Sherri Ferguson

Casco de buceo de suministro desde la superficie Superlite en la British Columbia College of Diving.

Un camino poco convencional hacia la ciencia.

SHERRI FERGUSON, MSC, ES LA DIRECTORA de laboratorio de la cámara hiperbárica de la Universidad Simon Fraser (Simon Fraser University), situada a una altitud de 366 metros (1.200 pies) en Burnaby Mountain en las afueras de Vancouver, Canadá. Es una científica que está trabajando en investigaciones de buceo y el espacio aéreo; una buceadora deportiva, técnica y comercial experimentada y madre.

¿Cómo se involucró en el buceo?

Tuve la suerte de vivir en una pequeña comunidad aquí en Deep Cove, North Vancouver, con una tienda de buceo, y, en ese momento, vivía frente al mar. La historia comienza con mi primer buceo cuando desarrollé un gran entusiasmo por esta actividad, al igual que muchas personas. Era cómodo bucear en mi patio trasero, por lo que el primer año, tras obtener mi certificación, hice más de 100 buceos, y me di cuenta de que estaba invirtiendo todo mi dinero en mi hábito de buceo. Ese fue el momento en que decidí que sería mucho más feliz si convertía mi hábito en mi carrera para obtener una remuneración, lo que me llevó a recibir toda la capacitación que pudiera encontrar para potenciar mis habilidades de buceo hasta alcanzar el nivel de instructora.

Creía que la mejor manera de ganar dinero era destacarme de las masas, así que cuantos más cursos pudiera dictar, más podría bucear, y disfrutaba mucho del aprendizaje. Creé una pequeña empresa produciendo, fabricando y reparando trajes secos, lo que me llevó a viajar para visitar tiendas y escuelas de buceo para que compraran nuestras marcas o nos enviaran trajes para su reparación. Establecer esos contactos fue invaluable para mi red de buceo comercial y deportivo, y rápidamente fui elegida por fabricantes de equipos de buceo e hice todo desde vender equipo de buceo técnico hasta dictar seminarios de mantenimiento de reguladores hasta la década de 1990 y el lanzamiento de los rebreathers deportivos.

También es buceadora comercial. ¿Cómo lo logró?

Me convertí en buceadora comercial a finales de la década de 1990 y comencé a bucear con aire comprimido haciendo trabajos sencillos bajo el agua como, por ejemplo, cambiar ánodos de zinc e inspeccionar cadenas de muelles. Trabajé un poco en la industria del cine haciendo seguridad en el agua para diferentes programas de televisión que se rodaban aquí, como Expediente X, (Los expedientes X), y finalmente terminé enseñando en una escuela de buceo comercial y realizando trabajos de buceo comercial. Esa escuela de buceo fue donde tuve mis primeros encuentros con cámaras hiperbáricas.

Hacer tantas cosas a la vez, pero con mi propio cronograma, me permitió ser madre soltera y tener ingresos relativamente buenos como profesional de la industria del buceo. Mas tarde trabajé para la revista Diver , otra excelente manera de obtener más contactos y ampliar mi red en la industria del buceo.

Informe de seguridad anterior al buceo de los participantes involucrados en la investigación sobre narcosis en la EMPU.

A punto de comenzar un tratamiento de cinco horas para una EDC en la cámara hiperbárica del Hospital General de Vancouver (Vancouver General Hospital).
Ferguson ingresa al agua con un rebreather (recirculador) de circuito cerrado para bucear en el naufragio del S.S. Capilano. Este barco de vapor de acero se hundió en 1915 en el estrecho de Georgia, Columbia Británica, Canadá. Capilano. Este buque de vapor de acero se hundió en 1915 en el estrecho de Georgia, Columbia Británica, Canadá.

Ha recorrido un camino hacia la ciencia un tanto no convencional. ¿Cómo se involucró en el mundo académico?

Mientras trabajaba en Diverla Universidad de Columbia Británica (University of British Columbia, UBC) anunció la búsqueda de un oficial de seguridad en el buceo (DSO, por sus siglas en inglés), y cuando miré los requisitos de experiencia, decidí intentarlo. Presenté una solicitud y obtuve mi primer trabajo en una universidad. Era la DSO del programa de ciencia, y tener ese trabajo me llevó a enterarme de un puesto de trabajo en la Universidad Simon Fraser (Simon Fraser University, SFU) como operador de cámara y coordinador del centro de tratamiento en cámara hiperbárica. Por un tiempo tuve los dos trabajos a tiempo parcial, y dividía mi tiempo entre las universidades. El primer proyecto grande en el que participé en la SFU fue para Boeing. Estaban interesados en los niveles de saturación del oxígeno en la sangre durante el sueño porque estaban construyendo el Dreamliner y el 777. Estos aviones volarían por 21 horas, por lo que debían tener dos tripulaciones para que los miembros de una de ellas pudieran dormir mientras los otros volaban. Dormir con la presión de cabina a 2.438 metros (8.000 pies) estaba causando algunos descensos en la saturación similares a los de la apnea del sueño, que tenía posibles consecuencias para la salud cardiovascular y la hipertensión.

Para estudiar esos efectos, hicimos que los pilotos durmieran en la cámara por varias noches a diferentes altitudes con todo tipo de controles fisiológicos y psicológicos. Descubrimos que los pilotos tenían un beneficio al dormir a presiones equivalentes a 1.829 metros (6.000 pies) en lugar de 2.438 metros (8.000 pies), así que, para proteger la salud a largo plazo de la tripulación al volar largas distancias, una presión de cabina más alta tenía sentido. No obstante, también descubrimos que la altitud no afectaba significativamente su tiempo de reacción, concentración ni desempeño después de dormir.

¿Cómo se convirtió en directora de la cámara hiperbárica?

Lamentablemente, durante uno de esos días de experimentación, tuvimos una importante falla en la cámara que requirió un mantenimiento integral y una limpieza de todo el sistema. Justo cuando tuvimos que suspender el uso de la cámara, el ingeniero in situ se retiró, y yo me convertí en la ingeniera, y la SFU me dio el trabajo a tiempo completo. Solucioné los problemas del laboratorio y logré que pudiéramos terminar ese estudio, pero la universidad estaba pensando en cerrar la cámara por falta de fondos. Propuse un nuevo modelo de negocio para el laboratorio que convertiría la cámara en un recurso compartido para otros departamentos e inversores externos para que pudieran usarla para sus investigaciones.

Para estar a la altura de mi nuevo título, decidí trabajar en mis credenciales académicas, por lo que inicié una maestría en fisiología biomédica en la SFU. La Oficina Global de Investigación Naval de Estados Unidos (U.S. Office of Naval Research Global, ONR-G) financió los proyectos de mi tesis, pero tuve que encontrar otras maneras para atraer investigaciones al laboratorio. Lo que había visto al dirigir la cámara me había despertado un interés en la Sociedad de Medicina Hiperbárica y Subacuática (Undersea and Hyperbaric Medical Society, UHMS), y comencé a asistir a su congreso científico anual. Los trabajos que se presentaron allí me entusiasmaron, y pensé: “esto es lo que quiero hacer”. De alguna manera, mi pasión por la investigación de buceo había superado mi pasión por el buceo. Aún buceo todo lo que puedo, pero me he vuelto más selectiva en cuanto a los destinos.

¿Cuál fue el enfoque de su maestría?

Conocí a varios buzos experimentados que murieron después de desarrollar síntomas durante su ascenso o después de salir a la superficie que posiblemente fueron causados por un edema pulmonar por inmersión (IPE, por sus siglas en inglés), de acuerdo con las descripciones de sus muertes. Me pregunté si una disminución de la presión parcial de oxígeno (PO2) podría haber causado estas muertes. Mi interés particular en la fase de ascenso y el cambio conectado en la PO2 hizo preguntarme si veríamos una diferencia si fijábamos la PO2 cuando los buzos salían a la superficie.

Realicé ECG de 12 derivaciones a buzos haciendo ejercicio sumergidos en agua fría y ECG de 12 derivaciones y mediciones de la presión arterial en buceos simulados en cámara hiperbárica a 2,4 ATA por 90 minutos con descansos con aire. Después de observar cómo la variabilidad de la frecuencia cardíaca, el ritmo cardíaco y el sistema cardiovascular respondía a las disminuciones de la PO2, tuve más preguntas que respuestas.

¿En qué proyectos está trabajando actualmente?

Tenemos varios proyectos diferentes en curso en nuestra cámara. Uno es una colaboración entre Damon Poburko de la SFU, Christian Kastrup de la UBC, su estudiante de postdoctorado Adele Khavari y yo. Estamos estudiando el factor XII, una proteína de la coagulación involucrada en la cascada de coagulación cuya deficiencia no promueve el sangrado, que se inició a través de descubrimientos de un proyecto centrado en la investigación de la coagulación financiado por el Departamento de Defensa. Se activa con una lesión en las paredes de los vasos sanguíneos (endotelio). Los mamíferos de aguas profundas y las aves que vuelan a altitudes extremas carecen de esta proteína.

Nuestro objetivo es comprender si el factor XII tiene una participación en el estrés descompresivo y la enfermedad por descompresión. Hemos finalizado experimentos de laboratorio con sangre y plasma con y sin el factor XII en un entorno hiperbárico. La siguiente fase es un modelo de ratón que no expresa el factor XII (llamado factor XII knockout), que compararemos con un ratón salvaje. Estamos analizando su función sanguínea, endotelial, metabólica y mitocondrial y estudiando la formación de burbujas con ultrasonidos después de la descompresión.

Esta es la única manera de justificar los experimentos con animales —analizándolo desde todos los ángulos antes de pasar a los sujetos humanos—. El objetivo es ver si podemos controlar el estrés descompresivo mediante la eliminación del factor XII a través de la farmacología.

También ha estado trabajando con recolectores de mariscos. ¿De qué se trata ese proyecto?

WorkSafe BC, qué básicamente es nuestra Junta de Compensación Obrera, está financiando ese estudio. Estamos estudiando a buzos científicos que recolectan muestras o hacen estudios y recolectores de mariscos que recogen erizos de mar, almejas generosas y pepinos de mar. Les entregamos rastreadores de buceo, que son pequeñas cajas negras conectadas al equipo del buzo que registran los perfiles de buceo, a aproximadamente 60 buzos. A través de estos rastreadores anónimos, que también son ciegos, intentamos ver si bucean o no de acuerdo con nuestras tablas laborales. Hacemos un seguimiento de sus comportamientos para comprender sus perfiles de buceo, ver si podemos implementar computadoras para este tipo de buceo y si eso mejoraría la seguridad en la recolección y el buceo científico.

Una gran parte de su trabajo es la hipoxia y el entrenamiento en hipoxia. ¿Qué intenta descubrir?

Tenemos pilotos que se acercan al centro a participar en el entrenamiento en hipoxia. La única parte legalmente necesaria en Canadá para los pilotos comerciales y civiles es académica. Cualquiera puede enseñar eso, pero muchos pilotos quieren experimentar la hipoxia y ver cómo se desempeñan en un estado de hipoxia.

Involucramos a algunos de esos pilotos cuando realizan el entrenamiento en hipoxia para descubrir si hay algún indicador de la disminución en la saturación del oxígeno. La velocidad con la que se produce la disminución y la gravedad de los síntomas depende de cada individuo. Estamos reuniendo estadísticas demográficas, con qué frecuencia vuelan y qué tipo de avión vuelan (presurizado o no presurizado).

Actualmente el estudio está en curso con 45 participantes, que aún es limitado, pero, hasta el momento, aparentemente la edad es la única correlación con las disminuciones más importantes en la saturación del oxígeno. No obstante, desde la pandemia se han desmayado más participantes que antes. Esta observación es muy interesante, pero aún no tenemos los datos para mostrar una correlación. Probablemente ese es uno de los próximos estudios.

¿Qué hace cuando no está en el laboratorio?

Vivo en un pequeño pueblo en el norte de Vancouver a poca distancia del océano. Mi perro y yo damos un paseo diario a la playa. Recientemente comencé a practicar canotaje en el mar y obtuve mi certificación de habilidades de nivel 1 de canotaje. Me desempeño como voluntaria en varias juntas de seguridad y buceo, lo que incluye ser la presidenta de Canadian standard Z275.1 on hyperbaric and compressed-air environments, el comité de seguridad de la UHMS, Canadian Undersea and Hyperbaric Medical Association y Canadian Association of Underwater Science. Me encanta viajar a lugares que nunca he visitado, y si puedo bucear allí, mucho mejor.

Alert Diver - Q3 2022

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