Una migración ascendente

La migración vertical diaria del zooplancton.

CADA NOCHE, CUANDO EL SOL SE PIERDE EN EL HORIZONTE, innumerables criaturas acuáticas comienzan a migrar hacia arriba desde las profundidades en lo que posiblemente sea el mayor espectáculo en la Tierra. El zooplancton, que busca sustento en aguas superficiales, debe iniciar un riesgoso viaje hacia la superficie, en el que debe eludir el ataque de depredadores sin abandonar la seguridad de la oscuridad y luego regresar a las profundidades antes del amanecer del día siguiente. 

En 1817, el naturalista francés Georges Cuvier describió por primera vez la migración vertical diaria —o diel— (DVM, por sus siglas en inglés) del zooplancton. Diel proviene del latín dies, que significa día; los biólogos utilizan el término para hacer referencia a un período de 24 horas. No obstante, este comportamiento de migración cíclico y específico es exclusivo del zooplancton. Si bien es parte de un ciclo diario, el movimiento crucial se produce mundialmente cada noche en una diversa cantidad de grupos taxonómicos, lo que incluye protozoarios, gusanos, nudibranquios, kril, camarones, tunicados y algunas medusas, entre otros. A pesar del movimiento de posiblemente miles de millones de organismos, el evento ha pasado en gran parte desapercibido para casi todo el mundo fuera de la comunidad científica.

La distancia que este grupo de minifauna migrante recorre y el motivo por el que migra son algunos de los mayores misterios de la naturaleza. Los científicos han estudiado la DVM a lo largo de los años y han descubierto que, si bien la migración por sí sola es fascinante, es solo un vistazo de la historia completa. La DVM es un evento multifacético que involucra al plancton, peces y otros elementos naturales, con más pruebas sobre la razón que se revelan continuamente. 

Una larva de estrella de mar se desarrolla como dos organismos. La parte de estrella es la boca, que se separa y cae al lecho marino cuando está lista, mientras que el resto del organismo continúa viviendo hasta que sucumbe hasta morir de hambre.
El quiasmodóntido es el rey de los concursos de comida, ya que a menudo consume peces mucho más grandes que él.
Las larvas de este vistoso pez de aguas profundas se asientan a grandes profundidades una vez que son lo suficientemente fuertes. Los llamativos apéndices pueden imitar a sifonóforos a modo de protección.

El océano tiene varias zonas primarias determinadas por la profundidad y hasta dónde penetra la luz solar en el agua. La zona epipelágica o de luz solar abarca desde la superficie hasta los 200 metros (656 pies), y tiene suficiente luz como para sustentar las plantas que dependen de ella. La zona mesopelágica u oscura, donde hay muy poca luz, abarca desde el fondo de la zona de luz solar hasta los 1.000 metros (3.280 pies). Debajo de eso están las zonas más profundas y oscuras: batipelágica, abisopelágica y hadopelágica.

Al igual que las plantas en tierra, el fitoplancton de la zona epipelágica prospera con luz solar, consume dióxido de carbono y almacena el carbono convertido. Durante este proceso, la clorofila del fitoplancton también desprende oxígeno a la atmósfera de la Tierra, lo que lo convierte en un contribuyente importante entre las plantas marinas, que proporcionan más de la mitad del oxígeno que respiramos.

En la superficie, el ciclo interminable de los elementos naturales —lo que incluye luz solar, viento y movimiento del océano— revuelve la capa superior del agua, que puede empujar el fitoplancton hacia abajo. Otros morirán cerca de la superficie y se sumergirán hasta el fondo del océano.

El zooplancton herbívoro que migra hacia arriba y sus depredadores se cruzan con el fitoplancton en la superficie y consumen todo lo que pueden. Al llegar la mañana, el zooplancton regresa a las aguas más profundas, frías y densas, donde expulsan gran parte de sus desechos. Esta manera en la que el fitoplancton se desplaza hacia abajo hace que su carbono se traslade al fondo del océano. Esta secuencia de movimiento y conversión de carbono se denomina bomba biológica de carbono, que reubica aproximadamente 10 gigatoneladas de carbono cada año. Es quizás una de las funciones ecológicas más extensas en el planeta, que irónicamente es llevaba a cabo por algunos de los organismos más pequeños.

Los científicos utilizan redes de arrastre de aguas profundas para estudiar el sinnúmero de organismos y recolectar, tomar muestras y documentar diversas formas de vida a diferentes profundidades. Las redes de arrastre han revelado mucho a lo largo de los años, pero pueden proporcionar solo un panorama de cada zona dragada.

 Los avances tecnológicos de los pequeños submarinos tripulados que pueden soportar las intensas presiones de las profundidades ofrecen una manera diferente de estudiar el plancton. Estos pequeños submarinos permiten a los científicos realizar excursiones exploratorias a la zona oscura y más allá, pero las obligaciones de soporte de vida limitan el tiempo que pueden pasar a profundidad. Durante estas expediciones en aguas profundas, los investigadores pueden observar pasivamente formas de vida extraordinarias y sobrenaturales en su elemento natural o recolectarlas selectivamente para estudiarlas. 

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El calamar diamante puede pesar más de 32 kg (70 libras). Los calamares diamante postlarvales y jóvenes son visualmente exquisitos, de comportamiento pasivo y monógamos.
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Esta larva de camarón fue confundida como un sujeto diferente por muchos años hasta que fue criada en un laboratorio, lo que confirmó que es un camarón de aguas profundas como se describió anteriormente.
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Un pulpo no identificado se alimenta muy por encima del sustrato y se desplaza a la deriva en la corriente.
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Una cojinova se refugia en un pirosoma.

La única manera de vivir una experiencia similar a esta si no es científico —y si no tiene un submarino de un millón de dólares— es bucear en el mar abierto por la noche. Los sujetos de aguas profundas que aparecen en aguas superficiales durante la DVM regularmente sorprenden a buzos de aguas oscuras y científicos. Muchos buzos de esta pequeña comunidad de aficionados contribuyen a la actividad académica que consiste en documentar y describir la vida marina mediante el intercambio de información, fotografías y otros datos. Incluso pueden recolectar animales específicos para realizar perfiles de ADN más detallados.

 Las larvas son algunas de las criaturas más intrigantes durante los buceos en aguas oscuras, donde incluso los que normalmente serían los sujetos más comunes pueden parecer sumamente tóxicos. A menudo ostentan llamativas espinas alargadas con patrones de color apagados u otras características ostentosas, que solo son superadas por sus extraños comportamientos. Es posible que vea anfípodos Hyperiidea, peces dragón, quiasmodóntidos, pescadores de aguas profundas, peces demonio, peces víbora, peces trípode o mi favorito de todos los tiempos —un adorable ofidio llamado congrioperla armada. Hay camarones que parecen monstruos, peces con alas, peces aguja similares a dragones, colonias de ascidias que pueden alcanzar tamaños descomunales e incluso pequeños moluscos que brillan o se asemejan a hojas a la deriva. Es una procesión interminable de criaturas que contribuyen a un increíble bien mayor. 

Dependiendo de su ubicación, la profundidad del mar, las líneas de corriente predominantes, la luna y la marea, cualquier buceo en aguas oscuras puede presentar sorpresas que dejarán a los buzos con incluso más preguntas sin respuesta que las que tenían antes de comenzar. Los buceos en aguas oscuras tienen lugar mar adentro en aguas profundas. Los buzos permanecen a profundidades recreativas mientras se desplazan a la deriva hacia un terreno más profundo y utilizan una línea de descenso iluminada para ayudar a atraer el plancton.

Desplazarse a la deriva a profundidades en el rango de los 183 metros (600 pies) es el mínimo para poder experimentar la DVM, aunque ha habido cierta deliberación al respecto. En el sur de California, por ejemplo, descubrimos que bucear más cerca de la costa a profundidades superiores a los 366 metros (1.200 pies) es más productivo en el caso de las larvas, mientras que vimos plancton más gelatinoso mientras buceábamos sobre la plataforma continental más profunda.

Flotar a una profundidad de 183 a 213 metros (600 a 700 pies) a lo largo de la corriente del Golfo en el sur de Florida es quizás uno de los buceos en aguas oscuras más sorprendentes. Algunas de las experiencias de DVM más profundas ocurre a aproximadamente 1.829 metros (6.000 pies) en Kona, Hawái. Independientemente de dónde decida zambullirse en el agua, el buceo en aguas oscuras ofrece pruebas de primera mano del funcionamiento interno del océano y cómo se conecta con la humanidad y otras formas de vida en la Tierra.

“Miren las cosas pequeñas y encontrarán algo grande” es una frase que me gusta repetir a los buzos antes de que se lancen al abismo. Es fácil pasar por alto las cosas bellas si está constantemente buscando animales más grandes. Puede encontrarlas en cómo el plancton se desplaza e interactúa. Gran parte de los organismos más pequeños del zooplancton parecen demostrarse afecto unos a otros. Los ángeles marinos, por ejemplo, se abrazan cuando se aparean, que es algo que nunca esperé ver en sujetos del tamaño de mi uña.

Los calamares en el mar abierto también son bastante diferentes a los que están cerca de la costa o de un arrecife y son quizás uno de los grupos de criaturas marinas más interesantes que podemos encontrar. Diversos y veloces, se agrupan en bancos como una manada de lobos o pueden ser solitarios. Algunos de ellos pueden posar y crear patrones simétricos con sus brazos y tentáculos mientras descargan fotóforos para formar coloridos patrones de mosaicos. Algunos pulpos pelágicos pasan toda su vida desplazándose a la deriva.

El buceo en aguas oscuras ofrece una experiencia que algunas personas llaman la máxima combinación de exploración y aprendizaje. Durante el buceo podrá ver algunos de los mejores trabajos de la naturaleza, y después del buceo podrá revivir los encuentros mientras intenta identificar a todas las criaturas. Hay algo en lo que todos los buzos de aguas oscuras están de acuerdo: es sumamente adictivo.

El plancton puede ser pequeño, pero son organismos grandiosos, y tienen una gran historia para contar. Desde la superficie poco profunda hasta la zona abisal, el mayor espectáculo de la Tierra está ascendiendo.


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Mire este video para conocer cómo la migración vertical de vida silvestre ayuda con la captación de carbono.

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