En los tres artículos anteriores de esta serie hemos analizado qué puede salir mal, por qué necesitamos un plan de actuación en caso de emergencia (PAE) y en qué consiste un buen PAE. Ahora estudiaremos quién ejecuta el proceso de un plan esencial, realista y eficaz.
En primer lugar, asegúrese de tener en cuenta los diferentes entornos que podrían cambiar y hacer que su plan sea potencialmente menos capaz de mitigar la emergencia. Su plan debe ser capaz de adaptarse a cierto grado de cambio inevitable.
Su EAP no funcionará si simplemente intenta utilizar el plan de otra persona. Cada centro de buceo, lugar de inmersión y ubicación geográfica es diferente: las situaciones, las condiciones meteorológicas y del agua, el acceso, la disponibilidad de proveedores de servicios médicos de urgencia adecuados e incluso las aptitudes del personal pueden variar. Aunque los planes de emergencia médica pueden abordar algunos elementos comunes, cada plan debe ser individualizado.
Si el EAP no funciona en un momento crítico, necesita un plan de respaldo. Si un número de emergencia vital está fuera de servicio, ¿a quién más debe llamar?
Funciones principales
Para garantizar un plan realista y eficaz hace falta algo más que un compilador; todos los miembros de la jerarquía de personal deben participar. En las operaciones pequeñas, los miembros del personal pueden desempeñar múltiples funciones.
- Liderazgo: La dirección debe dar ejemplo con compromiso, interés e intención. Estas características pueden garantizar que la empresa se recupere de la mayoría de las emergencias.
- Compilador: Designar a una persona con experiencia o a un consultor para redactar los PAE.
- Ejecutor: Autoridad, credibilidad y atención al detalle definen esta función. Comprobar la eficacia, viabilidad y eficiencia de los PAE. Formular alternativas a los pasos críticos durante los simulacros.
- Entrenador: Alguien con buenas dotes pedagógicas y capacidad para mantener la atención logrará los mejores resultados.
- Personal: Todos los miembros del personal deben aceptar sus funciones y tomárselas en serio. La dirección puede ayudar a fomentar las actitudes del personal.
Simulacros de emergencia: La práctica hace al maestro
Un PAE es tan bueno como la práctica que recibe. Con una práctica regular, las habilidades y reacciones seguirán siendo eficaces y el nuevo personal que no haya asistido a la formación inicial podrá aprender el plan. La complacencia y la negligencia pueden entorpecer incluso el mejor plan.
Los simulacros deben programarse con regularidad y pueden ser tanto anunciados como no anunciados. El estrés por el rendimiento, la observación de los compañeros y el cronometraje desarrollan la confianza y la capacidad de reaccionar sin pensar demasiado. Recompense y anime a los participantes; el castigo por los errores reduce la confianza.
Las sesiones informativas posteriores a los simulacros reforzarán las medidas y acciones esenciales. Recuerde que no actuar adecuadamente durante los simulacros predice futuros fracasos en el rendimiento. Usted depende de que su equipo actúe bajo presión real, por lo que deben estar entrenados y tener confianza para hacer lo correcto cuando las situaciones empiecen a desmoronarse.
Prepárese
Su equipo debe comprender la situación y ser capaz de priorizar las acciones ante las emergencias. Aunque el riesgo siempre estará presente, la mejora del conocimiento, la comprensión y la preparación siguen siendo nuestros mejores medios para reducir los resultados negativos de los accidentes y la carga añadida de la responsabilidad en caso de cualquier emergencia.
© Alert Diver - Q3 Verano 2018