el buceo. Escuche a su cuerpo y podrá disfrutar muchos años más de bucear... y de una buena salud auditiva.

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