Planes de acción de emergencia: cuando las cosas salen mal

Los operadores de buceo deben estar preparados para accidentes en el agua, pero también para peligros no relacionados con el buceo. Fotografía de Stephen Frink

Planes de acción en caso de emergencia

La historia nos enseña que los accidentes siempre son posibles, por lo que debemos contar con planes para mitigarlos. Tanto los clientes como el personal, los transeúntes, los profesionales del buceo y la propia empresa de buceo están sujetos a riesgos.

Los planes de actuación en caso de emergencia (PAE) son herramientas esenciales para los profesionales y las empresas de buceo. Estos planes suelen proporcionar la información necesaria en caso de que se produzca un accidente de buceo, aunque esta consideración suele limitarse a las actividades de buceo tradicionales o a los problemas previstos. Los PAE integrales deben abordar una variedad de áreas de riesgo, y pocas personas entienden lo que implica identificar, compilar, revisar y calificar un PAE realmente eficaz.

Este artículo es el primero de una serie que abordará los aspectos esenciales de la planificación de un procedimiento de emergencia eficaz y práctico que ayude a mitigar los incidentes relacionados con el sector del buceo. Primero consideraremos dónde es probable que se produzcan las emergencias.

Los riesgos varían según el centro de buceo, el profesional de buceo y el área de operación, por lo que necesitamos un análisis cuidadoso para identificar los problemas reales. He aquí al menos una lista parcial de posibles riesgos para ayudar a identificar las áreas de preocupación.

  • En el centro de buceo: incendios; explosiones de bombonas de alta presión, tanques de gas o contenedores de fluidos peligrosos; contacto con productos químicos u otros materiales peligrosos; lesiones por electrocución; disturbios sociales u otro tipo de relación con personas agresivas
  • En la piscina y las zonas de entrenamiento: exposición a sustancias peligrosas (como el cloro); urgencias médicas (incluidas las derivadas de problemas de salud preexistentes); lesiones (por resbalones, zambullidas, caídas o levantamiento de objetos pesados); ahogamientos
  • Mientras bucea: lesiones traumáticas provocadas por hélices, escaleras, resbalones, inmersiones u objetos pesados, por ejemplo; encuentros con fauna marina peligrosa; buceadores perdidos; ahogamientos; urgencias médicas debidas a problemas de salud; riesgos de entrada y salida asociados a costas rocosas o cuevas o piscinas de difícil acceso
  • Durante el transporte (por tierra o por agua): incendio; inclemencias meteorológicas; vuelco; pérdida o incapacidad de personas; accidentes de lancha; accidentes de tráfico; secuestro de un buque o vehículo

El oxígeno disponible y el personal formado son algunos de los elementos más cruciales de la preparación para emergencias.

Más allá de los riesgos más fácilmente identificables, existen otros que, aunque improbables, justifican la consideración y la preparación. Pueden estar presentes en cualquiera de los ámbitos enumerados anteriormente o en cualquier otro:

  • un huésped perdido, secuestrado o herido
  • comportamiento inaceptable o agresivo de un invitado, miembro del personal o visitante
  • enfermedad repentina o urgencia médica
  • actividad delictiva o detención, muerte u homicidio de un huésped o miembro del personal

Un aspecto importante de la planificación de emergencias que debe abordarse en todas las zonas consideradas en un PAE es la disponibilidad y fiabilidad de los servicios locales de urgencias médicas y policiales.

Al ilustrar estos peligros y sus posibles ubicaciones, esperamos inspirar a las empresas de buceo y a los profesionales del buceo autónomos para que reflexionen sobre sus PAE en mayor profundidad.

Siempre habrá riesgos, pero con un mejor conocimiento, comprensión y preparación podemos reducir la incertidumbre y contener mejor las consecuencias de los peligros que acabaremos afrontando.

© Alert Diver - Q4 2017

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