“Todo lo que ve le está contando una historia. ¿Está prestando atención?” - Butch Hendrick, Lifeguard Systems.
EL BUCEO CONLLEVA UN MAYOR NIVEL DE RIESGO inherente porque los humanos no pueden sobrevivir bajo el agua sin equipo especializado. Cuando las cosas salen mal, un rescate efectivo es fundamental para obtener un resultado favorable. En la mayoría de los cursos de buceo de rescate se enseña a los estudiantes técnicas básicas para aplicarlas cuando algo sale mal, pero los mejores cursos también proporcionan técnicas para evitar que haya incidentes.
Es más probable que los buzos que tienen conciencia de la situación puedan evitar un accidente potencial. Podría ser tan simple como observar la rotura del cierre de una boquilla al colocarse el equipo o algo más complejo como un buzo que entra en pánico al quedarse sin mezcla respiratoria. Dominar el arte de la conciencia no es una tarea simple y un buzo puede tardar años hasta tener la capacidad de reconocer problemas potenciales.
Ser un buzo consciente a menudo consiste en identificar y resolver problemas antes de que se conviertan en emergencias. Cada buzo debe practicar habilidades de rescate regularmente, pero su objetivo debe ser evitar incidentes para nunca tener que usar esas habilidades. La observación prudente puede ayudar a que un buceo esté libre de incidentes y accidentes si se reconocen los problemas potenciales en cada etapa de un buceo.
Por lo tanto, ¿cuándo debe comenzar el rescate?
En el parqueo (estacionamiento o punto de reunión)
Al planificar un buceo, los buzos deben intentar resolver cualquier cuestión que podría causar problemas más tarde. Desde el momento en que los buzos llegan al parqueo o punto de reunión, deben prestar atención a todo a su alrededor para identificar problemas potenciales. ¿Cómo están actuando los demás buzos? Si esos individuos son amigos o conocidos, preste atención a cualquier comportamiento anormal. ¿Se ha callado súbitamente la persona que normalmente es conversadora? ¿El buzo que habitualmente se siente seguro de sí mismo parece estar ansioso? Hablar con el buzo que está nervioso puede revelar sus propias dificultades o inquietudes respecto a la seguridad.
También es importante escuchar otras conversaciones. Las preguntas y comentarios de los buzos pueden brindar una idea de su experiencia y capacitación. Escuchar puede ayudarlo a obtener información importante y evitar que los egos interfieran con la seguridad.
Preste atención a la condición del equipo que los buzos sacan de su vehículo. La apariencia no lo es todo, pero puede indicar con qué frecuencia un buzo está en el agua o qué tan bien mantiene su equipo. El equipo muy usado puede sugerir que un individuo bucea con frecuencia o que descuida su equipo. Asimismo, no se debe asumir que alguien con equipo muy usado o una configuración técnica es un buzo competente y bien calificado. Por otra parte, un bolso lleno de equipo impoluto puede sugerir que se trata de un buzo que se ha iniciado en el deporte recientemente. Asegúrese de que usted y su compañero hayan recibido capacitación vinculada al equipo que utilizarán, especialmente si es prestado o alquilado, y familiarícense con el equipo del otro.
En el punto de buceo o en la embarcación
Es posible identificar otros problemas potenciales después de que los buzos llegan al lugar o abordan la embarcación de buceo. Mire atentamente como los buzos ensamblan su equipo. ¿Fue el proceso de ensamblaje fácil y eficaz? ¿Estaban los buzos seguros de sí mismos durante el ensamblaje? ¿Cometieron algún error? Preste atención a los buzos que se obsesionan con detalles mínimos; este comportamiento podría indicar una inseguridad respecto a su capacidad para prepararse correctamente para el buceo.
Antes del buceo, evalúe qué conciencia de la situación muestran los otros buzos. ¿Están prestando atención solamente a la tarea del momento o tienen conciencia de lo que las otras personas a su alrededor están haciendo? ¿Se distraen de su preparación o tienen la capacidad de manejar múltiples tareas? Tome nota de estas observaciones ya que podrían indicar el nivel de preparación de otros buzos para manejar problemas futuros que podrían surgir.
Durante el control previo al buceo
Una de las peores cosas que puede hacer un buzo es asumir que simplemente preguntar “están listos” antes de descender puede reemplazar un control anterior al buceo. Esta práctica da lugar a que los buzos no inspeccionen y prueben el equipo, repasen señas manuales ni finalicen el plan de buceo. Un control anterior al buceo es la última oportunidad de evitar un incidente antes de sumergirse. El uso de un acrónimo o una lista de verificación física ayudará a los buzos a realizar un control exhaustivo.
Muchos buzos también aplican la regla de los tres strikes. Si hay tres cosas durante su preparación para el buceo que no resultan según lo planificado, debe posponer el buceo. Los strikes pueden incluir muchas cosas, como un buzo que se levanta tarde y se apresura para cargar los equipos en el carro o la ruptura de una junta tórica. Si algo se siente como una dificultad en algún momento, considérelo un strike.
En el agua
Después de sumergirse, preste atención a cómo otros buzos se desenvuelven en el agua. ¿Cuál es su nivel de confort? Los indicadores de ansiedad pueden incluir problemas de flotabilidad, desplazamiento con las manos, incremento de la frecuencia respiratoria, posición corporal extraña o sostener el regulador con la mano constantemente para mantenerlo en la boca. El inicio del descenso es la última oportunidad para abordar problemas potenciales antes de que se conviertan en verdaderas emergencias.
La ansiedad puede aumentar rápidamente hasta convertirse en pánico. Los buzos pueden exhibir movimientos rápidos y raros (como intentar subir una escalera), respiración rápida y superficial o los ojos agrandados momentos antes de entrar en pánico, lo que a menudo hace que desechen el equipo o se dirijan a la superficie a toda velocidad. Es necesario tener respuestas ágiles, eficientes y efectivas para evitar que la situación empeore y se convierta en una situación más peligrosa o potencialmente fatal.
Es importante que los buzos practiquen habilidades de rescate en el agua regularmente para que sepan instintivamente qué hacer si se produce un incidente. El dominio de habilidades como respirar sin una máscara bien colocada o lidiar con un compañero que se quedó sin mezcla respiratoria les permite adquirir confianza en el agua. La práctica regular podría ayudar a un buzo a manejar una emergencia efectivamente.
Cuando un buzo puede abordar problemas con calma, esas situaciones se vuelven más una molestia que una emergencia fuera de control. Eso no quiere decir que no tendrán que enfrentarse a una situación peligrosa o finalizar el buceo, pero podrán hacerlo sin contratiempos y con eficacia.
De hecho, un rescate comienza en su primera clase de buceo cuando empieza a aprender y desarrollar las habilidades que necesita. Cuando un buzo se vuelve diestro en la ejecución de habilidades básicas en aguas abiertas, es más probable que responda con eficacia y competencia frente a una emergencia. Los buzos que se sienten seguros respecto a sus habilidades pueden concentrarse menos en ellos y más en aquellos que los rodean. Practicar la conciencia de la situación les permite reconocer cuando otros buzos tienen problemas e intervenir para evitar emergencias.
Practicar sistemáticamente técnicas de rescate es clave para que todos los buceos estén libres de incidentes y accidentes, y el arte de la conciencia es una habilidad que los buzos deben utilizar constantemente. Es necesario identificar los problemas antes de un rescate. Todo lo que ve le está contando una historia. ¿Está prestando atención?