El asma y el buceo

el médico habla sobre el tratamiento del asma

El asma es una enfermedad que se caracteriza por el estrechamiento de las vías respiratorias (bronquios) en respuesta a una variedad de estímulos. La respuesta puede ser variable, y una persona puede tener un empeoramiento súbito de la función pulmonar llamada “ataque”. Un ataque de asma puede ser desencadenado por polen y otros alérgenos, aire frío, irritantes presentes en la atmósfera, un resfriado o una gripe. El asma y el buceo ha sido un tema controvertido en la comunidad de buceo deportivo durante mucho tiempo. Históricamente, los buzos con asma han sido excluidos del buceo.

Epidemiología

  • Uno de cada 13 estadounidenses sufre de asma.
  • Más de 25 millones de estadounidenses tienen asma, de los cuales el 7,7% son adultos y el 8,4% son niños.
  • El asma es más común en las mujeres adultas que en los hombres adultos.
  • Diez estadounidenses mueren como consecuencia del asma cada día.

Fuentes: Centros para el control y prevención de enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y Fundación de Asma y Alergias de los Estados Unidos (Asthma and Allergy Foundation of America)

Síntomas

El estrechamiento de los bronquios que se produce con el asma tiene dos efectos. El primero es una disminución de la cantidad de aire que puede entrar y salir de los pulmones. Esto puede reducir la capacidad para hacer ejercicio —especialmente para un buzo, que ya tiene una menor capacidad respiratoria debido a la resistencia del dispositivo de respiración y una mayor resistencia interna como consecuencia de la mayor densidad de la mezcla respiratoria a profundidad. En segundo lugar, el estrechamiento de las vías aéreas podría causar un atrapamiento de gas en los pulmones durante el ascenso. Si el gas atrapado se expande más rápido de lo que puede exhalarse a través de las vías aéreas estrechadas, se puede producir una ruptura en los pulmones, lo que podría causar un embolismo arterial gaseoso o un neumotórax (pulmón colapsado). Las personas con asma que bucean corren el riesgo no solo de experimentar un atrapamiento de gas, sino también una reducción de la capacidad para hacer ejercicio. Si bien al ejercitarse en tierra a menudo es fácil detenerse, descansar y recuperar el aliento, esto puede no ser posible bajo el agua.

La Sociedad de Medicina Subacuática del Pacífico Sur (South Pacific Underwater Medical Society, SPUMS) ha declarado que el buceo puede provocar un ataque de asma. Las personas que tienen asma corren el riesgo de experimentar una falta de aire, sufrir de pánico y ahogarse durante actividades de buceo, incluso estando en la superficie.

Manejo

Existen cuatro tipos de asma y el tratamiento depende del diagnóstico.

  • Asma intermitente leve: los síntomas se producen menos de una vez por semana y están vinculados a una disminución del flujo máximo (la velocidad máxima del flujo de aire durante la exhalación) de menos del 20 por ciento. Este tipo de asma supone aumentos breves en la gravedad de los síntomas (lo que se conoce como exacerbación) que duran de algunas horas a algunos días. Los síntomas nocturnos se manifiestan menos de dos veces al mes, y entre un ataque agudo y otro el paciente debe estar asintomático con una función pulmonar normal. El tratamiento incluye el uso de broncodilatadores de acción corta conforme sea necesario.
  • Asma persistente leve: el flujo máximo debe ser casi normal (con una variación de menos del 20 por ciento), pero los síntomas se producen más de una vez por semana. La exacerbación afecta el sueño; los síntomas nocturnos a menudo aparecen más de dos veces al mes. El tratamiento implica el uso de broncodilatadores de acción corta durante el día y broncodilatadores de acción prolongada por la noche.
  • Asma persistente moderada: los síntomas, que pueden incluir tos, pueden producirse diariamente y con frecuencia pueden interferir con las actividades o el sueño. Las personas que tienen asma persistente moderada pueden necesitar un broncodilatador de acción corta. El flujo máximo en general es del 60 al 80 por ciento del valor normal. Irónicamente, muchos pacientes con estos síntomas no creen que tienen asma. Toser con el ejercicio o durante la noche es un síntoma destacado y un probable indicador de este tipo de asma. Los pacientes necesitan tomar un medicamento a diario, normalmente esteroides inhalados; es posible que deban utilizar broncodilatadores de acción corta para episodios agudos.
  • Asma persistente grave: las personas con este tipo de asma tienen síntomas continuos y flujos máximos del 60 por ciento del valor normal o menos. Los pacientes experimentan aumentos en la gravedad de los síntomas con frecuencia, lo que limita la actividad física, y los síntomas nocturnos se manifiestan asiduamente. Es necesario usar broncodilatadores de acción prolongada y esteroides orales regularmente, al igual que broncodilatadores de acción corta durante episodios agudos.

Si el régimen de tratamiento puede lograr restablecer la función pulmonar normal, especialmente después de hacer ejercicio, las personas con asma tal vez puedan bucear de manera segura (y realizar el ejercicio extenuante que puede ser necesario durante el buceo).

Complicaciones

El tratamiento del asma es relevante a la hora de determinar su gravedad y el riesgo asociado al buceo. Según los debates entre expertos de la Sociedad de Medicina Hiperbárica y Subacuática (Undersea and Hyperbaric Medical Society, UHMS), los buzos que tienen asma intermitente leve, asma persistente leve o asma persistente moderada pueden estar autorizados a bucear, siempre que su asma esté bien controlada.

Consecuencias en el buceo

Para el buzo

  • Los países tienen lineamientos diferentes acerca de si las personas con asma pueden bucear. En el Reino Unido, las personas con un asma bien controlada pueden bucear siempre que no hayan necesitado un broncodilatador dentro de las 48 horas y que no tengan un episodio de asma provocado por frío, ejercicio o emociones. En Australia, el país más conservador en este aspecto, se espera que todos los buzos pasen una prueba de espirometría (de la función pulmonar) para descartar la presencia de asma antes de obtener su certificación. Consulte las normas de su país antes de bucear.
  • Los futuros buzos con asma deben someterse a una evaluación de la función pulmonar y una prueba de ejercicio para determinar la gravedad del asma. Un médico experto en buceo, así como en el tratamiento del asma, podrá brindarle el mejor asesoramiento.
  • Tenga su inhalador listo para usarlo en la embarcación de buceo. Advierta al operador de buceo sobre su inhalador y cualquier complicación potencial.

Para el operador de buceo

  • Los buzos con asma deben estar bajo el cuidado de un médico y deben poder informarle que su condición se encuentra bajo control y sin ninguna complicación.
  • Los buzos deben tener sus inhaladores en la embarcación y estar listos para usarlos en caso de sufrir un ataque.

Para el médico

  • Asegúrese de que los buzos con asma se sometan a una evaluación de la función pulmonar y una prueba de ejercicio para determinar la gravedad del asma.
  • Al realizar la evaluación de un buzo, haga las siguientes preguntas: ¿es el asma leve? ¿El tratamiento tiene eficacia suficiente para evitar un ataque de asma agudo bajo el agua o en la superficie?
  • Si el régimen de tratamiento puede lograr restablecer la función pulmonar normal, especialmente después de hacer ejercicio, es posible que el individuo esté apto para bucear y hacer ejercicio extenuante, lo que puede ser necesario durante el buceo.
  • Un médico experto en buceo y en el tratamiento del asma podrá brindarle el mejor asesoramiento médico.

La diabetes y el buceo

Comprobación del nivel de azúcar en sangre con glucómetro

La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo no tiene la capacidad de producir o responder con eficacia a la insulina, una hormona que el cuerpo necesita para poder usar la glucosa (azúcar) presente en la sangre. Los individuos saludables mantienen la glucosa plasmática en un margen estrecho de 70 a 110 miligramos por decilitro (mg/dL) de sangre. Las personas con diabetes pueden experimentar fluctuaciones drásticas en la glucosa plasmática. La principal preocupación es que los niveles bajos de glucosa en sangre (hipoglucemia) pueden hacer que un individuo pierda el conocimiento. La elevación de la glucosa en sangre (hiperglucemia) a largo plazo puede provocar problemas circulatorios y comprometer la visión.

La incapacidad para producir insulina se conoce como diabetes tipo 1, o diabetes mellitus insulinodependiente (DMID). La producción insuficiente de insulina o la falta de sensibilidad de las células del cuerpo a la insulina se conoce como diabetes tipo 2, o diabetes del adulto. Los individuos con diabetes, especialmente la DMID, se han enfrentado a la exclusión de actividades durante las que la pérdida repentina del conocimiento podría suponer un riesgo significativo, como es el caso del buceo con aire comprimido.

Estudio de DAN sobre los niveles de glucosa plasmática y el buceo deportivo

Investigadores de DAN midieron la respuesta de la glucosa plasmática al buceo deportivo en adultos con DMID en comparación con un grupo de control de buzos sin diabetes. Los buzos con DMID habían tenido su diabetes al menos moderadamente controlada, sin complicaciones secundarias ni hospitalizaciones por irregularidades de la glucosa en sangre en los últimos 12 meses; además, comprendían la relación entre la glucosa plasmática y el ejercicio.

La mayoría de los buceos se realizaron en aguas subtropicales o tropicales desde embarcaciones de buceo de vida a bordo comerciales o embarcaciones que viajan por un día. La glucosa en sangre de los buzos debía estar por encima de los 80 mg/dL antes de cada buceo. Los buzos utilizaron monitores portátiles disponibles comercialmente para medir la glucosa plasmática mediante un pinchazo en el dedo. Los valores se registraron varias veces antes y después de los buceos.

Resultados

La variabilidad de los niveles de glucosa plasmática fue mayor en el grupo de buzos con DMID que en el grupo de control. En ninguno de los grupos se observaron síntomas ni complicaciones en relación con una hipoglucemia durante los buceos ni inmediatamente después de ellos, a pesar de algunos niveles bajos de la glucosa plasmática. Los buzos con DMID tomaron glucosa adicional antes de casi la mitad de los buceos. La glucosa plasmática después del buceo cayó por debajo de los 70 mg/dL después del 7 por ciento de los buceos del grupo con DMID (donde el valor más bajo fue de 41 mg/dL) y después del 1 por ciento de los buceos del grupo de control (donde el valor más bajo fue de 56 mg/dL).

Si bien los buzos con DMID no informaron una hipoglucemia sintomática inmediatamente antes, durante ni inmediatamente después del buceo, se produjeron casos no relacionados con el buceo. Los síntomas incluyeron náuseas, ansiedad, temblor, sensación de frío y dolores de cabeza. En varios casos, estos síntomas fueron lo suficientemente intensos como para despertar al buzo en medio de la noche. En 67 ocasiones anteriores al buceo y 17 ocasiones posteriores al buceo se observaron niveles moderados de hiperglucemia asintomática (superiores a 300 mg/dL).

Conclusiones

  • Los cambios en el nivel de glucosa plasmática en los buzos con DMID variaron de una elevación de 283 mg/dL a una caída de 370 mg/dL. La magnitud de cambio fue frecuentemente sorprendente para los buzos, que tenían experiencia en el manejo de la diabetes. Las personas con una DMID menos estable y aquellas que mantienen un control muy estricto regularmente pueden tener un mayor riesgo de hipoglucemia.
  • Una glucosa plasmática elevada puede aumentar la susceptibilidad a la enfermedad de descompresión o empeorar la enfermedad neurológica de descompresión.1 El simple hecho de elevar los niveles de glucosa para reducir el riesgo de que se produzca una hipoglucemia durante una inmersión puede no ser del todo inocuo.
  • A pesar de los casos ocasionales de niveles de glucosa plasmática de alrededor de 40 a 50 mg/dL, la falta de síntomas relacionados con la hipoglucemia en este estudio podría deberse a que los individuos no reconocieron ni informaron síntomas. Los buzos advirtieron y corrigieron niveles de glucosa en sangre equivalentes que experimentaron en otros momentos del día.
  • Los signos y síntomas asociados a la hipo o hiperglucemia pueden deberse a otras afecciones médicas, como hipotermia, náuseas por mareo y posiblemente enfermedad por descompresión.
  • Todos los buceos monitoreados fueron recreativos, con condiciones mínima o moderadamente estresantes en aguas tropicales o subtropicales. El estrés adicional vinculado al uso de equipo adicional o más complejo, condiciones del agua más intensas, perfiles de buceo más extremos o emergencias podría producir fluctuaciones más drásticas en la glucosa plasmática.
  • Este estudio solo contó con la participación de sujetos adultos. Los niños pueden correr un riesgo más alto debido a una mayor capacidad de distracción, una menor experiencia en la regulación de la glucosa plasmática y una predisposición fisiológica a una mayor variabilidad en los niveles de glucosa plasmática durante el ejercicio.2

La diabetes y el buceo seguro

  • Los síntomas de una hipoglucemia grave incluyen convulsiones y pérdida del conocimiento, que muy probablemente sean fatales si se experimentan bajo el agua.
  • No existe ninguna forma confiable de tomar un descanso durante un buceo como cuando se hace ejercicio en tierra. Las condiciones pueden cambiar rápidamente y convertir un buceo relajado con condiciones favorables en una situación físicamente exigente.
  • El manejo de una enfermedad grave es más difícil en áreas remotas.
  • La norma de los compañeros de buceo asume que ambos individuos pueden ofrecer ayuda a un compañero de forma rápida y adecuada. Si una condición médica preexistente afecta a uno de los dos, esta premisa puede no ser precisa.
  • La diabetes puede ser progresiva, y dicha progresión puede aumentar el riesgo durante el buceo.

Para más información, consulte Directrices para la diabetes y el buceo recreativo.

Neal W. Pollock, Ph.D., Donna M. Uguccioni, M.S., Guy de L Dear, M.B., FRCA

Referencias

1. Moon RE. Reanimación con líquidos, glucosa plasmática y control de la temperatura corporal. En: Moon RE, ed. Report of the Decompression Illness Adjunctive Therapy Committee of the Undersea and Hyperbaric Medical Society; 2003; Duke University, Durham NC: Undersea and Hyperbaric Medical Society; 2003: 119-128.

2. Asociación Americana de Diabetes. Diabetes Mellitus and Exercise. Diabetes Care 2002; 25(90001):S64-8.

Enfermedad disbárica

dos buceadores nadando entre restos de un naufragio

La enfermedad por descompresión, o EDC, está asociada a una reducción de la presión ambiental que rodea al cuerpo. La EDC engloba dos enfermedades, enfermedad por descompresión (EDC) y embolia arterial gaseosa (EAG). El DCS es el resultado de burbujas en los tejidos corporales que causan daños locales. El AGE se produce cuando las burbujas entran en la circulación arterial, viajan por las arterias y pueden causar daños tisulares al bloquear el flujo sanguíneo a nivel de los vasos pequeños.

¿Quién puede tener una enfermedad disbárica?

La enfermedad disbárica puede afectar a buzos, aviadores, astronautas y personas que trabajan con aire comprimido. El factor de riesgo principal de la ED es una reducción de la presión ambiental, pero otros factores de riesgo aumentarán la probabilidad de sufrir una ED. Los factores de riesgo conocidos para los buzos son los buceos profundos o prolongados, el agua fría, el ejercicio intenso a profundidad y los ascensos rápidos.

Los ascensos rápidos contribuyen significativamente al riesgo de sufrir un EAG. Otros factores que pueden aumentar el riesgo de ED pero que carecen de pruebas concluyentes de asociación son la obesidad, la deshidratación, el ejercicio intenso inmediatamente después de salir a la superficie y la enfermedad pulmonar. Aún no comprendemos completamente los posibles factores de riesgo individuales. Algunos buzos tienen una ED con más frecuencia que otros a pesar de seguir el mismo perfil de buceo.

Casi cualquier perfile de buceo puede tener como resultado una ED, sin importar cuán seguro parezca. Los factores de riesgo, tanto conocidos como desconocidos, pueden afectar la probabilidad de sufrir una ED de muchas maneras. Se debe realizar una evaluación de un buzo para comprobar la presencia de una enfermedad disbárica en cada caso en particular. Al hacer un diagnóstico, se tienen en cuenta los signos, síntomas y perfiles de buceo del buzo.

Enfermedad descompresiva

La EDC (también llamada enfermedad por descompresión o enfermedad de Caisson) es producto de una descompresión inadecuada después de una exposición a una mayor presión. En algunos casos, es leve y no supone una amenaza inmediata. En otros, se puede producir una lesión grave. Cuanto antes se inicie el tratamiento de una lesión, mejores serán las probabilidades de que el individuo se recupere por completo.

Durante un buceo, los tejidos del cuerpo absorben nitrógeno (u otros gases inertes) de la mezcla respiratoria en proporción con la presión circundante. Siempre que el buzo permanezca a una presión constante, el gas no presentará ningún problema. Si la presión se reduce demasiado rápido, es posible que el nitrógeno salga de la solución y forme burbujas en los tejidos y el torrente sanguíneo. Las burbujas pueden desarrollarse como resultado de una violación de los límites prescritos, pero también pueden producirse incluso cuando se siguen las normas aceptadas.

Las burbujas que se forman en las articulaciones o cerca de ellas son la causa presunta del dolor articular (enfermedad por descompresión). Cuando se observan niveles altos de burbujas, el cuerpo puede experimentar reacciones complejas. La médula espinal y el cerebro normalmente se ven afectados, lo que puede causar entumecimiento, parálisis, deterioro de la coordinación y trastornos de la función cerebral superior. Si grandes cantidades de burbujas ingresan al torrente sanguíneo venoso, pueden producirse síntomas congestivos en los pulmones y, eventualmente, un shock circulatorio.

Embolismo arterial gaseoso

Si un buzo asciende sin exhalar, el aire atrapado en los pulmones se expande y puede provocar una ruptura del tejido pulmonar. Esta lesión, llamada barotrauma pulmonar, supone la liberación de burbujas de gas hacia la circulación arterial. La circulación distribuye las burbujas a los tejidos del cuerpo en proporción al flujo de sangre. Debido a que el cerebro recibe la proporción más alta de flujo de sangre, es el órgano principal donde las burbujas pueden interrumpir la circulación si se alojan en arterias pequeñas.

Esta interrupción de la circulación es un EAG, que se considera la forma de ED más grave. Es posible que el buzo haya hecho un ascenso en medio de un ataque de pánico o que haya contenido la respiración durante el ascenso. No obstante, el EAG puede producirse incluso si el ascenso es completamente normal. Las enfermedades pulmonares, como la enfermedad pulmonar obstructiva, pueden aumentar el riesgo de EAG.

Un buzo puede salir a la superficie inconsciente y permanecer así o perder el conocimiento dentro de los 10 minutos de salir a la superficie. Estos casos son verdaderas emergencias médicas y requieren una evacuación rápida a un centro de tratamiento.

El EAG puede implicar síntomas menores de disfunción neurológica, como sensaciones de cosquilleo o entumecimiento, debilidad sin una parálisis obvia o dificultad para pensar pero sin una confusión aparente. En estos casos, hay tiempo para que un especialista en medicina de buceo realice una evaluación más exhaustiva para descartar otras causas.

Al igual que la EDC, los síntomas leves pueden deberse a causas que no tengan que ver con el buceo, lo que puede demorar el tratamiento. Los síntomas pueden desaparecer espontáneamente, y el buzo puede no solicitar un tratamiento. Las consecuencias de esto son similares a una EDC no tratada. Puede haber daños residuales en el cerebro, lo que aumenta la probabilidad de que haya síntomas residuales después de un EAG futuro —incluso después de tratar el caso posterior.

Manifestaciones

EDC

Las manifestaciones de EDC más comunes son dolor articular y entumecimiento o cosquilleo. Las siguientes manifestaciones más comunes son debilidad muscular e incapacidad para vaciar la vejiga. La EDC grave es fácil de identificar porque los signos y síntomas son evidentes. Sin embargo, la mayoría de las EDC se manifiestan sutilmente con un dolor articular leve o una parestesia (una sensación de quemazón o cosquilleo anormal) en una extremidad.

Signos y síntomas

EDC

  • Fatiga inusual
  • Picazón en la piel
  • Dolor en las articulaciones o los músculos de los brazos, las piernas o el torso
  • Vértigo.
  • Zumbido en los oídos
  • Entumecimiento, cosquilleo o parálisis
  • Falta de aire
  • Sarpullido
  • Debilidad muscular o parálisis
  • Dificultad para orinar
  • Confusión, cambios en la personalidad o comportamiento extraño
  • Amnesia
  • Temblores
  • Andar tambaleante
  • Expulsión de un esputo espumoso con sangre
  • Pérdida del conocimiento o colapso

Nota: los signos y síntomas habitualmente aparecen dentro de los 15 minutos o hasta 12 horas después de salir a la superficie. En casos graves, los síntomas pueden aparecer antes de salir a la superficie o inmediatamente después. La demora en la aparición de los síntomas no es muy común, pero puede suceder, especialmente al viajar en avión después de bucear. En muchos casos, estos síntomas se atribuyen a otra causa como, por ejemplo, esfuerzo excesivo, elevación de cargas pesadas o incluso el uso de un traje de neopreno ajustado. A veces estos síntomas siguen siendo leves y desaparecen por sí solos, pero su gravedad puede aumentar hasta que sea obvio que algo está mal y que la persona necesita ayuda.

EAG

  • Mareo
  • Visión borrosa
  • Áreas con una disminución de la sensación
  • Dolor en el pecho
  • Desorientación
  • Espuma sanguinolenta de la boca o la nariz
  • Parálisis o debilidad
  • Convulsiones
  • Pérdida del conocimiento
  • Cese de la respiración
  • Muerte

Prevención de la enfermedad disbárica

EDC

Los buzos deportivos deben bucear de forma conservadora, ya sea que usen tablas o computadoras de buceo. Los buzos experimentados a veces seleccionan una profundidad de tabla (en lugar de una profundidad real) de 3 metros (10 pies) mayor que lo que requiere el procedimiento estándar. Esta práctica se recomienda para todos los buzos, en especial cuando buceen en agua fría o en condiciones extenuantes. Los buzos deben tener cuidado al acercarse a los límites de no descompresión, especialmente cuando buceen a una profundidad de más de 30 metros (100 pies).

Evitar los factores de riesgo descritos anteriormente disminuirá el riesgo de padecer DCS. Volar o exponerse a la altitud demasiado pronto después de bucear también puede aumentar el riesgo de enfermedad descompresiva, como se explica en Volar después de bucear.

EAG

Siempre debe relajarse y respirar normalmente durante el ascenso. Las condiciones pulmonares como el asma, las infecciones, los quistes, los tumores, el tejido cicatrizal después de una cirugía o la enfermedad pulmonar obstructiva pueden predisponer a un buzo a un EAG. Si tiene alguna de estas afecciones, consulte a un médico con experiencia en medicina de buceo antes de bucear.

Tratamiento

El tratamiento de la enfermedad de descompresión es la recompresión. El tratamiento precoz de AGE y DCS es el mismo. Es esencial que un buceador con AGE o DCS grave sea estabilizado en el centro médico más cercano antes de ser transportado a una cámara.

Proporcionar primeros auxilios con oxígeno de manera temprana es esencial y puede reducir los síntomas, pero esto no debe cambiar el plan de tratamiento. Los síntomas del EAG y los casos graves de EDC a menudo desaparecen después de respirar oxígeno de un cilindro, pero pueden volver a aparecer más tarde. Siempre debe comunicarse con DAN o un médico experto en medicina de buceo en los casos en que se sospeche de la presencia de una enfermedad disbárica —incluso si los signos y síntomas parecen haber desaparecido.

Las demoras en el tratamiento aumentan el riesgo de experimentar síntomas residuales. Con el tiempo, los daños inicialmente reversibles pueden volverse permanentes. Después de una demora de 24 horas o más, el tratamiento puede ser menos efectivo, y los síntomas pueden no responder a él. Incluso si se produjo una demora, consulte a un especialista en medicina de buceo antes de sacar conclusiones sobre la posible eficacia del tratamiento.

Después del tratamiento

Después del tratamiento puede haber síntomas residuales. Sentir malestar en la articulación afectada y alrededor de ella es común y normalmente desaparece en unas pocas horas. Si la ED fue grave, es posible que haya una disfunción neurológica residual. Los tratamientos de seguimiento, junto con la terapia física, pueden ayudar. Con un tratamiento inmediato, el resultado habitual es un alivio completo eventual de todos los síntomas.

En los casos graves de EDC, puede haber un efecto residual permanente como, por ejemplo, disfunción de la vejiga, disfunción sexual o debilidad muscular, entre otros.

En algunos casos de EDC neurológica, puede haber daños permanentes en la médula espinal, lo que puede causar síntomas o no. No obstante, este tipo de lesión puede disminuir la probabilidad de recuperarse de un caso posterior de EDC.

Un dolor articular no tratado que se atenúa puede causar daño óseo en áreas pequeñas. Si esto sucede en casos reiterados de EDC, puede haber suficiente daño para provocar que el hueso se vuelva frágil, o que las articulaciones colapsen o se vuelvan artríticas.

Cómo responder frente a una ED

Determine la urgencia de la lesión

Haga una evaluación inicial en el punto de buceo. Puede sospechar de la presencia de una enfermedad disbárica si observa algunos de los signos o síntomas enumerados anteriormente dentro de las 24 horas de salir a la superficie tras un buceo. Mientras espera la llegada de los profesionales médicos o que se realice una evacuación, elabore un historial lo más detallado posible e intente evaluar y registrar el estado neurológico del buzo. Fundamente su respuesta en una de estas tres categorías dependiendo de los síntomas: emergencia, urgencia o asistencia de manera oportuna.

De ser necesario, puede administrar primeros auxilios dentro del alcance de la capacitación que haya recibido, como se describe a continuación.

Emergencia

Los síntomas son graves y aparecen dentro de aproximadamente una hora después de salir a la superficie. El buzo puede perder el conocimiento. Los síntomas pueden avanzar, y el buzo estará visiblemente enfermo. El buzo puede estar profundamente mareado o tener problemas para respirar. Los síntomas neurológicos pueden manifestarse como alteración de la conciencia, marcha anormal o debilidad.

De ser necesario, (por ejemplo, si el buzo no respira y no tiene pulso), inicie las maniobras de RCP y tome medidas de inmediato para que el buzo sea evacuado. Inspeccione la vía aérea para comprobar la presencia de cuerpos extraños. Si el buzo accidentado necesita reanimación ventilatoria o cardíaca, debe estar acostado sobre su espalda. Vomitar en esta posición es peligroso; si esto ocurre, gire al buzo para colocarlo de costado hasta que la vía aérea esté despejada y la reanimación pueda continuar en la posición decúbito supino. Mientras espera que se realice una evacuación, elabore un historial lo más detallado posible e intente evaluar y registrar el estado neurológico del buzo.

Utilice oxígeno suplementario mientras administra ventilaciones para aumentar el porcentaje de oxígeno inhalado por el buzo accidentado. Incluso si la RCP tiene éxito y el buzo recupera la conciencia, continúe administrando oxígeno al 100 por ciento hasta que el buzo llegue al centro médico y que los profesionales de la salud tomen el control de la atención.

Urgencia

El único síntoma evidente es un dolor intenso que es invariable o que ha avanzado lentamente en el transcurso de unas horas. El buzo no parece estar en problemas salvo por el dolor, y los signos y síntomas neurológicos no son evidentes sin realizar un historial y un examen cuidadosos.

Administre oxígeno al 100 por ciento y líquidos por vía oral. No intente tratar el dolor con analgésicos a menos que el personal médico lo indique. Continúe suministrando oxígeno hasta la llegada al centro de tratamiento médico.

Asistencia de manera oportuna

Los síntomas no son visibles o han evolucionado lentamente durante varios días. Los signos o síntomas principales son dolores vagos o una sensación anormal, lo que podría indicar otra cosa distinta a una EDC. Elabore un historial de buceo lo más completo posible y realice un examen neurológico. Diríjase al centro médico más cercano para una evaluación.

Elabore un historial de buceo 

De ser posible, obtenga y documente la siguiente información para todos los casos sospechosos de enfermedad disbárica:

  • Todos los buceos (profundidad, tiempo, velocidad de ascenso, intervalos de superficie y mezclas respiratorias) durante las 48 horas anteriores a la lesión. Asimismo, tome nota de los problemas o los síntomas que se hayan presentado en cualquier momento antes, durante o después del buceo.
  • Los tiempos de aparición de los síntomas y su evolución después de salir a la superficie tras el último buceo.
  • Todas las medidas de primeros auxilios (incluso los tiempos y el método de suministro de oxígeno para emergencias) y su efecto sobre los síntomas.
  • Los resultados de un examen neurológico in situ.
  • Cualquier dolor articular o musculoesquelético, incluso la ubicación, la intensidad y los cambios con el movimiento o maniobras con carga.
  • Descripción y distribución de cualquier erupción.
  • Cualquier lesión traumática que se haya sufrido antes, durante o después del buceo.

Examen neurológico in situ

La información relacionada con el estado neurológico del buzo accidentado será útil para el personal médico. Realizar un examen del sistema nervioso central de un buzo accidentado poco tiempo después de un accidente puede ser valioso para el médico tratante.

El examen es fácil de aprender y pueden realizarlo personas sin experiencia médica. Realice la mayor parte posible del examen, pero no deje que interfiera con la pronta evacuación a un centro de tratamiento médico. (Encuentre las instrucciones en Examen neurológico in situ).

Evaluación médica

Llame a los SME locales para trasladar al buzo al centro médico más cercano.

Volver a bucear después de una ED

Para los buzos deportivos, cuyo modo de ganarse la vida no es el buceo, un enfoque conservador ayudará a minimizar la probabilidad de que se produzca un accidente de buceo.

  • Después de una ED solo con dolor y ningún síntoma neurológico, puede considerar volver a bucear después de un mínimo de dos semanas.
  • Con síntomas neurológicos leves, considere hacerlo después de seis semanas.
  • Si tuvo síntomas neurológicos graves o tiene síntomas residuales, no debe volver a bucear.

Siempre debe consultar a un médico antes de volver a bucear. Si tuvo varios episodios de enfermedad disbárica, incluso si los síntomas no fueron graves y desaparecieron completamente, debe tener consideraciones especiales. Si tiene una ED cuando a otros buzos que bucean con el mismo perfil no les sucede, es posible que tenga una susceptibilidad alta. En estos casos, consulte a un especialista en medicina de buceo para determinar si puede volver a bucear de manera segura.

Ed Thalmann, Doctor en Medicina

Volar después de bucear

Filas de asientos de avión vacíos

Al volar después de bucear, el ascenso a la altitud aumenta el riesgo de enfermedad por descompresión (EDC) debido a la reducción adicional de la presión atmosférica. Cuanto mayor sea la altitud, mayor será el riesgo.

La presión de crucero en la cabina de un avión comercial normalmente se mantiene constante independientemente de cuál sea la altitud real del vuelo. La altitud efectiva equivalente de la cabina generalmente oscila entre los 1.829 y los 2.438 metros (6.000 y 8.000 pies), aunque varía un poco según el tipo de avión. El valor máximo es de 2.438 metros (8.000 pies), que equivale a unas 0,75 atmósferas absolutas (ATA).

Investigación financiada por DAN en el Centro Médico de la Universidad Duke (Duke University)

Debido a que había muy pocos datos experimentales de humanos que fueran relevantes para los vuelos comerciales después de practicar buceo deportivo, DAN financió una serie de pruebas en el Centro de Medicina Hiperbárica y Fisiología Ambiental de la Universidad Duke (Duke University). De 1992 a 1999, voluntarios en seco y en reposo probaron nueve perfiles de buceo únicos y repetitivos que se encontraban cerca de los límites de no descompresión del buceo deportivo. Los buzos luego realizaron vuelos simulados de 4 horas a 2.438 metros (8.000 pies).

En 802 pruebas, hubo 40 incidentes de EDC durante o después de los vuelos. En lo que respecta a los buceos únicos sin paradas a 18 metros (60 pies) o más, no hubo casos de EDC con intervalos de superficie de 11 horas o más. En el caso de los buceos repetitivos sin paradas, se produjeron casos de EDC con intervalos de superficie de menos de 17 horas.

Taller Volar después de practicar buceo deportivo de DAN de 2002

En 2002, DAN organizó un taller de un día para analizar los datos que se tenían sobre volar después de bucear y para debatir sobre la necesidad de establecer nuevos lineamientos respecto a volar después de bucear (FAD, por sus siglas en inglés) en el buceo deportivo. Los representantes de la industria del buceo deportivo y expertos de otras comunidades de buceo tenían dos objetivos:

  • Analizar los lineamientos y los datos experimentales desarrollados desde el primer taller sobre volar después de bucear realizado en 1989.
  • Lograr un consenso para establecer nuevos lineamientos respecto a volar después de practicar buceo deportivo.

El consenso anterior era esperar 12 horas después de un único buceo sin paradas, 24 horas después varios días de buceos repetitivos y 48 horas después de buceos que requerían paradas de descompresión. En respuesta a algunos participantes que consideraban que este consenso era demasiado conservador, DAN propuso una espera más simple de 24 horas para todos los buceos deportivos. Las objeciones a la propuesta de DAN eran que los riesgos de EDC al volar después de bucear eran demasiado bajos como para justificar una espera tan larga.

Proceso de consenso

Los participantes del taller se comprometieron a alcanzar un consenso con relación a:

  • Si los lineamientos respecto a volar después de bucear eran necesarios para el buceo deportivo
  • Si los lineamientos actuales eran adecuados
  • Cuál podría ser el lineamiento de mayor duración
  • Si lineamientos más cortos eran apropiados para buceos cortos

Los participantes determinaron que los lineamientos eran necesarios y la evidencia disponible demostró que los lineamientos existentes eran inadecuados. Después de algunos debates, los participantes acordaron que a menos que pudieran confiar en computadoras de buceo, los lineamientos escritos para el buceo deportivo debían ser simples e inequívocos, sin necesidad de hacer referencia a tablas conforme lo requerían los procedimientos de la Marina de los Estados Unidos. Consideraron a tres grupos de buzos:

  • Personas sin certificación que participaron en una experiencia de buceo introductoria
  • Buzos certificados que realizaron una cantidad ilimitada de buceos de no descompresión con aire o Nitrox a lo largo de varios días
  • Buzos técnicos que realizaron buceos de descompresión o utilizaron mezclas respiratorias con helio

Directrices provisionales para volar después de bucear

Las siguientes recomendaciones para buzos deportivos representan el consenso alcanzado por los asistentes al taller Volar después de practicar buceo deportivo (Flying After Recreational Diving Workshop) de 2002. Los asistentes crearon las recomendaciones sobre la base de publicaciones anteriores y pruebas experimentales. Estas recomendaciones se aplican a buceos con aire seguidos de vuelos con una altitud de cabina de 610 a 2,438 metros (2.000 a 8.000 pies) para buzos que no tengan síntomas de EDC.

Las recomendaciones deberían reducir el riesgo de EDC relacionado con volar después de bucear, pero no garantizan que no se produzca una EDC. Realizar intervalos de superficie antes de volar más largos que lo que indican las recomendaciones permitirá reducir el riesgo de EDC aún más.

Buceos dentro de los límites de no descompresión

  • Para un único buceo de no descompresión, la recomendación es un intervalo de superficie de 12 horas como mínimo antes de volar.
  • Para varios buceos por día o varios días de buceo, la recomendación es un intervalo de superficie de 18 horas como mínimo antes de volar.
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Buceos que requieren paradas de descompresión

Hay muy poca evidencia experimental o publicada en la que se pueda basar una recomendación para los buceos de descompresión. Un intervalo de superficie antes de volar de mucho más de 18 horas parece prudente.

Volar con síntomas de EDC

Los asistentes al taller analizaron pruebas FAD (volar después de bucear, del inglés “flying after diving”) recientes y datos de campo disponibles respecto de volar después de bucear y volar con síntomas de EDC e identificaron diferencias potencialmente importantes entre los estudios de campo y los de cámara. Los buceos en campo incluyeron inmersiones, ejercicio y varios días de buceo, mientras que las pruebas en cámara se realizaron en un solo día con buzos fuera del agua y en reposo. Es posible que las pruebas en cámara no hayan simulado adecuadamente lo que sucede al volar después de bucear.

Es más común que los buzos vuelen con síntomas de EDC y no que desarrollen síntomas durante o después de un vuelo. Volar con síntomas puede generar un problema de salud mucho mayor que cuando los síntomas surgen durante o después de un vuelo. Los buzos deben solicitar asistencia médica y evitar volar si observan signos o síntomas que puedan indicar la presencia de una EDC.

Limitaciones

Las actas del taller señalaban que debido a que en las pruebas experimentales descritas en el taller se usó una cámara hiperbárica “en seco” con voluntarios en reposo es posible que las recomendaciones deban ser más largas para los buzos sumergidos en agua y haciendo ejercicio.

Los participantes determinaron que se debería realizar un estudio experimental sobre los efectos del ejercicio y la inmersión en los intervalos de superficie antes de volar. Se han realizado estudios adicionales y la publicación de los resultados está pendiente.

Recursos adicionales

Descargue las actas completas del taller Flying After Recreational Diving en nuestra Biblioteca de publicaciones.

Hipertensión

un joven que se toma la tensión

La hipertensión (presión arterial alta) es una condición médica común entre los buzos y la población general.

La presión arterial es una medida de la fuerza con la que la sangre presiona hacia afuera sobre las paredes arteriales. Una lectura de la presión arterial es una relación. El primer valor (presión sistólica) se mide cuando el corazón está latiendo. El segundo es la presión diastólica, que se toma cuando el corazón está en reposo entre latidos. Los valores de la presión arterial están en milímetros de mercurio (mmHg). Una lectura típica es 120/80 mmHg (“120 sobre 80”). Qué se considera hipertensión varía un poco de un país a otro y de una referencia a otra.

Epidemiología

  • Aproximadamente un tercio de los adultos de los Estados Unidos tiene hipertensión.
  • El 69 % de aquellos que tienen un primer ataque cardíaco, el 77 % de los que tienen un primer accidente cerebrovascular y el 74 % de los que tienen una insuficiencia cardíaca crónica tiene hipertensión. También es un factor de riesgo para la enfermedad renal.
  • En 2009, la hipertensión fue la causa principal o contribuyente de 348.000 muertes en los Estados Unidos.
  • Solo el 47 % de las personas con hipertensión tiene la condición bajo control.
  • El 30% de los adultos norteamericanos sufren de pre-hipertensión

Fuentes: U.S. Centers for Disease Control and Prevention; and American Heart Association

Síntomas

La mayoría de las personas no tienen síntomas evidentes y, por lo tanto, no saben que tienen hipertensión. Algunos saben, pero no la controlan porque se sienten bien.

Las personas sintomáticas suelen tener dolores de cabeza, sobre todo en la parte posterior de la cabeza. Los dolores de cabeza son lo suficientemente comunes como para que la gente pueda subestimarlos como síntoma. Las hemorragias nasales espontáneas y la dificultad para respirar son más preocupantes, pero no suelen aparecer hasta que la presión arterial alcanza niveles potencialmente mortales.

Manejo

Una hipertensión leve a menudo puede controlarse con dieta y ejercicio. En algunos casos, puede ser necesario tomar algún medicamento para mantener la presión arterial dentro de los límites aceptables. Para tratar la hipertensión se utilizan muchas clases de medicamentos, y estos pueden tener diversos efectos secundarios. Algunos individuos cambian los medicamentos cuando uno es (o se vuelve) ineficaz. Otros pueden necesitar más de un medicamento a la vez para mantener su presión arterial bajo control.

  • Los fármacos antihipertensivos, conocidos como beta-bloqueantes, pueden provocar una disminución de la tolerancia máxima al ejercicio y tener algún efecto sobre las vías respiratorias. Estos efectos secundarios no suelen suponer ningún problema para el buceador medio.
  • Otra clase de antihipertensivos, conocidos como inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA), pueden ser preferibles para los submarinistas. La tos seca persistente es un posible efecto secundario de los inhibidores de la ECA.
  • Los antagonistas del calcio son otra opción. Un posible efecto secundario de estos fármacos es el mareo al ponerse de pie.
  • Diuréticos: (medicamentos que promueven la producción de orina) se utilizan con frecuencia para tratar la hipertensión. Su uso requiere una minuciosa atención para mantener una hidratación adecuada y controlar los niveles de electrolitos en la sangre.

Complicaciones

La presión arterial alta puede afectar su salud de varias maneras. Una persona con hipertensión puede tener complicaciones a corto y largo plazo. Uno de los principales motivos por los que los médicos prestan tanta atención a la hipertensión es porque es un asesino silencioso.

  • Las complicaciones a corto plazo en general son producto de una presión arterial extremadamente alta. La más significativa es el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular por la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro.
  • Los efectos nocivos a largo plazo son más comunes, lo que incluye:
    • Enfermedad arterial coronaria (angina)
    • Insuficiencia cardíaca congestiva
    • Fibrilación atrial
    • Enfermedad renal crónica
    • Accidente cerebrovascular
    • Pérdida de la visión

Consecuencias en el buceo

Para el buzo

  • Con una presión arterial controlada y sin evidencia de daños en los órganos principales, la mayor preocupación respecto a la aptitud física para el buceo son los efectos secundarios de los medicamentos utilizados. La mayoría de los antihipertensivos son compatibles con el buceo siempre que los efectos secundarios sean mínimos y que su desempeño en el agua no se vea significativamente comprometido.
  • Si tiene un historial de hipertensión, procure que un médico controle los posibles daños en el corazón y los pulmones.
  • Realícese exámenes físicos regulares, incluso un control de las consecuencias a largo plazo de la hipertensión como, por ejemplo, la enfermedad arterial coronaria.

Para el operador de buceo

  • Una hipertensión controlada no es una contraindicación para la práctica de buceo, pero es uno de varios factores de riesgo cardiovascular.
  • Los medicamentos para el control de la presión arterial pueden tener efectos secundarios tales como deshidratación, mareos, tos crónica o menor capacidad para hacer ejercicio. Estos efectos secundarios pueden ser una contraindicación para el buceo y deben ser tratados por un médico.
  • Los buzos con hipertensión deben estar bajo el cuidado de un médico y deben poder informarle que su condición se encuentra bajo control y sin ninguna complicación.
  • Los buzos mayores, con obesidad o que claramente están en mal estado físico corren un mayor riesgo de tener emergencias cardiovasculares y puede ser necesario que se sometan a una evaluación médica más exhaustiva antes de bucear.

Para el médico

  • Asegúrese de que los buzos con hipertensión puedan tolerar un alto nivel de esfuerzo por al menos cinco a 10 minutos, de ser necesario. Las condiciones ambientales pueden cambiar, o puede surgir una emergencia donde el buzo deba esforzarse para evitar un riesgo que ponga en peligro su vida.
  • Los niveles altos de catecolaminas pueden causar un estrés adicional en un corazón que ya está soportando una mayor precarga y poscarga debido a la inmersión. En el caso de los buzos, está completamente justificado aplicar un criterio más conservador para la realización de más pruebas.
  • Sufrir un paro cardíaco en el agua puede tener consecuencias incluso más graves que los casos extrahospitalarios, por lo que realizar una supervisión y una evaluación más detalladas para comprobar si hay riesgos inaceptables está justificado.
  • Al agregar o cambiar un régimen de medicamentos, espere varias semanas para controlar los efectos secundarios. No les indique a los pacientes que interrumpan el uso de antihipertensivos antes de bucear.

Presión elevada y oftalmología

optometrist examining the patient's eyesight

Nuestros ojos normalmente existen en un mundo donde la presión alrededor de ellos es el resultado del peso combinado de todos los gases de la atmósfera de la Tierra. El buceo expone a los ojos a una mayor presión. Mientras que la mayor parte del tiempo esto tiene un efecto mínimo —o ninguno— en el buceo, el aumento de la presión ocular en el buceo con aire comprimido puede provocar una enfermedad por descompresión ocular u otros problemas.

Con respecto a la salud ocular personal y el buceo, a continuación se incluyen algunas preguntas comunes con sus respuestas correspondientes:

¿Cuáles son las mejores lentes de contacto para usar bajo el agua?

Los buzos que desean utilizar lentes de contacto durante el buceo deben consultar a sus oftalmólogos u optometristas para que les receten lentes de contacto “blandas”. Se ha comprobado que las lentes “duras” o las lentes rígidas permeables al gas, los otros dos tipos de lentes que normalmente se recetan, a veces causan síntomas de dolor ocular y visión borrosa durante y después de los buceos, donde el buzo acumula una carga significativa de gas inerte. Estos síntomas se producen como resultado de la formación de burbujas de gas entre la córnea y la lente de contacto.

¿Los individuos que se han sometido a una cirugía de cataratas pueden bucear?

Sí; en la actualidad, la mayoría de los cirujanos de cataratas utilizan incisiones quirúrgicas diseñadas para proporcionar la máxima resistencia postoperatoria en la herida. El tiempo de espera recomendado antes de volver a bucear depende de exactamente qué tipo de incisión se haya realizado. Pídale a su cirujano recomendaciones para su tipo específico de cirugía.

¿Es peligroso bucear si un individuo tiene glaucoma?

El glaucoma es una enfermedad en la que un aumento de la presión dentro del ojo se relaciona con un daño en el nervio óptico y la pérdida de la visión. Por ello, los médicos han expresado su preocupación sobre la posibilidad de que el ambiente hiperbárico pueda, por consiguiente, causar un mayor daño en el ojo. Si bien esta parecería una conclusión lógica, el buceo hasta ahora no ha sido un problema para los pacientes con glaucoma. Esto muy probablemente se debe a que el daño vinculado al glaucoma es un factor de la diferencia que hay entre la presión dentro del ojo y la presión circundante, en lugar de simplemente la magnitud absoluta de la presión dentro del ojo.

Los pacientes con glaucoma que deseen bucear deben tener en cuenta dos consideraciones importantes. Algunos medicamentos que se utilizan para disminuir la presión en los ojos de los pacientes con glaucoma pueden tener efectos adversos durante el buceo. El Timolol, por ejemplo, puede provocar una disminución de la frecuencia cardíaca que, en teoría, podría poner a un pequeño porcentaje de buzos en un mayor riesgo de perder el conocimiento bajo el agua; la acetazolamida (Diamox) puede causar una sensación de cosquilleo en las manos y los pies que podría confundirse con síntomas de una enfermedad por descompresión. Estos y otros medicamentos oculares se abordan en detalle en el artículo mencionado en la introducción.

Algunos tipos de cirugía de glaucoma (conjuntamente denominados procedimientos de filtración del glaucoma) crean una comunicación entre la cámara anterior del ojo y el espacio subconjuntival para ayudar a disminuir la presión en el ojo. Un barotrauma de máscara facial puede tener un efecto adverso en el funcionamiento del filtro y provocar una necesidad de someterse a una nueva cirugía o daños adicionales en el ojo como consecuencia del glaucoma.

Los individuos que se hayan sometido a una cirugía de glaucoma o que estén tomando algún medicamento para el glaucoma deben consultar a su oftalmólogo antes de bucear.

¿Es posible sufrir una enfermedad por descompresión ocular (en los ojos)?

La enfermedad ocular enfermedad por descompresión (EDC) es un evento relativamente infrecuente, pero que ocurre y es muy importante que los buceadores sean conscientes de esta posible presentación de la EDC. Los síntomas pueden incluir:

  • Pérdida de la visión
  • Visión borrosa
  • Diplopía (visión doble)
  • Puntos ciegos en el campo visual
  • Dolor alrededor del ojo
  • Nistagmo (movimientos oculares anormales)

La presencia de alguno de estos síntomas después de un buceo debe ser evaluada lo antes posible por un médico experto en accidentes de buceo, o bien el buzo debe comunicarse con DAN.

¿Qué afecciones oculares impedirían que una persona practique buceo?

  • Gas en el ojo (puede estar presente después de una cirugía vitreorretiniana). El buceo con gas en el ojo puede provocar un barotraumatismo intraocular que ponga en peligro la visión debido a las presiones de la columna de agua circundante.
  • Implantes orbitarios huecos. La presencia de un implante orbitario hueco tras la extirpación quirúrgica de un ojo debido a una lesión o enfermedad puede impedir la práctica del buceo. El aumento de la presión durante la inmersión puede provocar el colapso de un implante orbitario hueco, con los consiguientes problemas estéticos y la necesidad de una nueva intervención quirúrgica para sustituir el implante dañado. Muchos cirujanos plásticos oculares utilizan ahora implantes de hidroxiapatita, un material poroso que no es una contraindicación para el buceo.
  • Trastornos oculares agudos. Cualquier trastorno ocular agudo que produzca dolor significativo, sensibilidad a la luz, visión doble o disminución de la visión es una contraindicación para bucear. Estos síntomas pueden ser producidos por una serie de afecciones oculares infecciosas, traumáticas o inflamatorias. En general, es mejor esperar hasta que la afección aguda subyacente se haya resuelto y no haya síntomas oculares que distraigan o incapaciten antes de volver a bucear.
  • Cirugía ocular reciente. Después de una cirugía ocular, evite bucear antes de que finalice el periodo de convalecencia recomendado para su tipo concreto de cirugía.
  • Visión inadecuada. En el artículo titulado "Diving and Hyperbaric Ophthalmology", mencionado en la introducción, hay un análisis detallado de la agudeza visual y el buceo.Decidir sobre su propia agudeza visual es principalmente una decisión de juicio, con pocos estudios científicos relevantes disponibles para ayudar a resolver la cuestión. El enfoque adoptado en el artículo consistía en utilizar los estándares visuales reglamentarios establecidos para otra actividad peligrosa - conducir un coche, por ejemplo - cuyos requisitos visuales son más exigentes que el buceo. La recomendación que se hizo fue que si uno ve lo suficientemente bien como para obtener el carné de conducir y conducir un vehículo de motor con seguridad, entonces debería ver lo suficientemente bien como para bucear. Si la agudeza visual de un posible buceador es tan baja que le impide conducir, la decisión sobre la idoneidad para bucear debe individualizarse con la ayuda de un oftalmólogo y un instructor de buceo.
  • Disminución de la visión. Si su visión está afectada por episodios anteriores de enfermedad por descompresión (EDC) o embolia gaseosa arterial, no se arriesgue a sufrir más lesiones.
  • Algunos tipos de cirugía de glaucoma.

¿Es seguro bucear después de una queratotomía radial?

Una queratotomía radial (RK, por sus siglas en inglés) es un procedimiento quirúrgico diseñado para curar una miopía. En esta operación, el cirujano hace una pequeña cantidad de incisiones orientadas de forma radial en la córnea del ojo. Estas incisiones causan una reducción de la resistencia de la córnea y pueden aumentar el riesgo de sufrir una lesión grave si el ojo es expuesto a un traumatismo posterior, incluso un barotrauma —como un “squeeze” de máscara. A pesar de este riesgo teórico, no tengo conocimiento de que haya habido algún informe que implique una ruptura traumática de la córnea por bucear después de una RK.

Los buzos que se hayan sometido a este procedimiento deben esperar al menos tres meses después de la cirugía antes de volver a bucear y deben tener cuidado de no sufrir un “squeeze” de máscara —es importante evitar exponer a estas incisiones en la córnea a la “Prueba de esfuerzo de la ley de Boyle”.

Si es buzo y está considerando someterse a este procedimiento, le recomiendo que también le pregunte a su cirujano oftalmólogo sobre las posibles ventajas de la queratectomía fotorrefractiva, el procedimiento quirúrgico refractivo alternativo que se aborda a continuación.

¿Es seguro bucear después de someterse a la nueva cirugía refractiva láser (queratectomía fotorrefractiva)?

¿Es seguro bucear después de someterse a la nueva cirugía refractiva láser (queratectomía fotorrefractiva)?Sí; este procedimiento utiliza láser para remodelar la córnea en lugar de incisiones para tratar una miopía. Este método no produce ninguna reducción de la integridad estructural de la córnea y no supone ningún riesgo de ruptura de la córnea como resultado de un “squeeze” de máscara. Practicar buceo aproximadamente dos semanas después de esta cirugía debería ser seguro. Converse con el médico sobre sus planes y hágase una evaluación final antes de bucear.

Al salir a la superficie tras terminar un buceo advertí que mi visión era borrosa. ¿Qué condiciones podrían causar este síntoma?

Las causas posibles de la visión borrosa después de bucear incluyen:

  • Lentes de contacto que se adhirieron fuertemente al ojo durante un buceo
  • Desplazamiento de lentes de contacto
  • Irritación de la córnea por el uso de soluciones antivaho para la máscara
  • Daño de los rayos ultravioleta o por “quemaduras de sol” en la córnea
  • Irritación de la córnea como resultado de la formación de burbujas debajo de lentes de contacto duras o rígidas permeables al gas
  • Uso de escopolamina transdérmica para evitar el mareo por movimiento
  • Enfermedad por descompresión
  • Embolismo arterial gaseoso

Si utiliza lentes de contacto, primero asegúrese de que la lente aún esté en su lugar y luego colóquese algunas gotas lubricantes para los ojos. Si esto tiene éxito y le permite restablecer su visión normal, no será necesario solicitar atención médica. Si no utiliza lentes de contacto o si estas acciones son infructuosas, debe solicitar a un médico experto en accidentes de buceo que evalúe sus síntomas. Para obtener una lista de médicos expertos en medicina de buceo, comuníquese con DAN.

Al salir a la superficie tras terminar un buceo advertí que uno de mis ojos tenía una mancha roja brillante. ¿Qué puede causar esto? ¿Debo ver a un médico oftalmólogo?

La causa más común de una mancha roja en el ojo después de un buceo es una hemorragia subconjuntival. Esta es una acumulación de sangre en la esclerótica (parte blanca) del ojo. Normalmente es causada por un “squeeze” de máscara leve y no requiere ningún tratamiento. Sin embargo, un “squeeze” más grave podría provocar otras lesiones en el ojo, por lo que es una buena idea consultar a su médico por si acaso. Es absolutamente necesario que consulte a su médico oftalmólogo si tiene dolor ocular, visión doble, puntos ciegos en el campo visual o disminución de la visión después de un buceo o si se realizó alguna cirugía ocular en el pasado.

Me estoy sometiendo a tratamientos con oxígeno en cámara hiperbárica y he observado que mi visión está deteriorándose lentamente. ¿Por qué está sucediendo esto?

La terapia con oxígeno en cámara hiperbárica (HBO, por sus siglas en inglés) puede causar un cambio en la forma en que la lente del ojo refracta la luz. Este cambio ocurre lentamente y en general no se advierte hasta después de una o dos semanas de tratamiento. Si la terapia con HBO continúa a ese punto o más, el paciente puede experimentar un cambio de miopía lento. Este cambio lento habitualmente continúa en la medida en que los tratamientos con HBO se sigan realizando. Esto normalmente es reversible una vez finalizados los tratamientos, aunque ha habido algunos informes donde la reversión no se produjo o fue incompleta.

Observación final

La mayoría de las restricciones al buceo mencionadas anteriormente no se aplican a la terapia con oxígeno hiperbárico (OHB). Según Diving and Hyperbaric Ophthalmology: las exposiciones hiperbáricas en cámara seca "no conllevan la inmersión del ojo ni la posibilidad de barotraumatismo facial. Sólo la presencia de gas intraocular o de implantes orbitarios huecos permanecen como posibles contraindicaciones oculares para el buceo en estos pacientes."

Dr. Frank K. Butler Jr.

Barotrauma de oído medio (BTOM)

barotraumatismo del oído medio

El barotrauma del oído medio (“squeeze” de oído) es la lesión de buceo más común. Se produce cuando la presión en el espacio aéreo del oído medio no es compensada con la presión ambiental. Puede causar una ruptura del tímpano y puede suceder al bucear o al volar.

Anatomía y funciones del oído

El oído humano tiene tres secciones distintas:

  • Oído externo: Incluye el propio oído y el conducto auditivo externo hasta el tímpano.
  • Oído medio: Se trata de una cavidad llena de aire situada entre el tímpano y el oído interno. Tiene tres componentes: la cavidad del oído medio, los tres huesos del oído (huesecillos) y la apófisis mastoides.
  • Oído interno: el oído interno es un órgano sensorial. Es parte del sistema nervioso central y tiene dos funciones:
    • Auditiva: la cóclea convierte las ondas sonoras en impulsos eléctricos para el cerebro.
    • Equilibrio, orientación y aceleración: los canales proporcionan parte de nuestro control del equilibrio y la posición y ayudan a detectar la aceleración.
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Mecanismos de lesión

La presión del aire en la cavidad timpánica —un espacio lleno de aire en el oído medio— debe compensarse con la presión del entorno circundante. La trompa de Eustaquio conecta la garganta con la cavidad timpánica y permite el paso de gas cuando es necesario compensar la presión. Esta compensación normalmente sucede con muy poco o ningún esfuerzo. Existen diversas maniobras, como tragar o bostezar, que pueden facilitar el proceso.

Una obstrucción en la trompa de Eustaquio puede dar lugar a una incapacidad para lograr la compensación, especialmente durante el descenso, cuando la presión cambia rápidamente. Si la presión de la cavidad timpánica es inferior a la presión del tejido circundante, este desequilibrio genera una presión negativa (un vacío relativo) en el espacio del oído medio. Esto provoca la inflamación del tejido, una protrusión del tímpano hacia adentro, una pérdida de líquido y un sangrado causado por la ruptura de vasos. En un momento dado, un intento activo de compensar los oídos será inútil, y una maniobra de Valsalva enérgica puede lesionar el oído interno. Con el tiempo, el tímpano puede romperse; esto probablemente alivie el dolor relacionado con el barotrauma del oído medio (MEBT, por sus siglas en inglés), pero es un desenlace que, de ser posible, debe evitarse.

A menudo, la lesión es tan grave que causa la ruptura del tímpano y la membrana timpánica o un barotrauma del oído interno.

Los factores que pueden contribuir al desarrollo de un MEBT incluyen un resfriado común, alergias o una inflamación —condiciones que pueden causar hinchazón o pueden bloquear las trompas de Eustaquio. Una técnica de compensación mal hecha o un descenso demasiado rápido también puede contribuir al desarrollo de un MEBT.

Manifestaciones

Los buzos que no puedan compensar la presión del oído medio durante el descenso primero sentirán una molestia en los oídos (oídos tapados o congestionados) que puede evolucionar hasta un dolor intenso. Descender más solo intensifica el dolor de oído, seguido rápidamente de una acumulación de líquido seroso y sangrado en el oído medio. Si se continúa descendiendo, el tímpano puede romperse, lo que puede provocar un alivio del dolor; esta ruptura puede causar vértigo y pérdida de audición. La exposición del oído medio normalmente estéril a una infección por una mezcla de patógenos provenientes de contenidos no estériles del canal auditivo y el agua circundante puede provocar una infección del oído medio.

Signos y síntomas

  • Sensación de obstrucción o congestión en los oídos
  • Molestia o dolor de oído
  • El dolor aumenta con el descenso durante el buceo
  • Acumulación de líquido y hemorragia
  • Ruptura del tímpano, lo que puede provocar vértigo y pérdida de audición

Prevención

  • No bucee cuando esté congestionado.
  • Absténgase de bucear cuando sienta chasquidos o chisporroteos en los oídos, o si tiene una sensación de plenitud en los oídos después de bucear.
  • Aprende y utiliza técnicas de ecualización adecuadas.

Primeros auxilios

  • Utilice un descongestivo nasal en aerosol o en gotas. Esto puede reducir la inflamación de las membranas mucosas, lo que puede ayudar a abrir las trompas de Eustaquio y drenar el líquido del oído medio.
  • No coloque gotas en el canal auditivo. Si la membrana timpánica se rompe, la situación puede empeorar.
  • Solicite una evaluación médica profesional. Cualquier médico debería poder ayudar, sin importar si tiene conocimientos o formación en medicina de buceo.

Consecuencias para el buceo

Para el buzo

  • Puede considerar volver a bucear si un médico determina que la lesión ha sanado y las trompas de Eustaquio funcionan correctamente.
  • No descuide estas lesiones. Algunas complicaciones podrían afectarlo negativamente por el resto de su vida.
  • Vuelva a consultar a su médico si el dolor empeora, tiene fiebre u observa alguna secreción. Esto puede indicar una infección del oído medio.

Para el operador de buceo

  • Procure que el buzo sea evaluado por un profesional médico de forma oportuna.
  • No se preocupe por derivarlo a un médico con experiencia en medicina de buceo. Un médico especialista en oídos, nariz y garganta (otorrinolaringólogo) es ideal para tratar problemas tanto de los oídos como de los senos paranasales, pero su médico de cabecera puede ayudarlo con los problemas más comunes.

Para el médico

  • Proporcione un tratamiento sintomático (medicamentos antiinflamatorios, descongestivos y agentes mucolíticos).
    • La terapia con antibióticos profilácticos es controvertida. Si bien una infección del oído medio es una complicación secundaria posible, este no siempre es el caso en la fase aguda.
  • Evalúe si hay una perforación de la membrana timpánica (esto a veces es difícil de reconocer).
    • De ser el caso, considere derivar al paciente a un especialista en oídos, nariz y garganta.
    • Utiliza el sistema de calificación O'Neill o detalla lo que observas.
  • Evalúe la función vestibular.
    • La presencia de síntomas como vértigo, nistagmo o pérdida auditiva pueden sugerir la existencia de un barotrauma del oído interno. Si este es el caso, debe recomendar encarecidamente a su paciente que se abstenga de bucear hasta que un especialista lo autorice a hacerlo.

Aptitud física para el buceo

No bucee hasta que la hinchazón y la inflamación hayan desaparecido y pueda compensar la presión de forma adecuada, preferentemente bajo un examen otoscópico. Evalúe por qué se produjo el problema (falta de capacitación, alergia, etc.) y aborde cada factor. Si no puede compensar la presión, puede considerar consultar a un especialista en oídos, nariz y garganta. La incapacidad para compensar los oídos correctamente es inhabilitante.

Nota: no bucee con tapones de oído, ya que esto puede causar un barotrauma del oído externo.

Cómo combinar el ejercicio físico y el buceo

ejercicio con kettle bells

Si desea bucear, debe estar preparado. Estar preparado implica tener aptitud médica, psicológica y física, conocimientos apropiados y habilidades físicas adecuadas. Si se ejercita regularmente con una intensidad que mantenga su frecuencia cardíaca por encima de aproximadamente el 70 por ciento de la capacidad máxima por más de 90 minutos por semana, es muy probable que tenga una aptitud física suficiente como para practicar buceo deportivo en una variedad de condiciones. No obstante, el buceo solo probablemente no sea suficiente para constituir una rutina de ejercicio regular. Además, el ejercicio realizado durante el buceo, o en un momento cercano, tiene consecuencias para la seguridad. Si sigue las recomendaciones y los protocolos correctos, podrá asegurarse de tener la fuerza y la seguridad necesarias para bucear durante todo el año.

Aptitud física para el buceo

Los buceadores necesitan tener suficientes reservas de fuerza y capacidad aeróbica para satisfacer tanto las demandas normales como las excepcionales razonables del buceo en el entorno elegido.7 La forma física se mantiene cuando la intensidad y la frecuencia del ejercicio son suficientes para proteger la capacidad del cuerpo - el conjunto de capacidades bioquímicas y fisiológicas que determinan un límite de forma física. La forma física mejora cuando la carga de ejercicio supera la capacidad actual del organismo y se establece un efecto de entrenamiento. La mayoría de los programas de entrenamiento se basan en la sobrecarga progresiva, es decir, en el aumento progresivo de la intensidad del entrenamiento para continuar con el proceso de adaptación a un ritmo tolerable. Superar el umbral para mantener o mejorar la forma física, según se desee, constituye un entrenamiento eficaz.

Si bien la fuerza física de un buzo puede probarse al cargar tanques y equipo relacionado, la duración del esfuerzo normalmente es demasiado corta para constituir un entrenamiento efectivo. Es hasta menos probable que la exigencia aeróbica de la mayoría de los buceos bien planificados alcance la intensidad necesaria para proteger incluso una capacidad aeróbica moderada. Básicamente, el buzo tiene que hacer algo fuera del buceo normal para mantener o mejorar su nivel de aptitud física.

Existen otros aspectos de la forma física que afectan directamente a la fisiología del buceo. Aunque los datos son incompletos, la buena forma física se ha asociado con un menor número de burbujas tras la descompresión en los seres humanos.2,8 Aunque las burbujas no se equiparan con la enfermedad de descompresión, se acepta que un menor número de burbujas indica un menor grado de estrés de descompresión. Experimentar menos estrés de descompresión en cualquier inmersión es sin duda algo positivo. Los modelos animales también han demostrado una menor incidencia y gravedad de la enfermedad de descompresión (DCS) en sujetos entrenados frente a los no entrenados.1,10 En última instancia, puede estar claro que una buena forma física es deseable para la seguridad de la descompresión, así como para la competencia física, que es la capacidad de satisfacer las exigencias físicas de una situación.

Cronometrar el ejercicio y la inmersión

Así como es importante tener un régimen de ejercicio regular, también lo es su programación ya que guarda relación con el buceo. Programar actividades físicas fuera del buceo puede ser un problema cuando un individuo bucea con frecuencia. Mientras que parte de esto es simplemente un problema de gestión del tiempo, existen otras consideraciones. Realizar ejercicios físicos intensos demasiado cerca de las actividades de buceo puede ser problemático por motivos más fundamentales.

La formación de burbujas —si bien, como se mencionó antes, no equivale a una EDC ni garantiza que suceda— puede indicar un mayor riesgo de que se produzca. Se cree que la actividad física intensa —generalmente con una fuerza muscular y una carga articular importantes o la aplicación de fuerzas sobre las articulaciones— puede aumentar transitoriamente la actividad de los micronúcleos, el presunto agente de la formación de burbujas. Por consiguiente, la actividad física intensa demasiado cerca del buceo puede plantear un problema. La actividad física después de bucear también puede estimular la formación de burbujas adicionales, posiblemente a través de una combinación de una mayor actividad de los micronúcleos y un aumento de las fuerzas articulares.

Curiosamente, algunos trabajos preliminares han demostrado que una sesión intensa de ejercicio realizada 24 horas antes de la inmersión puede reducir la presencia de burbujas en los seres humanos,3 posiblemente inhibiendo la actividad de los micronúcleos. Este efecto potencialmente protector no se observó con el ejercicio realizado más cerca del momento de la inmersión. Aunque este efecto necesita ser validado, los hallazgos preliminares pueden apoyar una simple regla empírica para programar el ejercicio. Para reducir el riesgo, conviene evitar el ejercicio intenso 24 horas antes y después de la inmersión.

El margen de tiempo cercano al buceo será mejor para actividades de baja intensidad. A los individuos que participan en actividades de entrenamiento mezclado puede resultarles más fácil seguir este cronograma. Para las personas que tienen una gran determinación, bucear puede ser una buena opción en los días de descanso del entrenamiento para aquellas cuya prioridad es el ejercicio, mientras que entrenar puede ser lo mejor en los días de descanso del buceo para aquellas cuya prioridad es el buceo. En general, aplicar intensidades de entrenamiento menores probablemente sea más apropiado para el último grupo, pero se puede llegar a un acuerdo.

Programación del ejercicio durante el buceo

La actividad física durante la inmersión también tiene un impacto directo en la seguridad de la descompresión.4,5,6,9 El ejercicio durante la fase de compresión y de fondo aumenta la absorción de gas inerte, incrementando efectivamente la obligación de descompresión posterior de cualquier exposición. Es importante recordar que las tablas de buceo y los ordenadores estiman la absorción de gas inerte, nunca conocen la realidad. Sin embargo, el ejercicio ligero durante la fase de descompresión (incluidas las paradas de seguridad o descompresión) aumenta la eliminación de gas inerte y reduce el riesgo. La advertencia con respecto al ejercicio durante la descompresión es que más no siempre es mejor. Demasiado ejercicio o demasiado intenso durante la fase de descompresión puede estimular la formación de burbujas, inhibiendo así la eliminación de gas inerte y aumentando el riesgo de descompresión.

Recomendaciones finales

Aún no contamos con datos suficientes para cuantificar la diferencia entre el ejercicio provechoso y potencialmente nocivo. Comprender los diversos problemas y aplicar el sentido común ofrece la mejor protección. Lo más importante es que los perfiles de tiempo-profundidad moderados son su mejor defensa. Las consideraciones acerca del ejercicio proporcionan solo una defensa secundaria. Sin embargo, en cuanto a la defensa secundaria, las etapas de compresión y de fondo se relacionan mejor con el ejercicio sumamente suave. Las etapas de ascenso y de parada se relacionan mejor con el ejercicio leve y de baja intensidad. El ejercicio que es enérgico o que estimula una carga articular considerable casi siempre es inapropiado durante un buceo, o en cualquier momento cercano.

El período posterior al buceo es un buen momento para estar tranquilo. Tanto la seguridad descompresiva como la salud mental pueden verse favorecidas por un período de relajación extendido entre el final del buceo y el comienzo del cambio de equipo o la carrera para llegar a la siguiente actividad.

La aptitud física —incluidas la fuerza y la capacidad aeróbica— es importante para los buzos para preservar tanto la seguridad física como la seguridad descompresiva. Un buen entrenamiento físico regular debe programarse de modo tal que el ejercicio intenso esté separado del buceo. Se debe evitar realizar un entrenamiento físico intenso 24 horas antes y después de las actividades de buceo. Cualquier tipo de ejercicio que se haga dentro de las 24 horas de un buceo debe implicar la menor fuerza articular posible.

Doctor Neal Pollock

Referencias

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Oído de nadador (otitis externa)

buceadores preparándose para bucear

El oído de nadador (otitis externa) es una condición causada por la inflamación o infección del canal auditivo externo. En un entorno de buceo, esto normalmente sucede cuando la exposición prolongada a condiciones de humedad cambia la acidez y la flora naturales del canal auditivo, lo que permite el crecimiento de bacterias u hongos oportunistas que se convierten en patógenos. Los entornos cálidos y húmedos y la limpieza excesiva del canal auditivo pueden predisponer a una persona a la otitis externa.

Epidemiología

  • El oído de nadador afecta a uno de cada 200 estadounidenses cada año y es un problema crónico en el 3 al 5 por ciento de la población.
  • Los nadadores, surfistas y otras personas que están expuestas a la humedad y el calor tienen un mayor riesgo.

Síntomas

Los síntomas principales son dolor de oído, calor y picazón —a menudo en el canal auditivo. En ocasiones, el pabellón auricular (la parte cartilaginosa externa del oído) puede mostrar signos de inflamación con enrojecimiento, inflamación y dolor. Si no se trata, la inflamación puede aumentar y alcanzar los nódulos linfáticos cercanos y producir dolor suficiente como para provocar que el movimiento de la mandíbula se vuelva incómodo o doloroso.

  • Dolor, calor y picazón en el cabal auditivo.
    • Dolor al mover la mandíbula, al tirar suavemente del lóbulo de la oreja o al ejercer presión sobre el pabellón auricular.
  • Capacidad auditiva reducida (transitoria, normalmente un signo de compromiso concomitante del oído medio).
  • Si los síntomas iniciales son ignorados por unos días, es posible que se produzca una secreción del canal auditivo.
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Manejo y primero auxilios

El oído de nadador con frecuencia es autodiagnosticado. Asimismo, el diagnóstico médico profesional a menudo es clínico, ya que no requiere más que un examen de los oídos con un otoscopio. Con un tratamiento adecuado, los síntomas a menudo desaparecen en pocos días, y esto rara vez demora más de una semana.

  • No ignore la picazón ni el dolor leve inicial, ya que esto puede avanzar durante la noche.
  • Solicite una evaluación médica profesional. Si bien diagnosticar el oído de nadador es sencillo, un tratamiento apropiado requiere una receta de gotas antibióticas óticas.
  • Cuando tenga síntomas, no se coloque preparaciones ni gotas preventivas.

Prevención

Mantenga sus oídos limpios y secos. Si bien puede resultar tentador limpiarse los oídos con hisopos de algodón o algo similar, la mejor manera de evitar problemas con sus oídos es no meterse con ellos. Lávese los oídos con jabón común cuando tome una ducha y no introduzca ningún objeto en ellos. En circunstancias normales, esto es todo lo que necesitamos.

Sus oídos producen una sustancia cerosa que es hidrofóbica para impedir la retención de humedad y lo suficientemente ácida como para evitar el crecimiento de bacterias. El exceso de humedad —común cuando se bucea con frecuencia— puede causar una emulsificación de la cera de oído natural, lo que puede cambiar el entorno del canal auditivo y hacerlo más susceptible a las infecciones.

  • Seque sus oídos con una toalla después de nadar, ducharse o bucear. Inclinar la cabeza y tirar del lóbulo de la oreja en diferentes direcciones con el oído apuntando hacia abajo puede ayudar a eliminar el agua.
  • Después de tomar una ducha se puede usar un secador de cabello para secar el oído con cuidado. Asegúrese de que el aire no esté demasiado caliente y sosténgalo a al menos 30 centímetros (un pie) de la oreja.
  • Evite introducir objetos (como hisopos de algodón o herramientas para eliminar cera del oído) en el canal auditivo. Esto puede causar una retención de cera del oído (cerumen) y puede dañar la piel del oído, lo que puede aumentar el riesgo de infección.
  • El exceso de desechos o cerumen puede atrapar agua en el canal.
    • Si cree que tiene un exceso de acumulación de cera del oído, consulte a su médico y permita que un profesional médico realice una limpieza apropiada. Recuerde que más limpio no es necesariamente mejor. Lavar el canal auditivo excesivamente cambiará su acidez, y un entorno menos ácido es una causa común de crecimiento de patógenos oportunistas, lo que puede dar lugar a una infección del oído.
  • Hable con su médico sobre si debe usar gotas para los oídos a base de alcohol después de nadar o bucear.

Pronóstico y regreso a la práctica de buceo

El pronóstico por lo general es bueno si la condición se trata rápidamente. Una vez que su médico determine que la infección ha desaparecido, podrá volver a bucear.

ADVERTENCIA:continuar buceando con un oído de nadador no curado prolongará la condición que causó una infección en primer lugar, lo que permitirá que los patógenos alarguen y empeoren la infección.

La aptitud cardiovascular y el buceo

adultos que asisten a clases de ciclismo

El buceo con aire comprimido expone a las personas a muchos efectos, lo que incluye inmersión, frío, gases de cámaras hiperbáricas, presión respiratoria elevada, ejercicio y estrés, así como también a un riesgo posterior al buceo de que se produzca la circulación de burbujas de gas en la sangre. La capacidad del corazón para soportar un gasto cardíaco elevado disminuye con la edad y con las enfermedades. Tener un corazón saludable es sumamente importante para la seguridad durante el buceo, así como para la capacidad para ejercitarse en general y para el ciclo de vida.

A continuación figuran algunos problemas cardiovasculares comunes que pueden afectar a un buzo, incluso sus consecuencias en el buceo y los posibles tratamientos médicos.

Hipertensión

Hipertensióno presión arterial alta, es una de las condiciones médicas más comunes que se observan en la población de buceo —esto no es una sorpresa ya que es una condición médica común en la población en general. Los criterios rigurosos para la hipertensión pueden variar dependiendo de la referencia que se cite, pero la presión arterial normal generalmente aceptada es una presión sistólica por debajo de 140 y una presión diastólica por debajo de 90 mm Hg, dependiendo de la edad (su médico mencionará la sistólica en primer lugar y la diastólica en segundo lugar —por ejemplo, “120 sobre 80”). Se debe realizar una evaluación médica exhaustiva para encontrar una causa tratable de la hipertensión; sin embargo, en la mayoría de los casos, no se encuentra ninguna.

Básicamente, una persona con hipertensión se enfrenta a dos tipos de complicaciones diferentes: a corto plazo y a largo plazo. Las complicaciones a corto plazo generalmente se deben a una presión arterial sumamente alta; la más importante es el riesgo de sufrir un ataque cerebral por la ruptura de vasos sanguíneos en el cerebro (llamado accidente cerebrovascular). Los efectos nocivos a largo plazo son más comunes: incluyen la enfermedad arterial coronaria, enfermedad renal, insuficiencia cardíaca congestiva, problemas oculares y enfermedad cerebrovascular.

Consecuencias en el buceo: 

Siempre que la presión arterial del individuo esté bajo control, las principales preocupaciones deben ser los efectos secundarios de los medicamentos y la evidencia de daños en órganos diana. Los buzos que hayan demostrado un control adecuado de la presión arterial sin una disminución considerable en el desempeño en el agua debido a los efectos secundarios de los medicamentos deberían poder bucear de manera segura.

Un informe reciente en una revista de medicina de buceo hizo referencia a varios episodios de edema pulmonar agudo (es decir, pulmones congestionados con líquido) en individuos con una hipertensión no controlada mientras buceaban. Es necesario realizar exámenes físicos regulares y un control apropiado de las consecuencias a largo plazo de la hipertensión como, por ejemplo, la enfermedad arterial coronaria.

Medicamentos utilizados en el tratamiento: 

Una hipertensión leve puede controlarse con dieta y ejercicio; no obstante, a menudo es necesario utilizar medicamentos. Para tratar la hipertensión se utilizan muchas clases de medicamentos, con diversos efectos secundarios. Algunos individuos deben cambiar los medicamentos cuando uno parece ser o se vuelve ineficaz. Otros pueden necesitar más de un medicamento a la vez para mantener la presión arterial bajo control.

Algunos medicamentos, conocidos como bloqueadores beta, a menudo reducen la tolerancia máxima al ejercicio y también pueden tener algún tipo de efecto sobre las vías aéreas. Esto normalmente no representa un problema para el buzo promedio. Los inhibidores de la ECA (enzima convertidora de angiotensina) son el tipo de medicamento que se prefiere para tratar a buzos hipertensos; una tos persistente es un efecto secundario posible.

Los bloqueadores de los canales de calcio son otra opción posible, pero los individuos pueden sentirse mareados al ponerse de pie desde una posición sentada o decúbito supino como un efecto secundario significativo.

Los diuréticos también se utilizan con frecuencia para tratar la hipertensión. Por ello, se debe prestar una minuciosa atención a la hidratación y el estado de los electrolitos. La mayoría de los antihipertensivos son compatibles con el buceo siempre que los efectos secundarios experimentados por el buzo sean mínimos y que su desempeño en el agua no se vea significativamente comprometido. Cualquier buzo que haya tenido presión arterial alta por mucho tiempo debe ser controlado para comprobar la presencia de efectos secundarios en el corazón y los riñones.

Enfermedad arterial coronaria

La arterioesclerosis coronaria se describe comúnmente como un “endurecimiento de las arterias”. Es el resultado de la deposición de colesterol y otros materiales a lo largo de las paredes de las arterias del corazón. Las paredes de las arterias, en respuesta a la deposición de este material, también se espesan. El resultado final es un bloqueo progresivamente mayor del flujo de sangre a través del vaso. Muchos factores contribuyen al desarrollo de la arterioesclerosis coronaria: dieta alta en grasas y colesterol, tabaquismo, hipertensión, envejecimiento e historial familiar. Las mujeres en edad reproductiva en general tienen un riesgo menor debido a los efectos protectores del estrógeno. En los Estados Unidos y otros países industrializados, la enfermedad arterial coronaria es la causa principal de muerte.

Consecuencias en el buceo: 

La enfermedad arterial coronaria sintomática es una contraindicación para la práctica de buceo de manera segura: el buzo que sufra de esta condición no debe bucear. La enfermedad arterial coronaria produce una disminución del suministro de sangre —y, consecuentemente, oxígeno— al tejido muscular del corazón. El ejercicio aumenta la necesidad de oxígeno del corazón. Privar al tejido miocárdico de oxígeno puede dar lugar a ritmos cardíacos anormales o un infarto de miocardio, o ataque cardíaco.

El síntoma clásico de la enfermedad arterial coronaria es el dolor en el pecho, especialmente cuando se produce después de un esfuerzo. Lamentablemente, muchas personas no tienen síntomas antes de experimentar un ataque cardíaco. La enfermedad cardiovascular es una causa significativa de muerte entre los buzos. Los buzos mayores y aquellos con factores de riesgo importantes de sufrir una enfermedad arterial coronaria deben realizarse evaluaciones médicas regulares y estudios apropiados (por ejemplo, una prueba de esfuerzo en una caminadora).

Medicamentos utilizados en el tratamiento: 

Entre los medicamentos que suelen utilizarse en el tratamiento de esta enfermedad figuran la nitroglicerina, los antagonistas del calcio y los betabloqueantes. En algún momento, una persona con enfermedad coronaria puede necesitar un procedimiento de revascularización, o el restablecimiento del riego sanguíneo, mediante cirugía de bypass o angioplastia. Si el procedimiento tiene éxito, la persona puede volver a bucear después de un período de curación y una evaluación cardiovascular completa. (Véase "Injerto de derivación aortocoronaria", más adelante)

Infarto de miocardio (ataque cardíaco)

El infarto de miocardio (IM), o ataque cardíaco, ocurre cuando se produce un daño en las células del músculo cardíaco como consecuencia de una interrupción en el flujo de sangre a los tejidos. Los factores de riesgo del ataque cardíaco son los mismos que los de la enfermedad arterial coronaria.

Un infarto de miocardio es, más comúnmente, la consecuencia directa de la arterioesclerosis coronaria, o endurecimiento de las arterias. Las arterias bloqueadas detienen el flujo de sangre hacia el tejido cardíaco y privan a las células del oxígeno necesario. Es posible que algunas áreas pequeñas del músculo cardíaco sufran daños, lo que puede producir una cicatriz; esto incluso puede ocurrir sin que el individuo experimente síntomas significativos. Si hay áreas del corazón más grandes que se ven privadas de oxígeno o si las células que conducen los impulsos eléctricos principales se encuentran dentro de un área donde el flujo de sangre se ve disminuido, el corazón puede latir irregularmente o incluso dejar de latir por completo. No resulta extraño que la muerte súbita cardíaca sea el primer síntoma de la enfermedad arterial coronaria.

Consecuencias en el buceo: 

Los eventos cardiovasculares causan entre un 20 y un 30 por ciento de todas las muertes que se producen durante el buceo con aire comprimido. Para muchas personas, el verdadero problema es que el primer signo de la enfermedad arterial coronaria es un ataque cardíaco. El único enfoque realista consiste en recomendar medidas apropiadas para prevenir el desarrollo de la arterioesclerosis coronaria y alentar a aquellos individuos que estén en riesgo a realizarse evaluaciones médicas regulares.

Una dieta prudente y una rutina de ejercicio regular deben ser algo habitual para los buzos. Los individuos y los buzos mayores con un historial familiar de infartos de miocardio, especialmente a una edad temprana, deben realizarse evaluaciones apropiadas para detectar signos tempranos de la enfermedad arterial coronaria.

Los individuos que hayan experimentado ataques cardíacos anteriormente corren el riesgo de sufrir eventos cardíacos adicionales en el futuro, y es posible que el tejido cardíaco dañado haya comprometido la función cardíaca. Un ventrículo izquierdo dañado puede no tener la capacidad de bombear sangre con la misma eficacia con la que lo hacía antes del IM.

Independientemente de si un individuo se ha sometido a un procedimiento de revascularización (consulte “Injerto de derivación de arteria coronaria”), deben cumplirse estrictos criterios antes de que un individuo pueda volver a bucear de manera segura. Después de un período de recuperación —se recomienda un lapso de seis a 12 meses— un individuo debe someterse a una evaluación cardiovascular exhaustiva, lo que incluye una prueba de esfuerzo físico. El individuo debe poder desempeñarse a un nivel de 13 METS (etapa 4 del protocolo de Bruce). Este es un nivel de ejercicio bastante enérgico, lo que equivale a correr progresivamente más rápido hasta que el paciente alcance un ritmo que sea apenas más rápido que correr 1,6 km (1 milla) en 8 minutos (por un intervalo de tiempo muy breve). Lograr un buen desempeño a ese nivel sin presentar síntomas ni cambios en el ECG indica una tolerancia normal al ejercicio.

Injerto de derivación de arteria coronaria

Felizmente, tanto para pacientes como para cirujanos torácicos, la enfermedad arterial coronaria afecta la primera parte, o el extremo proximal, de la arteria con mucha más frecuencia y gravedad que la parte inferior de la arteria. Esto permite realizar un procedimiento quirúrgico que utiliza una parte de una vena u otra arteria para dirigir la sangre alrededor del bloqueo. Los médicos realizan este procedimiento cientos de veces cada día en todo el país —más de 500.000 veces por año. Si la derivación tiene éxito, el individuo no debería tener síntomas de enfermedad arterial coronaria y el músculo cardíaco debería recibir oxígeno y un flujo de sangre normal.

La angioplastia coronaria, un procedimiento menos invasivo, consiste en colocar un catéter con un balón en la punta en el área del bloqueo e inflar el balón para abrir la arteria. Este procedimiento no requiere abrir el pecho y puede realizarse en un entorno ambulatorio.

Consecuencias en el buceo: 

Un individuo que se ha sometido a un injerto de derivación de arteria coronaria o una angioplastia pudo haber sufrido un daño cardíaco significativo antes de someterse a la cirugía. La función cardíaca postoperatoria de los individuos determina su aptitud física para el buceo.

Cualquier persona que se haya sometido a una cirugía abierta de tórax necesita una evaluación médica apropiada antes de volver a bucear con aire comprimido. Después de un período de estabilización y recuperación (normalmente se recomienda un lapso de 6 a 12 meses), el individuo debe realizarse una evaluación cardiovascular exhaustiva antes de que se lo autorice a bucear nuevamente. El individuo no debe sentir dolor en el pecho y debe tener una tolerancia normal al ejercicio, demostrada en un electrocardiograma normal (13 METS o etapa 4 del protocolo de Bruce —conforme se definió al final de la sección anterior sobre IM). Si hay alguna duda sobre el éxito del procedimiento o cuán abiertas están las arterias coronarias, el individuo debe abstenerse de bucear.

Prolapso de válvula vitral

El prolapso de la válvula mitral (MVP, por sus siglas en inglés) es una condición común, especialmente en las mujeres. El problema surge a partir de un exceso de tejido y tejido conectivo laxo en la estructura de la válvula mitral del corazón: parte de la válvula se protruye hacia el ventrículo izquierdo durante la contracción del corazón.

Un individuo con un MVP puede no tener ningún síntoma, o los síntomas pueden variar de palpitaciones ocasionales, o una sensación inusual en el pecho derivada de los latidos del corazón, a un dolor atípico en el pecho y un infarto del miocardio. También hay un riesgo apenas mayor de sufrir un pequeño accidente cerebrovascular o una pérdida transitoria del conocimiento.

Consecuencias en el buceo:

Habitualmente, un prolapso de la válvula mitral no causa ningún síntoma ni produce cambios en el flujo de sangre, lo que impediría que un individuo practique buceo de manera segura. Un buzo con un prolapso de la válvula mitral conocido que no tiene síntomas y que no toma ningún medicamento para el problema debería poder participar en actividades de buceo de forma segura. El individuo no debe necesitar ningún medicamento y no debe tener dolor en el pecho ni ninguna alteración de la conciencia, palpitaciones y latidos anormales del corazón. Los individuos con un ritmo cardíaco anormal, que puede producir palpitaciones, no deben bucear a menos que estas palpitaciones puedan controlarse con dosis bajas de medicamentos antiarrítmicos.

Medicamentos utilizados en el tratamiento: 

Para el prolapso de la válvula mitral a veces se recetan bloqueadores beta. A menudo, estos medicamentos reducen la tolerancia máxima al ejercicio y también pueden tener algún tipo de efecto sobre las vías aéreas. Esto normalmente no representa un problema para el buzo promedio, pero puede ser importante en situaciones de emergencia.

Disritmias

El término “disritmia” significa latido cardíaco anormal y se utiliza para describir una amplia variedad de condiciones que varían de afecciones no patológicas benignas a trastornos graves del ritmo que pueden poner en peligro la vida. Un término que resulta más familiar para muchas personas es “arritmia”, que literalmente significa “sin latidos”.

Un corazón normal late entre 60 y 100 veces por minuto. En atletas bien entrenados o incluso en algunos individuos no deportistas completamente en reposo, el corazón puede latir tan solo 40 a 50 veces por minuto. Los individuos normales completamente saludables tienen latidos adicionales esporádicos o pequeños cambios en el ritmo. Esto puede ser provocado por medicamentos (cafeína), estrés o sin motivo aparente. Las disritmias se vuelven graves solo cuando son prolongadas o cuando no producen la contracción mecánica deseada del corazón.

Los latidos adicionales fisiológicamente significativos pueden originarse en las cámaras superiores del corazón (taquicardia supraventricular o disritmia auricular) o en las cámaras inferiores del corazón (taquicardia ventricular). La causa puede deberse a un cortocircuito o una vía de conducción extra para el impulso o bien derivarse de alguna otra patología cardíaca. Las personas que tienen episodios o períodos de latidos cardíacos rápidos corren el riesgo de perder el conocimiento durante estos eventos. También hay condiciones donde la persona tiene una disritmia bastante estable (por ejemplo, una fibrilación auricular inalterable), pero normalmente tienen problemas cardiovasculares adicionales y otros problemas de salud que coinciden con su alteración del ritmo. Asimismo, una frecuencia cardíaca lenta o un bloqueo cardíaco puede causar síntomas.

Consecuencias en el buceo: 

Las disritmias más graves, como la taquicardia ventricular y muchos tipos de trastornos del ritmo auricular, son incompatibles con el buceo. El riesgo para cualquier persona que desarrolla una disritmia durante un buceo es, sin duda, perder el conocimiento bajo el agua. El momento de la aparición de las taquicardias supraventriculares es impredecible y a menudo pueden desencadenarse al sumergir la cara en agua fría. Una persona que haya tenido más de un episodio de este tipo de disritmia no debe bucear.

Un individuo con una disritmia cardíaca debe someterse una evaluación médica completa realizada por un cardiólogo antes de participar en actividades de buceo con aire comprimido. En algunos casos, estudios de la conducción (electrofisiológicos) exhaustivos pueden identificar una vía de conducción anormal y el problema puede corregirse. Recientemente, médicos e investigadores han determinado que las personas con algunas disritmias (como, por ejemplo, algunos tipos de síndrome de Wolff-Parkinson-White) pueden participar en el buceo de forma segura después de someterse a una evaluación completa realizada por un cardiólogo. Asimismo, en determinados casos, algunas personas con disritmias auriculares estables (fibrilación auricular sin complicaciones, por ejemplo) pueden bucear de forma segura si un cardiólogo determina que no existe ningún otro problema de salud significativo.

Medicamentos utilizados en el tratamiento: 

La mayoría de las disritmias que requieren el uso de medicamentos son una contraindicación para un buceo seguro. Se pueden hacer excepciones en cada caso en particular tras consultar a un cardiólogo y un oficial médico experto en medicina de buceo.

Soplos

Un soplo cardíaco es un sonido adicional que se puede escuchar durante un examen de tórax con un estetoscopio. La apertura y el cierre de las válvulas del corazón producen sonidos esperados y previsibles en individuos con latidos del corazón normales. Los soplos representan sonidos adicionales causados por un flujo de sangre turbulento o anormal a través de una válvula del corazón, en el corazón en sí o en los grandes vasos (es decir, la aorta y las arterias pulmonares).

Algunos soplos se producen estrictamente a partir de un aumento en el flujo. Por ejemplo, las mujeres embarazadas a menudo tienen un soplo funcional debido a un mayor volumen de sangre y un metabolismo hiperdinámico; estos soplos son benignos. Otros soplos son producto de daños en las válvulas del corazón y representan una patología importante. Las válvulas dañadas pueden restringir el flujo de sangre (lesiones estenóticas) o permitir que la sangre regrese a la cámara del corazón de la que provino (lesiones de regurgitación). Las válvulas del corazón pueden dañarse debido a una infección, un trauma o un daño del músculo cardíaco (infarto de miocardio), o un individuo puede nacer con una válvula cardíaca estructuralmente anormal.

Consecuencias en el buceo:

Las lesiones estenóticas, como la estenosis aórtica y mitral, restringen el flujo de sangre efectivo y pueden tener consecuencias graves durante el ejercicio. Una estenosis aórtica significativa pone a un individuo en un mayor riesgo de sufrir una muerte súbita cardíaca durante el ejercicio; esto es una contraindicación para el buceo. Una estenosis mitral también limita la respuesta al ejercicio y, con el paso del tiempo, puede provocar una insuficiencia cardíaca congestiva.

Las lesiones de regurgitación suponen un menor riesgo durante el buceo. A lo largo de los años, el corazón será puesto a prueba por el esfuerzo adicional necesario para bombear sangre, y el resultado a largo plazo puede ser una insuficiencia cardíaca. Los buzos con este tipo de problemas en las válvulas cardíacas pueden participar en el buceo de manera segura si no tienen síntomas y tienen una función y una estructura ventricular izquierda normales, todo ello demostrado por un ecocardiograma.

Defectos septales auriculares y ventriculares

Un defecto septal auricular (ASD, por sus siglas en inglés) es el resultado del cierre incompleto de la pared que separa la aurícula derecha de la izquierda (las dos cámaras superiores del corazón) durante el desarrollo embrionario. Este no es un fenómeno poco común en la población general y, si el orificio es lo suficientemente pequeño, la persona promedio experimentará consecuencias fisiológicas mínimas. Las mujeres se ven más comúnmente afectadas que los hombres.

El defecto se puede corregir quirúrgicamente, en especial si la persona experimenta síntomas derivados del flujo de sangre de la aurícula izquierda, con presión normalmente más alta, a la aurícula derecha. A una edad temprana, los síntomas pueden ser pocos, pero con los años, pueden producirse complicaciones, como latidos anormales del corazón y un “shunt” o “cortocircuito” (derivación) de sangre de izquierda a derecha.

En un examen, la persona con un ASD puede tener un soplo importante. Un defecto septal ventricular (VSD, por sus siglas en inglés) es una comunicación, o abertura, entre los ventrículos derecho e izquierdo, las cámaras inferiores del corazón. El VSD, una anormalidad en el desarrollo bastante común, a menudo amerita una corrección quirúrgica si el defecto es grande. Debido a la gran diferencia en las presiones entre los ventrículos izquierdo y derecho, el flujo de sangre a través del defecto es casi siempre de izquierda a derecha. Un individuo con defectos septales ventriculares puede experimentar consecuencias a largo plazo.

Consecuencias en el buceo: 

Si bien las presiones normales en las cámaras del corazón propician el flujo de sangre de izquierda a derecha a través de un ASD y un VSD, puede haber períodos en los que este flujo se revierta, particularmente en el caso del ASD. Aunque existen variaciones individuales, los estudios de Doppler han demostrado que la mayoría de los buzos tendrá burbujas venosas después de un buceo a una profundidad y con un tiempo de fondo considerables. Esto normalmente no representa una amenaza importante y el buzo permanece sin síntomas.

Tener un defecto que permite que las burbujas crucen del lado derecho del corazón al izquierdo es una cuestión muy diferente; no obstante, una vez que están en el lado izquierdo del corazón, las burbujas luego pueden ser transportadas a través de las arterias a áreas del cuerpo donde pueden causar daños (por ejemplo, al cerebro, los riñones y la médula espinal). Varios estudios han demostrado que el índice de ASD (y otros defectos en la pared que separa los lados derecho e izquierdo del corazón) en buzos tratados por una enfermedad disbárica era más alto de lo que se esperaba, en comparación con la población general.

Se debe aconsejar a cualquier individuo con un ASD o un VSD que desee practicar buceo con aire comprimido que no lo haga. Los buzos que tienen un ASD o un VSD conocido deben conocer el riesgo potencial mayor de sufrir una enfermedad disbárica y deben tomar una decisión informada respecto a si deben continuar buceando. Es posible que los individuos con un VSD —donde el shunt sea pequeño y se extienda uniformemente de izquierda a derecha, conforme lo demuestre un ecocardiograma— puedan bucear si un médico experto en medicina de buceo determina que es seguro.

Síndrome/fenómeno de Raynaud

El síndrome de Raynaud es una condición donde una persona experimenta episodios de un menor flujo de sangre hacia las extremidades, sobre todo los dedos de las manos y los pies; esto provoca que los dedos estén fríos y pálidos, seguido de dolor y enrojecimiento en estas áreas a medida que el flujo de sangre regresa. El problema subyacente es la constricción de los vasos sanguíneos que abastecen a estas áreas en respuesta al frío, el estrés o algún otro fenómeno. Los síntomas a menudo son leves. El fenómeno de Raynaud puede producirse como un problema aislado, pero con más frecuencia se vincula a trastornos de los tejidos conectivos y autoinmunes como la esclerodermia, la artritis reumatoide y el lupus.

Consecuencias en el buceo: 

El síndrome de Raynaud supone una amenaza para un buzo que por estar gravemente afectado pueda perder la función o la destreza en las manos y los dedos durante el buceo. Si el frío es un disparador que causa síntomas en el individuo, la inmersión en agua fría probablemente tenga el mismo efecto. Estos individuos deben evitar bucear en agua lo bastante fría como para provocar síntomas en las manos al no usar guantes. El dolor puede ser lo suficientemente importante como para que el buzo, a todos los efectos prácticos, no pueda usar sus manos. Es posible que los individuos menos afectados puedan desempeñarse de forma adecuada en el agua.

Medicamentos utilizados en el tratamiento: 

A los individuos con síntomas graves se les puede recetar bloqueadores de los canales de calcio; sentirse mareado al ponerse de pie desde una posición sentada o decúbito supino puede ser un efecto secundario significativo.

Foramen Oval Permeable

El agujero oval es una abertura que existe entre las aurículas derecha e izquierda, las dos cavidades superiores del corazón. Durante el periodo fetal, esta comunicación es necesaria para que la sangre eluda la circulación pulmonar (ya que en ese momento no hay aire en los pulmones) y vaya directamente al resto del cuerpo. En los primeros días de vida, esta abertura se sella, poniendo fin a la comunicación entre estas cámaras cardíacas. En aproximadamente el 25-30 por ciento de las personas, esta comunicación persiste como una pequeña abertura, denominada foramen oval permeable (FOP).

Un FOP puede ser muy pequeño y fisiológicamente insignificante o puede ser más grande y, en ocasiones, una ruta para una derivación o shunt de sangre. Por lo general, debido a que la presión en la aurícula izquierda supera la de la aurícula derecha, la sangre no cruza el FOP (cuando es permeable, o abierto, aún hay un colgajo de tejido en la aurícula izquierda que cubre la abertura del FOP).

Consecuencias en el buceo: 

Como en el caso de los defectos septales auriculares y ventriculares, en algunas circunstancias, un FOP puede producir un shunt de sangre del lado derecho del corazón al lado izquierdo. Es mucho más probable que esto ocurra en las aurículas que en los ventrículos por las diferencias de presión que hay entre las cámaras. Las burbujas inocuas que pueden desarrollarse en el lado venoso de la circulación después de un buceo (consulte “Defectos septales auriculares y ventriculares” más arriba), pueden ser desviadas hacia el lado izquierdo del corazón y luego distribuidas a través de las arterias. El resultado es que se puede producir un embolismo gaseoso paradójico o una enfermedad por descompresión grave como consecuencia de un perfil de buceo aparentemente inocente.

Los estudios de buzos con una enfermedad por descompresión grave han demostrado un índice de foramen oval permeable más alto que el observado en la población general. Los estudios de Doppler especiales con contraste de burbujas pueden identificar un FOP. Un buzo con un FOP conocido debe saber que tiene un mayor riesgo potencial de sufrir una enfermedad disbárica. Un buzo con un FOP que ha sufrido un embolismo o una enfermedad por descompresión grave después de utilizar un perfil de buceo de bajo riesgo probablemente deba abstenerse de bucear en el futuro.

En la actualidad, la mayoría de los médicos expertos en medicina de buceo están de acuerdo en que el riesgo de tener un problema vinculado a un FOP no es lo suficientemente significativo como para justificar un control generalizado de todos los buzos. Un caso grave de enfermedad disbárica que no se puede explicar mediante el perfil de buceo debe dar inicio a una evaluación para comprobar la existencia de un FOP.

Reemplazo de las válvulas cardíacas

Los médicos de Estados Unidos realizan más de 70.000 reemplazos de válvulas cardiacas cada año. Desde el nacimiento, una persona puede tener una válvula cardiaca anormal que requiera sustitución debido a un desgaste acelerado (por ejemplo, esto ocurre con las válvulas aórticas bicúspides), o puede producirse un daño valvular tras una infección o como extensión de un daño en el músculo cardiaco adyacente.

El reemplazo de las válvulas se desarrolla más comúnmente a partir de las consecuencias de infecciones bacterianas de la garganta, como la faringitis estreptocócica. En un intento del cuerpo por combatir la infección bacteriana, las válvulas del corazón, como espectadores inocentes, soportan los daños (lo que se conoce como enfermedad cardíaca reumática). Hoy en día, con el uso de antibióticos, la enfermedad cardíaca reumática se produce cada vez menos, pero los individuos que tuvieron este problema durante su niñez pueden experimentar las consecuencias del daño en las válvulas como adultos.

Consecuencias en el buceo: 

Cualquier persona que se haya sometido a una cirugía de corazón debe ser analizada un poco más detenidamente respecto a la aptitud médica para el buceo. Con una válvula cardíaca que funcione correctamente y sin síntomas de enfermedad cardiovascular, la verdadera preocupación para un buzo con una válvula cardíaca artificial son los medicamentos anticoagulantes que se necesitan para mantener la válvula en funcionamiento.

Una válvula mecánica (hecha de metal, polímero, etc.) requiere medicamentos para evitar la formación de coágulos de sangre en la válvula. Esto, desde luego, aumenta el riesgo de hemorragia, y el buzo debe tener conciencia de este riesgo, especialmente porque se relaciona con traumas. Para reemplazar válvulas nativas dañadas también se utilizan válvulas cardíacas de cerdo. Estas válvulas no requieren medicamentos anticoagulantes, pero se desgastan más rápido y deben ser reemplazadas antes que las válvulas mecánicas.

LCDR James Caruso, M.D.

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