Capítulo 2: Uso efectivo de su computadora de buceo

“Los buzos de sorprenden cuando desarrollan síntomas de EDC luego de buceos aparentemente seguros de acuerdo con sus computadoras de buceo. Recuerde, los modelos reflejan a un buzo promedio, no a usted”.

En los últimos años, las computadoras de buceo han reemplazado a las tablas de buceo como el medio principal para regular los perfiles de buceo. Las computadoras de buceo ofrecen la ventaja de darle al buzo la posibilidad de establecer de manera dinámica compartimentos diferentes, como el compartimento de control, a medida que las condiciones cambian durante un buceo. En realidad, los compartimentos en un software de computadora de buceo no tienen que representar ningún tejido en particular, siempre y cuando la guía provista por el modelo dé un resultado aceptable –específicamente, muy poca EDC.

En este capítulo aprenderá sobre:


Precauciones importantes

Mientras la guía provista por los modelos de descompresión pueden ser muy útiles, es importante para los buzos tener en cuenta que los esquemas de buceo –ya sea que estén presentes en tablas impresas o en la pantalla de una computadora de buceo- son limitados en lo que miden, y en las presunciones sobre las cuales el modelo fue construido. Los parámetros de los compartimentos de tejido pueden ajustarse, o pueden agregarse nuevos compartimentos a un algoritmo, si la experiencia muestra deficiencias en un determinado modelo – pero en tiempo real, los cálculos son limitados por las variables que están siendo procesadas. Los algoritmos pueden estimar límites basados en perfiles de tiempo y presión (profundidad) para un gas determinado, pero no pueden computar el impacto de una cantidad de factores de tiempo real, incluyendo el estado térmico, la intensidad del ejercicio, fuerzas conjuntas y una cantidad de predisposiciones individuales frecuentemente no bien comprendidas, y menos aún cuantificables en su impacto en el estrés descompresivo.

Los buzos a menudo se sorprenden cuando se desarrollan síntomas de EDC luego de buceos que fueron realizados dentro de los límites de sus computadoras de buceo. Es importante recordar, sin embargo, que mientras los modelos matemáticos predicen resultados, no los garantizan. El hecho de que un buceo haya sido realizado dentro de los límites sugeridos por una computadora de buceo (o una tabla de buceo) no transforma en “inmerecido” a un impacto de EDC. Los algoritmos matemáticos proveen una guía que debe ser evaluada y contemplada por un buzo cuidadoso.

Muchos buzos también desconocen el hecho de que las computadoras de buceo hacen uso de muchos modelos matemáticos diferentes, o versiones de diferentes modelos; no existe un estándar universal. Un solo fabricante hasta puede utilizar más de un modelo, posiblemente en un solo tipo de computadora. Esto hace extremadamente difícil evaluar las características de cada sistema.


Normas básicas

Existen algunas normas básicas que pueden ayudar a asegurar el uso seguro y efectivo de una computadora de buceo. Las siguientes consideraciones intentan ofrecer una idea, en cierto modo, divertida, sobre lo que su computadora de buceo puede – y no puede – hacer.

Es útil pensar en su computadora de buceo de estas maneras:

  • Como un competidor en sus negocios: Domínelo aprendiendo sus fortalezas y debilidades.
  • Como una cita: Debe encenderse para que la relación funcione.
  • Como un compañero: Debería descender y ascender cuando sea, pero sólo cuando usted lo haga.
  • Como una asistente personal: Le recuerda reglas y tiempos que de otra manera usted podría olvidar.
  • Como un actor: Recita sus líneas sin tener que entender sus implicancias.
  • Como un político: No crea en todo lo que le dice.
  • Como un conserje de hotel: Lo ayudará a hacer lo que usted quiera – pero a un precio.
  • Como un extraño: No conoce virtualmente nada sobre su realidad personal.
  • Como una pareja: ¿Es compatible con sus amigos?
  • Como un periodista: Ventilará su ropa sucia.
  • Como una herramienta: Úsela apropiadamente.

Consejos y trucos específicos

Presione los botones correctos

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Usted debería conocer no solo qué botones presionar para hacer que su computadora funcione, sino también qué modelo matemático o derivación del modelo utiliza al realizar sus cálculos de descompresión. Existe una sorprendente variedad de modelos, desde conservadores a liberales, y estas diferencias pueden no ser evidentes a primera vista. Por ejemplo, una computadora puede establecer límites conservadores para un buceo inicial, pero límites liberales para el buceo repetitivo. Es mejor aprender lo suficiente sobre los modelos y derivaciones disponibles antes de seleccionar una computadora de buceo, de esta manera, usted estará seguro de elegir una que sea compatible con su propio nivel de tolerancia al riesgo. Elegir una, basándose únicamente en la familiaridad puede no ser la mejor estrategia. Aún si usted ha tenido buenos resultados en buceos previos con una computadora, eso no garantiza que será la mejor en sus buceos futuros. Reunir conocimiento requiere compromiso, pero una planificación informada para la seguridad descompresiva debería ser una preocupación principal.

Ajuste y encendido

Una falla en el encendido de su computadora de buceo (o no llevarla consigo en un buceo) puede sonar a broma, pero sucede y puede provocar problemas reales. Ninguna computadora puede considerar el perfil de exposición de un buceo previo si no estuvo allí. Y cualquier modelo de descompresión es inválido a menos que comience a utilizarlo cuando usted este “limpio” – completamente “vacío de gases inertes” de cualquier buceo previo. Si usted olvida llevar su computadora a un primer buceo de una serie repetitiva, usted está entonces restringido a utilizar las tablas para la duración de esa serie (asumiendo que puede, manualmente, calcular la exposición del buceo no monitoreado). Y ni siquiera piense en colgar su computador de una línea descendente durante un intervalo en superficie en un esfuerzo por compensar habérsela olvidado en un primer buceo; puede haber anécdotas sobre esto, pero no es una práctica responsable.

Utilícela apropiadamente

La única persona que no tiene que preocuparse por llevar una computadora en cada buceo es quien la utiliza únicamente como un registro de datos – esto es, sólo para registrar información sobre tiempo y profundidad en lugar de calcular perfiles de descompresión. Recuerde, sin embargo, que utilizar su computadora simplemente para registrar información sobre su tiempo y profundidad significa que usted debe planificar todos sus buceos utilizando las tablas, y debe recalcular su grupo repetitivo luego, según corresponda. Usted no puede moverse fuera y dentro confiando en los cálculos de descompresión de su computadora a menos que ésta tenga registrados todos sus perfiles de exposición.

Recuerde sus limitaciones

Las computadoras de buceo son maravillosas para realizar cálculos matemáticos programados, pero son ciegas a las muchas perspectivas que usted puede tener antes, durante, y entre sus buceos. Por ejemplo, su computadora no conoce nada acerca de su estado personal de salud, su nivel de estado físico, o su susceptibilidad individual al estrés descompresivo. Tampoco sabe nada sobre su stress térmico, o los esfuerzos físicos durante o entre buceos. El hecho de que muchas computadoras de buceo muestren la temperatura del agua podría sugerir que el stress térmico se incluye en los algoritmos del dispositivo. Una lectura de la temperatura del agua, sin embargo, no provee información útil con respecto al stress térmico, puesto que el buceador que está utilizando el dispositivo podría estar usando cualquier cosa, desde un traje de baño, hasta un traje húmedo sin capucha, o un traje seco para agua fría con capucha, guantes y ropa interior para agua fría. Más importante aún, no es posible todavía calcular directamente el impacto de las diferencias en el estado térmico durante las distintas partes del buceo, aún si la computadora pudo medir las temperaturas interna y de la piel del buzo en puntos clave.

Sabemos que sentir calor (más que fresco o frío) durante la etapa de compresión y fondo de un buceo promueve la absorción de gas inerte (no óptima), y que sentir calor durante la fase de descompresión promueve la eliminación (óptima). Mientras que es impráctico para el buzo amante del confort, la seguridad en la descompresión se optimiza sintiéndose neutro o fresco durante la fase de absorción de gas inerte del tiempo de descenso y fondo, y sintiendo calor durante la fase de eliminación de gas inerte durante el ascenso. Mientras que el concepto de cambios térmicos sobre el estrés descompresivo es claro, aún estamos muy lejos de poder cuantificar los efectos del mundo real de estos factores a los fines de la planificación de un buceo. Del mismo modo, mientras que algunas computadoras pueden hacer un seguimiento del consumo de gas, tenemos mucho que aprender antes de que esta información pueda incorporarse de manera significativa en los modelos de descompresión. Las variaciones en el consumo de aire pueden reflejar diferencias en la profundidad de un buceo o en la experiencia, nivel de ansiedad, o grado de ejercicio físico de un buzo. La conclusión es que interpretar el impacto fisiológico preciso de las interacciones entre estos diversos factores es extremadamente difícil, y requiere una práctica exhaustiva por parte de los buzos.

Preste atención a las lecturas de su computadora

Los buzos deben prestar atención a sus computadoras de buceo si la información provista será de alguna utilidad. Tenga presente que el sesgo de confirmación puede promover un comportamiento riesgoso. “Salirse con la suya” durante una exposición riesgosa una, dos, o incluso, muchas veces, puede eventualmente, traerle consecuencias. Puede no ser verdaderamente seguro para usted o para un compañero que podría tener un grado de susceptibilidad más alto al estrés descompresivo. Aquellos que quieren preocuparse menos sobre su exposición estarán más tranquilos si eligen una computadora que emplea un modelo de descompresión extremadamente conservador. También es importante prestar atención a su computadora de buceo. Si está buceando con un grupo, no olvide que puede haber una variabilidad considerable en la guía provista por las diferentes computadoras, o por las computadoras con diferentes configuraciones seleccionadas por el usuario. Esto significa que hay un beneficio considerable en bucear con otros que utilizan una computadora con un modelo y configuraciones de descompresión similares, porque si aparecieran pequeñas discrepancias, seguir la directiva más conservadora probablemente no sea terriblemente molesto para el grupo. Pero si los miembros de un grupo están utilizando computadoras de buceo con modelos sustancialmente diferentes, y cada buzo quiere seguir su propio dispositivo, esto provocará una crisis en el sistema de compañeros.

No confíe ciegamente en su computadora

Aunque prestarle atención a su computadora es importante, no tome sus consejos sin pensar. El mismo perfil puede, a veces, realizarse sin problemas una y otra vez, justo hasta el buceo donde no demuestre que es seguro. Los buzos a menudo tratan de culpar a un factor específico, como la deshidratación, del desarrollo de síntomas a continuación de un buceo pero no de otro. Este criterio no es productivo. El rango de variables en juego durante un buceo rara vez es idéntico, y existe un elemento probabilístico de riesgo descompresivo – esto es, la probabilidad puede jugar un papel en la manifestación de EDC.

El mejor criterio es evitar los extremos tanto de la resignación fatalista como del enfoque presumido en una única supuesta solución mágica. Hay muchos, muchos pequeños pasos que usted puede tomar para hacer cualquier buceo más seguro. El más importante es permanecer dentro de un perfil razonablemente conservador de tiempo-profundidad, y agregar paradas de seguridad a cada buceo. Otros pasos importantes son minimizar la intensidad de su ejercicio, y evitar el sobrecalentamiento durante la fase de absorción de gas de su buceo, elegir el gas correcto para respirar, practicar lo suficiente para poder controlar perfectamente su flotabilidad, mantenerse bien descansado y bien hidratado, elegir configuraciones de usuario más conservadoras en la computadora, y bucear con un compañero que tenga objetivos similares y siga prácticas similares. Agregar pequeños márgenes de seguridad a cada paso puede ayudar a proveer un colchón de seguridad confortable. Las computadoras de buceo son herramientas poderosas, pero un conocimiento sólido de la fisiología del buceo, buenas condiciones físicas, y el cumplimiento de prácticas cuidadosas ofrecen la mejor protección para los buzos.

Téngala consigo

Si usted sí desarrolla síntomas de EDC, debería tener su computadora consigo cuando solicite una evaluación médica. Algunos lugares pueden descargar o revisar su perfil para ayudar en la evaluación de su caso. El personal médico seguramente apreciará ver la confirmación de su descripción de los eventos que precipitaron los síntomas.

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Capítulo 3: Diagnóstico de enfermedad descompresiva

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“Mientras se piensa en la EDC como una enfermedad de burbujas, éstas son, probablemente, sólo la puerta de entrada a una variedad compleja de consecuencias y efectos”

La EDC puede desarrollarse cuando el grado de sobresaturación de un buzo es tan alto (o, dicho de otra manera, si el gradiente de eliminación es tan empinado), que no es posible una trasferencia controlada de gases inertes desde los tejidos del cuerpo hacia el torrente sanguíneo – y luego, desde el torrente sanguíneo hacia los pulmones, y de los pulmones hacia el ambiente. Si dicho proceso de eliminación es inadecuado, los gases inertes saldrán de la solución y formarán burbujas que pueden deformar los tejidos, obstruir el flujo sanguíneo, provocar daño mecánico (a las articulaciones, por ejemplo) y/o disparar una cascada de respuestas bioquímicas.

Aunque mucho se sabe de la EDC, sus mecanismos de agresión aún están siendo investigados. Y mientras se piensa en la EDC como una enfermedad de burbujas, éstas son, probablemente, sólo la puerta de entrada a una variedad compleja de consecuencias y efectos.

En este capítulo aprenderá sobre:


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Una piel moteada o marmolada como ésta es una característica de “cutis marmorata”, (piel marmórea) una condición que puede advertirnos del probable desarrollo de síntomas más serios de EDC Tipo 2.

Signos y síntomas de la enfermedad descompresiva

La agresión colectiva a los sistemas corporales puede provocar EDC sintomática. Los efectos primarios de la condición pueden ser evidentes en los tejidos que son directamente agredidos. Sus efectos secundarios pueden comprometer la función de una amplia variedad de tejidos, poniendo en peligro la salud del buzo.

La habilidad de reconocer los signos, o evidencia objetiva, y los síntomas, o percepciones subjetivas, de EDC – y de diferenciarlos de signos y síntomas menos probables de ser asociados con la EDC – es importante. Se ha establecido una variedad de sistemas de clasificación para la EDC. Un criterio común es describir los casos como Tipo 1 o Tipo 2.

EDC Tipo 1

La EDC Tipo 1 se caracteriza generalmente, por dolor musculo esquelético, y síntomas cutáneos leves. Las manifestaciones cutáneas del Tipo 1 incluyen picazón y erupción leve (para diferenciarla de una clara y a veces, elevada coloración moteada o marmolada de la piel – condición conocida como “cutis marmorata” (piel marmórea), que puede presagiar el desarrollo de síntomas más graves de EDC Tipo 2). Menos común, pero aún asociada con EDC Tipo 1 es la obstrucción del sistema linfático, que puede provocar la inflamación y el dolor localizado de los tejidos que rodean los ganglios linfáticos – como las axilas, ingles, o detrás de las orejas.

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Lugares comunes de dolor músculo-esquelético asociado con la EDC Tipo 1.

Los síntomas de EDC Tipo 1 pueden aumentar en intensidad. Por ejemplo, el dolor puede originarse como una molestia leve cerca de una articulación o un músculo, y luego aumentar en magnitud. Sin embargo, el dolor asociado con la EDC generalmente no aumenta con el movimiento de la articulación afectada, aunque mantener el miembro en una posición más que en otra puede reducir la incomodidad. Dicho dolor, puede, en última instancia, ser bastante grave.

EDC Tipo 2

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La prueba de Romberg evalúa el control postural. La prueba de Romberg mejorada, que incluye cruzar los brazos y colocar un pié delante del otro, es más sensible a cambios en el equilibrio estático. La prueba de Romberg mejorada se utiliza comúnmente como parte de la evaluación neurológica de buzos lesionados.

Los síntomas del Tipo 2 se consideran más graves. Generalmente se dividen en tres categorías: neurológicos, del oído interno, y cardiopulmonares. Los síntomas neurológicos incluyen entumecimiento, parestesia, o una sensación alterada como hormigueo, debilidad muscular, una forma de andar deficiente, o dificultad al caminar; problemas de coordinación física, o control de la vejiga; parálisis, o un cambio en el estado mental, como confusión o falta del estado de alerta. Los síntomas del oído interno pueden incluir zumbido en los oídos, conocido como acufeno; pérdida de la audición, vértigo o mareo; nauseas; vómitos, y pérdida del equilibrio. Los síntomas cardiopulmonares, conocidos comúnmente como “obstrucciones” incluyen tos seca; dolor en el pecho detrás del esternón; y dificultad respiratoria, conocida también como “disnea”. Los problemas respiratorios, que se deben, generalmente, a la alta cantidad de burbujas en los pulmones, pueden comprometer la capacidad de funcionamiento de los mismos, amenazando la salud del buzo lesionado, y aún su vida, si no se busca inmediatamente el tratamiento.

Los síntomas del Tipo 2 pueden desarrollarse rápida o lentamente. Un desarrollo lento puede, en realidad, ocultar la gravedad de la situación, al permitir la negación de su persistencia. Por ejemplo, la fatiga y la debilidad son preocupaciones tan comunes, especialmente si su aparición se retrasa, que pueden ser ignoradas muy fácilmente. Los síntomas menos comunes, como la dificultad para caminar, orinar, escuchar, o ver, especialmente si su aparición es rápida, a veces pueden acelerar el reconocimiento de la existencia de un problema. Es justo decir que los buzos pueden ser reticentes, en un principio, a reportar los síntomas, aunque generalmente lo harán, si estos no desaparecen. Éste es un defecto que los buzos deben tener en cuenta, para no caer en él.

Presentación de la EDC

La presentación de la EDC es, generalmente, idiosincrática – esto significa que su patrón “típico” puede ser precisamente, atípico. En algunos casos, la queja principal de un buzo afectado puede desviar la atención de síntomas más sutiles pero potencialmente más importantes. La lista siguiente enumera las manifestaciones iniciales de la EDC reportadas, desde las más comunes, hasta las menos frecuentes (Vann et al. 2011):

  • Dolor, particularmente cerca de las articulaciones.
  • Entumecimiento o parestesia.
  • Problemas constitucionales – tales como dolor de cabeza, mareos, fatiga sin motivo, malestar general, nausea y/o vómitos, o anorexia.
  • Vértigo.
  • Debilidad motriz.
  • Problemas cutáneos – tales como picazón, erupción, o coloración moteada o marmolada de la piel (“piel marmórea”).
  • Malestar muscular.
  • Estado mental alterado.
  • Problemas pulmonares – como dificultades respiratorias (“obstrucciones”).
  • Coordinación alterada.
  • Nivel de consciencia reducido.
  • Síntomas auditivos – tales como escuchar sonidos inexistentes, o sufrir dificultades auditivas.
  • Problemas linfáticos –como inflamación en alguna región.
  • Disfunción urinaria o intestinal – como por ejemplo, retención de orina.
  • Función cardiovascular comprometida.

De acuerdo con esta revisión reciente, el dolor y el entumecimiento, también conocido como parestesia, fueron reportados inicialmente en casi dos tercios de los casos de EDC síntomas específicos en aproximadamente el 40 por ciento de los casos, mareo/vértigo, y debilidad motora en alrededor del 20 por ciento, y síntomas cutáneos en aproximadamente 10 por ciento de los casos. (Vann et al. 2011)


Diagnóstico diferencial de la enfermedad descompresiva

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La EDC es una lesión de buceo de alto perfil a causa de su gravedad potencial. Pero es necesario que los buzos recuerden que no todos los problemas relacionados con el buceo se transforman en EDC. Cuando dos o más condiciones tienen síntomas que se superponen, como sucede en el caso de muchas lesiones relacionadas con el buceo, el diagnóstico diferencial es el proceso por el cual el personal médico determina cuál de las potenciales condiciones es, probablemente, más responsable de los síntomas.

El término enfermedad disbárica (ED) se acuñó para abarcar la enfermedad descompresiva (EDC) y una condición relacionada conocida como embolia arterial gaseosa (EAG), esta última como resultado de un barotrauma de los pulmones que introduce gas en el torrente sanguíneo sistémico. Algunas de las otras condiciones y circunstancias que implican síntomas similares incluyen barotrauma de oído interno; sobredistensión del oído medio o los senos maxilares; respirar gas contaminado; toxicidad del oxígeno; tensión o trauma músculo esquelético sostenido antes, durante, o después de un buceo; envenenamiento por vida marina; edema pulmonar por inmersión; aspiración de agua; y desórdenes neurológicos coincidentes, tales como el accidente cerebro vascular (ACV). (Vann et al. 2011). El estrés térmico – a veces, debido al calor excesivo, pero generalmente a la exposición al frío – también puede ser la causa de síntomas similares. En algunos casos, un historial médico cuidadoso puede fácilmente eliminar un diagnóstico u otro. Por ejemplo, los síntomas de edema pulmonar por inmersión a menudo se desarrollan a profundidad. En este caso, un buen historial desestimaría la EDC, que sólo se desarrolla luego de un estrés descompresivo significativo durante el ascenso.

Es esencial para los buzos con cualquiera de estos síntomas buscar la evaluación y el apoyo médico. Mientras que el personal que brinda los primeros auxilios puede hacer el análisis inicial de una persona lesionada realizando una evaluación neurológica in situ, las capacidades de los que no son médicos no se acercan a las habilidades y conocimientos clínicos que poseen los especialistas experimentados.

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Capítulo 4: El tratamiento de la enfermedad descompresiva

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“Si se desarrollan signos y síntomas consistentes con EDC, inicie los primeros auxilios apropiados, y contacte los servicios de emergencia médica más cercanos. Para una asistencia de emergencia adicional contacte a DAN al +1-919-684-9111.”

Existen varios elementos para un manejo efectivo de la EDC, específicamente la evaluación y los primeros auxilios en el lugar, el traslado, y la evaluación y tratamiento médico definitivos. Cualquiera que haya sufrido EDC debería buscar la evaluación apropiada, y posiblemente, el cuidado continuo de un médico bien informado sobre los problemas médicos relacionados con el buceo.

En este capítulo, aprenderá sobre:


Primeros auxilios en el lugar

La base de los primeros auxilios es el soporte básico de vida. La medida principal de los primeros auxilios para EDC es la provisión de oxígeno suplementario en la mayor concentración o fracción que sea práctica (Longphre et al. 2007). Las altas fracciones de oxígeno, si se suministran rápidamente y durante un período sostenido, pueden reducir y hasta eliminar los síntomas de EDC, aunque a menudo, sólo temporariamente, si no se asegura el tratamiento definitivo. Los sistemas de oxígeno de flujo continuo, utilizando máscara de no-reinhalación o máscaras con bolsa, se encuentran generalmente, disponibles en las cercanías de los lugares de buceo; sin embargo, dichos equipos proveen fracciones de oxígeno pequeñas. Pueden lograrse fracciones mucho mayores con máscaras a demanda, aunque éstas solo son apropiadas para personas conscientes, capaces de respirar por sus propios medios.

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Puede utilizarse una variedad de máscaras diferentes con los sistemas de oxígeno.
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Los expertos de DAN desarrollaron este recirculador para oxígeno de emergencia remoto (REMO2 ) para utilizar en primeros auxilios en superficie. (Pollock y Natoli 2007).

Los sistemas de ¨rebreather¨ (reinhalacion) son otra opción de primeros auxilios en el lugar; estos sistemas permiten que el oxígeno no utilizado en las exhalaciones del buzo sea reciclado, o vuelto a respirar. Un aparato rebreather puede, entonces, proveer grandes fracciones con uso mínimo de gas, y puede ser especialmente útil dónde la provisión de oxígeno sea limitada (Pollock 2004; Pollock y Natoli 2007).

Los sistemas generadores de oxígeno químico – dispositivos con una larga vida útil que proveen oxígeno mediante una reacción química – pueden, en algunas situaciones, ser la única opción disponible. Sin embargo, si no puede accederse fácilmente a los servicios de emergencia médica, es improbable que tales dispositivos provean el oxígeno suficiente (Pollock y Natoli 2010).


Evaluación Subsecuente

Los primeros auxilios son sólo el primer paso en el tratamiento de un buzo afectado. Se recomienda que cualquiera que haya experimentado síntomas asociados con la EDC busque una evaluación médica subsecuente. Esto debería ocurrir aún si los síntomas del buzo mejoraron o desaparecieron luego de administrarle oxígeno, puesto que pueden haberse pasado por alto algunos inconvenientes más sutiles o los síntomas pueden volver una vez que la provisión de oxígeno se haya detenido. Por esta misma razón, es aconsejable buscar la respuesta de un especialista experimentado en medicina del buceo –alguien conocedor de todos los problemas en la presentación, curso, y tratamiento de la EDC.


Oxígenoterapia Hiperbárica

El tratamiento definitivo para la EDC es la oxigenoterapia hiperbárica (HBO según su sigla en inglés), o la provisión de oxígeno puro a una presión sustancialmente mayor que la atmosférica. La HBO reduce el tamaño de las burbujas y mejora los gradientes que promueven la provisión de oxígeno y la eliminación de gas inerte. La HBO se provee, generalmente, en cámaras de recompresión.

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Esta es una cámara hiperbárica monoplaza – capaz de contener a un solo paciente, sin personal de apoyo o “asistente” en su interior.

Un régimen común de HBO es la Tabla 6 de Tratamiento de la Armada Norteamericana (USN 2008). De acuerdo con este régimen, la cámara hiperbárica se presuriza inicialmente a 2.8 atmósferas absolutas (ATA), el equivalente a la presión que se encuentra a 60 pies (18 metros) de agua de mar. El paciente respira oxígeno puro, intercalado con períodos programados para respirar aire común, para reducir el riesgo de toxicidad del oxígeno. La duración usual del tratamiento USN TT6 es de menos de cinco horas, pero puede extenderse según se requiera, de acuerdo con la respuesta del paciente.

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Esta es una cámara hiperbárica multiplaza y “multilock” pequeña; puede contener a varios pacientes, además de los asistentes en su interior. El personal o el equipo pueden ingresar o salir de la cámara mientras se está llevando a cabo el tratamiento.

El tratamiento de HBO puede ser realizado en una cámara monoplaza, a menudo un tubo de acrílico con capacidad para que entre sólo un paciente, o en una cámara multiplaza, para acomodar a uno o más pacientes más uno o más “asistentes” – esto es, técnicos u otro personal médico. Las cámaras ¨Multilock¨ están diseñadas para permitir que los pacientes, asistentes, o equipo sea trasladado dentro y fuera de la cámara mientras el tratamiento se lleva a cabo.

El curso de la terapia de HBO variará de acuerdo con las particularidades de cada caso; tanto la presentación de la EDC como su respuesta al tratamiento pueden ser idiosincráticas. Una resolución completa de los síntomas de la EDC puede, a menudo, lograrse con uno o, a veces, múltiples tratamientos HBO. En algunos casos, sin embargo, la resolución puede no completarse, aún luego de muchos tratamientos. El enfoque clínico normal consiste en continuar los tratamientos hasta que no se vea más mejoría en los síntomas del paciente. Algunos síntomas residuales pequeños se resolverán lentamente luego, cuando la serie de tratamientos finalice. Lograr la resolución completa de los síntomas puede, a veces, llevar meses, y en algunos casos, nunca se logra.

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Esta es una cámara multiplaza y “multilock” grande en la que pueden realizarse simultáneamente múltiples exposiciones de presión.

Recompresión en el agua

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La recompresión en el agua puede ser una alternativa a la cámara de recompresión en lugares remotos, si no hay una cámara cerca o los medios para transportar rápidamente al paciente a una cámara en otro lugar. La técnica consiste en llevar al buzo bajo el agua nuevamente, para impulsar burbujas de gas de vuelta a la solución para reducir los síntomas y entonces, descomprimir lentamente de manera de mantener una eliminación adecuada del exceso de gas.

Mientras que la recompresión en el agua es conceptualmente simple, sólo es práctica con una importante planificación, apoyo, equipo, y personal; condiciones de agua apropiadas; y estado adecuado del paciente. Pueden aparecer desafíos críticos debido a cambios en el estado de consciencia del paciente, la toxicidad del oxígeno, la provisión de gas, y aún el stress térmico. Una recompresión en el agua que no sea exitosa puede dejar al paciente en peor forma de la que tenía, si no se hubiera hecho el intento. Las comunidades médica e investigadora están divididas con respecto a la utilidad de la recompresión en el agua. Va más allá del alcance de esta publicación considerar todos los factores relevantes, pero es justo decir que, probablemente, existan más razones para no elegir realizar una recompresión en el agua, que situaciones en las cuales ésta sea una elección razonable.

Como regla general, un buzo que desarrolla síntomas consistentes con la EDC debería ser sacado del agua, y realizarle primeros auxilios en la superficie, aún si existiera la posibilidad de una demora antes de buscar el cuidado médico definitivo.


Recursos de Emergencia

La mejor manera de actuar, si se desarrollan signos o síntomas consistentes con la EDC (o cualquier otra lesión grave), es iniciar los primeros auxilios apropiados, e inmediatamente contactarse con los servicios de emergencia médica más cercanos (SEM). El próximo paso debería ser contactar a DAN para buscar el consejo con respecto a la adecuada continuación del tratamiento. La línea directa para emergencias de la organización es +1-919-684-9111.

Generalmente no es apropiado aparecer sin avisar en la cámara hiperbárica más cercana. Esto podría significar pasar por alto un lugar donde la víctima podría recibir una evaluación más completa y apropiada. Recuerde que no todas las lesiones asociadas con el buceo son EDC, aún si eso parece en un primer momento. Además, las cámaras en algunos lugares no están disponibles para tratar a los buzos en todo momento. Uno de los desafíos dentro de América del Norte, es la disminución en el número de las cámaras que aceptan víctimas del buceo, particularmente fuera de los horarios normales de trabajo.

El punto fundamental para recordar es que establecer contacto con el servicio de emergencias médicas y con DAN puede asegurarle un manejo apropiado y oportuno del caso. Cuando tenga dudas, llame.

CUANDO USTED LLAME A LA
LÍNEA DIRECTA DE EMERGENCIAS DAN

  1. Dígale al operador que usted tiene una emergencia de buceo. Él confirmará su nombre, ubicación, y número telefónico, y lo conectará directamente con el personal médico de DAN, o hará que alguien le devuelva el llamado lo más rápido posible.
  2. El miembro del staff médico puede hacer una recomendación inmediata, o devolverle el llamado luego de hacer los arreglos con el médico local.
  3. El miembro del staff médico puede pedirle que aguarde en el teléfono mientras se hacen los arreglos. Estos planes pueden llevar 30 minutos o más, ya que a menudo se requiere de una coordinación compleja. Si la situación implica un riesgo potencial de vida, arregle primero con el servicio de emergencias más cercano un transporte seguro para el buzo, para su inmediata estabilización y evaluación. Luego llame a la Línea Directa para Emergencias DAN para una consulta con el proveedor médico local.

Aún si los síntomas no fueron graves y se resolvieron por completo, un buzo que haya tenido múltiples episodios de EDC debe tomar consideraciones especiales. Fundamentalmente, si la EDC ocurre luego de seguir perfiles de buceo por lo demás seguros, debe consultarse un médico especialista en buceo para determinar si puede retomarse la actividad de manera segura.

LÍNEA DIRECTA PARA EMERGENCIAS DAN +1-919-684-9111

Siguiente: Capítulo 5 - Factores que contribuyen al estrés descompresivo

Capítulo 5: Factores que contribuyen al estrés descompresivo

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“Un número de factores contribuyen a su susceptibilidad individual a la EDC, y hasta pueden alterar dicha susceptibilidad día a día.”

El factor de riesgo más significativo es su perfil de exposición – esto es, el tiempo, profundidad, y velocidad de ascenso de sus buceos. Se requiere algún grado de intensidad de exposición para iniciar un problema de descompresión, independientemente de la presencia de otros factores predisponentes.

Existen, sin embargo, una serie de factores que pueden jugar un rol en el resultado, si usted experimenta una exposición suficiente para hacer de la EDC una posibilidad. En este capítulo se explican varios factores de riesgo comunes.

En este capítulo, aprenderá sobre:


Carga de trabajo

Durante el buceo

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El ritmo e intensidad del ejercicio durante un buceo puede afectar sustancialmente su riesgo de EDC. Una carga de trabajo alta durante la fase de descenso y fondo de un buceo, aumentará la absorción de gas inerte, incrementando efectivamente el subsecuente stress descompresivo. El ejercicio cerca del final o inmediatamente después de un buceo, particularmente si implica elevadas fuerzas conjuntas, puede estimular la formación de burbujas y aumentar la posibilidad de que las burbujas pasen a través de los pulmones sin ser filtradas fuera de la circulación.

Usted debería mantener la intensidad del ejercicio lo más baja posible durante la fase de fondo de un buceo. El ejercicio leve – en el orden de no más de dos a tres veces el esfuerzo en reposo, y con muy bajas fuerzas conjuntas – es apropiado durante las fases de ascenso más alto y de parada de un buceo. Sin embargo, debería evitarse realizar cualquier ejercicio por el mayor tiempo posible, particularmente el que implique altas fuerzas conjuntas, luego de un buceo. Si no es posible evitar el ejercicio después del buceo, usted debería mantener sus perfiles de buceo muy conservadores para minimizar el riesgo general.


Estrés térmico

Se sabe desde hace mucho tiempo, que el estado térmico de un buzo influye en el riesgo descompresivo. El impacto se aprecia mejor si se consideran las dos fases fundamentales de cada buceo: la fase de descenso y fondo, cuando ocurre la absorción de gas, y la fase de ascenso y parada, cuando ocurre su eliminación.

Dos fases

Durante la fase de descenso y fondo de un buceo, un estado relativamente cálido resulta en una mayor absorción de gas inerte; esto equivale a realizar un buceo más profundo y/o más largo. Por el contrario, si usted puede mantener un estado térmico fresco o neutro durante la fase de descenso y fondo, reducirá efectivamente la absorción de gas inerte. Este efecto beneficioso será además potenciado si se ejercita lo menos posible durante esta fase.

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Durante la fase de ascenso y parada de su buceo, un estado relativamente cálido promoverá la eliminación de gas inerte, reduciendo, en consecuencia, el estrés descompresivo general. Por el contrario, un estado fresco o frío durante esta fase reducirá la eliminación de gas inerte, prolongando efectivamente, e incrementando posiblemente el estrés descompresivo.

El peligro de la descompresión asociado con los trajes de agua caliente – que efectivamente establecen una condición cálida en ambas fases de un buceo – se estableció en un estudio de buzos del Mar del Norte realizado hace 30 años (Shields y Lee 1986). El impacto del estado térmico en el estrés descompresivo fue aún más elegantemente demostrado en un estudio reciente realizado por la Armada de los Estados Unidos (Gerth et al. 2007). Las condiciones controladas de un estudio de investigación no pueden ser directamente correlativas con las prácticas de buceo diarias, pero el mensaje principal que surge de estos estudios es la importancia de un estado térmico cuidadoso. Mantenerse neutro durante el descenso – evitando de esta manera el sobrecalentamiento innecesario- y cálido en el ascenso (acercándose a un patrón fresco-cálido) reducirá el riesgo de EDC en comparación con sentir más calor al descender y fresco al ascender (un patrón cálido-fresco).


Prácticas óptimas

La dificultad aparece cuando se quieren conciliar las prácticas óptimas para la seguridad descompresiva con los deseos y las prácticas normales de los buzos. Se entiende que los buzos quieran sentir calor antes de comenzar a bucear, anticipándose a ir enfriándose a medida que el buceo avanza. Históricamente, los buzos hacían eso, vertiendo agua caliente en sus trajes húmedos o en sus guantes antes de un buceo. Luego algunos buzos comenzaron a colocar packs químicos calientes en sus trajes. Los buzos modernos tienen aún, más posibilidades disponibles, debido a la variedad de prendas apropiadas para aplicar calor que existen hoy, para utilizar con trajes húmedos o secos. El problema, sin embargo, es el mismo: calentar los tejidos periféricos del cuerpo aumenta la circulación e incrementa la provisión de gases inertes, particularmente si se aplica calor al iniciar el buceo, cuando la absorción de gas inerte está generalmente, en su nivel más alto. Aún más, tanto el agua caliente como los packs químicos pierden su efectividad con el paso del tiempo, creando potencialmente, el patrón cálido-fresco que según se demostró, genera el riesgo mayor de EDC. Aún las prendas activas para aplicar calor – que pueden mantener caliente al buzo durante todo el buceo- implican un riesgo, de alguna manera, elevado. Según se demostró con los trajes de agua caliente, un patrón cálido-cálido, aunque asociado en menor escala con la EDC que un patrón cálido-fresco, es más peligroso que un patrón fresco-cálido. Prácticamente, los buzos deberían mantener una adecuada protección térmica para asegurarse el pensamiento claro y la capacidad física. Debería evitarse el calor excesivo durante los buceos.

Los buzos deben también tener en cuenta que el calor luego del buceo puede influir en el riesgo descompresivo. Gratificarse con alguna forma de calor luego de bucear, como tomar una ducha caliente o meterse en una bañera con agua caliente, disminuye la solubilidad del gas inerte en los tejidos. Esto promoverá la formación de burbujas en los tejidos locales, a menudo antes de que la perfusión aumente lo suficiente como para remover el gas. Los síntomas cutáneos, afortunadamente a menudo, leves y pasajeros – no “cutis marmorata” (piel marmórea) – pueden desarrollarse si se calienta rápidamente la piel luego del buceo. El desafío es hacer que los buzos prioricen la descompresión segura por sobre la pura comodidad. Si se utiliza un sistema de aplicación de calor activo, debería dejarse apagado o en su configuración más baja durante la fase de descenso y fondo, y luego llevarlo a una pequeña cantidad durante la fase de ascenso y parada. También significaría posponer el placer posterior al buceo de saltar dentro de una ducha caliente o bañera con agua caliente. Si postergar la gratificación no es su estilo, entonces debería utilizar perfiles más conservadores para reducir el riesgo general.


Viajar en avión luego de bucear

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Los viajes aéreos modernos han transformado los sitios de buceo distantes en lugares fácilmente accesibles. Volar a un destino cerca del nivel del mar antes de bucear, virtualmente no genera riesgos (fuera de la posibilidad de la deshidratación leve o las molestias debidas a largos períodos de relativa inmovilidad). Puesto que los vuelos finalizan con compresión, los tejidos de los pasajeros de un avión estarán sub-saturados luego del aterrizaje, y subsecuentemente acumularán gases inertes para restablecer el equilibrio con la presión ambiente.

Volar luego de bucear (o viajar a altitud en por cualquier vía. N del R), sin embargo, aumenta el stress descompresivo, puesto que la presión en la cabina del avión es más baja que la presión atmosférica al nivel del suelo. Los aviones comerciales deben tener la capacidad de mantener la presión de la cabina a una equivalente a 8.000 pies (2.438 metros), aproximadamente 0.76 ATA. Esto no significa que la presión de la cabina se mantenga siempre a presiones mayores. Un estudio reciente descubrió que el 10 por ciento de los vuelos comerciales analizados tenían presiones en la cabina que excedían los 8.000 pies (Hampson et al. 2013). Ahora imagine que usted ha completado un buceo a 66 pies (20 metros), donde experimentó una presión subacuática de 3.0 ATA. Usted vuelve a la superficie, y la presión 1.0 ATA del nivel del mar, ya ha sometido su cuerpo a una reducción triple en presión (3.0:1.0). Si entonces aborda un vuelo que tiene una altitud de cabina de 8.000 pies, se estaría sometiendo a una reducción cuádruple (3.0:0.76) y en consecuencia, a un mayor stress descompresivo. Aún más, si su avión sufriera una despresurización de la cabina, algo poco probable pero no imposible, usted estaría sometido a un stress descompresivo mucho mayor.

DAN y la Sociedad de Medicina Subacuática e Hiperbárica (UHMS según su sigla en inglés) realizaron un taller en 2002 para revisar la información con respecto al stress descompresivo al volar luego de bucear, y desarrollaron algunas normas de consenso (Sheffield y Vann 2004). Existían dos estipulaciones importantes con respecto a las normas: primero, adherirse a ellas reducirá su riesgo, pero no ofrece garantía de que evitará la EDC, y segundo, observar intervalos en superficie aún más largos que los mínimos recomendados, reducirá el riesgo de EDC aún más. Teniendo en cuenta estas advertencias, estas son las normas:

  • Luego de un único buceo sin descompresión, se sugiere un intervalo en superficie pre vuelo mínimo de 12 horas.
  • Luego de múltiples buceos por día o múltiples días de buceo, se sugiere un intervalo en superficie pre vuelo mínimo de 18 horas.
  • Luego de buceos que requieren paradas de descompresión, había pocas evidencias sobre las cuales basar una recomendación, pero se considera prudente un intervalo en superficie pre vuelo, sustancialmente más largo que 18 horas.

Existen dos factores más a tener en cuenta, con respecto a las normas sobre volar luego de bucear de DAN-UHMS:

  • Aplican a vuelos a altitudes de entre 2.000 y 8.000 pies (610 y 2.438 metros). El efecto de un vuelo a una altitud por debajo de los 2.000 pies se consideró lo suficientemente leve para no justificar una consideración especial –dándole a los buzos la flexibilidad de tomar vuelos cortos luego de bucear, a baja altitud, o entre islas.
  • Aplican sólo a buzos que no experimentaron síntomas de EDC. Es esencial que un buzo que está experimentando cualquier síntoma consistente con la EDC busque tratamiento antes de volar.

Es importante recordar que cualquier ascenso luego de bucear, a una altitud mayor –aún utilizando transporte terrestre – aumenta el estrés descompresivo. Siempre es recomendable adoptar un enfoque cauteloso en dicho caso, manteniendo sus últimos perfiles de buceo más conservadores y/o postergando su viaje a la altitud mayor. La Armada norteamericana ha creado tablas y procedimientos detallados que permiten calcular los límites de exposición a un rango de altitudes mayores, y con más flexibilidad con respecto al tiempo que las normas DAN-UHMS (USN 2008). Es importante apreciar, sin embargo, que éstas son simples construcciones matemáticas basadas en la misma información utilizada para desarrollar las normas DAN-UHMS. Aún más, requieren el cálculo de grupos repetitivos para planificación, algo que se realiza con tablas de buceo pero no con computadoras de buceo. A pesar de estas limitaciones, pueden ser útiles, particularmente para una patrón regular de buceo en altura.


Buen estado médico y físico

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Un mal estado médico y físico puede comprometer su seguridad en general, y aumentar su riesgo de EDC. La información definitiva es limitada, pero no cabe duda de que es prudente mantener un buen nivel de estado físico, y bucear progresivamente de manera más conservadora a medida que su buen estado físico disminuye. El buceo seguro es posible a lo largo de mucho tiempo de su vida útil, pero es importante para todos los buzos buscar la evaluación regular y objetiva de sus capacidades, y adaptar sus prácticas de buceo de forma acorde. Pero aún para los buzos que hayan pasado de una forma de bucear independiente a una más dependiente, en la cual confían cada vez más en el apoyo de otros, llegará un punto en el que deberían colgar las aletas.

Actividad física recomendaciones

Los adultos necesitan dos tipos de actividades regulares para mantener o mejorar su salud –entrenamiento aeróbico y de fuerza. Las Normas para los norteamericanos para la Actividad Física de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades del año 2008 recomiendan por lo menos dos horas y media por semana de ejercicio aeróbico de moderada intensidad para lograr beneficios en su salud, y cinco horas por semana para lograr beneficios adicionales en su estado físico. Y tan importante como realizar ejercicio aeróbico es hacer actividades de fortalecimiento muscular, al menos dos días por semana.

Mientras que una buena salud y un buen estado físico no resolverán todos los problemas, el fundamento es importante. Una reserva física adecuada puede permitir una respuesta rápida para evitar que un pequeño problema se transforme en grave. Los escenarios relevantes pueden ser fácilmente imaginados para casi cualquier buceo.

El ejercicio aeróbico regular tiene muchos beneficios positivos. La reserva cardíaca es la diferencia entre el índice al que el corazón bombea sangre en reposo, y su capacidad máxima. Un aumento en esta reserva puede hacer más fácil cubrir las demandas físicas de la actividad y el stress del buceo. Pueden mejorar los valores de colesterol en sangre, reduciendo la susceptibilidad a la enfermedad cardíaca. Puede mejorar la sensibilidad a la insulina, reduciendo el riesgo de desarrollar diabetes. Mientras que la información específica de buceo es mucho más preliminar, existe también alguna prueba de que niveles altos de buen estado aeróbico puede contribuir a un estrés descompresivo menor.

La mayor parte de las personas saben que tener un buen estado físico puede mejorar la calidad de vida. Sin embargo, un problema importante es que el paso del tiempo nos afecta a todos. La facilidad con la que manteníamos nuestro buen nivel de estado físico a los 20 años puede ser muy diferente de la realidad según pasan las décadas. El buen estado aeróbico, generalmente disminuye en un promedio del uno por ciento por año luego de los 30 años. Lo importante es que mientras que cierto deterioro es inevitable debido a la pérdida gradual de masa muscular, y a una reducción en la actividad metabólica del músculo envejecido, la velocidad puede ralentizarse, y el rango de reserva ampliarse adoptando estilos de vida sanos lo antes posible.

El buen estado físico necesario para bucear variará con las demandas del ambiente, el equipo, y la naturaleza del buceo. La mejor estrategia es incorporar a su vida actividad física regular para mejorar o preservar sus capacidades, y prolongar su vida como buzo. No cuente con el buceo para mantenerse físicamente en forma. Si se realiza de manera adecuada, debería ser su tiempo de relax en el agua. Para mantener o desarrollar capacidad aeróbica y fuerza, nade, ande en bicicleta, corra, o realice cualquier otra actividad física que disfrute. Cuanto mejor se encuentre físicamente, más tiempo podrá jugar.

Pueden encontrarse recomendaciones detalladas sobre la actividad física en cdc.gov/physicalactivity/everyone/guidelines (en inglés).


Estado de hidratación

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Agua

La deshidratación es tomada con mucha atención en la comunidad laica del buceo como un factor de riesgo de EDC, pero probablemente más de lo justificado. Una buena hidratación es importante para una buena salud, tanto para la salud general como para la del buceo, pero su perfil de buceo, estrés térmico, y nivel de ejercicio son factores de riesgo mucho más importantes para la EDC. El foco indebido en la deshidratación es, probablemente, el resultado de dos problemas. El primero es que los cambios importantes de fluido pueden resultar de la EDC, originando, a menudo, la necesidad de una terapia de fluidos y creando una impresión de que esta fue una causa, más que una consecuencia, de la enfermedad. El segundo problema es la naturaleza humana – el deseo comprensible de echar culpas por una condición que es caprichosa. La EDC es inconstante. Un buzo se puede adherir a un perfil de buceo similar muchas veces sin incidentes, pero luego desarrollar la EDC mientras sigue el mismo perfil. Es reconfortante tratar e identificar un agente causal único, aún si esto es más un deseo que un hecho. Es importante para los buzos darse cuenta de que una gran cantidad de factores pueden afectar sutilmente el riesgo en cualquier buceo, y que existe una naturaleza probabilística a la enfermedad. Enfocarse en una variedad de estrategias para reducir el riesgo es más efectivo que tratar de culpar a una sola.


Respirar mezcla de gases

La mezcla particular de gases que usted utiliza, y cómo lo hace, puede jugar un papel en el desarrollo de EDC. Una mezcla conocida como aire enriquecido, o simplemente nitrox, es altamente popular en el buceo recreativo. El porcentaje de oxígeno en la mezcla es mayor, reduciendo la fracción de nitrógeno. Esto significa que hay menos absorción de nitrógeno a una profundidad determinada. El efecto descompresivo del nitrox, comparado con el del aire, puede calcularse computando lo que se conoce como profundidad equivalente de aire (PEA). El riesgo de EDC cuando se bucea con nitrox según los límites de la tabla PEA no es sustancialmente diferente que cuando se bucea con aire según los límites de la tabla de aire. Es posible lograr un plus de seguridad descompresiva utilizando nitrox con los límites de la tabla de aire, puesto que esto reducirá la absorción de gas inerte comparado a cuando se utiliza aire.

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La advertencia crítica con nitrox es que su mayor contenido de oxígeno significa que un buzo respirando nitrox está en riesgo de desarrollar toxicidad al oxígeno a una profundidad menor que un buzo respirando aire. La presión parcial máxima de oxígeno recomendada – siendo presión parcial la porción de la presión de gas total representada por un solo gas – es 1.4 ATA para el buceo recreativo. Cuando se bucea con aire (21 por ciento de oxígeno), este nivel se alcanza a una profundidad de 187 pies (57 metros) de agua de mar – más allá del límite usual para buceo recreativo (187 pies de agua de mar = 6.6 ATA * 0.21 ATA oxígeno en aire = 1.4 ATA). Cuando se bucea con una mezcla de nitrox del 32 por ciento, este nivel se alcanza a una profundidad de agua de mar de 111 pies (34 metros), y con nitrox del 36 por ciento a sólo 95 pies (29 metros) – profundidades comúnmente alcanzadas por los buzos recreativos.


Nivel de dióxido de carbono

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Elevados niveles de dióxido de carbono pueden aumentar el riesgo de EDC y bajar el umbral de toxicidad por oxígeno. El dióxido de carbono es un potente vasodilatador, esto significa que provoca que los vasos sanguíneos se dilaten, aumentando el flujo sanguíneo y la provisión de gases a los tejidos. Entre los factores que pueden elevar los niveles de dióxido de carbono en los buzos se incluyen el mayor espacio muerto del equipo de respiración (volumen de gas que debe ser movido pero no participa en el intercambio gaseoso), el trabajo adicional de respirar gas denso bajo el agua, y el ejercicio. Utilizar un sistema de respiración bien diseñado y bien mantenido, minimizando el esfuerzo físico y manteniéndose relajado bajo el agua puede minimizar el aumento del dióxido de carbono.


Foramen Oval Permeable

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El foramen oval permeable (FOP), literalmente, ventana oval abierta, es una abertura persistente entre las aurículas izquierda y derecha del corazón. En la circulación fetal, una abertura importante entre las aurículas permite a la sangre evitar en gran medida el paso por los pulmones que aún no están siendo utilizados para el intercambio gaseoso. Una solapa normalmente cubre la abertura luego del nacimiento, y es sellada por tejido. En aproximadamente, el 25 por ciento de la población, permanece una abertura parcial, el FOP. La abertura puede variar en tamaño desde funcionalmente irrelevante hasta fisiológicamente significativa, permitiendo esta última, que una parte sustancial de sangre sea derivada desde la parte derecha del corazón a la parte izquierda, eludiendo el intercambio gaseoso y la filtración en los pulmones. Los FOPs generalmente no producen síntomas, y las personas no conocen su estado hasta que se lo descubre incidentalmente por medio de pruebas médicas. Sin embargo, la presencia de un gran FOP puede aumentar el riesgo de EDC en buzos que desarrollan gran cantidad de burbujas. La correlatividad entre el FOP y el riesgo de EDC no es clara, puesto que la frecuencia de FOP en la población en bastante alta mientras que la EDC es relativamente infrecuente. La estrategia más segura – aún si no le han diagnosticado FOP, pero con más certeza si lo tiene – es bucear de una manera calculada para mantener su carga de burbujas baja; esto efectivamente elimina cualquier preocupación con respecto a que las burbujas puedan pasar a través de un FOP y eludir a los pulmones, donde normalmente serían filtradas.

El consenso más comúnmente difundido es que no se justifica examinar a todos los buzos por FOP. Y aún en buzos que han sido diagnosticados con FOP, decidir si se justifica el cierre quirúrgico es una elección que cada persona debería considerar cuidadosamente con un equipo médico bien informado.


Factores adicionales

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Deliciosa porción de filete de salmón fresco con hierbas aromáticas, especias y verduras: comida saludable, dieta o concepto de cocina

Una cantidad de otros factores pueden también contribuir al riesgo de EDC en cualquier individuo. Algunos, probablemente, jueguen un papel menor, y algunos, potencialmente, juegan roles que aún no han sido completamente definidos. El estado nutricional, por ejemplo, juega un rol en la salud general de la persona, y a menudo, en su estado físico también. Mientras que la investigación sobre el tema de la nutrición y el buceo es limitada, es posible que también afecte la seguridad descompresiva. Por ejemplo, un estudio evaluó la relación entre los niveles de colesterol y las burbujas inducidas en la descompresión. Se utilizó un ultrasonido doppler para clasificar a 30 sujetos como “propensos a las burbujas” o “resistentes a las burbujas”. Entre los resultados del estudio se descubrió que, en promedio, los sujetos propensos a las burbujas tenían niveles de colesterol total en sangre más altos que los sujetos resistentes a las mismas. (Webb et al. 1988). Se necesita investigación adicional sobre ésta y muchas otras áreas.

SEXO

Existe poca evidencia en la literatura sobre medicina del buceo que demuestre que el sexo juegue algún papel en el desarrollo de la EDC. Aún si las mujeres tienen un riesgo levemente elevado, como se sugiere en la literatura sobre medicina de la aviación, es posible que hacer elecciones más seguras con respecto a sus prácticas de buceo puedan compensar cualquier susceptibilidad fisiológica levemente elevada.

Edad

Se sugiere, a veces, que la edad avanzada aumenta el riesgo de EDC, pero simplemente puede reflejar patrones típicos de estados médicos y físicos comprometidos.

Siguiente: Capítulo 6 - Resumen y reflexiones finales

Capítulo 6: Resumen y reflexiones finales

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“Prolongar las paradas a poca profundidad – ya sea de seguridad u obligatorias – es un seguro de bajo costo. Permanezca mucho tiempo, respire tranquilo”

La mejor manera de evitar la EDC es estar bien informado y bucear de forma conservadora, con buen control. Reconocer y manejar cualquier factor que pueda predisponerlo a la EDC, estableciendo límites razonables para usted, y luego, seguir esos límites, puede conferir una expectativa de seguridad razonable.

GARANTICE SU SEGURIDAD

La mayoría de los buceos son ahora, guiados por computadoras. Es importante comprender, sin embargo, que simplemente bucear dentro de los límites del algoritmo de su computadora no garantiza su seguridad. Las computadoras de buceo proveen una guía basada en su perfil tiempo-profundidad. Son incapaces de considerar condiciones adicionales o factores individuales que puedan, dramáticamente, influir en su riesgo – y, en consecuencia, deben ser utilizadas conscientemente. Muchas computadoras de buceo permiten a los usuarios hacer ajustes en los cálculos del algoritmo, con el objetivo de agregar un plus de seguridad. Es importante que los buzos conozcan las medidas conservadoras que están disponibles, sepan cómo emplearlas, y estén incentivados a hacerlo – y aún bucear teniendo en mente la prudencia. Como regla general, los buceos multinivel que van desde profundos a superficiales, con estadías cada vez más largas en las etapas más cercanas a la superficie, probablemente reducirán su riesgo descompresivo.

La EDC es una preocupación importante para los buzos a causa de la gravedad potencial de la condición. Pero sin desestimar esa preocupación, los buzos deben recordar también, que la EDC es una enfermedad relativamente infrecuente, y sólo una de las muchas preocupaciones sobre la salud, relacionadas con el buceo.

Afortunadamente, todas las medidas que usted pueda tomar para disminuir la probabilidad de sufrir EDC también aumentarán la seguridad general de sus buceos. Estas son las medidas claves:

  • Adopte pequeñas medidas que favorezcan ser conservador en una variedad de áreas, para mejorar sustancialmente la probabilidad general de un resultado seguro mientras bucea.
  • Adquiera el conocimiento suficiente para permitirle apreciar tanto los peligros del buceo como sus probables soluciones.
  • Obtenga la suficiente habilidad, particularmente con respecto al control de la flotabilidad, para asegurarse de que todos sus buceos se realicen según lo planeado.
  • Realice una buena elección de su compañero, de manera que sus planes y acciones sean compatibles con las de sus compañeros de buceo, y con prácticas de buceo seguras.
  • Mantenga una buena comunicación con sus compañeros, para abordar los problemas rápidamente, cuando probablemente sean más manejables. La acción colectiva informada y analizada por parte de todos los buzos de un grupo es crítica para asegurar un buen resultado.

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Referencias

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Gerth WA, Ruterbusch VL, Long ET. The influence of thermal exposure on diver susceptibility to decompression sickness. Informe NEDU TR 06-07. Noviembre, 2007; 70 pp.

Hampson NB, Kregenow DA, Mahoney AM, Kirtland SH, Horan KL, Holm JR, Gerbino AJ. Altitude exposures during commercial flight: a reappraisal. Aviat Space Environ Med. 2013; 84(1): 27-31.

Longphre JM, Denoble PJ, Moon RE, Vann RD, Freiberger JJ. Oxígeno normobárico de primeros auxilios para el tratamiento de lesiones de buceo recreativo. Undersea Hyperb Med. 2007; 34(1): 43-9.

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Sheffield PJ, Vann RD, eds. Flying After Recreational Diving Workshop Proceedings. Durham, NC: Divers Alert Network, 2004.

Shields TG, Lee WB. Incidencia de la enfermedad por descompresión derivada de las operaciones comerciales de buceo aéreo en alta mar en el sector británico del Mar del Norte durante 1982/83. Departamento de Energía e Instituto de Tecnología Robert Gordon: REINO UNIDO, 1986.

Manual de buceo de la Marina de los EE.UU.Revisión 6Volumen 2. Publicado por Direction of Commander, Naval Sea Systems Command; 2008; Washington, D.C.

Vann RD, Butler FK, Mitchell SJ, Moon RE. Enfermedad por descompresión. Lancet. 2011; 377(9760): 153-64.

Webb JT, Smead KW, Jauchem JR, Barnicott PT. Blood factors and venous gas emboli: surface to 429 mmHg (8.3 psi). Undersea Biomed Res. 1988; 15(2): 107-21.

Capítulo 2: Factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular

"La enfermedad cardiaca coronaria es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad entre los adultos tanto de América del Norte como de Europa."

Les corresponde a los buzos conocer los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, especialmente, la ateroesclerosis, y las medidas específicas que pueden tomar para mitigarlos. La ateroesclerosis, conocida popularmente como "endurecimiento de las arterias" es la enfermedad más común del corazón. Su prevalecía aumenta con la edad, y provoca la muerte prematura en muchas personas. De hecho, a menudo se la asocia con el normal paso del tiempo. Sin embargo, puede prevenirse, o al menos, retrasarse, y extender un estilo de vida físicamente activo hasta una edad avanzada.

En este capítulo, aprenderá sobre:


Información general sobre los factores de riesgo cardiovasculares

Las manifestaciones más comunes de enfermedad cardiovascular adquirida (más que congénita) son la enfermedad cardiaca coronaria, el accidente cerebro vascular (ACV), y la enfermedad arterial periférica. La enfermedad cardiaca coronaria es una de las causas principales de morbilidad y mortalidad entre los adultos tanto en América del Norte como en Europa.

La probabilidad de que un individuo determinado adquiera una enfermedad cardiovascular y sufra un evento cardiovascular potencialmente peligroso para su vida depende de muchos factores de riesgo. Algunos de ellos –como su historial familiar, género, raza y edad – no pueden modificarse. Otros factores de riesgo sí son modificables –incluso algunas condiciones de salud involuntarias y algunos factores relacionados con el estilo de vida. Las condiciones involuntarias como la hipertensión, el colesterol alto, y la diabetes pueden tratarse tanto con medicamentos, como con dieta, y algunos ajustes en el estilo de vida. Los factores relacionados con el estilo de vida incluyen el consumo de tabaco, una dieta no saludable, la inactividad física, y el consumo excesivo de alcohol –que pueden todos modificarse voluntariamente.

Es importante comprender que padecer cualquiera de estos factores de riesgo no significa que usted definitivamente desarrollará una enfermedad cardiovascular. Sin embargo, cuantos más factores tenga, mayor es la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular –a menos que controle las condiciones de salud involuntarias y adopte un estilo de vida saludable.

Los siguientes porcentajes de muertes provocadas por enfermedad cardiovascular pueden atribuirse a estos factores de riesgo específicos:

  • Hipertensión: 13%
  • Consumo de tabaco: 9%
  • Alto nivel de azúcar en sangre: 6%
  • Inactividad física: 6%
  • Sobrepeso y obesidad: 5%

Hipertensión

La hipertensión, o alta presión arterial es una condición médica común tanto en la población general, como entre los buzos. La presión arterial es la medida de la fuerza con la que la sangre empuja sobre las paredes arteriales. La lectura de la presión arterial es una relación de dos números. El más alto es la presión sistólica, cuando su corazón está latiendo, y el más bajo la presión diastólica, cuando su corazón descansa entre latidos. La unidad de medida para la lectura de la presión arterial se expresa en milímetros de mercurio, y se abrevia "mmHg"; una lectura normal es 120/80 mmHg, a menudo nombrada como "120 sobre 80".

Los criterios para un diagnóstico de hipertensión varían levemente de país a país, y aún de una referencia a otra. La tabla que aparece debajo muestra los criterios más comunes utilizados es los Estados Unidos.

Tabla 3. Clasificación de las categorías de presión arterial (AHA)
Fuente: American Heart Association

Estadísticas

  • 78 millones de adultos norteamericanos (ó 31% -casi 1 en 3) sufren de hipertensión
  • El 69% de quienes sufren un primer ataque cardiaco, el 77% de quienes tienen un primer accidente cerebro vascular (ACV), y el 74% de quienes sufren insuficiencia cardíaca crónica tienen hipertensión; también es un factor de riesgo importante para la enfermedad de los riñones.
  • La muerte de 348.000 norteamericanos en 2009 se atribuyó a la hipertensión, ya sea como causa principal o contribuyente.
  • Se emplean U$S 47.500 millones anualmente en gastos médicos directos relacionados con la hipertensión.
  • Se pierden U$S 3.500 millones en productividad anualmente debido a la hipertensión.
  • Sólo el 47% (menos de la mitad) de los que sufren de hipertensión la mantienen controlada.
  • El 30% de los adultos norteamericanos sufren de pre-hipertensión

Fuentes: U.S. Centers for Disease Control and Prevention; and American Heart Association

el médico mide la tensión de una mujer con un manguito de presión arterial

Una persona con hipertensión enfrenta dos tipos de complicaciones: a corto y a largo plazo. Las complicaciones a corto plazo generalmente son el resultado de la presión arterial extremadamente alta; el más significativo es el riesgo de sufrir un accidente cerebro vascular (ACV) debido a la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro. Las complicaciones a largo plazo son más comunes; incluyen enfermedad de las arterias coronarias, de los riñones, insuficiencia cardíaca congestiva, problemas en la vista, y enfermedad cerebro vascular

La hipertensión leve a menudo puede controlarse con dieta y ejercicios; sin embargo, la medicación puede ser necesaria para mantener la presión arterial dentro de los límites tolerables. Se utilizan muchos tipos de medicamentos para tratar la hipertensión, que tienen diferentes efectos secundarios. Algunas personas deben cambiar la medicación cuando no es efectiva o deja de serlo. Otras necesitarán tomar más de un medicamento para controlar su presión arterial.

Un tipo de medicación anti hipertensiva conocida como betabloqueante puede causar una disminución en la tolerancia máxima al ejercicio, y puede además, provocar algún efecto en las vías aéreas. Estos efectos secundarios normalmente no representan ningún problema para el buzo promedio. Preferentemente, pueden utilizarse en buzos, otro tipo de anti hipertensivos conocidos como inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), aunque un posible efecto secundario de los mismos sea una tos persistente. Otra posibilidad es utilizar bloqueadores de canales de calcio, pero uno de los potenciales efectos secundarios de esta medicación es el mareo que puede aparecer cuando la persona pasa de la posición sentada o supina a ponerse de pie.

Los diuréticos –medicamentos que estimulan la producción de orina- también se utilizan frecuentemente para tratar la hipertensión. Su uso requiere de una cuidadosa atención para mantener la adecuada hidratación y para monitorear los niveles de electrolitos en sangre.

Efectos en el buceo

Mientras la presión arterial de una persona se encuentre controlada, la principal preocupación con respecto al buen estado físico para bucear son los efectos secundarios de cualquier medicamento, y el daño a los órganos principales. La mayoría de los medicamentos anti hipertensivos son compatibles con la práctica del buceo, mientras sus efectos secundarios sean mínimos, y el rendimiento del buzo en el agua no se vea significativamente comprometido. Además, un buzo con una hipertensión de larga evolución debería controlar si hay evidencia de daño asociado al corazón o los riñones.

Los buzos que demuestran un adecuado control de su presión arterial, y que no muestran una disminución significativa en su rendimiento en el agua debido a los efectos secundarios de la medicación, deberían poder bucear con seguridad. Sin embargo, es importante que dichos buzos sean examinados regularmente, incluyendo los controles para detectar las consecuencias a largo plazo de la hipertensión, como las enfermedades de las arterias coronarias.


Hiperlipidemia

El colesterol –una substancia blanda y cerosa –es uno de los lípidos encontrados en la sangre, y de hecho, en todas las células del cuerpo. Importante para el funcionamiento saludable de nuestros cuerpos, el colesterol es parte de las membranas celulares y se utiliza en la producción de hormonas.

El colesterol LDL puede acumularse en las arterias

El colesterol en el cuerpo humano puede originarse a través del consumo de alimentos ricos en colesterol –como carnes rojas, huevos, y productos lácteos- o puede producirlo nuestro cuerpo internamente. El cuerpo también puede producir colesterol a partir de alimentos que no lo contienen en sí mismos, pero sí contienen grasas saturadas –como los aceites de palma y coco –o grasas trans –como los alimentos fritos que se sirven en los restaurantes, y las tortas y galletitas dulces. El colesterol por sí solo no se disuelve en sangre; tiene que combinarse con proteínas para formar partículas de lipoproteínas solubles. Las lipoproteínas se dividen en: lipoproteínas de baja densidad, y lipoproteínas de alta densidad (LDL y HDL, según sus siglas en inglés).

EL LDL es considerado "colesterol malo" porque un alto nivel lleva al angostamiento y la rigidez de las arterias debido a la formación de colesterol que se acumula en depósitos llamados "placas" en las paredes internas de las mismas. Esta condición se denomina ateroesclerosis. Contribuye a la hipertensión y provoca enfermedad arterial periférica, enfermedad arterial coronaria, ataque cardíaco, y accidente cerebro vascular (ACV) –como también disfunción eréctil en el hombre.

Por el contrario, el colesterol HDL es considerado "colesterol bueno" porque reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular transportando el colesterol fuera del flujo sanguíneo y de vuelta al hígado, lo que facilita su remoción del cuerpo. El HDL entonces, ayuda a prevenir la formación de placas de colesterol en las paredes de las arterias. El nivel de colesterol HDL de un individuo, es en cierta medida, un factor genético. Pero los niveles de HDL pueden disminuir debido a la diabetes de tipo 2, ciertos medicamentos como los betabloqueantes y esteroides anabólicos, fumar, sufrir de sobrepeso, y sedentarismo. Por otra parte, el estrógeno, una hormona femenina, aumenta los niveles de HDL, explicando parcialmente porque la enfermedad cardiovascular es menos frecuente en mujeres premenopáusicas.

Los triglicéridos son otro factor de la hiperlipidemia. El triglicérido es el tipo más común de grasa corporal. Los niveles normales de triglicéridos varían según edad y sexo. Loa altos niveles de triglicéridos combinados con lo altos niveles de colesterol LDL aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Su nivel de colesterol es una medida compuesta por todos estos lípidos, expresada ya sea en miligramos por decilitro de sangre (mg/dl) o en milimoles por litro de sangre (mmol/l)

Muchos expertos norteamericanos recomiendan los siguientes niveles de colesterol:

  • Colesterol total: 200 mg/dl (5.2 mmol/l)
  • Colesterol LDL: desde menos de 70 mg/dl (1.8 mmol/l) hasta 129 mg/dl (3.3 mmol/l), dependiendo de su estado de salud
  • Colesterol HDL: por sobre 60 mg/dl (1.6 mmol/l)
  • Triglicéridos: menos de 150 mg/dl (3.9 mmol/l)

Fuente: American Heart Association

La American Heart Association recomienda que todos los adultos mayores de 20 años controlen su colesterol y otros factores de riesgo de hiperlipidemia cada cuatro a seis años, y además trabajen con sus médicos para determinan su riesgo de enfermedad cardiovascular y accidente cerebro vascular (ACV)


Sobrepeso y obesidad

escala de peso

Los términos sobrepeso y obesidad se refieren a un peso corporal en relación con la altura, mayor al que se considera saludable; ambas condiciones dan como resultado, a menudo (aunque no necesariamente), una proporción más alta de grasa corporal, conocida como tejido adiposo, comparada con la masa muscular magra. El término sobrepeso se aplica a aquellos con peso bastante elevado, y el de obesidad a los que sufren de sobrepeso extremo.

Estadísticas

  • El 69% de los adultos norteamericanos (más de dos tercios) sufren de sobrepeso u obesidad.
  • Los índices de obesidad en los adultos se han más que duplicado en los últimos 30 años, del 15% en 1976-1980 al 36% en 2009-2010.
  • Hace 10 años, el índice de obesidad era significativamente más alto entre las mujeres que entre los hombre; actualmente, los índices son esencialmente los mismos –ubicándose con pocas décimas de diferencia en el 36% para hombres y mujeres.

El índice de masa corporal (IMC) es una manera común de expresar la relación entre peso y altura Para calcularlo se utilizan las siguientes ecuaciones:

cómo calcular el bmi según las medidas imperiales y métricas
Tabla - Clasificación del estado ponderal en función del IMC

El IMC es una medida importante para comprender las tendencias de la población, pero tiene algunas limitaciones, por ejemplo:

  • Puede exagerar la proporción de grasa corporal en atletas y otras personas con más masa muscular.
  • Puede subestimar la proporción de grasa corporal en personas mayores y en otras personas que hayan perdido masa muscular.

Por consiguiente, el IMC es sólo uno de los muchos factores que deberían considerarse al evaluar si un individuo se encuentra en un peso saludable –junto con la medida de la cintura, la relación cintura-cadera, y una medida conocida como "grosor de los pliegues cutáneos".


Síndrome metabólico

El síndrome metabólico es un desorden que afecta la manera en que el cuerpo utiliza y almacena la energía. De acuerdo con la American Heart Association, para diagnosticar síndrome metabólico se requieren al menos tres de las siguientes condiciones:

  1. Obesidad abdominal –definida como una circunferencia de cintura de 40 pulgadas (102 centímetros) o más para los hombres, y 35 pulgadas (89 centímetros) o más para las mujeres
  2. Un nivel de triglicéridos igual o mayor a 150 mg/dl (3,9 mmol/l)
  3. Un nivel de colesterol HDL por debajo de los 40 mg/dl (1,0 mmol/l) para los hombres, y menor a los 50 mg/dl (1,3 mmol/l) para las mujeres.
  4. Una presión arterial igual o mayor a 130/85 mmHg o el uso de medicación para la hipertensión.
  5. Un nivel de glucosa en sangre en ayunas igual o mayor a 100mg/dl (5,6 mmol/l) o el uso de medicación para la hiperglucemia.

El síndrome metabólico se asocia con un alto riesgo de enfermedad cardiovascular. Otros desórdenes relacionados con éste incluyen: disfunción endotelial e inflamación crónica de bajo grado.

Medir la circunferencia de su cintura para detectar obesidad abdominal, lo que significa que hay más grasa en su cintura que en sus caderas, es un buen comienzo para evaluar si usted sufre de síndrome metabólico. Esto es importante porque la obesidad abdominal representa un riesgo mayor de enfermedad cardíaca, y de diabetes tipo 2, y el riesgo se incrementa progresivamente a medida que la circunferencia de la cintura aumenta más allá de las dimensiones detalladas arriba. Las implicancias de estos factores se muestran en la tabla siguiente:

Tabla. Riesgos de enfermedad asociados al aumento del IMC y de la circunferencia de la cintura
Fuente: National Heart, Lung, and Blood Institute

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Capítulo 3: Anomalías estructurales del corazón

"Los buzos que sufren enfermedad descompresiva tienen el doble de prevalencia de Foramen Oval Permeable (FOP) que la población en general"

Tener las válvulas cardíacas en buen estado es esencial para que su corazón bombee adecuadamente, y la sangre circule a través de todo su cuerpo. Algunas personas nacen con anomalías estructurales en las válvulas o en las paredes del corazón. Muchos de estos desórdenes se diagnostican tempranamente y se corrigen, devolviéndoles a las personas afectadas la capacidad para realizar ejercicio, y permitiéndoles bucear con seguridad. Sin embargo, algunos desórdenes estructurales congénitos, como una condición conocida como Foramen Oval Permeable, puede no manifestarse hasta después de que la persona afectada haya comenzado a practicar buceo –y pueden resultar en un riesgo mayor de sufrir ciertas lesiones provocadas por el buceo. Además, algunas personas se ven afectadas más tarde por un daño valvular adquirido que puede perjudicar su buen estado físico para bucear.

En este capítulo aprenderá sobre:


Información general sobre los desórdenes valvulares

Ilustración de las válvulas del corazón mostrando el flujo sanguíneo

El corazón posee cuatro válvulas principales que facilitan su actividad de bombeo:

  • La válvula tricúspide, entre la aurícula y el ventrículo derechos.
  • La válvula pulmonar, entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar.
  • La válvula mitral, entre la aurícula y el ventrículo izquierdos.
  • La válvula aórtica, entre el ventrículo izquierdo y la arteria aorta.

Cada válvula consiste en un conjunto de solapas (también llamadas "valvas" o "cúspides") que se abren y cierran para permitir que la sangre fluya en la dirección correcta. La función de las válvulas puede estar comprometida ya sea por anormalidades congénitas o adquiridas. Las válvulas pueden dañarse debido a una infección, a la fiebre reumática, o al paso de los años. Por ejemplo, la apertura en una válvula puede angostarse (condición conocida como "estenosis"), lo que significa que el corazón debe trabajar con más fuerza para que la sangre pase a través de esa apertura; esto genera mayor presión dentro del corazón, y eventualmente, provoca el híper desarrollo del músculo cardíaco. Otro problema valvular común es el cierre incompleto, lo que permite que la sangre fluya hacia atrás a través de la válvula (condición conocida como "regurgitación"); esto sobrecarga al corazón de sangre, resultando, eventualmente, en el agrandamiento (o dilatación) de las cavidades del corazón.

Los dos desórdenes valvulares más comunes en adultos mayores son la estenosis aórtica y la regurgitación mitral. Los síntomas varían dependiendo de qué válvula esté afectada, y también del tipo y gravedad del cambio estructural. Los leves pueden no causar síntomas; un soplo cardíaco, detectado cuando se examina al corazón con un estetoscopio, es, a menudo, el primer signo del daño en una válvula. En la estenosis aórtica, sin embargo, el esfuerzo puede provocar dolor de pecho (conocido como angina), o una sensación de opresión en el pecho, falta de aire, desmayo, o palpitaciones. La muerte súbita en atletas por lo demás, saludables, está, a veces, provocada por la estenosis aórtica. La regurgitación también puede provocar síntomas detectables, como falta de aire, o respiración sibilante cuando se está en reposo; estas dificultades pueden intensificarse por la práctica de ejercicio, la mayor resistencia al respirar, y la inmersión.

El tratamiento de los desórdenes valvulares, generalmente requiere de cirugía. Las válvulas dañadas pueden repararse o reemplazarse por prótesis.

Prevenir el daño valvular es, por supuesto, la mejor estrategia. Los exámenes físicos de rutina pueden revelar evidencia de enfermedad valvular precoz. En estos casos, se aconseja un seguimiento médico regular y minucioso para identificar, y retrasar el progreso del daño.

Efectos en el buceo

Las anomalías valvulares significativas pueden imposibilitar la práctica del buceo hasta que se corrijan. Aún luego de una cirugía reparadora, debe haber una evaluación de algunos factores tales como la capacidad para realizar ejercicios, la presencia de regurgitación residual, y la necesidad de anticoagulantes. Dicha evaluación debería incluir un examen detallado del corazón y de la capacidad de la persona para realizar ejercicios compatibles con la práctica del buceo, sin evidencia de isquemia, respiración sibilante, disfunción cardíaca, o un problema conocido como "derivación de derecha a izquierda".


Prolapso de válvula vitral

El Prolapso de Válvula Mitral (PVM) también es conocido como "síndrome de chasquido" o "síndrome de la válvula flácida". Es una condición común, especialmente en las mujeres. El problema se produce como resultado del exceso de tejido y de la laxitud del tejido conectivo en la válvula mitral del corazón, entonces esa parte de la válvula penetra dentro del ventrículo izquierdo durante cada contracción del corazón.

Una persona con PVM puede no tener absolutamente ningún síntoma, o sufrir síntomas que van desde palpitaciones ocasionales o una sensación inusual en el pecho cuando el corazón late, hasta dolor de pecho o un infarto de miocardio (o ataque cardíaco). EL PVM también se asocia con un leve aumento del riesgo de sufrir pequeños ataques (conocidos como ataques isquémicos transitorios) o una pérdida pasajera de la conciencia.

Los betabloqueantes –medicamento comúnmente utilizado para tratar la hipertensión –se prescriben ocasionalmente para el prolapso de válvula mitral. A menudo provocan una disminución en la capacidad máxima de ejercicio, y también pueden afectar las vías aéreas. Estos efectos secundarios no causan problemas en el buzo promedio, pero pueden ser importantes en situaciones de emergencia.

Ilustración del prolapso de la válvula mitral frente al estado normal y de regurgitación

Efectos en el buceo

Con frecuencia, el PVM no provoca cambios en el flujo sanguíneo que pudieran impedir que una persona bucee con seguridad. Un buzo con PVM que no tiene síntomas (es decir, no sufre dolor de pecho, alteración de la conciencia, palpitaciones, o latidos anormales), y que no toma medicación para este problema, debería poder practicar buceo con seguridad. Pero cualquier individuo con PVM que presente ritmo cardíaco anormal, lo que produce palpitaciones, no debería bucear a menos que las mismas puedan controlarse con una baja dosis de medicación contra la arritmia.


Foramen Oval Permeable

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El Foramen Oval Permeable (FOP) es un orificio bastante común, congénito, generalmente benigno, que se forma, en el desarrollo embrionario, entre las aurículas izquierda y derecha del corazón (ver ilustración).

Mientras el feto se está desarrollando dentro del útero, la pared que separa las aurículas izquierda y derecha de corazón se desarrolla desde el septum primum que crece hacia arriba, y el septum secundum que crece hacia abajo. Los septa* se superponen, creando una especie de puerta trampa (conocida como "foramen oval"), que permite que la sangre oxigenada de la placenta materna que ingresó a la aurícula derecha del feto, pase a la aurícula izquierda. Al nacer, los pulmones del bebé se expanden, y la presión resultante en la aurícula izquierda cierra el foramen oval. Generalmente, poco tiempo después del nacimiento, esta apertura se cierra por completo –pero en aproximadamente el 27% de los bebés, no logra cerrarse completamente y se produce el FOP.

Un FOP a menudo no provoca síntomas, y la mayoría de las personas que lo padecen, nunca se enteran. El FOP se diagnostica inyectando una pequeña cantidad de aire en una vena y observando su paso a través del corazón, mientras se realiza una ecocardiografía. Hay dos métodos para realizar una ecocardiografía: la transtorácica (ETT) es fácil y no invasiva – simplemente se coloca una sonda de ultrasonido en la pared externa del pecho –pero detecta un FOP en sólo 10% al 18% de la población –aproximadamente la mitad de aquellos que probablemente lo padezcan. La ecocardiografía transesofágica (ETE) –que requiere de anestesia local y sedación intravenosa, para que la sonda pueda pasarse por el esófago –detecta un FOP en 18% al 33% de la población. Sin embargo, aunque la ETE es más sensible que la ETT, aún hay muchos resultados falso-negativos con ambas técnicas; una ETT adecuadamente realizada puede, de hecho, se más confiable que una ETE.

Uno de los tratamientos más comunes para el FOP es un procedimiento llamado oclusión transcatéter; implica introducir un catéter a través de la ingle y por la vena femoral hasta el corazón, donde se implanta un dispositivo llamado oclusor, en el FOP. Los oclusores vienen en diferentes formas, pero la mayoría actúa como un paraguas doble que se abre a cada lado de la pared auricular y sella el orificio. Con el tiempo, el tejido crece sobre el oclusor, y cubre completamente su superficie. El implante se realiza con anestesia local y sedación intravenosa, y el paciente está consciente. Dura menos de una hora y puede realizarse de manera ambulatoria o permaneciendo internado una noche. La mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades normales en dos días, pero deben tomar medicamentos anticoagulantes y/o anti agregantes plaquetarios durante tres a seis meses. Otras restricciones postoperatorias incluyen tratamientos dentales no opcionales (como las limpiezas) durante tres meses, práctica de deportes de contacto por tres meses, y no levantar objetos pesados por una semana. Un buzo que se somete a una oclusión transcatéter de FOP debe abstenerse de bucear durante tres a seis meses.

No hay información disponible sobre los resultados de la oclusión del FOP en buzos. Pero se hallaron los siguientes resultados en pacientes que se sometieron a la misma como prevención de un accidente cerebro vascular (ACV) (nótese, sin embargo, que estos pacientes sufrían de condiciones médicas subyacentes que podían contribuir a un riesgo de resultados adversos mayor que el promedio):

  • Eficacia: La oclusión completa de la apertura se logró en el 95% de los casos, y la incompleta en 4% a 5% de los casos; sólo en el 1% de los casos no se demostró mejoría.
  • Complicaciones: La mortalidad general fue menor a 1/10 del 1% (0,093%). La necesidad de una operación posterior debido a un evento adverso asociado con el dispositivo fue menor al 1% (0,83%).
  • Complicaciones Graves: La incidencia de muerte, accidente cerebro vascular (ACV), infección, sangrado, o lesión de los vasos sanguíneos fue del 0,2%; de movimiento o desplazamiento del dispositivo, 0,25%; de formación de coágulos en el dispositivo, 0, 3%; de complicaciones más importantes en el período perioperatorio, 12%; y de complicaciones menores en el mediano plazo, 2,4%.

Efectos en el buceo

Los buzos que sufren enfermedad descompresiva (EDC) tienen el doble de prevalencia de Foramen Oval Permeable (FOP) que la población en general. Y en buzos que manifiestan síntomas neurológicos de EDC, la frecuencia es cuatro veces mayor. El riesgo de EDC parece aumentar con el tamaño del FOP. Basado en estos hechos, se supone que los buzos con un FOP tienen mayor riesgo de sufrir EDC que los que no lo tienen; sin embargo, el único estudio probable diseñado para medir directamente el riesgo relativo de EDC en buzos con un FOP aún está en curso.

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