Atravesado por un pez lanza

Durante un buceo en aguas oscuras, Kovacs estaba fotografiando a esta larva de ofidio de aguas profundas justo antes de que algo le golpeara la pierna derecha con tanta fuerza que todo su cuerpo tembló.

Aproximadamente 12 años atrás, un par de operadores de buceo comercial comenzaron a ofrecer a los buzos aventureros una oportunidad de hacer buceo en aguas oscuras cerca de la costa de Florida. Desde entonces, los buceos en aguas oscuras se han convertido en un elemento establecido en la comunidad de buceo de Palm Beach, y he tenido la suerte de registrar más de 1.000 buceos de ese tipo sin incidentes. 

El buceo en aguas oscuras supone sumergirse en aguas profundas por la noche y desplazarse a la deriva para ver qué animales extraños y maravillosos pasan por allí o ascienden desde las profundidades. A lo largo de los años, los buzos de aguas oscuras en ocasiones veían grandes peces depredadores nadando curiosamente por allí. La mayoría de estos grandes animales muestran muy poco interés en interactuar con intrusos humanos extraños y ruidosos. Siempre existe una remota posibilidad de que se produzca un encuentro negativo, y han circulado algunas alegaciones ficticias, pero, según tengo entendido, en esos 12 años no hubo incidentes reales. Por desgracia, la naturaleza no siempre sigue el guion.

El 17 de mayo de 2024 se convirtió en una de esas noches sin guiones. El mar estaba tranquilo y teníamos una embarcación local llena de buzos mientras navegábamos 10,5 kilómetros (6,5 millas) mar adentro hacia aguas con una profundidad de 229 metros (750 pies). Luego de ingresar al agua, rápidamente descendí y encontré una larva de ofidio de aguas profundas después de unos pocos minutos. Justo cuando terminé de tomar fotografías algo golpeó mi pierna derecha con tanta fuerza que todo mi cuerpo tembló. Había experimentado choques de pequeños peces y calamares durante buceos en aguas oscuras, pero el impacto de este golpe fue indescriptible. 

Kovacs received several rounds of IV antibiotics and had general surgery
Kovacs recibió varias rondas de antibióticos por vía intravenosa y se sometió a una cirugía para extraer el trozo de rostra del pez picudo que estaba alojado en su pierna justo encima de la rodilla.

Miré mi pierna, pero no estaba preparado en absoluto para lo que vi. Unos pocos metros debajo de mí, un pez lanza de 1,5 metros (5 pies) con su vela completamente desplegada me miraba y luego se alejó nadando relajadamente. Había sangre saliendo de un orificio en mi traje de neopreno donde el pico del pez había penetrado mi pierna. Inmediatamente me vino a la mente que, si el pico hubiera golpeado una arteria, la situación podría haberse vuelto grave rápidamente, así que hice un ascenso de emergencia rápido pero controlado. 

Afortunadamente, solo habían pasado siete minutos desde el inicio del buceo, así que no estaba demasiado preocupado por la acumulación de nitrógeno. La posibilidad de tener complicaciones por un ascenso rápido aún pasó por mi mente, pero no tuve ningún efecto negativo. Mi preocupación principal era detener la hemorragia lo más rápido posible. Salí a la superficie y usé el fuerte sonido de mi dispositivo de señalización de emergencia para atraer la atención del capitán. El barco se acercó a mí rápidamente y pude regresar a bordo. La tripulación me aplicó un torniquete por encima de la herida punzante. Nos dimos cuenta de que el pez de algún modo había evitado los vasos sanguíneos principales y pudimos detener la hemorragia enseguida. El capitán y el marinero de cubierta me proporcionaron excelentes primeros auxilios y me colocaron un vendaje en la herida. 

Con todo bajo control, llamé a la línea de emergencias de DAN mientras aún me encontraba en la embarcación para solicitar asesoramiento sobre los siguientes pasos. Después de confirmar que no necesitaba traslado ni evacuación, el representante de DAN me brindó los procedimientos de cuidado de heridas recomendados. Al llegar a la orilla, mis amigos me llevaron a la sala de emergencias. La gravedad de la situación se hizo evidente cuando la adrenalina disminuyó y pasó algún tiempo. 

El dolor empeoró de manera exponencial y mi pierna se inflamo considerablemente. Las imágenes médicas revelaron la verdadera gravedad de la situación: un trozo de la rostra del pez picudo estaba alojado en mi pierna justo encima de la rodilla. Me ingresaron al hospital para recibir varias rondas de antibióticos por vía intravenosa y someterme a una cirugía para extraer el objeto extraño. Fui operado 36 horas después del incidente y permanecí en el hospital por tres días.

36 hour surgery
Kovacs fue operado 36 horas después del incidente y permaneció en el hospital por tres días.

Si bien una factura médica importante era una conclusión inevitable, saber que tenía una cobertura de DAN me dio una gran tranquilidad durante estos momentos caóticos. Desde 1999 he renovado mi membresía y mi cobertura de DAN sistemáticamente cada año en caso de que se produzca un accidente de buceo imprevisto. Hago una cantidad considerable de buceos y en el fondo de mi mente siempre supe que sufrir un accidente de buceo inesperado era posible. Estoy agradecido de que tuve la previsión de mantener mi membresía actualizada y que DAN es una opción para los buzos. 

La naturaleza es impredecible, y nunca sabré por qué este pez decidió clavarme su pico, pero estoy agradecido por el resultado positivo y todo el apoyo que DAN me ofreció durante el incidente.


© Alert Diver – Q4 2024

Spanish