"La toxicidad está en la dosis".
El envenenamiento es el proceso por el cual un veneno o toxina se inyecta en otro organismo por medio de una mordedura, pinchazo, o picadura. El envenenamiento se debe siempre al contacto directo con el animal (o alguna de sus partes como los tentáculos de una medusa a la deriva). Hay dos posibles mecanismos de inoculación: activo, como ocurre con las medusas o los caracoles del grupo de los conos, o pasivo, en el caso del pez león, o los erizos de mar. Las lesiones generalmente se producen durante las entradas o las salidas desde y hacia la costa, el contacto accidental, o los intentos deliberados de manipular un espécimen. Los envenenamientos son infrecuentes, pero pueden ser potencialmente peligrosos para la vida, y pueden requerir una rápida respuesta de primeros auxilios. En este capítulo, trataremos algunos envenenamientos comunes, y también algunos de los casos más raros, pero graves.
En este capítulo, aprenderás sobre:
- Coral de fuego
- Carabela portuguesa
- Pez León
- Pulpo de anillos azules
- Cubomedusas (Cubozoarios)
- Caracoles cono
Coral de fuego
Los corales de fuego son cnidarios marinos coloniales que al tocarse pueden provocar reacciones de ardor en la piel. Los incidentes con los corales de fuego son comunes entre los buzos con poco control de la flotabilidad.
Biología e identificación
El coral de fuego, que pertenece al género Millepora, se encuentra en aguas tropicales y subtropicales en todo el mundo. Generalmente adopta una forma de ramillete amarillo-verdoso o parduzco, aunque su apariencia externa a menudo varía debido a los factores medioambientales. Como el coral de fuego puede colonizar estructuras duras, puede adoptar una apariencia de roca con una coloración parecida al óxido.
A pesar de su estructura calcárea, el coral de fuego no es un verdadero coral; estos animales están más relacionados con la carabela portuguesa y otros hidrozoos.
Mecanismo de la lesión
El coral de fuego recibe su nombre debido a la sensación de ardor que se experimenta luego de entrar en contacto con un miembro de la especie. La quemadura leve a moderada que provoca es el resultado de los cnidocitos incrustados en su esqueleto calcáreo; estos cnidocitos contienen nematocistos que se disparan al tocarlos, inyectando su veneno.
Signos y síntomas
La sensación de ardor puede durar varias horas, y a menudo, se la asocia con una erupción cutánea que aparece minutos u horas después del contacto. Esta erupción puede permanecer varios días hasta que desaparece. A menudo, la reacción cutánea desaparecerá en uno o dos días, pero puede reaparecer varios días o semanas después de que haya desaparecido la erupción inicial.
Las laceraciones por el coral de fuego, en las que una herida abierta recibe envenenamiento interno, son las lesiones más problemáticas. Se sabe que el veneno de la Millepora spp provoca necrosis del tejido en los bordes de una herida. Estas lesiones deberían ser cuidadosamente revisadas, ya que un tejido necrótico provee un ambiente perfecto para el cultivo de graves infecciones del tejido blando.
Prevención
- Evite tocar estas formaciones calcáreas.
- Si necesita arrodillarse en el fondo, busque zonas arenosas limpias.
- Recuerde que las superficies duras como las rocas y los caracoles viejos pueden estar colonizados por el coral de fuego aún cuando no tenga apariencia de ramillete.
- Siempre use traje húmedo completo (una pieza) para proveer protección contra los efectos del contacto.
- Maneje el control de la flotabilidad.
- Siempre mire hacia abajo mientras desciende.
Primeros auxilios
- Enjuague la zona afectada con vinagre doméstico.
- Pueden desarrollarse enrojecimientos y vesículas. No las perfore; sólo deje que se sequen naturalmente.
- Mantenga la zona limpia, seca y aireada: el tiempo hará el resto.
- Para heridas abiertas, procure una evaluación médica.
NOTA: se sabe que el veneno del coral de fuego tiene efectos dermonecróticos. Comparta esta información con su médico antes de realizar cualquier intento de suturar la herida, ya que los bordes pueden ponerse necróticos. - Pueden necesitarse antibióticos o un refuerzo de vacuna antitetánica.
Carabela portuguesa
Los hombres de guerra portugueses son cnidarios flotantes caracterizados por vejigas azules llenas de gas y largos tentáculos que flotan a la deriva en la superficie del océano. El contacto con sus tentáculos puede causar dolor intenso y otros síntomas sistémicos.
Biología e identificación
Hay dos especies del género: Physalia physalis en el Atlántico,y Physalia utriculus en el Indo-Pacífico. La carabela portuguesa del Atlántico puede alcanzar dimensiones ligeramente mayores, con la vesícula de gas que rara vez excede un pie (30 cm), y los tentáculos que alcanzan un promedio de 33 pies (10 metros), pudiéndose extender hasta los 165 pies (50 metros).
Aunque muchas personas creen que las carabelas portuguesas son una de las especies de las medusas, este género pertenece al orden de los Sifonóforos, un tipo de hidrozoos. Lo que vemos como un solo espécimen es realmente una colonia compuesta de hasta 4 tipos diferentes de pólipos. A pesar de su apariencia, estos animales están más relacionados con el coral de fuego que con las medusas.
La carabela portuguesa se reconoce fácilmente; si usted ve tentáculos azules, puede apostar que pertenecen a una Physalia.
Riesgo para las personas
Los pólipos del hombre de guerra contienen cnidocitos que liberan una potente neurotoxina proteica capaz de paralizar a los peces pequeños. En el ser humano, la mayoría de las picaduras provocan ronchas rojas acompañadas de hinchazón y dolor de moderado a intenso. Estos síntomas locales duran de dos a tres días.
Los síntomas sistémicos son menos frecuentes, pero potencialmente graves. Pueden incluir malestar general, vómitos, fiebre, frecuencia cardiaca elevada en reposo (taquicardia), dificultad para respirar y calambres musculares en el abdomen y la espalda. Las reacciones alérgicas graves al veneno del hombre de mar pueden interferir con la función cardiaca y respiratoria, por lo que los buceadores deben buscar siempre una evaluación médica profesional oportuna.
Epidemiología
Alrededor de 10.000 envenenamientos por cnidarios ocurren cada verano en las costas de Australia, en la gran mayoría
de los cuales interviene la Physalia De hecho, la carabela portuguesa causa la mayoría de los envenenamientos por cnidarios en el mundo, que requieren la pronta evaluación de emergencia. Sin embargo, el riesgo puede no ser tan grande para los buzos, ya que la mayor parte de las picaduras de la Physalia ocurren en las playas o en aguas superficiales, mientras están a profundidad, casi no ocurre. Algunas regiones tienen brotes estacionales, pero la incidencia es altamente variable entre regiones.
Prevención
- Siempre mire hacia arriba y a su alrededor cuando salga a la superficie. Preste especial atención durante los últimos 15-20 pies (4,5 - 6 metros) de su ascenso, ya que esta es el área donde usted puede encontrar cnidarios con sus tentáculos sumergidos.
- Utilice traje húmedo entero independientemente de la temperatura del agua. La protección mecánica es la mejor manera de evitar las picaduras y las erupciones cutáneas.
- En zonas donde se sepa que estos animales son endémicos, un chaleco de neoprene con capucha puede ser la mejor manera de proteger su cuello.
Primeros auxilios
- Evite frotar la zona. Los tentáculos de los cnidarios son como "espaguetis" cubiertos de nematocistos, de manera que frotar la zona o permitir que los tentáculos rueden sobre la piel, aumentará exponencialmente la superficie afectada, y en consecuencia, el proceso de envenenamiento.
NOTA: el dolor inicial puede ser intenso. Aunque las complicaciones potencialmente peligrosas son infrecuentes, controle la circulación, las vías aéreas, y la respiración, y prepárese para realizar RCP si fuese necesario. - Retire los tentáculos. Debe tener mucho cuidado al retirar los tentáculos del hombre de mar para evitar una mayor envenenamiento. Esos tentáculos azules tan característicos son bastante resistentes a la tracción, por lo que puedes retirarlos con bastante facilidad con unas pinzas o unos guantes.
NOTA: Si no tiene pinzas o guantes, la piel de sus dedos es probablemente lo suficientemente gruesa para protegerlo. Sin embargo, tenga en mente que, luego de retirar los tentáculos, sus dedos pueden contener cientos o hasta miles de nematocistos que no estallaron, de manera que debe hacer de cuenta que estuvo manipulando ajíes picantes que causan ampollas en todo lo que toque, y trate a sus dedos según se recomienda desde el próximo paso en adelante. - Enjuague la zona con agua de mar. Una vez que los tentáculos y cualquier remanente hayan sido removidos, utilice una jeringa grande y enjuague la zona con un fuerte chorro de agua de mar para quitar cualquier nematocisto remanente que no haya estallado. Nunca utilice agua dulce ya que esto provocará que los nematocistos estallen.
- Aplicar calor. Sumerja la zona afectada en agua caliente (límite superior de 113 °F/45 °C) durante 30 a 90 minutos. Si está asistiendo a una víctima de picadura, pruebe primero el agua en usted mismo para evaluar los niveles de calor tolerables. No confíe en la valoración de la víctima, ya que el dolor intenso puede mermar su capacidad para evaluar los niveles de calor tolerables. Si no puede medir la temperatura del agua, una buena regla general es utilizar el agua más caliente que pueda tolerar sin quemarse. Tenga en cuenta que las distintas zonas del cuerpo tienen diferente tolerancia al calor, así que pruebe el agua en la misma zona donde se lesionó el buceador. Repita la operación si es necesario. Si no se dispone de agua caliente, aplique una compresa fría o hielo en una bolsa de plástico seca.
NOTA: La aplicación de calor tiene dos propósitos: 1) puede enmascarar la percepción del dolor; y 2) puede colaborar con la termólisis. Como sabemos que el veneno es una proteína que se ha inoculado superficialmente, la aplicación de calor puede ayudar desnaturalizando la toxina. - Siempre procure una evaluación médica de emergencia.
- Continúe evaluando al paciente hasta que llegue una asistencia con mayores conocimientos.
APLICACIÓN DE VINAGRE
El uso del vinagre es controvertido con la Physaliaspp. Aunque su uso se ha recomendado tradicionalmente, varios estudios, en vivo y en vitro, demostraron la descarga masiva de nematocistos luego de rociar con vinagre doméstico algunas especies de cnidarios, incluso Physalia. Las normas más recientes de la American Heart Association (AHA 2010), todavía recomiendan la aplicación de vinagre para todas las medusas, incluso la Physalia spp. Si algo se modificara, DAN lo dará a conocer.
Si usted decide aplicar vinagre, puede optimizar su aplicación y economizar significativamente, utilizando spray. Rocíe generosamente la zona con vinagre durante no menos de 30 segundos para neutralizar cualquier remanente invisible. Remueva cualquier tentáculo residual.
Pez León
El pez león es un género de pez venenoso que suele encontrarse en los arrecifes tropicales. Originario del Indopacífico, es una de las especies invasoras más infames del Atlántico occidental. Este voraz depredador no es una amenaza para los buceadores, pero su introducción en ecosistemas exóticos puede diezmar a los ejemplares juveniles. En un intento de controlar la expansión de las poblaciones de pez león, los buceadores recreativos de América han iniciado agresivas campañas para cazarlos; en el proceso, muchos buceadores son picados con las afiladas espinas del pez león, que pueden causar heridas muy dolorosas y a veces complicadas.
Identificación y distribución
Pez león, pez pavo, y pez cebra, son nombres comunes para la especie de pez del género Pterois un subgrupo de peces de la familia venenosa de los Scorpaeniformes. Aunque el pez león es autóctono del Indo-Pacífico, pueden hallarse miembros de los Scopaeniformes en los océanos de todo el mundo, aún en aguas del Ártico. Los especímenes de pez león son generalmente rojos con rayas blancas y negras, y tienen aletas vistosas y puntiagudas. La especie incluye: Pterois volitans, P. miles, P. radiata y P. antenata entre otros.
LA INVASIÓN EN EL ATLÁNTICO OCCIDENTAL
Desde principios de los años 90, la invasión de peces león ha causado estragos en las poblaciones de peces jóvenes de los arrecifes del Atlántico Occidental. De las nueve especies de Pterois, spp, sólo se encuentran en aguas del Atlántico Occidental las P. volitans y P. miles pero se extienden desde bien al norte, cerca de Rhode Island, hasta Venezuela y Las Guyanas.
Riesgo para las personas
Como no se le conocen depredadores, estos peces son, por lo general, dóciles, permitiendo que los buzos se acerquen lo suficiente como para transformarse en blancos fáciles para la pesca submarina. Desafortunadamente, los intentos por erradicar a estos peces de América, han causado un aumento significativo de la incidencia de las heridas por pinchazos del pez león.
Epidemiología
La prevalencia e incidencia de los envenenamientos causados por el pez león se desconocen. Los médicos tratantes pueden no elegir consultar a un centro de control de envenenamiento, y en los Estados Unidos, no tienen obligación de reportar estas lesiones a las agencias estatales o federales. La literatura científica refiere 108 casos de envenenamientos por pez león, reportados entre 1976 y 2001, y casi todos estos reportes provienen realmente del personal de acuarios marinos. Es imposible saber con qué frecuencia las víctimas no se tratan, y cuán a menudo el tratamiento no se reporta, pero la frecuencia de casos reportados parece indicar que los envenenamientos por pez león no son poco comunes.
Los torneos donde se sacrifican a los peces león se están volviendo más y más populares en todo el Caribe. Estudios recientes realizados por el staff de DAN de Cozumel, México, refieren un total de 26 casos de envenenamiento por pez león a través de cuatro años de torneos. La incidencia de lesiones durante estos eventos fue de entre el 7% y el 10% de los participantes.
Mecanismo de la lesión
La mayoría de los incidentes relacionados con el pez león se producen como consecuencia de una manipulación descuidada, generalmente durante la pesca submarina o al prepararlo para el consumo. El pez león tiene espinas en forma de aguja situadas a lo largo de las aletas dorsal, pélvica y anal, y los pinchazos pueden ser extremadamente dolorosos y provocar un rápido desarrollo de edema localizado y hemorragia subcutánea. El dolor puede durar varias horas, el edema suele desaparecer en dos o tres días y la decoloración del tejido puede durar hasta cuatro o cinco días. Debido al edema y a la toxicidad inherente del veneno, las heridas punzantes en los dedos pueden provocar isquemia (restricción del suministro de sangre a los tejidos) y necrosis.
Prevención
Los peces león no son agresivos en absoluto. Para evitar lesiones, mantenga una distancia prudente. Si usted va a realizar actividades como pesca submarina o sacrificio de peces león, evite las improvisaciones y no trate de manipular a estos animales hasta que aprenda de buzos más experimentados.
Primeros auxilios
Los peces león no son agresivos en absoluto. Para evitar lesiones, mantenga una distancia prudente. Si usted va a realizar actividades como pesca submarina o sacrificio de peces león, evite las improvisaciones y no trate de manipular a estos animales hasta que aprenda de buzos más experimentados.
En superficie, los proveedores de primeros auxilios deberían:
- Enjuagar la herida con agua dulce limpia.
- Remover cualquier material extraño visible.
- Controlar la hemorragia, si fuera necesario. Está bien permitir que las pequeñas heridas sangren durante un minuto inmediatamente después de haber sido picados (esto puede disminuir la carga de veneno).
- Aplicar calor. Sumerja la zona afectada en agua caliente (límite superior de 113 °F/45 °C) durante 30 a 90 minutos. Si está asistiendo a una víctima de picadura, pruebe primero el agua en usted mismo para evaluar los niveles de calor tolerables. No confíe en la valoración de la víctima, ya que el dolor intenso puede mermar su capacidad para evaluar los niveles de calor tolerables. Si no puede medir la temperatura del agua, una buena regla general es utilizar el agua más caliente que pueda tolerar sin quemarse. Tenga en cuenta que las distintas zonas del cuerpo tienen diferente tolerancia al calor, así que pruebe el agua en la misma zona donde se lesionó el buceador. Repita la operación si es necesario.
NOTA: La termólisis también puede ser un beneficio secundario que vale la pena buscar, pero en general, es menos efectivo en casos donde el veneno ha sido inoculado profundamente en los tejidos. - Aplicar un vendaje si fuera necesario.
- Procurar la evaluación de un médico.
Pulpo de anillos azules
El pulpo de anillos azules es una especie pequeña de pulpos venenosos que viven en las piscinas naturales tropicales que dejan las mareas desde el sur de Japón hasta los arrecifes costeros de Australia y el Indo-Pacífico occidental. Estos pulpos pequeños son los únicos cefalópodos que, se sabe, son peligrosos para las personas..
Identificación
El pulpo de anillos azules difícilmente excede las 8 pulgadas (20 centímetros) de tamaño. Su característica más distintiva es los anillos azules iridiscentes que cubren su cuerpo amarillo; sin embargo, es importante enfatizar que esta característica sólo se manifiesta cuando el animal es molestado, perseguido, o se encuentra en período de apareamiento. Cuando está en calma, o en reposo, el animal muestra una coloración amarillenta, gris, o beige, sin anillos azules visibles. Este pulpo es más activo de noche, pasando la mayor parte del día en su nido en aguas poco profundas o en las piscinas naturales que dejan las mareas.
Epidemiología
Los envenenamientos causados por el pulpo de anillos azules son muy poco frecuentes. Estos animales son endémicos en el sur de Japón, Australia, y el Indo-Pacífico occidental. Los casos fuera de esta región, generalmente se deben a la manipulación de especímenes en acuarios. Hay unos pocos casos fatales reportados. Se espera una recuperación total con la oportuna intervención del profesional médico.
Mecanismo de la lesión
Como todos los cefalópodos, los pulpos tienen un pico fuerte similar al de los loros y los periquitos. Todos los pulpos tienen algún tipo de veneno para paralizar a sus víctimas, pero la picadura del pulpo de anillos azules puede contener una neurotoxina extremadamente potente llamada tetrodotoxina (TTX), que puede ser hasta 10.000 veces más potente que el cianuro y puede paralizar a una víctima en cuestión de minutos. Teóricamente, poco más de medio miligramo de este veneno -la cantidad que puede colocarse en la cabeza de un alfiler- es suficiente para matar a un ser humano adulto. Ciertas bacterias presentes en las glándulas salivales del pulpo de anillos azules sintetizan la toxina. El TTX no es exclusivo del pulpo de anillos azules; ciertos tritones, ranas dardo, caracoles cono y peces globo también pueden ser fuente de intoxicación por TTX, aunque por mecanismos diferentes.
Signos y síntomas
La mordedura de un pulpo de anillos azules generalmente es Indolora o no más dolorosa que la picadura de una abeja; sin embargo, aún las mordeduras indoloras deberían ser tomadas seriamente. Los síntomas neurológicos dominan cada etapa del envenenamiento, y se manifiestan como parestesia (hormigueo y entumecimiento) que llega a la parálisis, y podría potencialmente, culminar con la muerte. Si el envenenamiento ocurrió, los signos y los síntomas generalmente comienzan de inmediato, y pueden incluir parestesia de labios y lengua. Esto es normalmente seguido de excesiva salivación, dificultades para pronunciar correctamente (disartria), problemas para deglutir (disfagia), sudoración, mareos, y dolor de cabeza. Los casos graves pueden progresar hacia la debilidad muscular, la falta de coordinación, los temblores y la parálisis. Ésta puede, eventualmente, afectar los músculos respiratorios, lo que puede llevar a la hipoxia severa con cianosis (coloración azul o violeta en los tejidos debido a la falta de suficiente oxígeno en la sangre).
Prevención
Estos animales no son agresivos, y los buzos no deberían temerles. Si se los encontrara, evite su manipulación. Debido a su pequeño tamaño y falta de esqueleto, la guarida del pulpo de anillos azules podría ser un pequeño espacio al que sólo podría accederse a través de una pequeña grieta, de manera que evite levantar botellas, latas o conchas de moluscos en las zonas donde habitan.
Primeros auxilios
La precaución es la mejor estrategia. No hay antiveneno disponible. Si alguien es mordido:
- Limpie la herida con agua dulce y provea los cuidados para una herida punzante pequeña.
- Aplique la técnica de inmovilización por presión.
NOTA: TTX es una toxina termoestable, de manera que la aplicación del calor no la desnaturalizará. - Observe si aparecen signos y síntomas de parálisis progresiva.
- Esté preparado para proveer asistencia respiratoria mecánica con un dispositivo de bolsa-válvula- mascarilla auto expandible o con un ventilador de presión positiva o manual.
- No espere a que aparezcan signos y síntomas de parálisis. Busque siempre la evaluación del departamento de emergencias médicas más cercano.
NOTA: El lugar de la mordedura podría ser indoloro, y aún así letalmente tóxico.
- Nunca se recomienda la escisión de la herida.
Cubomedusas (Cubozoarios)
Las cubomedusas (cubozoarios) son medusas con forma de cubo que se caracterizan por poseer uno de los venenos más potentes conocidos por el hombre. Ciertas especies pueden matar a un humano adulto en sólo tres minutos, tiempo insuficiente para recibir cualquier respuesta de rescate.
Biología e identificación
Las medusas constituyen la forma migratoria de los cnidarios. En el caso de las cubomedusas, su cuerpo parecido a una campana, tiene forma de cubo, con tentáculos extendiéndose desde cada vértice. Las cubomedusas son animales complicados con un mecanismo de propulsión y un sistema nervioso relativamente sofisticado. Tienen hasta 24 ojos, algunos con corneas y retinas, que les permiten no sólo detectar la luz, sino también ver y circunnavegar objetos para evitar colisionar con ellos.
Mientras algunas medusas viven de las algas simbióticas, las cubomedusas se alimentan de pequeños peces, que se paralizan inmediatamente luego de tener contacto con los tentáculos. Luego los tentáculos se retraen llevando a la presa dentro de la campana para realizar la digestión. Algunas especies cazan diariamente, y por las noches, pueden observarse otras descansando en el fondo del océano.
Epidemiología y distribución
Desde 1884 hasta 1996, hubo más de 60 casos fatales reportados a causa de la picadura de las cubomedusas en Australia. Hay especies de éstas en casi todos los mares tropicales y subtropicales, pero las potencialmente peligrosas para la vida parecen restringidas al Indo-Pacífico.
ESPECIE CARÁCTERÍSTICA
Avispa de Mar
Hallada en las aguas costeras de Australia y el Sur de Asia, la avispa de mar es el nombre común que recibe el cnidario más peligroso: Chironex fleckerii. Como lo cubozoarios más grandes, las avispas de mar tienen una campana de aproximadamente ocho pulgadas (20 centímetros) de diámetro y tentáculos que van desde unos pocos centímetros hasta 10 pies (tres metros). El contacto con estos animales dispara el proceso de envenenamiento más poderoso y letal conocido por la ciencia. El envenenamiento por la avispa de mar provoca inmediatamente un dolor insoportable seguido de falla cardíaca. La muerte puede sobrevenir en tan sólo tres minutos.
Estudios recientes identificaron un componente del veneno que realiza una perforación en los glóbulos rojos, provocando una liberación masiva de potasio, responsable, posiblemente, de la depresión cardiovascular mortal. El mismo estudio también identificó una manera de inhibir este efecto, que en el futuro podría resultar clínicamente prometedora.
CUBOMEDUSA DE CUATRO MANOS
El hábitat de la cubomedusa de cuatro manos (Chiropsalmus quadrumanus) se extiende desde Carolina del Sur hasta el Caribe, el Golfo de México y llega al Sur de Brasil. La cubomedusa de cuatro manos puede infligir picaduras extremadamente dolorosas, y es la prima americana ligeramente más pequeña que la avispa de mar australiana. Hay un caso documentado de un niño de 4 años que fue picado en el Golfo de México y murió en 40 minutos.
CUBOMEDUSA ANILLADA DE BONAIRE
La cubomedusa anillada de Bonaire (Tamoya ohboya) es una especie relativamente desconocida, altamente venenosa que se encuentra en el Caribe Holandés. Desde 1989, ha habido alrededor de 50 avistamientos confirmados principalmente en Bonaire, y el resto en las costas de México, Santa Lucía, Honduras, San Vicente y Las Granadinas. Se reportaron sólo cinco casos de envenenamiento que provocaron dolor intenso y daño en la piel, uno solo requirió de hospitalización.
SINDROME DE IRUKANDJI
Las pequeñas cubomedusas que se encuentran cerca de Australia Carukia barnesi , y Malo kingi, son responsables del infame y extremadamente doloroso complejo sintomático conocido como síndrome de Irukandji. Las campanas de estos pequeños cubozoos son de apenas unos milímetros con tentáculos de hasta tres pies (un metro). Afortunadamente, las víctimas mortales de estas especies más pequeñas son raras, pero las picaduras son extremadamente dolorosas y pueden causar síntomas sistémicos, incluida la inestabilidad cardiovascular, que deben motivar la atención médica inmediata. Los supervivientes han informado de una sensación de fatalidad inminente, afirmando que estaban seguros de que no podrían sobrevivir a un dolor tan intenso y generalizado; sin embargo, es importante subrayar que una sola picadura no debería ser mortal.
Aunque las picaduras de especies de cubozoarios menos conocidas no son necesariamente letales, pueden ser muy dolorosas. Siempre se recomienda la evaluación médica.
Prevención
- Investigue adecuadamente las zonas donde tiene intención de bucear.
- Evite los hábitats de cubomedusas conocidos, si no está seguro de que el sitio de buceo o la zona de nado sean seguros. Si es picado, la estabilidad cardiovascular puede deteriorarse fácilmente con muy poco tiempo para una efectiva intervención en el campo.
- En el norte de Queensland, Australia, se colocan cercos de red en el agua donde se sabe que se encuentran las cubomedusas durante el verano (de Noviembre a Mayo), pero esto no puede garantizar la seguridad.
- Minimice las zonas no protegidas. Siempre use traje húmedo entero, capucha, botas y guantes. A veces, simplemente, el uso de pantimedias de nylon sobre la piel evitará las picaduras de cubomedusas.
- Lleve consigo suficiente vinagre doméstico a todos los lugares de buceo.
Primeros auxilios
Si es picado por cualquier medusa, siga estos procedimientos en el siguiente orden:
- Active los servicios de emergencia médica locales.
- Vigile las vías respiratorias, la respiración y la circulación de la víctima. Esté preparado para realizar la reanimación cardiopulmonar en cualquier momento (sobre todo si sospecha que se trata de una medusa caja).
- Evite frotar la zona. Los tentáculos de la cubomedusa pueden ser cilíndricos o planos, pero están cubiertos de cnidocitos, de modo que frotar la zona o permitir que los tentáculos rueden sobre la piel, aumentará exponencialmente la superficie afectada y el proceso de envenenamiento.
- Aplique vinagre doméstico en la zona. Vierta o rocíe generosamente el vinagre sobre la zona durante no menos de 30 segundos para neutralizar cualquier remanente invisible. Usted puede verter el vinagre o utilizar un spray, lo que optimiza la aplicación. Deje actuar al vinagre durante unos minutos antes de hacer cualquier otra cosa.
NOTA: Esto no hará nada para el dolor o el veneno ya inyectado, pero está destinado a estabilizar cualquier resto de nematocistos no disparados en la piel del buceador antes de intentar eliminarlos. - Lave la zona con agua de mar (o salina). Utilice una jeringa con un chorro firme de agua para quitar cualquier remanente de tentáculos. No frote.
NOTA: No use agua dulce; esto podría causar una descarga masiva de nematocistos. - Aplicar calor. Sumerja la zona afectada en agua caliente (límite superior de 113 °F/45 °C) durante 30 a 90 minutos. Si está asistiendo a una víctima de picadura, pruebe primero el agua en usted mismo para evaluar los niveles de calor tolerables. No confíe en la valoración de la víctima, ya que el dolor intenso puede mermar su capacidad para evaluar los niveles de calor tolerables. Si no puede medir la temperatura del agua, una buena regla general es utilizar el agua más caliente que pueda tolerar sin quemarse. Tenga en cuenta que las distintas zonas del cuerpo tienen diferente tolerancia al calor, así que pruebe el agua en la misma zona donde se lesionó el buceador. Repita la operación si es necesario. Si no se dispone de agua caliente, aplique una compresa fría o hielo en una bolsa de plástico seca.
NOTA: La aplicación de calor tiene dos propósitos: 1) puede enmascarar la percepción del dolor; y 2) puede colaborar con la termólisis. Como sabemos que el veneno es una proteína que se ha inoculado superficialmente, la aplicación de calor puede ayudar desnaturalizando la toxina. - Siempre procure una evaluación médica de emergencia.
Caracoles cono
Los caracoles cono son gastrópodos marinos que se caracterizan por tener una concha cónica y de bellos colores. Los caracoles cono poseen un diente similar a un arpón capaz de inocular una potente neurotoxina que puede ser peligrosa para las personas.
Identificación y distribución
Existen alrededor de 600 especies diferentes de caracoles cono, todas venenosas. Los caracoles cono viven en arrecifes superficiales, parcialmente cubiertos bajo sedimentos arenosos, rocas, o corales, en aguas tropicales y subtropicales. Algunas especies se han adaptado a aguas más frías.
Mecanismo de la lesión
Las lesiones generalmente ocurren cuando el animal es manipulado. Los caracoles cono pican extendiendo un tubo largo y flexible llamado probóscide, y luego prolongando un diente similar a un arpón venenoso (rádula).
Signos y síntomas
La picadura de un caracol cono puede provocar dolor leve a moderado, y la zona puede desarrollar otros signos de reacción inflamatoria aguda como enrojecimiento e hinchazón. Las conotoxinas afectan al sistema nervioso y son capaces de provocar parálisis que puede llevar a la insuficiencia respiratoria y la muerte.
Epidemiología
La prevalencia e incidencia de envenenamientos por caracol cono se desconocen, pero es probablemente muy infrecuente entre los buzos y la población general. Los coleccionistas de caracoles (profesionales o amateurs) pueden estar expuestos a un riesgo mayor.
Prevención
Si usted ve un bello caracol marino que parece un cono, probablemente se trate de un caracol cono. Es difícil decir si el caracol cono está habitando un caparazón propio puesto que pueden esconderse dentro de ellos. Puesto que los caracoles cono son venenosos, sea extremadamente precavido y no los toque.
Primeros auxilios
Por desgracia, no existe un tratamiento específico para las envenenaciones por caracoles cono. Los primeros auxilios se centran en controlar el dolor, pero pueden no influir en los resultados. La envenenación no será necesariamente mortal, pero dependiendo de la especie, la cantidad de veneno inyectado y el tamaño y susceptibilidad de la víctima, puede producirse una parálisis completa que puede llevar a la muerte. El veneno del caracol cono es una mezcla de muchas sustancias diferentes, incluida la tetrodotoxina (TTX).
- Limpie la herida con agua dulce y provea los cuidados para una herida punzante pequeña.
- Aplique la técnica de inmovilización por presión.
NOTA: La aplicación de calor puede ayudar a controlar el dolor, pero dado que el TTX es una toxina termoestable, la aplicación de calor no desnaturalizará la toxina. - Observe si aparecen signos y síntomas de parálisis progresiva.
- Esté preparado para proveer asistencia respiratoria mecánica con un dispositivo de bolsa-válvula- mascarilla auto expandible o con un ventilador de presión positiva o manual.
- No espere a que aparezcan signos y síntomas de parálisis. Busque siempre la evaluación del departamento de emergencias médicas más cercano.
NOTA: El lugar de la mordedura podría ser indoloro, y aún así letalmente tóxico.
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