Las lesiones de buceo más habituales son el barotrauma y la enfermedad disbárica, en el buceo con gas comprimido, y el desmayo por hipoxia, en el buceo en apnea.
El barotraumatismo puede suceder durante un cambio rápido de profundidad. Aunque en los cursos de nivel inicial los buzos aprenden a compensar la presión de los oídos, el barotraumatismo del oído sigue siendo la lesión de buceo más habitual. Si bien el barotraumatismo del oído causa dolor y puede dañar el tímpano, no supone riesgo de muerte.
Si el buzo no respira durante el ascenso, puede sufrir barotraumatismo pulmonar y embolia arterial gaseosa (EAG). Ambas son condiciones potencialmente mortales. La mejor prevención es no ascender demasiado rápido ni entrar en pánico durante el ascenso. Nuestra investigación se centra en los errores habituales que preceden a los ascensos de emergencia, como quedarse sin gas de respiración y tener problemas con la flotabilidad.
Estudios previos de DAN sobre las lesiones de buceo
La lista de verificación previa a la inmersión hace que el buceo sea más seguro
Muchos de los riesgos y peligros relativos al buceo pueden reducirse o evitarse de manera eficaz adoptando precauciones de seguridad adecuadas antes de la inmersión. El objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia de las listas de verificación previa a la inmersión a la hora de reducir la incidencia de percances y lesiones en el buceo.
Volar después de bucear
La enfermedad por descompresión puede suceder si un buzo no deja pasar el tiempo necesario entre el buceo y el vuelo posterior. Los datos recopilados con estos estudios sirvieron como referencia para las recomendaciones actuales sobre cuándo volar después de bucear.
Bucear con un marcapasos: la experiencia de buzos que usan dispositivos cardíacos implantados
En general, no es recomendable bucear con un marcapasos, debido al riesgo de ahogamiento por una posible descarga eléctrica bajo el agua, entre otras complicaciones.
Avances en las investigaciones de buceo: el camino a una evaluación más completa de las burbujas
La evolución de los embolismos gaseosos venosos (EGV) después de una inmersión es muy variable, por lo que puede ser importante llevar a cabo mediciones frecuentes para comprender el impacto de este tipo de burbujas en otros mecanismos fisiológicos del buceo. Los investigadores de UNC están trabajando para recopilar una gran cantidad de ecografías que se usarán para perfeccionar algoritmos de detección de EGV.