La aptitud cardiovascular y el buceo

El buceo con aire comprimido expone a las personas a muchos efectos, lo que incluye inmersión, frío, gases de cámaras hiperbáricas, presión respiratoria elevada, ejercicio y estrés, así como también a un riesgo posterior al buceo de que se produzca la circulación de burbujas de gas en la sangre. La capacidad del corazón para soportar un gasto cardíaco elevado disminuye con la edad y con las enfermedades. Tener un corazón saludable es sumamente importante para la seguridad durante el buceo, así como para la capacidad para ejercitarse en general y para el ciclo de vida.

A continuación figuran algunos problemas cardiovasculares comunes que pueden afectar a un buzo, incluso sus consecuencias en el buceo y los posibles tratamientos médicos.

Hipertensión

Hipertensióno presión arterial alta, es una de las condiciones médicas más comunes que se observan en la población de buceo —esto no es una sorpresa ya que es una condición médica común en la población en general. Los criterios rigurosos para la hipertensión pueden variar dependiendo de la referencia que se cite, pero la presión arterial normal generalmente aceptada es una presión sistólica por debajo de 140 y una presión diastólica por debajo de 90 mm Hg, dependiendo de la edad (su médico mencionará la sistólica en primer lugar y la diastólica en segundo lugar —por ejemplo, “120 sobre 80”). Se debe realizar una evaluación médica exhaustiva para encontrar una causa tratable de la hipertensión; sin embargo, en la mayoría de los casos, no se encuentra ninguna.

Básicamente, una persona con hipertensión se enfrenta a dos tipos de complicaciones diferentes: a corto plazo y a largo plazo. Las complicaciones a corto plazo generalmente se deben a una presión arterial sumamente alta; la más importante es el riesgo de sufrir un ataque cerebral por la ruptura de vasos sanguíneos en el cerebro (llamado accidente cerebrovascular). Los efectos nocivos a largo plazo son más comunes: incluyen la enfermedad arterial coronaria, enfermedad renal, insuficiencia cardíaca congestiva, problemas oculares y enfermedad cerebrovascular.

Consecuencias en el buceo: 

Siempre que la presión arterial del individuo esté bajo control, las principales preocupaciones deben ser los efectos secundarios de los medicamentos y la evidencia de daños en órganos diana. Los buzos que hayan demostrado un control adecuado de la presión arterial sin una disminución considerable en el desempeño en el agua debido a los efectos secundarios de los medicamentos deberían poder bucear de manera segura.

Un informe reciente en una revista de medicina de buceo hizo referencia a varios episodios de edema pulmonar agudo (es decir, pulmones congestionados con líquido) en individuos con una hipertensión no controlada mientras buceaban. Es necesario realizar exámenes físicos regulares y un control apropiado de las consecuencias a largo plazo de la hipertensión como, por ejemplo, la enfermedad arterial coronaria.

Medicamentos utilizados en el tratamiento: 

Una hipertensión leve puede controlarse con dieta y ejercicio; no obstante, a menudo es necesario utilizar medicamentos. Para tratar la hipertensión se utilizan muchas clases de medicamentos, con diversos efectos secundarios. Algunos individuos deben cambiar los medicamentos cuando uno parece ser o se vuelve ineficaz. Otros pueden necesitar más de un medicamento a la vez para mantener la presión arterial bajo control.

Algunos medicamentos, conocidos como bloqueadores beta, a menudo reducen la tolerancia máxima al ejercicio y también pueden tener algún tipo de efecto sobre las vías aéreas. Esto normalmente no representa un problema para el buzo promedio. Los inhibidores de la ECA (enzima convertidora de angiotensina) son el tipo de medicamento que se prefiere para tratar a buzos hipertensos; una tos persistente es un efecto secundario posible.

Los bloqueadores de los canales de calcio son otra opción posible, pero los individuos pueden sentirse mareados al ponerse de pie desde una posición sentada o decúbito supino como un efecto secundario significativo.

Los diuréticos también se utilizan con frecuencia para tratar la hipertensión. Por ello, se debe prestar una minuciosa atención a la hidratación y el estado de los electrolitos. La mayoría de los antihipertensivos son compatibles con el buceo siempre que los efectos secundarios experimentados por el buzo sean mínimos y que su desempeño en el agua no se vea significativamente comprometido. Cualquier buzo que haya tenido presión arterial alta por mucho tiempo debe ser controlado para comprobar la presencia de efectos secundarios en el corazón y los riñones.

Enfermedad arterial coronaria

La arterioesclerosis coronaria se describe comúnmente como un “endurecimiento de las arterias”. Es el resultado de la deposición de colesterol y otros materiales a lo largo de las paredes de las arterias del corazón. Las paredes de las arterias, en respuesta a la deposición de este material, también se espesan. El resultado final es un bloqueo progresivamente mayor del flujo de sangre a través del vaso. Muchos factores contribuyen al desarrollo de la arterioesclerosis coronaria: dieta alta en grasas y colesterol, tabaquismo, hipertensión, envejecimiento e historial familiar. Las mujeres en edad reproductiva en general tienen un riesgo menor debido a los efectos protectores del estrógeno. En los Estados Unidos y otros países industrializados, la enfermedad arterial coronaria es la causa principal de muerte.

Consecuencias en el buceo: 

La enfermedad arterial coronaria sintomática es una contraindicación para la práctica de buceo de manera segura: el buzo que sufra de esta condición no debe bucear. La enfermedad arterial coronaria produce una disminución del suministro de sangre —y, consecuentemente, oxígeno— al tejido muscular del corazón. El ejercicio aumenta la necesidad de oxígeno del corazón. Privar al tejido miocárdico de oxígeno puede dar lugar a ritmos cardíacos anormales o un infarto de miocardio, o ataque cardíaco.

El síntoma clásico de la enfermedad arterial coronaria es el dolor en el pecho, especialmente cuando se produce después de un esfuerzo. Lamentablemente, muchas personas no tienen síntomas antes de experimentar un ataque cardíaco. La enfermedad cardiovascular es una causa significativa de muerte entre los buzos. Los buzos mayores y aquellos con factores de riesgo importantes de sufrir una enfermedad arterial coronaria deben realizarse evaluaciones médicas regulares y estudios apropiados (por ejemplo, una prueba de esfuerzo en una caminadora).

Medicamentos utilizados en el tratamiento: 

Entre los medicamentos que suelen utilizarse en el tratamiento de esta enfermedad figuran la nitroglicerina, los antagonistas del calcio y los betabloqueantes. En algún momento, una persona con enfermedad coronaria puede necesitar un procedimiento de revascularización, o el restablecimiento del riego sanguíneo, mediante cirugía de bypass o angioplastia. Si el procedimiento tiene éxito, la persona puede volver a bucear después de un período de curación y una evaluación cardiovascular completa. (Véase "Injerto de derivación aortocoronaria", más adelante)

Infarto de miocardio (ataque cardíaco)

El infarto de miocardio (IM), o ataque cardíaco, ocurre cuando se produce un daño en las células del músculo cardíaco como consecuencia de una interrupción en el flujo de sangre a los tejidos. Los factores de riesgo del ataque cardíaco son los mismos que los de la enfermedad arterial coronaria.

Un infarto de miocardio es, más comúnmente, la consecuencia directa de la arterioesclerosis coronaria, o endurecimiento de las arterias. Las arterias bloqueadas detienen el flujo de sangre hacia el tejido cardíaco y privan a las células del oxígeno necesario. Es posible que algunas áreas pequeñas del músculo cardíaco sufran daños, lo que puede producir una cicatriz; esto incluso puede ocurrir sin que el individuo experimente síntomas significativos. Si hay áreas del corazón más grandes que se ven privadas de oxígeno o si las células que conducen los impulsos eléctricos principales se encuentran dentro de un área donde el flujo de sangre se ve disminuido, el corazón puede latir irregularmente o incluso dejar de latir por completo. No resulta extraño que la muerte súbita cardíaca sea el primer síntoma de la enfermedad arterial coronaria.

Consecuencias en el buceo: 

Los eventos cardiovasculares causan entre un 20 y un 30 por ciento de todas las muertes que se producen durante el buceo con aire comprimido. Para muchas personas, el verdadero problema es que el primer signo de la enfermedad arterial coronaria es un ataque cardíaco. El único enfoque realista consiste en recomendar medidas apropiadas para prevenir el desarrollo de la arterioesclerosis coronaria y alentar a aquellos individuos que estén en riesgo a realizarse evaluaciones médicas regulares.

Una dieta prudente y una rutina de ejercicio regular deben ser algo habitual para los buzos. Los individuos y los buzos mayores con un historial familiar de infartos de miocardio, especialmente a una edad temprana, deben realizarse evaluaciones apropiadas para detectar signos tempranos de la enfermedad arterial coronaria.

Los individuos que hayan experimentado ataques cardíacos anteriormente corren el riesgo de sufrir eventos cardíacos adicionales en el futuro, y es posible que el tejido cardíaco dañado haya comprometido la función cardíaca. Un ventrículo izquierdo dañado puede no tener la capacidad de bombear sangre con la misma eficacia con la que lo hacía antes del IM.

Independientemente de si un individuo se ha sometido a un procedimiento de revascularización (consulte “Injerto de derivación de arteria coronaria”), deben cumplirse estrictos criterios antes de que un individuo pueda volver a bucear de manera segura. Después de un período de recuperación —se recomienda un lapso de seis a 12 meses— un individuo debe someterse a una evaluación cardiovascular exhaustiva, lo que incluye una prueba de esfuerzo físico. El individuo debe poder desempeñarse a un nivel de 13 METS (etapa 4 del protocolo de Bruce). Este es un nivel de ejercicio bastante enérgico, lo que equivale a correr progresivamente más rápido hasta que el paciente alcance un ritmo que sea apenas más rápido que correr 1,6 km (1 milla) en 8 minutos (por un intervalo de tiempo muy breve). Lograr un buen desempeño a ese nivel sin presentar síntomas ni cambios en el ECG indica una tolerancia normal al ejercicio.

Injerto de derivación de arteria coronaria

Felizmente, tanto para pacientes como para cirujanos torácicos, la enfermedad arterial coronaria afecta la primera parte, o el extremo proximal, de la arteria con mucha más frecuencia y gravedad que la parte inferior de la arteria. Esto permite realizar un procedimiento quirúrgico que utiliza una parte de una vena u otra arteria para dirigir la sangre alrededor del bloqueo. Los médicos realizan este procedimiento cientos de veces cada día en todo el país —más de 500.000 veces por año. Si la derivación tiene éxito, el individuo no debería tener síntomas de enfermedad arterial coronaria y el músculo cardíaco debería recibir oxígeno y un flujo de sangre normal.

La angioplastia coronaria, un procedimiento menos invasivo, consiste en colocar un catéter con un balón en la punta en el área del bloqueo e inflar el balón para abrir la arteria. Este procedimiento no requiere abrir el pecho y puede realizarse en un entorno ambulatorio.

Consecuencias en el buceo: 

Un individuo que se ha sometido a un injerto de derivación de arteria coronaria o una angioplastia pudo haber sufrido un daño cardíaco significativo antes de someterse a la cirugía. La función cardíaca postoperatoria de los individuos determina su aptitud física para el buceo.

Cualquier persona que se haya sometido a una cirugía abierta de tórax necesita una evaluación médica apropiada antes de volver a bucear con aire comprimido. Después de un período de estabilización y recuperación (normalmente se recomienda un lapso de 6 a 12 meses), el individuo debe realizarse una evaluación cardiovascular exhaustiva antes de que se lo autorice a bucear nuevamente. El individuo no debe sentir dolor en el pecho y debe tener una tolerancia normal al ejercicio, demostrada en un electrocardiograma normal (13 METS o etapa 4 del protocolo de Bruce —conforme se definió al final de la sección anterior sobre IM). Si hay alguna duda sobre el éxito del procedimiento o cuán abiertas están las arterias coronarias, el individuo debe abstenerse de bucear.

Prolapso de válvula vitral

El prolapso de la válvula mitral (MVP, por sus siglas en inglés) es una condición común, especialmente en las mujeres. El problema surge a partir de un exceso de tejido y tejido conectivo laxo en la estructura de la válvula mitral del corazón: parte de la válvula se protruye hacia el ventrículo izquierdo durante la contracción del corazón.

Un individuo con un MVP puede no tener ningún síntoma, o los síntomas pueden variar de palpitaciones ocasionales, o una sensación inusual en el pecho derivada de los latidos del corazón, a un dolor atípico en el pecho y un infarto del miocardio. También hay un riesgo apenas mayor de sufrir un pequeño accidente cerebrovascular o una pérdida transitoria del conocimiento.

Consecuencias en el buceo:

Habitualmente, un prolapso de la válvula mitral no causa ningún síntoma ni produce cambios en el flujo de sangre, lo que impediría que un individuo practique buceo de manera segura. Un buzo con un prolapso de la válvula mitral conocido que no tiene síntomas y que no toma ningún medicamento para el problema debería poder participar en actividades de buceo de forma segura. El individuo no debe necesitar ningún medicamento y no debe tener dolor en el pecho ni ninguna alteración de la conciencia, palpitaciones y latidos anormales del corazón. Los individuos con un ritmo cardíaco anormal, que puede producir palpitaciones, no deben bucear a menos que estas palpitaciones puedan controlarse con dosis bajas de medicamentos antiarrítmicos.

Medicamentos utilizados en el tratamiento: 

Para el prolapso de la válvula mitral a veces se recetan bloqueadores beta. A menudo, estos medicamentos reducen la tolerancia máxima al ejercicio y también pueden tener algún tipo de efecto sobre las vías aéreas. Esto normalmente no representa un problema para el buzo promedio, pero puede ser importante en situaciones de emergencia.

Disritmias

El término “disritmia” significa latido cardíaco anormal y se utiliza para describir una amplia variedad de condiciones que varían de afecciones no patológicas benignas a trastornos graves del ritmo que pueden poner en peligro la vida. Un término que resulta más familiar para muchas personas es “arritmia”, que literalmente significa “sin latidos”.

Un corazón normal late entre 60 y 100 veces por minuto. En atletas bien entrenados o incluso en algunos individuos no deportistas completamente en reposo, el corazón puede latir tan solo 40 a 50 veces por minuto. Los individuos normales completamente saludables tienen latidos adicionales esporádicos o pequeños cambios en el ritmo. Esto puede ser provocado por medicamentos (cafeína), estrés o sin motivo aparente. Las disritmias se vuelven graves solo cuando son prolongadas o cuando no producen la contracción mecánica deseada del corazón.

Los latidos adicionales fisiológicamente significativos pueden originarse en las cámaras superiores del corazón (taquicardia supraventricular o disritmia auricular) o en las cámaras inferiores del corazón (taquicardia ventricular). La causa puede deberse a un cortocircuito o una vía de conducción extra para el impulso o bien derivarse de alguna otra patología cardíaca. Las personas que tienen episodios o períodos de latidos cardíacos rápidos corren el riesgo de perder el conocimiento durante estos eventos. También hay condiciones donde la persona tiene una disritmia bastante estable (por ejemplo, una fibrilación auricular inalterable), pero normalmente tienen problemas cardiovasculares adicionales y otros problemas de salud que coinciden con su alteración del ritmo. Asimismo, una frecuencia cardíaca lenta o un bloqueo cardíaco puede causar síntomas.

Consecuencias en el buceo: 

Las disritmias más graves, como la taquicardia ventricular y muchos tipos de trastornos del ritmo auricular, son incompatibles con el buceo. El riesgo para cualquier persona que desarrolla una disritmia durante un buceo es, sin duda, perder el conocimiento bajo el agua. El momento de la aparición de las taquicardias supraventriculares es impredecible y a menudo pueden desencadenarse al sumergir la cara en agua fría. Una persona que haya tenido más de un episodio de este tipo de disritmia no debe bucear.

Un individuo con una disritmia cardíaca debe someterse una evaluación médica completa realizada por un cardiólogo antes de participar en actividades de buceo con aire comprimido. En algunos casos, estudios de la conducción (electrofisiológicos) exhaustivos pueden identificar una vía de conducción anormal y el problema puede corregirse. Recientemente, médicos e investigadores han determinado que las personas con algunas disritmias (como, por ejemplo, algunos tipos de síndrome de Wolff-Parkinson-White) pueden participar en el buceo de forma segura después de someterse a una evaluación completa realizada por un cardiólogo. Asimismo, en determinados casos, algunas personas con disritmias auriculares estables (fibrilación auricular sin complicaciones, por ejemplo) pueden bucear de forma segura si un cardiólogo determina que no existe ningún otro problema de salud significativo.

Medicamentos utilizados en el tratamiento: 

La mayoría de las disritmias que requieren el uso de medicamentos son una contraindicación para un buceo seguro. Se pueden hacer excepciones en cada caso en particular tras consultar a un cardiólogo y un oficial médico experto en medicina de buceo.

Soplos

Un soplo cardíaco es un sonido adicional que se puede escuchar durante un examen de tórax con un estetoscopio. La apertura y el cierre de las válvulas del corazón producen sonidos esperados y previsibles en individuos con latidos del corazón normales. Los soplos representan sonidos adicionales causados por un flujo de sangre turbulento o anormal a través de una válvula del corazón, en el corazón en sí o en los grandes vasos (es decir, la aorta y las arterias pulmonares).

Algunos soplos se producen estrictamente a partir de un aumento en el flujo. Por ejemplo, las mujeres embarazadas a menudo tienen un soplo funcional debido a un mayor volumen de sangre y un metabolismo hiperdinámico; estos soplos son benignos. Otros soplos son producto de daños en las válvulas del corazón y representan una patología importante. Las válvulas dañadas pueden restringir el flujo de sangre (lesiones estenóticas) o permitir que la sangre regrese a la cámara del corazón de la que provino (lesiones de regurgitación). Las válvulas del corazón pueden dañarse debido a una infección, un trauma o un daño del músculo cardíaco (infarto de miocardio), o un individuo puede nacer con una válvula cardíaca estructuralmente anormal.

Consecuencias en el buceo:

Las lesiones estenóticas, como la estenosis aórtica y mitral, restringen el flujo de sangre efectivo y pueden tener consecuencias graves durante el ejercicio. Una estenosis aórtica significativa pone a un individuo en un mayor riesgo de sufrir una muerte súbita cardíaca durante el ejercicio; esto es una contraindicación para el buceo. Una estenosis mitral también limita la respuesta al ejercicio y, con el paso del tiempo, puede provocar una insuficiencia cardíaca congestiva.

Las lesiones de regurgitación suponen un menor riesgo durante el buceo. A lo largo de los años, el corazón será puesto a prueba por el esfuerzo adicional necesario para bombear sangre, y el resultado a largo plazo puede ser una insuficiencia cardíaca. Los buzos con este tipo de problemas en las válvulas cardíacas pueden participar en el buceo de manera segura si no tienen síntomas y tienen una función y una estructura ventricular izquierda normales, todo ello demostrado por un ecocardiograma.

Defectos septales auriculares y ventriculares

Un defecto septal auricular (ASD, por sus siglas en inglés) es el resultado del cierre incompleto de la pared que separa la aurícula derecha de la izquierda (las dos cámaras superiores del corazón) durante el desarrollo embrionario. Este no es un fenómeno poco común en la población general y, si el orificio es lo suficientemente pequeño, la persona promedio experimentará consecuencias fisiológicas mínimas. Las mujeres se ven más comúnmente afectadas que los hombres.

El defecto se puede corregir quirúrgicamente, en especial si la persona experimenta síntomas derivados del flujo de sangre de la aurícula izquierda, con presión normalmente más alta, a la aurícula derecha. A una edad temprana, los síntomas pueden ser pocos, pero con los años, pueden producirse complicaciones, como latidos anormales del corazón y un “shunt” o “cortocircuito” (derivación) de sangre de izquierda a derecha.

En un examen, la persona con un ASD puede tener un soplo importante. Un defecto septal ventricular (VSD, por sus siglas en inglés) es una comunicación, o abertura, entre los ventrículos derecho e izquierdo, las cámaras inferiores del corazón. El VSD, una anormalidad en el desarrollo bastante común, a menudo amerita una corrección quirúrgica si el defecto es grande. Debido a la gran diferencia en las presiones entre los ventrículos izquierdo y derecho, el flujo de sangre a través del defecto es casi siempre de izquierda a derecha. Un individuo con defectos septales ventriculares puede experimentar consecuencias a largo plazo.

Consecuencias en el buceo: 

Si bien las presiones normales en las cámaras del corazón propician el flujo de sangre de izquierda a derecha a través de un ASD y un VSD, puede haber períodos en los que este flujo se revierta, particularmente en el caso del ASD. Aunque existen variaciones individuales, los estudios de Doppler han demostrado que la mayoría de los buzos tendrá burbujas venosas después de un buceo a una profundidad y con un tiempo de fondo considerables. Esto normalmente no representa una amenaza importante y el buzo permanece sin síntomas.

Tener un defecto que permite que las burbujas crucen del lado derecho del corazón al izquierdo es una cuestión muy diferente; no obstante, una vez que están en el lado izquierdo del corazón, las burbujas luego pueden ser transportadas a través de las arterias a áreas del cuerpo donde pueden causar daños (por ejemplo, al cerebro, los riñones y la médula espinal). Varios estudios han demostrado que el índice de ASD (y otros defectos en la pared que separa los lados derecho e izquierdo del corazón) en buzos tratados por una enfermedad disbárica era más alto de lo que se esperaba, en comparación con la población general.

Se debe aconsejar a cualquier individuo con un ASD o un VSD que desee practicar buceo con aire comprimido que no lo haga. Los buzos que tienen un ASD o un VSD conocido deben conocer el riesgo potencial mayor de sufrir una enfermedad disbárica y deben tomar una decisión informada respecto a si deben continuar buceando. Es posible que los individuos con un VSD —donde el shunt sea pequeño y se extienda uniformemente de izquierda a derecha, conforme lo demuestre un ecocardiograma— puedan bucear si un médico experto en medicina de buceo determina que es seguro.

Síndrome/fenómeno de Raynaud

El síndrome de Raynaud es una condición donde una persona experimenta episodios de un menor flujo de sangre hacia las extremidades, sobre todo los dedos de las manos y los pies; esto provoca que los dedos estén fríos y pálidos, seguido de dolor y enrojecimiento en estas áreas a medida que el flujo de sangre regresa. El problema subyacente es la constricción de los vasos sanguíneos que abastecen a estas áreas en respuesta al frío, el estrés o algún otro fenómeno. Los síntomas a menudo son leves. El fenómeno de Raynaud puede producirse como un problema aislado, pero con más frecuencia se vincula a trastornos de los tejidos conectivos y autoinmunes como la esclerodermia, la artritis reumatoide y el lupus.

Consecuencias en el buceo: 

El síndrome de Raynaud supone una amenaza para un buzo que por estar gravemente afectado pueda perder la función o la destreza en las manos y los dedos durante el buceo. Si el frío es un disparador que causa síntomas en el individuo, la inmersión en agua fría probablemente tenga el mismo efecto. Estos individuos deben evitar bucear en agua lo bastante fría como para provocar síntomas en las manos al no usar guantes. El dolor puede ser lo suficientemente importante como para que el buzo, a todos los efectos prácticos, no pueda usar sus manos. Es posible que los individuos menos afectados puedan desempeñarse de forma adecuada en el agua.

Medicamentos utilizados en el tratamiento: 

A los individuos con síntomas graves se les puede recetar bloqueadores de los canales de calcio; sentirse mareado al ponerse de pie desde una posición sentada o decúbito supino puede ser un efecto secundario significativo.

Foramen Oval Permeable

El agujero oval es una abertura que existe entre las aurículas derecha e izquierda, las dos cavidades superiores del corazón. Durante el periodo fetal, esta comunicación es necesaria para que la sangre eluda la circulación pulmonar (ya que en ese momento no hay aire en los pulmones) y vaya directamente al resto del cuerpo. En los primeros días de vida, esta abertura se sella, poniendo fin a la comunicación entre estas cámaras cardíacas. En aproximadamente el 25-30 por ciento de las personas, esta comunicación persiste como una pequeña abertura, denominada foramen oval permeable (FOP).

Un FOP puede ser muy pequeño y fisiológicamente insignificante o puede ser más grande y, en ocasiones, una ruta para una derivación o shunt de sangre. Por lo general, debido a que la presión en la aurícula izquierda supera la de la aurícula derecha, la sangre no cruza el FOP (cuando es permeable, o abierto, aún hay un colgajo de tejido en la aurícula izquierda que cubre la abertura del FOP).

Consecuencias en el buceo: 

Como en el caso de los defectos septales auriculares y ventriculares, en algunas circunstancias, un FOP puede producir un shunt de sangre del lado derecho del corazón al lado izquierdo. Es mucho más probable que esto ocurra en las aurículas que en los ventrículos por las diferencias de presión que hay entre las cámaras. Las burbujas inocuas que pueden desarrollarse en el lado venoso de la circulación después de un buceo (consulte “Defectos septales auriculares y ventriculares” más arriba), pueden ser desviadas hacia el lado izquierdo del corazón y luego distribuidas a través de las arterias. El resultado es que se puede producir un embolismo gaseoso paradójico o una enfermedad por descompresión grave como consecuencia de un perfil de buceo aparentemente inocente.

Los estudios de buzos con una enfermedad por descompresión grave han demostrado un índice de foramen oval permeable más alto que el observado en la población general. Los estudios de Doppler especiales con contraste de burbujas pueden identificar un FOP. Un buzo con un FOP conocido debe saber que tiene un mayor riesgo potencial de sufrir una enfermedad disbárica. Un buzo con un FOP que ha sufrido un embolismo o una enfermedad por descompresión grave después de utilizar un perfil de buceo de bajo riesgo probablemente deba abstenerse de bucear en el futuro.

En la actualidad, la mayoría de los médicos expertos en medicina de buceo están de acuerdo en que el riesgo de tener un problema vinculado a un FOP no es lo suficientemente significativo como para justificar un control generalizado de todos los buzos. Un caso grave de enfermedad disbárica que no se puede explicar mediante el perfil de buceo debe dar inicio a una evaluación para comprobar la existencia de un FOP.

Reemplazo de las válvulas cardíacas

Los médicos de Estados Unidos realizan más de 70.000 reemplazos de válvulas cardiacas cada año. Desde el nacimiento, una persona puede tener una válvula cardiaca anormal que requiera sustitución debido a un desgaste acelerado (por ejemplo, esto ocurre con las válvulas aórticas bicúspides), o puede producirse un daño valvular tras una infección o como extensión de un daño en el músculo cardiaco adyacente.

El reemplazo de las válvulas se desarrolla más comúnmente a partir de las consecuencias de infecciones bacterianas de la garganta, como la faringitis estreptocócica. En un intento del cuerpo por combatir la infección bacteriana, las válvulas del corazón, como espectadores inocentes, soportan los daños (lo que se conoce como enfermedad cardíaca reumática). Hoy en día, con el uso de antibióticos, la enfermedad cardíaca reumática se produce cada vez menos, pero los individuos que tuvieron este problema durante su niñez pueden experimentar las consecuencias del daño en las válvulas como adultos.

Consecuencias en el buceo: 

Cualquier persona que se haya sometido a una cirugía de corazón debe ser analizada un poco más detenidamente respecto a la aptitud médica para el buceo. Con una válvula cardíaca que funcione correctamente y sin síntomas de enfermedad cardiovascular, la verdadera preocupación para un buzo con una válvula cardíaca artificial son los medicamentos anticoagulantes que se necesitan para mantener la válvula en funcionamiento.

Una válvula mecánica (hecha de metal, polímero, etc.) requiere medicamentos para evitar la formación de coágulos de sangre en la válvula. Esto, desde luego, aumenta el riesgo de hemorragia, y el buzo debe tener conciencia de este riesgo, especialmente porque se relaciona con traumas. Para reemplazar válvulas nativas dañadas también se utilizan válvulas cardíacas de cerdo. Estas válvulas no requieren medicamentos anticoagulantes, pero se desgastan más rápido y deben ser reemplazadas antes que las válvulas mecánicas.

LCDR James Caruso, M.D.

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