Capítulo 3: Intoxicaciones

"Sepa lo que come".

Las intoxicaciones por pescados y mariscos son enfermedades provocadas por la ingesta de una toxina natural presente en estos. Esta toxicidad puede ser inherente a la especie, como es el caso del pez globo y otros tetraodontiformes, o puede resultar de la contaminación externa como es el caso de las intoxicaciones por crustáceos o ciguatera. Muchos problemas gastrointestinales comúnmente atribuidos a las intoxicaciones por mariscos son, a menudo, realmente el resultado de infecciones gastrointestinales causadas por la ingesta de bacterias, parásitos, o virus perjudiciales, y por esta razón, no están incluidos es este texto.

En este capítulo, trataremos el ictiosarcotoxismo, una forma de intoxicación alimentaria que resulta de la ingesta de la carne de un pescado que contiene toxinas naturales. Ictiosarcotoxismo proviene de los términos griegos ichthyo (pez), sarx (carne) y toxism (intoxicación o envenenamiento). Los tres ictiosarcotoxismos principales con ciguatera, intoxicación por pez globo, y tetrodotoxismo. También trataremos intoxicaciones relacionadas con los crustáceos. Puesto que éstos son moluscos bivalvos y no peces, estos casos no pueden denominarse ictiosarcotoxismos.

Aprenda más sobre:


Ciguatera

La Intoxicación por ciguatera se produce cuando se consume pescado de arrecife contaminado. Determinados peces de arrecife bioacumulan toxinas producidas por microorganismos en su dieta. Aunque la intoxicación por ciguatera no debería ser fatal, no existe tratamiento, de modo que es prudente familiarizarse con especies potencialmente tóxicas para evitar esta intoxicación.

Fuente de intoxicación

La ciguatera es provocada por la ingesta de pescado contaminado con ciertas toxinas conocidas en su conjunto como ciguatoxinas, producidas por los dinoflagelados unicelulares fotosintéticos (Gambierdiscus toxicus) que son parte del fitoplancton. Los dinoflagelados son epifitos, lo que significa que viven en superficies de coral muerto y macro algas. Los pequeños peces de arrecife se alimentan de estos corales y macro algas, ingiriendo accidentalmente estos dinoflagelados. Como estos peces pequeños son ingeridos por depredadores más grandes, la toxina se transmite a través de la cadena alimenticia, y se acumula en los tejidos de los depredadores más altos a través de un proceso conocido como bioacumulación. La intoxicación humana puede producirse cuando se consume cualquiera de los peces involucrados en esta cadena alimenticia, pero es mucho más probable al ingerir los depredadores más grandes.

Entre las especies conocidas por ser una fuente de Intoxicación se incluyen barracudas, pargos, morenas, peces loro, meros, peces ballesta y peces del grupo carángidos como medregal o limón, pero existen otras especies que pueden provocar brotes ocasionales. Las toxinas de la ciguatera rara vez contaminan a los peces pelágicos como el atún, el marlín, la lampuga, u otros peces de aletas radiadas. La ciguatoxina puede encontrarse alrededor del mundo en el cinturón de arrecifes tropicales, entre los 35 grados de latitud norte y los 35 grados de latitud sur.

Epidemiología

La ciguatera es, probablemente, el tipo de intoxicación por alimentación marina más común. Es endémica en Australia, el Caribe, y las islas del Pacífico Sur. Los casos de ciguatera deberían limitarse naturalmente a estas áreas, pero debido a las importaciones comerciales, se han reportado casos de ciguatera en zonas como St, Louis, Missouri, y la ciudad de Nueva York.

Aproximadamente 50.000 casos reportados de intoxicación por ciguatera ocurren anualmente en todo el mundo. Es todo un desafío recopilar información epidemiológica con respecto a la intoxicación por ciguatera; debido a la amplia variedad de síntomas, la ciguatera a menudo es mal diagnosticada, o directamente no se la diagnostica. Las personas en las zonas endémicas, a menudo ignoran la evaluación médica, mientras que los casos importados no son diagnosticados o reportados, porque los médicos fuera de las regiones endémicas pueden estar poco familiarizados con los síntomas de una toxina tropical. Estudios recientes sugirieron que la incidencia de esta enfermedad está aumentando, aunque esto podría deberse a un incremento de los casos reportados más que a un aumento de la incidencia de la enfermedad.

Signos y síntomas

La toxicidad depende de la exposición y la dosis (cuánto se ingiere). La aparición de los síntomas generalmente ocurre dos a seis horas luego de la ingesta. Los síntomas pueden durar desde semanas a años, y en algunos casos, llevar a una incapacidad crónica.

Los signos y síntomas pueden ser altamente variables, pero generalmente incluyen manifestaciones neurológicas o gastrointestinales; alrededor del 80% de los pacientes mostraron diferentes grados de deterioro en ambos sistemas. Las manifestaciones más comunes incluyen:

  • Síntomas Gastrointestinales tales como dolor abdominal y gastroenteritis, nausea, vómitos, o diarrea. Estos síntomas iniciales generalmente se resuelven sin intervención en pocas horas.
  • Síntomas Neurológicos que Incluyen parestesia (cosquilleo y entumecimiento), ataxia (movimientos musculares descoordinados), y vértigo. Los casos graves incluyen alodinia fría (inversión en la temperatura), una sensación de ardor al contacto con objetos fríos. Los síntomas neurológicos pueden persistir, y, a menudo son erróneamente diagnosticados como esclerosis múltiple. En pacientes con un historial reciente de buceo, debilidad y dolor muscular, estos síntomas neurológicos pueden también confundirse con la enfermedad descompresiva.
  • Prurito cutáneo que pueden persistir durante semanas y empeorar como resultado de actividades que incrementan la temperatura de la piel, como el ejercicio y el consumo de alcohol.

Prevención

  • Evite consumir especies de pescados comúnmente asociados con la ciguatera: barracudas, pargos, morenas, peces loro, meros, peces ballesta, medregal o limón.
  • La ciguatoxina es inodora, insípida y resistente al calor, por lo que su sabor no cambiará y la cocción no evitará la intoxicación.
  • Mientras que todo el pescado contiene la toxina, la mayor concentración se encuentra generalmente en el hígado, los intestinos, y las gónadas.

Tratamiento

No existe un tratamiento definitivo para la Intoxicación por ciguatera. Tanto los primeros auxilios como el cuidado hospitalario están destinados al control de los síntomas. Si el vómito es profuso, es importante corregir una posible deshidratación. Si sospecha que padece de ciguatera, procure la evaluación médica. La mejor manera de actuar es prevenir a través de la educación y evitar el consumo de pescados y mariscos en zonas endémicas o sospechosas.

El término ciguatera es en realidad inexacto. "Ciguatera" fue acuñado por Don Antonio Parra en Cuba en 1787 para describir una indigestión tras la ingestión de un tipo de caracol marino llamado "cigua" (Turbo pica). El término "cigua" se trasladó de alguna manera a una intoxicación causada por la ingestión de peces de arrecifes de coral.


Intoxicación por ingesta de pescado del grupo de los escómbridos

La intoxicación por pescado escómbrido es una enfermedad de origen alimentario que resulta de la ingesta de pescado en mal estado, que contiene altas cantidades de histamina.

Fuente de intoxicación

Existen muchas especies diferentes de pescados implicados en la intoxicación por escómbridos, entre ellos: caballa, atún, bonito, albacora, sardina, anchoa, mahi-mahí, pez limón, marlín y arenque.

Si los escombroideos se refrigeran mal tras su captura, el pescado empezará a descomponerse y las bacterias del tracto gastrointestinal del pez invadirán su carne. Muchos peces contienen una cantidad significativa de un aminoácido llamado histidina en su carne. Cuando comienza la descomposición, las bacterias del tracto gastrointestinal descomponen la histidina en histamina (un pequeño compuesto nitrogenado que interviene en la regulación de las reacciones inmunitarias y las respuestas inflamatorias). Aunque la ingestión de histidina es inofensiva, la ingestión de grandes cantidades de histamina puede imitar una reacción alérgica.

Epidemiología

En los Estados Unidos y Europa, la Intoxicación por pescados escómbridos es responsable de hasta el 40% de los brotes de enfermedades provocadas por la ingesta de pescados y mariscos. Entre 1998 y 2002, hubo 167 brotes reportados en los Estados Unidos, que afectaron a 703 personas, pero no provocaron muertes. La intoxicación por pescado escómbridos puede suceder en cualquier parte del mundo donde se extraigan pescados susceptibles. Esta intoxicación es más común cuando se consume el pescado proveniente de la pesca recreativa o de operaciones a pequeña escala; rara vez ocurre con el producto de la pesca altamente regulada.

Signos y síntomas

La ingesta de grandes cantidades de histamina puede semejarse a una reacción alérgica. El comienzo de los síntomas puede variar desde minutos luego del consumo hasta dos horas, y generalmente se resuelve dentro de las 24 horas.

Los síntomas pueden incluir:

  • Enrojecimiento de la piel
  • Ardor bucal
  • Nausea
  • Calambres abdominales
  • Diarrea
  • Palpitaciones
  • Sudoración

Los signos pueden consistir en:

  • Enrojecimiento (eritema difuso)
  • Ritmo cardíaco acelerado en reposo.(taquicardia)
  • Hipo o hipertensión
  • Sibilancia (probable en individuos con historial de asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o enfermedad reactiva de las vías aéreas)

Debido a su semejanza con una reacción alérgica, combinada con el poco conocimiento de la intoxicación, a menudo se la diagnostica erróneamente como alergia a los pescados y mariscos. Cualquier persona con los signos y síntomas compatibles con las reacciones alérgicas debería buscar una evaluación médica inmediata, puesto que la alergia y sus reacciones pueden ser potencialmente peligrosas.

Prevención

  • La intoxicación por escómbridos es totalmente prevenible almacenando inmediatamente el pescado fresco en neveras o contenedores de hielo alejados de la luz solar directa. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan temperaturas inferiores a 4,4 °C (40 °F) en todos los puntos de la cadena de suministro de pescado.
  • Los pescados afectados pueden tener un sabor picante, pero el sabor normal no garantiza la seguridad.
  • La histamina es termoestable, de modo que cocinar el pescado no evitará la intoxicación.

Tratamiento

Al contrario de las reacciones alérgicas genuinas, donde la fuente de histamina es interna, el tratamiento de la intoxicación por pescado escombroide no requiere del uso de corticoides o adrenalina (epinefrina). En su lugar, la intoxicación por pescado escombroide responde muy bien a los antihistamínicos orales, generalmente mostrando resultados positivos dentro de los 10 a 15 minutos.

Nunca suponga, por usted mismo, que los antihistamínicos orales son suficientes para controlar una intoxicación por ingesta de pescado escombroide. Siempre busque la evaluación de un profesional médico y permita que él decida el tratamiento y el mejor plan de acción a seguir.


Marea roja e Intoxicaciones por Ingesta de Moluscos

Marea roja es un término coloquial para definir un fenómeno específico conocido como Floraciones de Algas Nocivas. En ocasiones, grandes concentraciones de micro organismos acuáticos florecen naturalmente en zonas costeras. La rápida acumulación de brotes de algas puede ser lo suficientemente significativo para provocar una coloración verde, roja o marrón de ambientes de estuarios y aguas dulces.

Los científicos desalientan el término marea roja, porque estos fenómenos no se relacionan con los movimientos de las mareas, y pueden no necesariamente ser de color rojo o siquiera presentar algún tipo de coloración. En cambio, cuando estas algas florecen, se asocian con toxinas potencialmente dañinas, una terminología más precisa es Floraciones de Algas Nocivas (HAB según su sigla en inglés)

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Impacto negativo en los ecosistemas

Entre los microorganismos involucrados puede estar presente cierta especie de fitoplancton, que puede producir toxinas naturales dañinas que pueden concentrarse en los tejidos de los organismos filtro-alimentadores como los moluscos y crustáceos. La cadena alimentaria completa puede verse afectada, y como resultado, millones de peces pueden morir.

Peligro para las personas

Estas toxinas pueden afectar a las pesqueras comerciales y representan una amenaza para la salud pública. Las personas que consumen moluscos contaminados pueden sufrir una variedad de intoxicaciones, algunas potencialmente letales. Los peligros relacionados con las Floraciones de Algas Nocivas pueden no limitarse al consumo de moluscos, de modo que evite recolectar cualquier tipo de pescados y mariscos en zonas donde se sepa que estas Floraciones tienen brotes endémicos.

Intoxicaciones por ingesta de moluscos

Los mariscos son moluscos bivalvos (conchas de dos partes) que capturan nutrientes filtrando el agua. Durante este proceso, estos filtradores pueden acumular toxinas y otros contaminantes. Cuando los seres humanos consumen estos bivalvos, pueden intoxicarse. Estas toxinas son hidrosolubles y estables al calor y a los ácidos, por lo que no se alteran con los métodos de cocción habituales. Las intoxicaciones por marisco son un grupo de cuatro síndromes diferentes causados por la ingesta de moluscos bivalvos contaminados con toxinas producidas por algas microscópicas.

Síndrome

Existen cuatro tipos diferentes de intoxicaciones por moluscos que se asocian principalmente con mejillones, almejas, ostras, y ostiones o vieiras.

INTOXICACIÓN PARALIZANTE POR MOLUSCO (PSP SEGÚN SU SIGLA EN INGLÉS)

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Estos moluscos pueden acumular una toxina llamada saxitoxina, que es producida por el fitoplancton (dinoflagelados, diatomeas y cianobacterias). Algunos moluscos permanecen tóxicos durante varias semanas, mientras que otros pueden almacenar la toxina hasta por dos años.

La PSP está asociada con la floración de algas nocivas, que puede ocurrir en casi todos los océanos. Puede ser letal, especialmente en los niños. Los síntomas aparecen unos minutos después de la ingesta e incluyen nauseas, vómitos, diarrea, calambres abdominales, entumecimiento o ardor alrededor de la boca, encías, lengua, y progresar hacia el cuello, los brazos, las piernas, y los dedos de los pies. Otros síntomas incluyen sequedad de boca, falta de aire, dificultades en el habla, y pérdida de la consciencia. Los signos de toxicidad y mortalidad también se ven en animales silvestres.

INTOXICACIÓN AMNÉSICA POR MOLUSCO (ASP SEGÚN SU SIGLA EN INGLÉS)

Este raro síndrome es causado por consumir moluscos contaminados con una toxina llamada ácido domoico, producida por ciertas diatomeas marinas.

Los síntomas pueden aparecer 24 horas después de la ingesta de moluscos contaminados e incluir náuseas, vómitos, diarrea, calambres abdominales y gastritis hemorrágica. Los signos neurológicos son serios y puede llevar hasta tres días desarrollarlos. Incluyen: mareos, desorientación, dificultad visual, pérdida de la memoria a corto plazo, debilidad motora, convulsiones, incremento de las secreciones respiratorias, y arritmias (ritmo cardíaco irregular) que ponen en riesgo la vida. La muerte es poco frecuente. Las condiciones resultantes debido al daño permanente en el sistema nervioso central pueden incluir la pérdida de memoria de corto plazo, y neuropatías periféricas (debilidad, entumecimiento o dolor como resultado del daño neurológico).

INTOXICACIÓN DIARREICA POR MOLUSCO (DSP SEGÚN SU SIGLA EN INGLÉS)

Ciertos dinoflagelados producen una toxina conocida como ácido okadaico que puede provocar un síndrome diarreico. Esta toxina puede dañar la membrana mucosa del intestino haciéndola muy permeable al agua, lo que provoca una diarrea significativa, tanto como náuseas, vómitos y calambres abdominales.

Los síntomas pueden aparecer desde unos pocos minutos hasta una hora después de haber ingerido moluscos, y pueden durar alrededor de un día. No se han registrado síntomas potencialmente peligrosos, pero puede aparecer una grave deshidratación.

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INTOXICACIÓN NEUROTÓXICA POR MOLUSCO (NSP SEGÚN SU SIGLA EN INGLÉS)

La NSP es provocada por una toxina llamada brevetoxina, naturalmente producida por un dinoflagelado conocido Karenia brevis. La brevetoxina puede causar una variedad de síntomas neurológicos muy parecidos a los de la ciguatera. La NSP no es, potencialmente peligrosa, pero se recomienda la hospitalización hasta que se descarten otras posibles causas. En los Estados Unidos y el Golfo de México, un brote de Karenia brevis generalmente provoca el fenómeno conocido como Floración de Algas Nocivas.

Prevención

La Floración de Algas Nocivas ocurre en todo el mundo, provocando la muerte de millones de animales marinos, y afectando a la industria pesquera. Antes de recolectar sus propios pescados y mariscos de las zonas costeras, investigue dónde pueden ocurrir las Floraciones y evite consumir moluscos y pescados capturados por usted en zonas donde se sabe que existe la Floración de Algas Nocivas. Las pesqueras comerciales tienden a ser más seguras que los recolectores artesanales a menor escala.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) tiene una página de Vigilancia de HAB (Marea Roja) de la NOAA en Facebook. Este sistema proporciona una previsión operativa de las floraciones de algas nocivas. Para quienes no estén en Facebook, el portal Mareas y Corrientes de la NOAA también ofrece un sistema de previsión operativa de HAB.

La Comisión para la Conservación de la Pesca y la Vida Silvestre en Florida ofrece un recurso "online" con un mapa actual de los recuentos de Mareas Rojas en el Estado de Florida.

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Capítulo 4: Apéndice

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"La seguridad es consecuencia de la educación".

Divers Alert Network alienta a los buzos de todos los niveles de certificación a realizar el entrenamiento en primeros auxilios de modo que estén preparados para responder a las lesiones provocadas por el buceo, incluyendo las causadas por la vida marina. El capítulo siguiente detalla algunas técnicas y tratamientos de primeros auxilios mencionados a lo largo del cuadernillo, incluyendo termólisis, antivenenos, y la técnica de inmovilización por presión. Sin embargo, es importante enfatizar que leer y comprender este material no substituye al entrenamiento en primeros auxilios.

Si usted no ha recibido entrenamiento formal, DAN recomienda enfáticamente que busque un instructor calificado DAN. Para encontrar un Instructor de Primeros Auxilios para las Lesiones provocadas por la Vida Marina Peligrosa, visite Directorio de Instructores DAN.

En este capítulo, aprenderás sobre:


Termólisis

La termólisis describe el uso del calor para romper sustancias (termo significa temperatura, y lysis rotura o destrucción). A menudo se logra sumergiendo la zona afectada en agua caliente.

Las proteínas son compuestos orgánicos esenciales que desempeñan una gran variedad de funciones en los organismos vivos. La mayoría de las formas de vida viven a temperaturas inferiores a 50 °C (122 °F).

Por arriba de esta temperatura, sus proteínas sufrirán un desdoblamiento irreversible de la estructura biomolecular tridimensional. Este proceso tiene consecuencias dañinas para su función, y se denomina desnaturalización. La aplicación de calor puede desnaturalizar los venenos que están constituidos por proteínas, eliminando entonces su efecto o reduciendo su potencia.

Técnica

Las recomendaciones estándar para la desnaturalización de toxinas como medida de primeros auxilios exigen sumergir la zona afectada en agua dulce caliente con un límite superior de 113 °F (45 °C) durante 30 a 90 minutos. Esto puede funcionar razonablemente bien cuando la inoculación de la toxina es profunda en la piel, como una picadura de medusa, pero será menos eficaz cuando las toxinas se hayan inoculado mediante heridas punzantes más profundas, como es el caso de las espinas del pez león. Aunque un razonamiento rápido podría aconsejar aumentar la temperatura, aplicar temperaturas más altas a nivel de la piel en un intento de alcanzar la temperatura deseada a un nivel más profundo supone un riesgo inaceptable de quemar la piel. Además, la vasodilatación causada por la exposición a temperaturas elevadas puede acelerar el inicio de la absorción y de los efectos sistémicos.

Cada caso es único y requiere una estimación de la profundidad a la cual el veneno fue inyectado; para inoculaciones superficiales, la aplicación de calor podría ser útil para manejar el dolor y desnaturalizar las toxinas, mientras que en inoculaciones más profundas, el calor sólo es útil para el manejo del dolor.

Consideraciones de los riesgos

Si intenta utilizar la termólisis como medida de primeros auxilios, minimice el riesgo de daño tisular local al buceador lesionado probando primero el agua en usted mismo en la misma zona en la que el buceador está lesionado. Utilice las temperaturas más altas que pueda tolerar y evite las quemaduras. No confíe en la valoración de la víctima, ya que el dolor intenso puede mermar su capacidad para evaluar la tolerabilidad de la temperatura.


Antivenenos

Un antiveneno es un producto biológico utilizado en el tratamiento de mordeduras o picaduras venenosas (no confundir con antídoto). Aunque es infrecuente, los buzos recreativos con scuba pueden sufrir la picadura venenosa de ciertas especies marinas, como el pez piedra, o las cubomedusas, necesitando la utilización de un antiveneno. Las mordeduras venenosas, como las de las serpientes de mar, son aún menos comunes.

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¿Qué es un antiveneno?

Los antídotos son productos biológicos derivados de la sangre que se obtienen inyectando a un animal -normalmente un caballo, una cabra o una oveja- dosis subletales de veneno. El animal desarrolla gradualmente anticuerpos contra el veneno, que luego pueden extraerse de su sangre en forma de suero para ser administrado a los seres humanos. Como la mayoría de los productos derivados de la sangre, los antivenenos requieren una cadena de frío ininterrumpida (refrigeración adecuada desde la producción hasta la administración, pasando por el almacenamiento).

Consideraciones de los riesgos

Aunque generalmente no es una preocupación para los equipos que brindan los primeros auxilios, la administración de antivenenos no está libre de riesgos. La administración intravenosa de sueros animales puede causar un shock anafiláctico en personas susceptibles.

¿Cómo funcionan los antivenenos autoinyectables?

Ocasionalmente, se pregunta a DAN sobre los autoinyectores para antivenenos. Conceptualmente, estos autoinyectores de antivenenos funcionarían de manera similar a como funcionan los autoinyectores de epinefrina (como EpiPen®) para la administración intramuscular. Aunque sin duda es una idea atractiva, los antivenenos son productos derivados de la sangre mucho más complejos que la epinefrina. Como tales, tienen una vida útil mucho más corta y requieren una cadena de frío ininterrumpida. Además, los antivenenos se administran por vía intravenosa, una habilidad que está fuera del alcance de los socorristas. Estos factores limitantes hacen que esta idea sea relativamente poco práctica para las operaciones sobre el terreno.


Técnica de Inmovilización por presión

La técnica de inmovilización por presión es una habilidad de primeros auxilios que intenta contener el veneno dentro de la zona de la mordedura y evitar que pase al sistema circulatorio central, donde el veneno podría afectar órganos vitales. La técnica consiste en aplicar presión para evitar el drenaje linfático, e inmovilización para evitar el retorno venoso (cuando la sangre fluye de vuelta hacia el corazón) provocado por la acción de bombeo del músculo esquelético.

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Técnica

Utilice una venda elástica y una férula para administrar la adecuada presión e inmovilización. Una tela que no sea elástica no es ideal, ya que es difícil que logre la presión óptima.

  1. Comience el vendaje unas pocas pulgadas por sobre el lugar de la mordedura (entre ésta y el corazón).
  2. Envuelva con el vendaje la extremidad con vueltas superpuestas hacia arriba de la extremidad y nuevamente hacia abajo por el lugar de la mordedura.
  3. El vendaje debe ser lo suficientemente ajustado para administrar presión, pero usted debe mantener la sensibilidad y el color normales de la piel, y el pulso palpable.
  4. Utilizar una férula o un sustituto adecuado para inmovilizar la extremidad.
  5. Si es posible, mantenga la extremidad superior con un cabestrillo.

El corazón y el buceo

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La salud cardiovascular es un componente esencial de la seguridad del buceo. Sin embargo, la salud del corazón puede deteriorarse gradualmente a medida que los buceadores envejecen y puede ponerlos en riesgo. Este libro cubre los conceptos básicos de las funciones cardíacas normales en las actividades físicas, los requisitos de aptitud física del buceo, cómo las enfermedades cardíacas pueden afectar la aptitud del buceo y cómo los buceadores pueden mantener su aptitud física.

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CRÉDITOS

Director Editorial: Petar Denoble, Doctor en Medicina, Doctor en Ciencias
Editor: Dr. James Chimiak

Capítulo 1: Conceptos básicos sobre el corazón y el sistema circulatorio

"Casi 1/3 de todas las muertes por inmersión están asociadas a un evento cardiaco agudo".

El submarinismo es una actividad recreativa atractiva para personas de todas las edades. De hecho, el salto en condiciones favorables requiere poco esfuerzo, haciéndolo fácil para que el uninitiated asuma que el salto es un pasatiempo seguro y sin esfuerzo. Pero es esencial tener presente que durante cualquier zambullida, las condiciones y las circunstancias peligrosas pueden presentarse que pueden pedir el ejercicio vigoroso en un aviso del momento.

La inmersión por sí sola es un factor de estrés para el organismo, especialmente para el corazón y el sistema circulatorio. Las personas que tienen una capacidad de ejercicio limitada pueden verse llevadas al límite por el buceo, hasta el punto de sufrir lesiones graves e incluso la muerte. En este capítulo se explica información básica sobre el corazón en relación con el buceo para ayudarle a mantenerse seguro y sano mientras bucea.

En este capítulo, aprenderás sobre:


Como el buceo afecta su salud y su sistema circulatorio

Ilustración del corazón humano y del sistema cardiovascular superior

El submarinismo le expone a muchos efectos, como la inmersión, el frío, los gases hiperbáricos, la presión respiratoria elevada, el ejercicio y el estrés, así como al riesgo postinmersión de que circulen burbujas de gas en la sangre. La capacidad del corazón para soportar un gasto sanguíneo elevado disminuye con la edad y las enfermedades. Tener un corazón sano es de suma importancia para su seguridad mientras bucea, así como para su capacidad de hacer ejercicio en general y su esperanza de vida. La información de este folleto está dedicada a ayudarle a comprender cómo las enfermedades cardíacas pueden afectarle mientras bucea y cómo puede promover una salud cardíaca óptima.

Los efectos de la inmersión

La inmersión en el agua a una temperatura cercana a la del cuerpo humano, lo expone a un gradiente de presión, que desplaza la sangre de los vasos sanguíneos en sus piernas a los de su cavidad torácica. Esto aumenta el volumen de sangre dentro de su tórax hasta 24 onzas (700mm). Su corazón, entonces, toma entre 6 a 8 onzas (180 a 240 mm) de sangre adicional, que provoca un agrandamiento de las cuatro cámaras del corazón, un aumento de presión en su aurícula derecha, un incremento mayor al 30% de su gasto cardíaco, y un leve aumento de su presión arterial general.

Los barorreceptores (sensores que perciben un cambio en la presión sanguínea) de los principales vasos sanguíneos del cuerpo reaccionan a todos estos cambios disminuyendo la actividad del sistema nervioso simpático, que gobierna lo que popularmente se conoce como la respuesta de "lucha o huida". Como consecuencia, disminuye la frecuencia cardiaca y la concentración plasmática de norepinefrina, una hormona del sistema nervioso simpático. En respuesta a la disminución de norepinefrina, los riñones excretan más sodio y aumenta la producción de orina.

Los efectos del frío

El agua tiene una gran conductividad térmica, es decir, el cuerpo pierde más calor cuando se sumerge en el agua que cuando está al aire libre. Se sentirá más cómodo a una temperatura del aire determinada que cuando esté sumergido en agua a la misma temperatura. Y cuando tu cuerpo pierde calor, se intensifica el estrechamiento de los vasos sanguíneos periféricos (una condición conocida como "vasoconstricción periférica"). Esto, a su vez, envía más sangre al corazón, lo que aumenta la presión de llenado en el lado derecho del corazón y hace que bombee más sangre. La constricción de las pequeñas arterias del cuerpo también aumenta la resistencia a la sangre que fluye por la periferia del cuerpo, lo que eleva la presión arterial, lo que significa que el corazón tiene que esforzarse más para mantener un flujo adecuado de sangre por todo el cuerpo.

Los efectos de la presión

Respirar aire a mayor presión, como se hace al bucear, también afecta al corazón y al sistema circulatorio. Los mayores niveles de oxígeno provocan vasoconstricción, aumentan la presión arterial y reducen la frecuencia y el gasto cardíacos. Y el aumento de los niveles de dióxido de carbono -que puede acumularse en el organismo cuando se realiza ejercicio durante una inmersión, debido a la reducción de la ventilación pulmonar provocada por los gases densos- puede aumentar el flujo de sangre a través del cerebro, lo que puede acelerar la toxicidad del oxígeno si se respira una mezcla de gases hiperóxica (con un nivel elevado de oxígeno).

Los efectos del ejercicio

El buceo puede ser muy exigente físicamente, pero los buceadores recreativos tienen la opción de elegir condiciones y actividades de buceo que no suelen requerir mucho esfuerzo. No obstante, cualquier inmersión supone una demanda de energía metabólica para el cuerpo. Por ejemplo, nadar lenta y tranquilamente en la superficie representa una actividad de intensidad moderada (consulte la Tabla 2 en la página 11), mientras que nadar con aletas en la superficie requiere hasta un 40% menos de energía que nadar descalzo. Pero la adición del equipo de buceo aumenta la resistencia del nadador y, por tanto, el coste energético de la natación. Un artículo publicado en 1996 en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise demostró que el uso de una sola botella de buceo puede aumentar el consumo de energía de un buceador en un 25% con respecto a la natación normal en superficie a la misma velocidad, y que el uso de un traje seco puede suponer otro aumento del 25% en el consumo de energía.

La mayoría de los buceos con flotabilidad neutra y sin corriente sólo requieren de intervalos cortos de nado intermitente a un ritmo lento, y en consecuencia, representan un ejercicio de baja a moderada intensidad. La intensidad del ejercicio se mide en un valor conocido como equivalente metabólico (MET por su sigla en inglés), representando 1 MET la cantidad de energía consumida cuando estamos en reposo. (Ver página…. para una detallada descripción de los cálculos MET). Se sugiere que los buzos pueden mantener el ejercicio a 6 METs durante un período de 20 a 30 minutos. Dado que las personas pueden mantener sólo alrededor del 50% de su capacidad máxima de ejercicio durante un período prolongado, se recomienda que los buzos puedan superar una prueba de esfuerzo a 12 METs.

Los efectos del estrés

Su sistema nervioso autónomo (SNA) -el sistema en gran parte involuntario que regula las funciones internas, como el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y la digestión- también se ve afectado por el buceo. Entre los componentes del SNA se encuentran los sistemas simpático y parasimpático; mientras que el sistema simpático gobierna la respuesta de "lucha o huida" de su cuerpo, el sistema parasimpático gobierna las funciones de reposo y ayuda a su cuerpo a conservar energía. En los individuos sanos, el buceo aumenta generalmente los efectos parasimpáticos, preservando la frecuencia cardiaca y una medida conocida como variabilidad de la frecuencia cardiaca. Sin embargo, una inmersión percibida como estresante empuja al SNA en la otra dirección, lo que significa que prevalecen los efectos simpáticos, dando lugar a un aumento de la frecuencia cardiaca, una disminución de la variabilidad de la frecuencia cardiaca y un aumento del riesgo de arritmia.

Efectos adversos graves

La mayoría de los efectos que el buceo tiene sobre el corazón y el sistema circulatorio entran dentro de la capacidad de adaptación del organismo, pero a veces pueden producirse reacciones adversas graves. Una reacción conocida como bradiarritmia (un ritmo cardiaco muy lento e irregular) puede causar la muerte súbita al entrar un buceador en el agua, especialmente en individuos con una anomalía del ritmo preexistente. A la inversa, la taquiarritmia (latidos muy rápidos e irregulares) también puede causar muerte súbita, especialmente en buceadores con cardiopatías estructurales o isquémicas. Y el sobreesfuerzo o los efectos del estrés pueden sobrecargar el corazón y provocar manifestaciones agudas de cardiopatía isquémica no diagnosticada previamente.

El buceo en apnea puede, particularmente, provocar efectos cardíacos adversos graves; éstos ocurren en una sucesión rápida en una
respuesta conocida como "reflejo de inmersión". Entre sus elementos más significativos se encuentra la bradicardia (disminución de la frecuencia cardiaca);
la reacción vasoconstrictora periférica descripta arriba, y la hipoxia progresiva (falta de una adecuada provisión de
oxígeno). Para evitar el estallido de un pulmón, los buzos con scuba no deben contener la respiración durante el ascenso.

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La salud cardíaca y el riesgo de muerte mientras bucea

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Las estadísticas muestran que alrededor de un tercio de todas las muertes en el buceo están asociadas a un evento cardiaco agudo. En un estudio reciente de los miembros de DAN, se determinó que la incidencia de las muertes relacionadas con el buceo en general era de 16 por cada 100.000 buceadores al año, y que las muertes relacionadas con el buceo debidas a causas cardiacas eran casi un tercio de esa cifra, 5 por cada 100.000 buceadores al año. Cabe destacar que el riesgo de muerte por causa cardiaca durante la práctica del buceo es 10 veces mayor entre los buceadores mayores de 50 años que entre los menores de esa edad. De hecho, el estudio de los miembros de DAN mostró un aumento continuo del riesgo con el aumento de la edad. Mientras que algunos episodios cardíacos sospechosos pueden estar provocados por actividades o situaciones específicas de la inmersión, otros pueden no estar causados en absoluto por una inmersión, ya que la muerte súbita cardíaca también se produce mientras se practica natación en superficie o actividades deportivas en tierra de diversa índole, e incluso en reposo o durante el sueño.

Los infartos agudos de miocardio (conocidos comúnmente como "ataques al corazón") provocados por el esfuerzo -como nadar contra corriente, con olas fuertes o en condiciones de flotabilidad negativa excesiva- pueden estar implicados en algunas muertes provocadas por el buceo. Los infartos de miocardio están provocados por un aporte insuficiente de sangre a los músculos del corazón; los infartos de miocardio relacionados con el buceo suelen producirse en varones de mediana edad con enfermedad coronaria no diagnosticada.

El buceo (o simplemente la inmersión) también puede provocar arritmias agudas, o alteraciones del ritmo cardiaco, que pueden igualmente provocar la muerte súbita. Es más probable que las arritmias causen la muerte en buceadores de edad avanzada. Como explica el Dr. Carl Edmonds en su libro Diving and Subaquatic Medicine (Buceo y medicina subacuática), y confirman los datos de DAN, "la víctima solía parecer tranquila justo antes de su colapso final. Algunos estaban inusualmente cansados o descansando, después de haber realizado un esfuerzo previo, o estaban siendo remolcados en ese momento, lo que sugiere cierto grado de agotamiento. Algunos actuaron como si no se sintieran bien antes de su colapso final. Algunos se quejaron de dificultad para respirar sólo unos segundos antes del colapso, mientras que otros indicaron bajo el agua que necesitaban respirar en compañía, pero rechazaron el regulador que se les ofrecía. Entre las explicaciones de la disnea se incluyen la hiperventilación psicógena, la estimulación respiratoria inducida autonómicamente y el edema pulmonar, este último demostrado en la autopsia. En todos los casos se disponía de un suministro de aire adecuado, lo que sugiere que la disnea no estaba relacionada con problemas del equipo. Algunas víctimas perdieron el conocimiento sin dar ninguna señal a su compañero, mientras que otras pidieron ayuda de forma calmada."

La incidencia de muerte súbita (MS) también aumenta con la edad. Los patrones de MS son similares entre los buzos, y entre la población general; sin embargo, es importante que los buzos no desestimen la posibilidad de una relación causal entre el buceo y la MS. Casos de MS donde no hubo un factor externo obvio que la provocara, ocurren con mayor frecuencia en buzos mayores. Los exámenes post mortem realizados a víctimas de MS, revelan signos de enfermedad cardiaca previamente no sospechada más que un evento específico que la precipitó. La mejor forma de evitar la MS es, en consecuencia, prevenir la enfermedad cardiaca, y mantener el buen estado físico a medida que su edad avanza.


Comprender el concepto de capacidad de ejercicio aeróbico

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Su capacidad para realizar una actividad física sostenida depende de la cantidad de energía que su cuerpo puede producir en un proceso que utiliza oxígeno denominado capacidad aeróbica. Su capacidad aeróbica individual depende de lo bien que funcione su sistema cardiovascular, es decir, su corazón y sus vasos sanguíneos. Es el sistema que mueve la sangre a través de los pulmones, donde se carga de oxígeno, y luego la distribuye a todas las partes del cuerpo, donde el oxígeno mantiene la vida, nutre los músculos y favorece la capacidad para hacer ejercicio. El "motor" del sistema circulatorio es el corazón. El corazón es una bomba formada por tejido vivo: músculos, tejido de sostén y un sistema de conducción que produce las señales eléctricas que estimulan la acción de bombeo del corazón. Un corazón vacío pesa de media algo más de medio kilo (250 a 300 gramos) en las mujeres y entre dos tercios y tres cuartos de kilo (300 a 350 gramos) en los hombres. Tiene cuatro cavidades: la aurícula derecha, el ventrículo derecho, la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo.

Las aurículas reciben sangre a baja presión. La aurícula derecha recibe la sangre venosa que regresa al corazón desde todo el cuerpo después de haberse quedado sin oxígeno. La aurícula izquierda recibe la sangre que regresa al corazón desde los pulmones después de haberse enriquecido de nuevo con oxígeno. Los ventrículos realizan la mayor parte del bombeo. El ventrículo derecho bombea la sangre hacia y a través de los pulmones, mientras que el ventrículo izquierdo mantiene la circulación de la sangre por todo el cuerpo, hacia todos sus órganos y tejidos. La sangre fluye por el corazón en una sola dirección, gracias a un sistema de válvulas que se abren y cierran en el momento justo. El esfuerzo que debe realizar el corazón varía en función de muchos factores, entre ellos el nivel de actividad.

Por término medio, un corazón humano bombea unos 70 mililitros de sangre por latido, una medida que se conoce como "volumen sistólico".

El corazón de un individuo en reposo late, por término medio, 72 veces por minuto (ésta es su "frecuencia cardiaca"), lo que da lugar a un gasto cardiaco como el siguiente:

  • 1.3 galones (5 litros) de sangre por minuto
  • 1900 galones (7200 litros) por día
  • 700'000 galones (2628000 litros) por año
  • 48 millones de galones (184 millones de litros) a lo largo de un vida promedio de 70 años.

Y esa producción es sólo para satisfacer las necesidades metabólicas básicas del cuerpo en reposo: unos 3,5 mililitros de oxígeno por kilogramo de masa corporal por minuto. Esta tasa metabólica en reposo se designa como un equivalente metabólico, que se expresa como "1 MET". Al hacer ejercicio, los músculos del cuerpo necesitan más oxígeno, por lo que el flujo sanguíneo aumenta para satisfacer esa necesidad; la frecuencia cardiaca puede triplicarse y el volumen sistólico puede duplicarse. De este modo, el gasto cardíaco de una persona con una forma física media pasa de unos 5 litros por minuto a entre 15 y 20 litros por minuto, y el de un deportista de élite a 40 litros por minuto. Y no sólo aumenta el flujo sanguíneo, sino que se extrae más oxígeno de cada unidad de sangre. Como resultado de estos cambios, el nivel metabólico de una persona con una forma física media que se ejercita al máximo de su capacidad aumenta hasta unos 12 MET, y el de un atleta de élite que corre una milla en 4:17 (o a un ritmo de 22,5 kilómetros por hora) puede aumentar hasta 23 MET.


Los efectos del envejecimiento en su sistema cardiovascular

La capacidad de una persona para mantener un alto nivel de ejercicio durante un periodo prolongado de tiempo disminuye con la edad, incluso con un envejecimiento saludable. Este declive puede ralentizarse con ejercicio regular, pero no puede evitarse por completo. El declive está causado por un debilitamiento de las funciones de todos los sistemas del cuerpo, aunque aquí nos centramos en el corazón.

El corazón tiene un sistema de marcapasos que controla los latidos y regula las señales eléctricas que estimulan la acción de bombeo del corazón. Con el tiempo, este marcapasos natural pierde algunas de sus células y algunas de sus vías eléctricas pueden resultar dañadas. Estos cambios pueden provocar una frecuencia cardiaca ligeramente más lenta en reposo y una mayor susceptibilidad a los ritmos anormales (el más común de los cuales se conoce como "fibrilación auricular").

Con la edad, todas las estructuras del corazón también se vuelven más rígidas. Los músculos del ventrículo izquierdo se vuelven más gruesos, el corazón puede aumentar ligeramente de tamaño y el volumen del ventrículo izquierdo puede disminuir. Como consecuencia, el corazón puede llenarse y vaciarse más lentamente, con lo que circula menos sangre. El aumento de la frecuencia cardiaca y del gasto cardiaco en respuesta a la actividad física también disminuye, y la frecuencia cardiaca máxima se reduce. El descenso de la frecuencia cardiaca máxima parece ser mayor que la media en las personas sedentarias y en las que padecen enfermedades cardiovasculares manifiestas.

Tabla - Frecuencia cardíaca máxima por edad
* La fórmula tradicional para calcular la frecuencia cardiaca máxima, propuesta en los años 70, era 220 menos la edad del individuo.
+ Tanaka y coautores propusieron en 2001 una fórmula actualizada para no fumadores sanos de 208 menos 7/10 de la edad del individuo.
Fuente: Modificado de "Age-predicted maximal heart rate revisited" por H. Tanaka H et al. Journal of the American College of Cardiology; 2001; Vol. 37; páginas 153-156

El sistema nervioso autónomo también cambia con la edad. Normalmente, su componente parasimpático establece el nivel de la frecuencia cardiaca en reposo, mientras que su componente simpático gobierna el corazón en previsión y en respuesta a la actividad física, estimulando un aumento oportuno y apropiado del flujo sanguíneo para apoyar la actividad. Los ajustes continuos entre los sistemas simpático y parasimpático dan lugar a variaciones mínimas de la frecuencia cardiaca (un factor conocido como "variabilidad de la frecuencia cardiaca") que son evidentes latido a latido, el tipo de regulación sensible que caracteriza a un sistema de control sano. Sin embargo, con la edad, la contribución del sistema parasimpático disminuye, aumenta la actividad del sistema simpático, incluso en reposo, desaparece la variabilidad de la frecuencia cardiaca y el ritmo cardiaco se vuelve más propenso a las alteraciones. Esta disminución de la variabilidad de la frecuencia cardiaca y el aumento de la frecuencia cardiaca en reposo relacionados con la edad (debido a la disminución de la actividad parasimpática) son responsables de un riesgo 2,6 veces mayor de MSC.


Calcular la intensidad de la actividad física

Tabla 2. Requerimientos energéticos metabólicos medios para actividades físicas seleccionadas

La intensidad de cualquier actividad física puede calcularse directamente midiendo la cantidad de oxígeno que se utiliza para el metabolismo energético (un factor que se abrevia como VO2(abreviatura de "volumen de oxígeno") por minuto de ejercicio, o indirectamente, midiendo la frecuencia cardiaca y utilizando ese valor como índice de la presión que el esfuerzo ejerce sobre el corazón y los pulmones.

Medición directa de la Intensidad del Ejercicio

La cantidad de energía que utilizas en un momento dado es proporcional a la cantidad de oxígeno que necesita tu cuerpo. En reposo, una persona sana utiliza aproximadamente 3,5 mililitros de oxígeno por kilogramo de peso corporal por minuto; esto se conoce como "tasa metabólica en reposo". El coste energético de una actividad física puede expresarse como un múltiplo de la tasa metabólica en reposo; esto se conoce como "equivalente metabólico de la tarea", o simplemente equivalente metabólico, y se abrevia como MET.

Una persona con una forma física media puede multiplicar por 12 su tasa metabólica (lo que se expresa como "12 MET"), mientras que los deportistas de élite pueden superar un aumento de 20 MET.

La tabla de la derecha muestra ejemplos de actividades clasificadas como de intensidad leve, moderada, o vigorosa, basadas en la cantidad de energía requerida para realizarlas.

Fuentes: "Compendium of physical activities: an update of activity codes and MET intensities"; "Oxygen consumption in underwater swimming"; y "Oxygen uptake studies of divers when fin swimming with maximum effort at depths of 6-176 feet" (consulte la lista de "Lecturas adicionales y fuentes" para más detalles de esta fuente).

La capacidad aeróbica máxima de un individuo se expresa como el consumo máximo de oxígeno mientras realiza un ejercicio completo (que se abrevia como "VO2 max"). Medición del VO2 max con precisión requiere seguir protocolos estrictos en un laboratorio de rendimiento deportivo, un procedimiento conocido como "prueba de ejercicio máximo". La realización de este tipo de pruebas requiere mucho tiempo y es costosa, por lo que sólo se utilizan en situaciones especiales.

El electrocardiograma mide la frecuencia cardíaca

Estimación indirecta de la Intensidad del Ejercicio

También es posible hacer una estimación relativa de la intensidad de una actividad midiendo sus efectos sobre la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria. Esto puede hacerse de varias maneras.

El test del habla: Si una persona sana promedio puede hablar pero no cantar mientras se está ejercitando, esa actividad se considera de moderada intensidad. Una persona que está realizando una actividad de intensidad vigorosa no puede decir más que unas pocas palabras sin hacer una pausa para tomar aire. Si usted debe esforzarse para tomar aire y no puede hablar durante lo que generalmente se considera un ejercicio de intensidad moderada, significa que su capacidad física está por debajo del promedio.

Prueba de frecuencia cardiaca: Tu frecuencia cardiaca aumenta de forma regular a medida que aumenta la intensidad de tu actividad (aunque la frecuencia cardiaca máxima que eres capaz de alcanzar disminuirá con la edad). Puedes calcular la frecuencia cardiaca máxima media de las personas sanas de tu edad restando tu edad de 220. Por ejemplo, la frecuencia cardiaca máxima de una persona de 50 años se calcularía de la siguiente manera 220 - 50 = 170 pulsaciones por minuto (ppm). A continuación, puede utilizar su frecuencia cardiaca real para calcular la intensidad relativa de las distintas actividades que realiza y para calcular indirectamente su capacidad máxima de ejercicio. Los expertos suelen recomendar alcanzar y mantener una determinada frecuencia cardiaca para mejorar o mantener la forma física.

Prueba de ejercicio submáximo: Una prueba de ejercicio submáximo puede utilizarse para calcular su capacidad máxima de ejercicio sin superar el 85% de la frecuencia cardiaca máxima estimada para su edad. Para realizar una prueba de este tipo es necesario aumentar gradualmente la intensidad del ejercicio, de acuerdo con un protocolo definido, mientras se controla la frecuencia cardiaca. Cuando se alcanza la frecuencia cardiaca objetivo, se interrumpe el ejercicio y se puede extrapolar la capacidad máxima de ejercicio mediante diversos métodos. Sin embargo, debido a las variaciones en la relación entre la frecuencia cardiaca y la intensidad del ejercicio debidas a la edad, el nivel de forma física y otros factores, una estimación indirecta de la capacidad aeróbica máxima tiene un valor limitado. No obstante, la prueba sigue siendo una valiosa herramienta clínica para evaluar la tolerancia de un individuo al ejercicio y la probabilidad de padecer cardiopatía isquémica.


Actividad física recomendaciones

Los adultos necesitan dos tipos de actividad regular para mantener o mejorar su salud: el ejercicio aeróbico y el entrenamiento de fuerza. Las Pautas de Actividad Física para Estadounidenses de 2008 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan al menos dos horas y media a la semana de ejercicio aeróbico de intensidad moderada para lograr beneficios para la salud, y cinco horas a la semana para lograr beneficios adicionales para la forma física. Tan importante como el ejercicio aeróbico es realizar actividades de fortalecimiento muscular al menos dos días a la semana.

Las actividades físicas se clasifican generalmente, según su nivel de intensidad en una de estas cuatro categorías:

  • COMPORTAMIENTO SEDENTARIO: El comportamiento sedentario se refiere a actividades que no aumentan sustancialmente la frecuencia cardiaca o el gasto energético por encima del nivel de reposo; se incluyen en esta categoría actividades como dormir, sentarse, tumbarse y ver la televisión. Estas actividades implican un gasto energético de 1,0 a 1,5 MET.
  • ACTIVIDAD FÍSICA DE INTENSIDAD LEVE: La actividad física ligera -que a menudo se agrupa con el comportamiento sedentario pero que, de hecho, constituye un nivel de actividad distinto- implica un gasto energético de entre 1,6 y 2,9 MET y eleva la frecuencia cardiaca a menos del 50% de la frecuencia cardiaca máxima. Abarca actividades como caminar despacio, el trabajo de oficina, cocinar y fregar los platos.
  • ACTIVIDAD FÍSICA DE MODERADA INTENSIDAD: La actividad física que aumenta la frecuencia cardiaca entre el 50 y el 70 por ciento de la frecuencia cardiaca máxima se considera de intensidad moderada. Por ejemplo, las personas de 50 años tienen una frecuencia cardiaca máxima estimada de 170 pulsaciones por minuto (ppm), por lo que los niveles del 50 por ciento y el 70 por ciento serían 85 ppm y 119 ppm. Esto significa que una actividad de intensidad moderada para una persona de 50 años es aquella que mantiene su frecuencia cardiaca entre 85 lpm y 119 lpm. Por el contrario, las personas de 30 años tienen una frecuencia cardiaca máxima estimada de 190 lpm, por lo que una actividad de intensidad moderada es aquella que eleva su frecuencia cardiaca entre 95 lpm y 133 lpm.
  • ACTIVIDAD FÍSICA DE INTENSIDAD VIGOROSA: Una actividad de intensidad vigorosa es aquella que aumenta la frecuencia cardiaca entre el 70% y el 85% de la frecuencia cardiaca máxima. Para las personas de 60 años, sería entre 122 y 136 lpm; para las de 25 años, entre 136 y 167 lpm.

Pueden encontrarse recomendaciones detalladas sobre la actividad física en cdc.gov/physicalactivity/everyone/guidelines (en inglés).

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Chequeo previo a realizar actividad física

Practicar una actividad física es beneficioso para la salud, pero pasar de un estilo de vida sedentario a ser físicamente activo, o aumentar el nivel de actividad habitual, puede asociarse a un mayor riesgo, especialmente en personas con cardiopatías preexistentes. El submarinismo implica normalmente una actividad física de intensidad moderada, pero pueden darse situaciones que requieran una actividad de alta intensidad. Además, el submarinismo pone a prueba el sistema cardiovascular de diversas formas que pueden poner en peligro la vida de las personas con cardiopatías o una baja capacidad para el ejercicio.

Una herramienta común de selección previa a la actividad es la Declaración y Directrices Médicas del Consejo de Entrenamiento de Buceo Recreativo (RSTC). El cuestionario del RSTC pregunta por el historial médico, así como por los síntomas y signos de enfermedades crónicas y agudas. Si los posibles buceadores padecen alguna de las afecciones enumeradas, se les aconseja que consulten con un médico para obtener una evaluación médica de su aptitud para bucear. La mayoría de los operadores de buceo utilizan el formulario RSTC para seleccionar a los clientes, y si usted marca cualquier condición que requiera una evaluación médica, pero no puede presentar documentación de un examen reciente que le haya dado el visto bueno para bucear, es posible que no pueda bucear. Por lo tanto, debe rellenar la Declaración Médica RSTC antes de cualquier viaje en el que tenga previsto bucear y, si es necesario, obtener una evaluación por escrito de un médico con conocimientos de medicina de buceo, y llevarla consigo en su viaje.

Y recuerde que es de suma importancia que usted sea honesto al completar el cuestionario. Usted tiene las llaves para una participación segura en cualquier actividad física, incluso el buceo con scuba.

Además, independientemente de su estado de salud, se recomienda a los hombres a partir de los 45 años y a las mujeres a partir de los 50 que revisen anualmente su estado de salud con su médico de cabecera. Y todos los buceadores con algún factor de riesgo de enfermedad cardiaca deben consultar a su médico de cabecera antes de bucear y asegurarse de seguir todos los consejos que les dé.


Poniendo en perspectiva los riesgos y beneficios de la actividad física

gente con zapatillas de deporte corriendo por la hierba en un día soleado

En general, la práctica regular de actividad física reduce el riesgo de muerte por cardiopatía, pero en personas susceptibles, una actividad intensa puede aumentar el riesgo de infarto agudo de miocardio (infarto de miocardio) o de muerte súbita cardiaca (MSC). Las personas con aterosclerosis avanzada -un trastorno que consiste en el estrechamiento de las arterias debido a la acumulación de depósitos de grasa en sus paredes internas- son especialmente susceptibles a estos riesgos.

La incidencia de infarto agudo de miocardio y MS es mayor en individuos generalmente sedentarios, especialmente los que comienzan a realizar una actividad física a la que no están acostumbrados. Un artículo publicado en el New England Journal of Medicine Medicine reveló que los hombres habitualmente sedentarios tenían 56 veces más probabilidades de morir, durante o luego de ejercitarse intensamente que el resto; en comparación, los hombres físicamente muy activos sólo tenían cinco veces más probabilidades de morir durante o después de realizar actividad física intensa que el resto. Otro artículo del New England Journal of Medicine informó que el infarto agudo de miocardio era 50 veces más probable durante o inmediatamente después de realizar ejercicio físico intenso en los sujetos menos activos que en los más activos.

Así pues, aunque se aconseja a las personas sedentarias que cambien su estilo de vida y practiquen ejercicio físico con regularidad -empezando por actividades de baja intensidad y aumentando gradualmente la intensidad del ejercicio-, es posible que necesiten someterse a pruebas de detección antes de la actividad. Las personas con limitaciones de salud necesitan autorización médica y, preferiblemente, un preparador físico profesional. Las personas identificadas como de alto riesgo para problemas cardíacos deben abstenerse de ciertas actividades. Para conocer las directrices pertinentes, lea "Cuándo consultar a un médico antes de realizar actividades físicas".

Sin embargo, es importante destacar que incluso las prácticas más restrictivas nunca podrán prevenir por completo los eventos cardiovasculares asociados al ejercicio. Por lo tanto, es esencial que las personas que hacen ejercicio reconozcan e informen de los síntomas que a menudo preceden a un evento cardiaco; éstos se conocen como "síntomas prodrómicos" y pueden incluir uno o más de los siguientes:

  • Dolor torácico (conocido como "angina de pecho").
  • Fatiga en aumento
  • Indigestión, acidez, u otro problema gastrointestinal
  • Excesiva falta de aire
  • Dolor de oído o cuello
  • Sensación de malestar general
  • Infecciones del tracto respiratorio alto
  • Mareos, palpitaciones, o dolor de cabeza severo

Se ha demostrado que tales síntomas estuvieron presentes en el 50% de los corredores, el 75% de los jugadores de squash, el 81% de los fondistas, y el 60% de los buzos con scuba que murieron mientras realizaban ejercicio. La gente que realiza actividad física debe conocer estos hechos, y los médicos deberían interrogar a los pacientes durante los exámenes médicos sobre sus hábitos de ejercicio y el conocimiento que tienen sobre los síntomas prodrómicos. Los buzos que experimenten cualquiera de los síntomas descriptos arriba cuando están ejercitándose, deberían realizarse una evaluación médica antes de retomar la actividad.

Siguiente: Capítulo 2 - Factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares >

Capítulo 4: Enfermedad cardíaca isquémica

"Las cardiopatías se desarrollan entre 7 y 10 años más tarde en las mujeres que en los hombres".

Isquemia es un término que significa que una parte del cuerpo recibe un aporte insuficiente de sangre. Por tanto, la cardiopatía isquémica significa que no llega suficiente sangre al músculo cardiaco. Casi siempre está causada por aterosclerosis (estrechamiento de las arterias debido a depósitos de grasa en sus paredes internas) en las arterias coronarias (las arterias que irrigan el músculo cardiaco), y es la causa más frecuente de cardiopatía. La prevalencia de la isquemia aumenta con la edad. La primera manifestación de la cardiopatía isquémica es a veces un infarto mortal, pero la presencia de la enfermedad puede estar señalada por síntomas que deben impulsar acciones para salvar la vida. Conocer estos síntomas puede significar vivir más tiempo. Y prevenir las cardiopatías en general significa vivir más feliz, sin síntomas ni limitaciones funcionales.

En este capítulo, aprenderás sobre:


Ateroesclerosis

Ilustración de la progresión de la aterosclerosis

La aterosclerosis se conoce popularmente como "endurecimiento de las arterias". Es el resultado del depósito de colesterol y otros materiales grasos en las paredes internas de las arterias. La afección tiene distintas manifestaciones, dependiendo de qué arterias estén afectadas; causa enfermedad arterial coronaria (EAC) en el corazón, aterosclerosis cerebrovascular en el cerebro y enfermedad arterial periférica (EAP) en las extremidades.

Las paredes de las arterias, como respuesta a los depósitos de materias grasas, también se ensanchan. El resultado es una reducción progresiva del flujo sanguíneo a través de los vasos afectados. Estos efectos dañan especialmente al corazón, la EAC es la causa principal de muerte en los Estados Unidos y otros países industrializados.

Muchos factores contribuyen al desarrollo de la ateroesclerosis, entre ellos, una dieta alta en grasas y colesterol, fumar, la hipertensión, la edad avanzada, y el historial familiar. Las mujeres en edad reproductiva tienen, en general, menos riesgo de sufrir de ateroesclerosis debido a los efectos protectores del estrógeno.

Entre los medicamentos que suelen utilizarse para tratar la aterosclerosis se encuentran la nitroglicerina (que también se emplea en el tratamiento de la angina de pecho), los antagonistas del calcio y los betabloqueantes (que también se emplean en el tratamiento de la hipertensión arterial; para más información sobre estos fármacos, consulte la sección "Antihipertensivos"). En ocasiones, las personas con EAC pueden necesitar lo que se conoce como procedimiento de revascularización, para restablecer el riego sanguíneo, normalmente un injerto de bypass coronario o una angioplastia. Si la intervención tiene éxito, la persona puede volver a bucear tras un periodo de cicatrización y una evaluación cardiovascular exhaustiva (véase "Cuestiones relacionadas con los injertos de bypass coronario").

Efectos en el buceo

La arteriopatía coronaria sintomática no es compatible con el buceo seguro: no bucee si padece EAC. Esta enfermedad provoca una disminución del aporte de sangre -y, por tanto, de oxígeno- al tejido muscular del corazón. El ejercicio aumenta la necesidad de oxígeno del corazón. Privar al corazón de oxígeno puede provocar ritmos cardíacos anormales y/o infarto de miocardio (ataque al corazón). El síntoma clásico de la EAC es el dolor torácico, sobre todo tras un esfuerzo. Pero, por desgracia, muchas personas no presentan síntomas antes de sufrir un infarto de miocardio.

Los antecedentes de ictus -o de "miniictus" conocidos como accidentes isquémicos transitorios (AIT)- tampoco son compatibles, en la mayoría de los casos, con la práctica segura del submarinismo.

La enfermedad cardiovascular es una causa significativa de muerte entre los buzos. Los buzos de mayor edad, y aquellos con factores de riesgo importantes de enfermedad arterial coronaria deberían ser evaluados regularmente y someterse a estudios apropiados, como, por ejemplo, una prueba de esfuerzo.


Infarto de miocardio

Cuando alguna de las arterias que irrigan el corazón se obstruye, se produce un infarto de miocardio, o ataque al corazón, si la obstrucción (o "infarto") no se elimina rápidamente. El músculo cardíaco irrigado por esa arteria se queda sin oxígeno y acaba muriendo. Si el infarto es lo suficientemente grande, la capacidad del corazón para bombear sangre se ve comprometida y la circulación a todos los demás órganos críticos del cuerpo se ve afectada. El sistema eléctrico del corazón también puede verse afectado, lo que provoca un ritmo anormal conocido como fibrilación ventricular.

Anatomía de un infarto (ilustración)

La principal causa de infarto de miocardio es la enfermedad arterial coronaria (EAC), o estrechamiento gradual de las arterias que suministran sangre al corazón. Con el tiempo, una parte de las placas de grasa adheridas a las paredes internas de las arterias puede desprenderse y alojarse en un vaso más pequeño, provocando una oclusión total. La EAC afecta a 3 millones de estadounidenses y mata a más de 700.000 cada año; es la enfermedad potencialmente mortal más frecuente. La obstrucción que da lugar a un infarto de miocardio también puede estar causada por una burbuja de gas o un coágulo dentro de un vaso sanguíneo. Pero, en pocas palabras, cualquiera que sea la causa de la oclusión, significa que el oxígeno que necesita el músculo cardíaco ya no puede suministrarse a través del vaso obstruido.

Entre los síntomas clásicos de un infarto de miocardio se encuentran el dolor que se irradia en el pecho (angina), o dolor en la mandíbula o el brazo izquierdo. Otros síntomas incluyen palpitaciones, mareos, indigestión, náuseas, sudoración, piel fría y húmeda, y falta de aire.

Si se sospecha de infarto de miocardio, es esencial llamar al sistema médico de emergencia (SME) , y trasladar al hospital a la persona afectada. Mientras tanto, mantenga a la persona tranquila y adminístrele oxígeno. En el hospital, las opciones incluyen tratamiento médico conservador, medicación anticoagulante, cateterismo cardíaco o colocación de stent, o incluso, cirugía de bypass arterial coronario.

Para prevenir el infarto de miocardio es necesario controlar cualquier factor de riesgo, como la obesidad, la hipertensión, o fumar. También son importantes las medidas preventivas como seguir una dieta saludable y ejercitarse regularmente.

Efectos en el buceo

Las personas con EAC isquémica activa no deben bucear. Los cambios fisiológicos implicados en el buceo, así como el ejercicio y el estrés de una inmersión, pueden iniciar una cascada de acontecimientos que conduzcan a un infarto de miocardio o a la pérdida de conciencia o a una parada cardiaca súbita mientras se está en el agua. Los buceadores que han sido tratados y evaluados por un cardiólogo pueden optar por seguir buceando en función de cada caso; los aspectos esenciales de dicha evaluación incluyen la capacidad de ejercicio del individuo y cualquier evidencia de isquemia durante el ejercicio, de arritmias o de lesión del músculo cardiaco.


Cuestiones relacionadas con el bypass arterial coronario

Un bypass coronario es la corrección quirúrgica de una obstrucción en una arteria coronaria; se realiza uniendo (o "injertando") en el vaso dañado un trozo de vena o arteria de otra parte del cuerpo, para sortear la obstrucción.

Ilustración de un bypass coronario

Los médicos realizan esta intervención cientos de veces al día en todo el país, más de medio millón de veces al año. Si el bypass se realiza con éxito, la persona no tendrá síntomas de enfermedad coronaria y el músculo cardíaco volverá a recibir un aporte normal de sangre y, por tanto, de oxígeno.

Una arteria coronaria bloqueada también puede tratarse con un procedimiento menos invasivo, la angioplastia coronaria. Consiste en insertar un catéter con un pequeño globo en el extremo, en del área del bloqueo, luego se infla el globo para abrir la arteria. Este procedimiento no requiere abrir el tórax, y puede realizarse de manera ambulatoria.

Efectos en el buceo

Las personas que se han sometido a un bypass arterial coronario, o a una angioplastia, pueden haber sufrido un daño cardíaco significativo antes de la cirugía. Lo que determinará su buen estado físico para volver a bucear es la función cardíaca postoperatoria.

En particular, las personas que se han sometido a una intervención quirúrgica a tórax abierto deben someterse a una evaluación médica exhaustiva antes de volver a bucear. Tras un periodo de estabilización y curación (de 6 a 12 meses es la recomendación habitual), estas personas deben someterse a una evaluación cardiovascular completa antes de que se les autorice a bucear. Deben estar libres de dolor torácico y tener una tolerancia normal al ejercicio, como lo demuestra un electrocardiograma de esfuerzo normal (a 13 MET, como se describe en "Cálculo de la intensidad de la actividad física"). Si existe alguna duda sobre el éxito de la intervención o sobre la apertura de las arterias coronarias, la persona debe abstenerse de bucear.


Cuestiones referentes a las mujeres

La enfermedad cardiaca es la causa principal de muerte en las mujeres, y el infarto de miocardio (ataque cardíaco) la razón más importante por la que se las hospitaliza. Las características de la enfermedad en las mujeres puede diferir de las de los hombres; la edad para manifestarse, la presencia de factores de riesgo, la probabilidad del diagnóstico agresivo, y aún más, la posibilidad del tratamiento apropiado varían en hombres y mujeres.

Por ejemplo, la enfermedad cardiaca se desarrolla entre 7 y 10 años más tarde en mujeres que en hombres (posiblemente a causa del efecto protector del estrógeno). El infarto de miocardio es menos frecuente en mujeres jóvenes que en hombres jóvenes, pero las mujeres jóvenes que sufren un ataque cardíaco tienen un riesgo mayor de morir dentro de los 28 días posteriores al ataque. Los factores de riesgo comunes para la enfermedad cardíaca tienen un valor predictivo similar para hombres y mujeres; sin embargo, fumar es, frecuentemente para los hombres un factor de riesgo, mientras que las mujeres sufren más habitualmente de hipertensión, diabetes, hiperlipidemia, o angina de pecho. Y aunque las mujeres, generalmente fuman menos que los hombres, el riesgo relativo de sufrir infarto de miocardio en mujeres fumadoras es de 1.5 a 2 veces mayor que en hombres fumadores, especialmente en aquellos menores de 55 años. Una prevalencia mayor de diabetes también contribuye a un índice de mortalidad por ataques cardíacos más alto entre las mujeres

Las mujeres se realizan menos pruebas diagnósticas avanzadas como la angiografía coronaria, y menos intervenciones como el bypass arterial coronario. Estas diferencias pueden deberse al hecho de que es probable que los ataques cardíacos agudos ocurran a una edad más avanzada en las mujeres, o a la presencia de otras enfermedades asociadas, pero también puede deberse a las demoras para admitir pacientes mujeres en los hospitales.

Una mujer sufre molestias en la mandíbula

Los síntomas de un infarto de miocardio en las mujeres suelen ser los mismos que en los hombres, siendo el dolor torácico (angina de pecho) el síntoma principal. Sin embargo, es más probable que las mujeres atribuyan sus síntomas al reflujo ácido, la gripe o el envejecimiento normal. Además, el dolor torácico que experimentan las mujeres no se produce necesariamente en el centro del pecho o en el brazo izquierdo; en su lugar, las mujeres pueden sentir presión en la parte superior de la espalda, una sensación de opresión o como si tuvieran una cuerda atada a su alrededor.

Alrededor del 90% de las mujeres que sufren un ataque cardíaco admitió más tarde, que conocía intuitivamente que ésa era la causa de los síntomas, al mismo tiempo que los descartaban, los atribuían a otra cosa, tomaban una aspirina, o sólo demoraban el llamado al 911. Esto reduce la oportunidad de preservar su corazón de sufrir un daño, y disminuye la posibilidad de sobrevivir.

Estos son los síntomas más comunes de un ataque cardíaco en mujeres:

  1. Presión incómoda, compresión, sensación de pesadez o dolor en el centro del pecho; dura más de unos minutos o desaparece y vuelve.
  2. Dolor o malestar en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula, o el estómago.
  3. Falta de aire, con o sin malestar en el pecho.
  4. Otros signos, como comenzar de pronto a sudar frío, nausea, o mareo.
  5. Al igual que en el caso de los hombres, el síntoma más frecuente del infarto de miocardio en las mujeres es el dolor o malestar torácico, pero las mujeres son algo más propensas que los hombres a experimentar algunos de los demás síntomas habituales, en particular dificultad para respirar, náuseas/vómitos o dolor de espalda o mandíbula.

Fuente: American Heart Association

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Capítulo 5: Arritmias

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"Para 2050, se estima que la fibrilación auricular (FA) afectará a entre 5,6 y 12 millones de estadounidenses".

El cableado eléctrico del corazón -que controla la frecuencia de sus latidos cada minuto, hora y día, 365 días al año- es una de las piezas más sofisticadas y duraderas de la ingeniería natural. Sin embargo, pueden producirse algunas irregularidades en ese cableado, así como daños causados por enfermedades, todo lo cual puede provocar síntomas y aumentar el riesgo de muerte prematura. Los submarinistas, y los médicos que los tratan, deben estar familiarizados con las arritmias y sus efectos sobre la seguridad de los submarinistas.

En este capítulo, aprenderás sobre:


Información general sobre arritmias

El término "arritmia" (o, a veces, "disritmia") significa latido cardiaco anormal. Se utiliza para describir manifestaciones que van desde afecciones benignas e inofensivas hasta alteraciones graves del ritmo cardiaco potencialmente mortales.

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Un corazón normal late entre 60 y 100 veces por minuto. En atletas bien entrenados, o incluso en algunas personas no deportistas, el corazón puede latir en reposo entre 40 y 50 veces por minuto. Incluso las personas completamente sanas y normales experimentan ocasionalmente latidos adicionales o pequeños cambios en el ritmo cardíaco. Estos cambios pueden estar provocados por fármacos (como la cafeína) o el estrés, o pueden producirse sin motivo aparente. Las arritmias sólo se vuelven graves cuando se prolongan o cuando no provocan una contracción adecuada del corazón.

Los latidos adicionales fisiológicamente significativos pueden originarse en las cavidades superiores del corazón (lo que se denomina "taquicardia supraventricular") o en las cavidades inferiores (lo que se denomina "taquicardia ventricular"). La causa de estos latidos extra puede ser un cortocircuito o una vía de conducción adicional en el cableado del corazón, o puede ser el resultado de algún otro trastorno cardiaco. Las personas que sufren episodios o periodos de taquicardia corren el riesgo de perder el conocimiento. Otras personas tienen una arritmia bastante estable (como la "fibrilación auricular fija") pero en conjunción con trastornos cardiovasculares adicionales u otros problemas de salud que exacerban el efecto de su alteración del ritmo. Un ritmo cardiaco demasiado lento (o un bloqueo cardiaco) también puede causar síntomas.

Efectos en el buceo

Las arritmias graves, como la taquicardia ventricular y muchos tipos de arritmia auricular, son incompatibles con el buceo. El riesgo para cualquier persona que desarrolle una arritmia durante una inmersión es, por supuesto, perder el conocimiento mientras está bajo el agua. La taquicardia supraventricular, por ejemplo, es imprevisible en su aparición e incluso puede desencadenarse simplemente por sumergir la cara en agua fría. Quien haya sufrido más de un episodio de este tipo de arritmia no debe bucear.

La mayoría de las arritmias requieren medicación, además de inhabilitar a la persona afectada para bucear con seguridad. Pueden hacerse excepciones según cada caso en particular, consultando con un cardiólogo, y un asesor en medicina de buceo.

Una persona que sufre de cualquier tipo de arritmia cardíaca necesita someterse a una completa evaluación médica con un cardiólogo, antes de comenzar a bucear. En algunos casos, los estudios electrofisiológicos pueden identificar una vía de conducción anormal, y el problema puede corregirse. Recientemente, médicos clínicos e investigadores han determinado que las personas con algún tipo de arritmia (cierta clase de síndrome de Wolff-Parkinson-White, que se caracteriza por tener una vía eléctrica extra) pueden bucear luego de una evaluación completa realizada por un cardiólogo. Además, en casos especiales, las personas con arritmias auriculares estables (como la fibrilación auricular simple), pueden bucear con seguridad si un cardiólogo determina que no sufren de otros problemas de salud significativos.


Síncope

El síncope es una abrupta pérdida de la consciencia, seguida de una recuperación relativamente rápida. Sus causas varían desde relativamente benignas a potencialmente peligrosas. Rara vez se pasa por alto, y generalmente, motiva la visita al profesional médico.

Un síncope que ocurre dentro del agua plantea desafíos particulares. Cuando un buzo pierde la consciencia y permanece en el agua, a menudo se produce el ahogamiento. Se requiere de una respuesta rápida para traer a un buzo inconsciente a la superficie y evitar su muerte. El síncope también ocurre al salir del agua, debido a factores tales como el esfuerzo, la deshidratación, y el retorno normal del volumen de sangre a las extremidades inferiores.

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La respuesta inicial al síncope debería focalizarse en el ABC* del soporte de vida básico: Abrir vías aéreas, Buscar respiración, Circulación. Puede requerirse soporte de vida cardíaco avanzado. A menudo, colocar de espaldas a los pacientes que sufren un síncope, en un ambiente fresco, los hará recobrar pronto el estado de consciencia. Si el síncope ocurre a continuación de un buceo, es importante considerar la enfermedad descompresiva, la sobre-expansión pulmonar, y el edema pulmonar por inmersión, además de las causas usuales de la condición. Aunque el ataque cardíaco y el síncope provocan la pérdida de la consciencia, pueden diferenciarse claramente.

La lista de posibles causas de síncope es extensa, pero una buena historia clínica puede ayudar a eliminar la mayoría de ellas. La edad del paciente, la frecuencia cardiaca, los antecedentes familiares, las afecciones médicas y los medicamentos son fundamentales para identificar la causa. Si el síncope va acompañado de convulsiones (conocidas como "movimientos tónico-clónicos"), puede haber sido precipitado por un ataque. Si se produce al realizar un esfuerzo, es posible que una afección cardiaca grave esté impidiendo que el corazón se mantenga a la altura de las exigencias de la actividad física; el dolor torácico puede estar asociado a este tipo de síncope. Si al ponerse de pie rápidamente se produce un síncope, eso apunta a una causa conocida como "hipotensión ortostática". Y el dolor, el miedo, orinar, defecar, comer, toser o tragar pueden causar una variación de la afección conocida como "síncope reflejo".

La evaluación médica tras un síncope debe incluir una anamnesis y un examen físico exhaustivos, además de entrevistas con testigos que hayan observado el colapso y puedan relatar con precisión la secuencia de acontecimientos. Algunos casos pueden requerir una investigación más exhaustiva, y otros no llegan a ninguna conclusión.

Efectos en el buceo

Mientras se lleva a cabo una evaluación médica, se recomienda que la persona afectada se abstenga de seguir buceando. La causa de un episodio sincopal determinado puede ser difícil de determinar, pero debe investigarse, especialmente si la persona espera volver a bucear. Una vez que se hayan determinado los factores subyacentes, un oficial médico de buceo y los especialistas apropiados deben considerar si el buceo puede reanudarse con seguridad.


Extrasístole

Los latidos que se producen fuera del ritmo regular del corazón se conocen como "extrasístoles". A menudo surgen en los ventrículos, en cuyo caso se denominan "contracciones ventriculares prematuras" o, a veces, "complejos ventriculares prematuros", abreviados como PVC. La causa de estas extrasístoles puede ser benigna o derivarse de una cardiopatía grave subyacente.

Los CVPs son comunes incluso en personas sanas; han sido informados en el 75% de las personas que se sometieron a monitoreo cardíaco prolongado (durante, al menos, 24 horas). La incidencia de CVPs también aumenta con la edad; se han informado en más del 5% de individuos mayores de 40 años a los que les realizó un electrocardiograma (o ECG, una prueba que, generalmente, toma menos de 10 minutos). Aparentemente los hombres sufren de CVPs más que las mujeres.

La extrasístole en sí no suele percibirse. Va seguida de una pausa -un latido omitido- mientras el sistema eléctrico del corazón se restablece. La contracción que sigue a la pausa suele ser más fuerte de lo normal, y este latido suele percibirse como una palpitación, es decir, un latido inusualmente rápido o intenso. Si las extrasístoles se mantienen o se combinan con otras anomalías del ritmo, las personas afectadas también pueden experimentar mareos o aturdimiento. Las palpitaciones y la sensación de latidos omitidos u omitidos son las quejas más frecuentes de quienes acuden al médico por una extrasístole.

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El reconocimiento médico de la enfermedad comienza con una anamnesis y una exploración física y debe incluir también un ECG y diversas pruebas de laboratorio, como los niveles de electrolitos (como sodio, potasio y cloruro) en sangre. En algunos casos, los médicos pueden recomendar un ecocardiograma (una ecografía del corazón), una prueba de esfuerzo y/o el uso de un monitor Holter (un dispositivo que registra continuamente la actividad eléctrica del corazón durante un periodo de 24 a 48 horas). La monitorización Holter puede descubrir PVC unifocales, es decir, que se originan en un único punto. Más preocupantes son las PVC multifocales, es decir, las que se originan en múltiples localizaciones, así como las que presentan patrones específicos conocidos como fenómeno R-on-T, bigeminismo y trigeminismo.

Si pueden descartarse trastornos estructurales graves, como una enfermedad coronaria o una cardiomiopatía (debilitamiento del músculo cardiaco), y el paciente permanece asintomático, el único "tratamiento" necesario puede ser tranquilizarlo. Pero para los pacientes sintomáticos, el curso es menos claro, ya que existe controversia sobre la eficacia de las opciones terapéuticas disponibles. Dos fármacos utilizados habitualmente para tratar la hipertensión arterial -los betabloqueantes y los antagonistas del calcio- se han empleado en pacientes con extrasístole con cierto éxito. También se han recetado antiarrítmicos para la extrasístole, pero han recibido críticas dispares. Un procedimiento conocido como ablación cardíaca puede ser una opción para los pacientes sintomáticos, si puede identificarse el lugar donde se producen los latidos extrasístoles; el procedimiento consiste en introducir pequeños electrodos en el corazón a través de catéteres y, a continuación, aplicar zapping en los lugares afectados para recablear los circuitos defectuosos del corazón.

Efectos en el buceo

Aunque los CVPs están presentes en un gran porcentaje de personas que, por lo demás, se encuentran sanas, han demostrado aumentar la mortalidad a través del tiempo. Si los CVPs se detectan, es importante investigarlos y que las condiciones asociadas conocidas se descarten. Los buzos que experimentan CVPs y también sufren de enfermedad arterial coronaria o cardiomiopatía se expondrán a un importante riesgo si continúan buceando. Los buzos diagnosticados con fenómeno R sobre T, episodios pasajeros de taquicardia ventricular, o CVPs multifocales, también deberían abstenerse de bucear. Los buzos que experimentan CVPs pero se mantienen asintomáticos pueden considerar volver a bucear; dichas personas deberían conversar con sus cardiólogos sobre sus resultados médicos, su deseo de continuar buceando, y la clara comprensión de los riesgos que esto implica


Fibrilación auricular

La fibrilación auricular (FA o AFib), la forma más común de arritmia, se caracteriza por latidos cardíacos rápidos e irregulares. Es el resultado de una alteración de las señales eléctricas que normalmente hacen que el corazón se contraiga a un ritmo controlado. En su lugar, los impulsos caóticos y rápidos provocan un llenado auricular y una acción de bombeo ventricular descoordinados. Esto provoca una disminución del gasto cardíaco total, que puede afectar a la capacidad de ejercicio o incluso provocar la pérdida de conciencia. Además, la FA hace que la sangre se acumule en las aurículas, lo que favorece la formación de coágulos sanguíneos que pueden desprenderse y entrar en el sistema circulatorio; si esto ocurre, puede provocar un ictus.

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Recientes estudios realizados en los Estado Unidos han demostrado una creciente incidencia de FA en general, tanto como diferencias raciales significativas en su prevalencia. Se descubrió recientemente que el riesgo de por vida de FA (a los 80 años) es del 21% en hombres blancos y del 17% en mujeres blancas, pero de sólo el 11% en afroamericanos de ambos sexos. Se estima que para 2050, la FA afectará entre 5.6 y 12 millones de norteamericanos. Estas cifras son significativas, porque se asocia la FA con un riesgo de cuatro o cinco veces más alto de sufrir un ataque isquémico (infarto cardiaco). Las personas con FA, luego de modificar otros factores de riesgo, también corren un riesgo dos veces mayor de sufrir de demencia.

Las causas más frecuentes de FA son la hipertensión y la arteriopatía coronaria. Otras causas son antecedentes de trastornos valvulares, miocardiopatía hipertrófica (engrosamiento del músculo cardíaco), trombosis venosa profunda (TVP), embolia pulmonar, obesidad, hipertiroidismo (también llamado "tiroides hiperactiva"), consumo excesivo de alcohol, desequilibrio de electrolitos en la sangre, cirugía cardíaca e insuficiencia cardíaca.

Algunas personas con FA no experimentan ningún síntoma y no saben que la padecen hasta que se descubre durante un examen físico. Otras pueden experimentar síntomas como los siguientes:

  • Palpitaciones (latidos rápidos e irregulares o una sensación de golpeteo en el pecho)
  • Debilidad
  • Habilidad reducida para realizar ejercicios
  • Fatiga
  • Mareo
  • Mareo
  • Confusión
  • Falta de aire
  • Dolor en el pecho

La incidencia y duración de la fibrilación auricular generalmente están comprendidas en uno de estos tres patrones:

  • Ocasional (o "paroxística"): La alteración en el ritmo y sus síntomas van y vienen, durando desde unos pocos minutos hasta unas horas, y luego se detienen solos. Dichos eventos pueden ocurrir un par de veces por año, y su frecuencia, generalmente, aumenta con el paso del tiempo.
  • Persistente: El ritmo cardiaco no vuelve a la normalidad por sí solo, y es necesario un tratamiento -como una descarga eléctrica o medicación- para restablecer un ritmo normal.
  • Permanente: El ritmo cardíaco no puede restablecerse a la normalidad. Puede ser necesario un tratamiento para controlar el ritmo cardiaco y prescribir medicación para prevenir la formación de coágulos sanguíneos.

Debería investigarse cada nuevo caso de FA y determinar sus causas. Una investigación puede incluir un examen físico, un electrocardiograma, la medición de los niveles de electrolitos, que incluya magnesio, una prueba de hormona tiroidea, un eco cardiograma, conteo sanguíneo completo (biometría hemática), y/o una radiografía de tórax.

El tratamiento de la causa subyacente de la FA puede ayudar a controlar la fibrilación. Diversos medicamentos, como los betabloqueantes, pueden ayudar a regular el ritmo cardíaco. Un procedimiento conocido como cardioversión -que puede realizarse con una descarga eléctrica leve o con medicación- puede hacer que el corazón recupere un ritmo normal; antes de intentar la cardioversión, es esencial asegurarse de que no se ha formado un coágulo en la aurícula. La ablación cardíaca, que se describe en la sección "Extrasístole", también pueden utilizarse para tratar la FA. Además, a menudo se recetan fármacos anticoagulantes a las personas con FA para prevenir la formación de coágulos y reducir así el riesgo de ictus. También hay que tener en cuenta que los efectos neurológicos de un ictus embólico asociado a la FA pueden confundirse a veces con los síntomas de la enfermedad de descompresión.

Efectos en el buceo

Debe realizarse un examen médico exhaustivo para identificar la causa subyacente de la fibrilación auricular. A menudo es la causa subyacente lo que más preocupa en relación con la aptitud para bucear. Pero incluso la propia fibrilación auricular puede tener un impacto significativo en el gasto cardíaco y, por tanto, en la capacidad máxima de ejercicio. Las personas que sufren episodios recurrentes de FA sintomática deben abstenerse de seguir buceando. Los medicamentos que se utilizan a menudo para controlar la fibrilación auricular pueden presentar sus propios problemas, al provocar otras arritmias y/o mermar la capacidad de ejercicio del individuo. Es esencial que cualquier persona a la que se le diagnostique FA mantenga una conversación detallada con un cardiólogo antes de reanudar la práctica del buceo.


Paro cardíaco súbito

La parada cardiaca súbita (PCS), es decir, el cese de los latidos del corazón sin previo aviso, es una emergencia médica aguda. Durante la parada, la sangre deja de circular hacia los órganos vitales del cuerpo, incluidos el cerebro, los riñones y el propio corazón. Sin oxígeno, estos órganos mueren en cuestión de minutos. Si la parada no se corrige rápidamente, el afectado no sobrevivirá.

Las causas de la parada cardiaca súbita son el infarto de miocardio (ataque cardiaco), la insuficiencia cardiaca, el ahogamiento, la arteriopatía coronaria, las anomalías electrolíticas, los fármacos, las anomalías del sistema de conducción eléctrica del corazón, la miocardiopatía (debilitamiento del músculo cardiaco) y la embolia (coágulo que se aloja en un vaso sanguíneo principal).

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El PCS es responsable de 450.000 muertes en los Estados Unidos cada año, y del 63% de las muertes cardíacas en norteamericanos mayores de 35 años. El riesgo de muerte súbita en adultos aumenta seis veces a medida que avanza la edad, colocándose a la par de la creciente incidencia de enfermedad cardíaca isquémica. El riesgo de PCS es mayor en aquellas personas con enfermedades cardíacas estructurales, pero en el 50% de las muertes súbitas, la víctima desconocía que padecía enfermedad cardíaca, y en el 20% de las autopsias realizadas luego de dichas muertes, no se hallaron anormalidades cardiovasculares estructurales.

Aunque generalmente hay muy poca advertencia antes de un paro cardíaco súbito, en ocasiones el individuo puede experimentar mareo, dificultad para respirar, palpitaciones o dolor en el pecho.

El tratamiento inmediato debería focalizarse en restaurar la circulación rápidamente realizando compresiones en el tórax o RCP, y desfibrilación. Luego de la reanimación, la víctima debería ser llevada a un hospital lo más pronto posible. El tratamiento posterior puede consistir principalmente, en eliminar la causa subyacente del paro a través de la administración de medicación, cirugía, o el implante de dispositivos eléctricos.

Algunas estrategias preventivas incluyen reconocer los signos de advertencia del PCS, en caso de que ocurran; identificar, eliminar, o controlar cualquier factor de riesgo que pueda afectarlo; y planificar exámenes físicos regulares, y pruebas apropiadas, cuando se le indiquen.

Efectos en el buceo

Los buzos con cualquier síntoma de enfermedad cardiovascular deberían ser evaluados por un cardiólogo y un especialista en medicina del buceo con respecto a su continuidad en la práctica de la actividad. En personas asintomáticas, el riesgo de PCS puede evaluarse utilizando los factores de riesgo cardiovascular ya conocidos como fumar, alta presión arterial, colesterol alto, diabetes, falta de ejercicio físico, y sobrepeso. Por ejemplo, las personas que fuman tienen un riesgo dos veces y medio mayor de sufrir de muerte súbita que los no fumadores.


Cuestiones relacionadas con un marcapasos implantado

Un marcapasos es un pequeño dispositivo que funciona con pilas y ayuda a que el corazón de una persona lata a un ritmo regular. Para ello genera una ligera corriente eléctrica que estimula el latido del corazón. El dispositivo se implanta bajo la piel del tórax, justo debajo de la clavícula, y se conecta al corazón mediante pequeños cables que se introducen en el órgano a través de sus vasos principales. En algunas personas, el corazón sólo necesita ayuda intermitente del marcapasos, si la pausa entre dos latidos es demasiado larga. En otros, sin embargo, el corazón puede depender por completo del marcapasos para la estimulación regular de sus latidos.

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Pecho con el marcapasos en las radiografías

Efectos en el buceo

Cada caso relacionado con el uso de un marcapasos debe ser evaluado individualmente. Los dos factores más importantes para tener en cuenta son los siguientes:

  1. ¿Por qué la persona depende de un marcapasos?
  2. ¿El marcapasos de la persona está homologado para funcionar a profundidades (en otras palabras, presiones) compatibles con el buceo recreativo, más un margen de seguridad añadido?

La razón para el segundo factor es que un marcapasos se implanta en tejidos justo debajo de la piel, y en consecuencia, se expone, durante un buceo, a las mismas presiones ambiente que el buzo. Para bucear con seguridad, un marcapasos debe estar calificado para funcionar a una profundidad de, al menos 130 pies (40 metros), y debe operar satisfactoriamente durante condiciones de cambios de presión relativamente rápidos, como los que se experimentan durante el ascenso y el descenso.

Como ocurre con cualquier medicamento o dispositivo médico, el problema subyacente que ha llevado a la implantación del marcapasos es el factor más importante a la hora de determinar la aptitud de una persona para bucear. La necesidad de implantar un marcapasos suele indicar una alteración grave del sistema de conducción del propio corazón.

Si la alteración se originó en un daño estructural del músculo cardíaco en sí, como suele ser el caso cuando alguien sufre un ataque cardíaco importante, la persona puede carecer de buen estado cardiovascular para bucear con seguridad.

Algunas personas, sin embargo, dependen de un marcapasos no porque el músculo cardíaco se haya dañado, sino simplemente, porque la zona que genera los impulsos que hacen que el músculo cardíaco se contraiga no funciona consistente o adecuadamente. O el sistema de circuitos que conduce los impulsos al músculo puede estar dañado, dando como resultado señales impropias o irregulares. Sin la ayuda de un marcapasos, estas personas podrían sufrir episodios de síncope (desmayos). Otras pueden haber sufrido un ataque cardíaco lo suficientemente leve que le dejó un daño residual mínimo al músculo cardíaco, pero su sistema de conducción no es confiable, y en consecuencia, necesita el impulso de un marcapasos.

Si un cardiólogo determina que el nivel de aptitud cardiovascular de una persona es suficiente para bucear con seguridad, y el marcapasos de la persona está clasificado para funcionar a una presión de al menos 130 pies (40 metros), esa persona puede ser considerada apta para el buceo recreativo. Pero una vez más, no se puede enfatizar lo suficiente que cualquier buceador con problemas cardíacos consulte a su médico antes de bucear.

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Capítulo 6: Desórdenes venosos y pulmonares

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"El riesgo de que se produzca una TVP en un vuelo de más de cuatro horas oscila entre 1 de cada 4.650 vuelos y 1 de cada 6.000 vuelos".

Los pulmones desempeñan muchas funciones en el organismo, además de oxigenar la sangre. Otra de sus funciones importantes es filtrar la sangre venosa que regresa del cuerpo. El sistema venoso se caracteriza por un flujo sanguíneo más lento que el arterial, lo que contribuye a la formación ocasional de un coágulo sanguíneo (conocido como "trombosis venosa periférica"), que podría ser transportado a los pulmones e incluso provocar una embolia pulmonar (u obstrucción en los vasos de los pulmones).

En este capítulo, aprenderás sobre:


Trombosis venosa profunda

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La trombosis venosa profunda (TVP) es una afección en la que se forma un coágulo de sangre (un "trombo") en una o varias venas profundas del cuerpo, normalmente en las piernas. Si un coágulo se desprende y se desplaza por el sistema circulatorio, puede poner en peligro la vida del paciente. Por ejemplo, si un coágulo se aloja en los pulmones, se conoce como embolia pulmonar (EP) y afecta a la capacidad de los pulmones para oxigenar la sangre (consulte "Embolia pulmonar"). En conjunto, la TVP y la EP se denominan a veces tromboembolias venosas (TEV).

Un coágulo que se origina como TVP también puede causar un ictus en personas con un foramen oval permeable (FOP, un orificio en la pared entre las aurículas - véase "Foramen oval permeable" para más detalles sobre esta afección); en tal caso, el coágulo viaja por las venas hasta la aurícula derecha del corazón, atraviesa el FOP hasta la aurícula izquierda y luego viaja por las arterias hasta el cerebro.

La TVP no está relacionada con el buceo, pero los buzos a menudo viajan, y viajar es un factor de riesgo significativo para la TVP. En aproximadamente la mitad de los casos de TVP, la persona no experimenta síntomas evidentes hasta que aparece la condición. Muy frecuentemente, comienza en la pantorrilla. Los síntomas pueden incluir:

  • Inflamación de la pierna, tobillo, o pie afectado.
  • Dolor en la pantorrilla que se extiende al tobillo o el pie.
  • Sensación de calor en la zona afectada.
  • Cambio de color de la piel: pálida, roja o azulada.

La mayoría de las TEVs relacionadas con volar, ocurren dentro de las dos semanas del vuelo, y se resuelven dentro de las ocho semanas. Si no se trata, una TVP que comienza en la pantorrilla se extenderá al muslo y a la pelvis en aproximadamente el 25% de los casos. Y una TVP de muslo y pelvis no tratada tiene alrededor del 50% de riesgo de llevar a una EP, que es la complicación más seria de la TVP. Muchos casos son asintomáticos y se resuelven espontáneamente. Sin embargo, la TVP a menudo vuelve a producirse en una persona que ya ha sufrido un episodio.

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La mayoría de las TVP se producen en personas con factores de riesgo preexistentes de TVP que permanecen inmóviles durante mucho tiempo, como cuando viajan largas distancias en avión, coche o tren; cuando realizan trabajos de oficina durante muchas horas; o cuando están postrados en cama. Esto se debe a que la inmovilidad ralentiza el flujo sanguíneo en las venas (una afección conocida como "estasis venosa"); además, la presión ejercida sobre la pantorrilla por un asiento inadecuado puede lesionar las paredes venosas. Si permanece sentado durante 90 minutos, el flujo sanguíneo de la pantorrilla se reduce a la mitad, lo que duplica las probabilidades de que se forme un coágulo. Por cada hora adicional que pase sentado, su riesgo de sufrir un coágulo sanguíneo aumenta un 10%.

La incidencia de la TVP en la población general es de una décima parte del uno por ciento, pero es mayor en quienes presentan factores de riesgo y en quienes viajan con frecuencia. Los viajes en avión de larga distancia pueden duplicar o incluso cuadruplicar el riesgo de sufrir una TEV. Aunque la TVP suele denominarse la "enfermedad de la clase turista", los viajeros de clase preferente también son susceptibles. El riesgo de que se produzca una TVP en un vuelo de más de cuatro horas oscila entre 1 de cada 4.650 vuelos y 1 de cada 6.000 vuelos; se trata de un riesgo inferior al de la población general, pero ello se debe a que las personas que realizan viajes largos suelen estar más sanas que la media. La incidencia de TVP entre los viajeros con un riesgo preexistente bajo o intermedio de TEV que realizan un viaje de más de ocho horas es del 0,3% en los casos sintomáticos y del 0,5% si se incluyen también los casos asintomáticos.

Entre los factores de riesgo de TVP se encuentran:

  • Edad avanzada (el riesgo aumenta después de los 40 años)
  • Obesidad (definida como un índice de masa corporal mayor a 30)
  • Uso de estrógenos (ya sea por consumo de anticonceptivos hormonales o por terapia hormonal de reemplazo)
  • Embarazo (incluyendo el periodo de postparto)
  • Trombofilia (una tendencia, anormalmente mayor, de la sangre a coagular)
  • TEV previo o historial familiar de TEV
  • Cáncer activo
  • Enfermedad grave.
  • Cirugía reciente, hospitalización o trauma
  • Movilidad limitada
  • Cateterismo venoso central (presencia de un catéter en el tórax, para administrar medicación o nutrientes y/o extraer muestras de sangre).

Entre el 75% y el 99% de aquellas personas que desarrollaron TEV relacionada con viajar, tenían más de uno de estos factores de riesgo.

La estatura también influye en el riesgo de sufrir una TVP relacionada con un viaje. Las personas de estatura muy baja -menos de 1,6 metros- o muy alta -más de 1,9 metros- parecen correr un mayor riesgo debido a su incapacidad para ajustar los asientos a su estatura. Además de los efectos de la inmovilidad, los pasajeros más bajos pueden sufrir una presión mayor de la habitual en el borde del asiento sobre la parte posterior de las rodillas, y los pasajeros más altos pueden ir apretados debido a un espacio insuficiente para las piernas. Todos estos factores pueden contribuir a lesionar las venas profundas, la estasis venosa y la activación de los mecanismos de coagulación de la sangre.

Las personas con mayor riesgo de trombosis venosa profunda deben llevar calcetines de compresión siempre que viajen en avión o en coche largas distancias y deben consultar a su médico de cabecera sobre los posibles beneficios de tomar un preventivo de coágulos como la aspirina. Aunque el riesgo de TVP para las personas sanas es pequeño, todo el mundo debe ser consciente de los factores que pueden precipitar la afección, y evitar los periodos prolongados de inmovilidad. La mejor forma de prevenir la TVP es levantarse y caminar de vez en cuando. También ayuda flexionar los pies y los músculos de las pantorrillas con regularidad si se debe permanecer sentado durante algún tiempo. Por último, también es útil para prevenir la TVP mantenerse bien hidratado.

Efectos en el buceo

Cualquier persona diagnosticada con TVP aguda, o que esté tomando anticoagulantes, debería abstenerse de bucear. Puede volver a bucear con seguridad luego de sufrir TVP, pero la evaluación del buen estado físico para hacerlo debe realizarse de manera individual.


Embolia pulmonar

Una embolia pulmonar (EP) es una obstrucción (o "émbolo") que se aloja en la vasculatura del sistema pulmonar, o pulmones. El émbolo puede ser aire, grasa o un coágulo de sangre (o "trombo"). Si una embolia pulmonar está causada por un trombo, éste suele originarse en el sistema venoso profundo de las piernas, una afección conocida como trombosis venosa profunda (TVP); véase "Trombosis venosa profunda" para más información sobre la TVP. La obstrucción resultante del flujo sanguíneo a los pulmones suele provocar una disminución del gasto cardíaco y un descenso significativo de la presión arterial.

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La aparición de la EP puede ser aguda o crónica. La EP aguda a menudo provoca síntomas evidentes en la persona, mientras que la EP crónica frecuentemente se revela sólo con hallazgos muy sutiles que pasaron inadvertidos para la persona afectada. Una EP no tratada tiene un índice de mortalidad alto. Un pronóstico especialmente grave se aplica a las personas que sufren TVP concurrente, trombo ventricular derecho, o disfunción ventricular derecha. Se estima que el 1.5% del total de las muertes se deben a la EP.

Entre los factores de riesgo de TVP -y, por tanto, de EP- se encuentran la cirugía reciente, el ictus, el diagnóstico de enfermedades autoinmunes, neoplasias o cardiopatías, la obesidad, el tabaquismo, la hipertensión y una TVP previa.

Los síntomas de la EP incluyen dolor torácico (también conocido como "disnea"), dolor o hinchazón de la pantorrilla (señal de una TVP), hipotensión (tensión arterial anormalmente baja), alteración del nivel de conciencia y síncope (desmayo). La distensión de las venas del cuello en ausencia de otras afecciones -como neumotórax (acumulación de aire en la membrana que rodea los pulmones, lo que a veces se denomina colapso pulmonar) o insuficiencia cardiaca- también puede observarse en personas que sufren una embolia pulmonar.

La embolia pulmonar debe ser una de las primeras afecciones que se consideren al intentar establecer un diagnóstico en una persona que presente un inicio agudo de cualquiera de los síntomas enumerados anteriormente y cualquiera de los factores de riesgo asociados. Las pruebas diagnósticas adecuadas pueden incluir la medición de los niveles de una hormona llamada péptido natriurético cerebral (BNP) y de una proteína conocida como troponina cardiaca, así como una angiografía pulmonar por TC.

El tratamiento debe centrarse inicialmente en el manejo de las importantes alteraciones cardiopulmonares que suelen estar implicadas en una EP. Estos cuidados pueden incluir la asistencia respiratoria mediante un ventilador artificial y la administración de líquidos. El uso de medicación anticoagulante también es importante, tanto para tratar el émbolo como para detener el desarrollo de otro trombo. También puede considerarse la trombólisis (conocida como "eliminación de coágulos"), la embolectomía (extirpación quirúrgica del émbolo) o la colocación en la vena cava (uno de los grandes vasos del tórax) de un filtro diseñado para impedir que futuros coágulos lleguen a los pulmones, especialmente en quienes entran en shock, ya que la mortalidad en estos casos se aproxima al 50%. Medidas similares pueden ser necesarias en casos de EP causada por una burbuja de gas venosa. También puede estar indicada la oxigenoterapia hiperbárica, si el estado de la persona no mejora o se deteriora incluso tras la aplicación de medidas de apoyo.

Efectos en el buceo

A pesar de los numerosos avances médicos, la mortalidad por todas las causas a cinco años en personas que han sufrido una embolia pulmonar debido a factores de riesgo subyacentes sigue siendo superior al 30%. Y la hipertensión pulmonar -presión elevada en las arterias que llevan la sangre del corazón a los pulmones, una afección que limita la capacidad de ejercicio- suele persistir en las personas que han sufrido una embolia pulmonar, incluso después de un tratamiento satisfactorio. Por lo tanto, toda determinación de la aptitud para el buceo de quienes han sufrido una embolia pulmonar debe incluir una evaluación de su función pulmonar, afecciones subyacentes, estado de anticoagulación, capacidad de ejercicio y estado cardíaco.


Edema pulmonar por inmersión

El edema pulmonar por inmersión (EPI) es una forma de edema pulmonar -acumulación de líquido en los tejidos pulmonares- que afecta específicamente a buceadores y nadadores. La inmersión en profundidad es un factor clave en el desarrollo del EPI. Ello se debe a que la inmersión en posición vertical provoca un desplazamiento significativo de líquido del sistema circulatorio periférico al central, lo que da lugar a una mayor presión en los capilares del sistema pulmonar. Entre los elementos del entorno de buceo que contribuyen a la aparición del EPI se incluyen el hecho de que los buceadores respiran gases que son más densos que el aire a nivel del mar, lo que significa que se necesita más presión negativa dentro del tórax para inhalar; la probabilidad de que las burbujas de gas queden atrapadas en la vasculatura de los pulmones; el frío entorno subacuático; y la posibilidad de que en entornos subacuáticos se produzcan esfuerzos o pánico, lo que puede exacerbar la presión capilar elevada.

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Mantener un equilibrio adecuado de líquidos en el tejido pulmonar y su vasculatura requiere una combinación dinámica de varias fuerzas opuestas. Los cambios sin oposición en cualquiera de estas fuerzas pueden provocar una acumulación excesiva de líquido (o edema) en el tejido pulmonar. Las principales variables que intervienen en la regulación de este equilibrio de líquidos son las siguientes:

  • Presión oncótica (una forma de presión ejercida por las proteínas) en los capilares pulmonares, los vasos sanguíneos más pequeños del sistema circulatorio.
  • Presión oncótica en el líquido intersticial del sistema pulmonar (líquido en las cavidades del tejido pulmonar).
  • Permeabilidad de los capilares pulmonares.
  • Presión hidrostática (la presión de un fluido en reposo) en los capilares pulmonares.
  • Presión hidráulica (la presión de un fluido que está siendo comprimido o bombeado) en el fluido intersticial.
  • Presión en los alvéolos, los pequeños sacos de aire de los pulmones.

Todos estos factores, que en conjunto se conocen como "fuerzas de Starling", pueden cuantificarse y colocarse en una ecuación que puede utilizarse para calcular el diferencial neto de
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El edema pulmonar está causado por cambios en estas fuerzas, como un descenso de los niveles de proteínas clave en la sangre; fugas de los capilares pulmonares debidas a sepsis (una complicación potencialmente mortal de las infecciones); un aumento de la presión hidrostática en los capilares pulmonares debido a insuficiencia cardiaca; y presión negativa en los alvéolos debido a la resistencia de la respiración a través de un regulador defectuoso. Otros problemas que pueden contribuir a la aparición de edema pulmonar son los efectos secundarios de algunos fármacos cardiovasculares; el SDRA (síndrome de dificultad respiratoria aguda, una afección potencialmente mortal que impide la llegada de oxígeno a los pulmones); la reperfusión (procedimiento que restablece la circulación tras un infarto de miocardio o un ictus); la cardiomiopatía (debilitamiento del músculo cardiaco); edema pulmonar de gran altitud; émbolo pulmonar (coágulo de sangre alojado en un vaso pulmonar); reexpansión (reinflación de un pulmón colapsado); hipertensión pulmonar (presión elevada en las arterias que llevan la sangre del corazón a los pulmones); cáncer de pulmón; hemorragia (sangrado incontrolado); y diversos trastornos del sistema nervioso. Otros factores pueden ser la sobrehidratación por parte de buceadores bienintencionados que han escuchado la sabiduría convencional de que la deshidratación es un factor de riesgo para la enfermedad de descompresión, así como una mala condición física, que puede provocar un aumento de la presión negativa en los alvéolos durante la inspiración profunda.

Entre los síntomas del EPI se incluyen dolor en el pecho; disnea (incomodidad o dificultad para respirar); sibilancia, y esputo rosado y espumoso mientras se encuentra sumergido o inmediatamente después de salir a la superficie. La mayoría de las personas que sufren un episodio de EPI no tenían historial o signos significativos que indicaran susceptibilidad a esta condición médica; sin embargo, el riesgo de EPI aumenta con la edad, la obesidad, y presión arterial elevada.

Una vez que se produce el edema pulmonar, la hipoxia (falta de un suministro adecuado de oxígeno) provoca la constricción de la vasculatura pulmonar, lo que empeora la cascada de efectos nocivos. La situación puede agravarse aún más por la disnea que la acompaña y que, cuando se experimenta bajo el agua, puede inducir al pánico y al ascenso incontrolado a la superficie, lo que lleva a la sobreinflación de los pulmones e incluso a estar a punto de ahogarse.

Para ayudar a diferenciar el edema pulmonar por inmersión de otras afecciones con síntomas similares (como el casi ahogamiento, la enfermedad pulmonar por descompresión y el síndrome de sobreinflación pulmonar), es importante tener en cuenta que el EIP puede aparecer tanto en profundidad como al llegar a la superficie. Y no se precipita necesariamente por una inmersión agresiva, un ascenso rápido o la aspiración de agua.

El tratamiento del EIP debe comenzar con la retirada del agua del individuo afectado (para aliviar la compresión de los vasos de las extremidades inferiores, permitiendo que los líquidos acumulados a nivel central vuelvan a las extremidades) y con la administración de oxígeno (comenzando al 100% y posteriormente a una concentración reducida). Un diurético como Lasix puede ayudar a reducir el exceso de líquido intravascular, aunque la diuresis -la excreción natural de líquido del organismo- puede estar ya en marcha como consecuencia de influencias hormonales. La afección suele resolverse rápidamente en un buceador sano. Rara vez es necesaria una hospitalización prolongada; si lo es, suele deberse a factores coadyuvantes, como un problema cardiaco subyacente.

Efectos en el buceo

Algunos buceadores sufren un episodio de EPI y no vuelven a padecerlo, pero es probable que se repitan. Se aconseja a todas las personas que sufran un primer episodio de EPI que se sometan a un examen detallado para descartar cualquier afección médica que pueda haber causado el edema y que, a continuación, mantengan una conversación exhaustiva con su médico sobre los riesgos de seguir buceando. Además, se insta a todos los buceadores a que realicen un mantenimiento periódico de sus reguladores, eviten la sobrehidratación y planifiquen adecuadamente las inmersiones para evitar el esfuerzo y el pánico, y mantengan bajo control enfermedades como la obesidad y la hipertensión.

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Capítulo 7: Cuestiones relacionadas con los medicamentos cardiovasculares

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"Los buceadores que toman fármacos para tratar enfermedades cardiovasculares suelen preocuparse por la compatibilidad de los medicamentos con el buceo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, es la enfermedad subyacente y no el fármaco lo que debe causar preocupación."

Algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que impidan la práctica del buceo. Los buceadores deben estar muy familiarizados con los efectos secundarios de los fármacos que toman y comentarlos con su médico, y asegurarse de que éste está al corriente de sus actividades de buceo. Una única autorización para bucear no impide la progresión de una enfermedad, por lo que cualquier cambio en su estado de salud debe motivar otro examen médico antes de volver a bucear.

En este capítulo, aprenderás sobre:


Antiplaquetarios y anticoagulantes

Los antiagregantes plaquetarios y anticoagulantes son dos clases de fármacos -conocidos popularmente como "diluyentes de la sangre"- que reducen el riesgo de formación de coágulos y, por tanto, el riesgo de trombosis venosa profunda, embolia pulmonar, infarto de miocardio e ictus. También pueden recetarse a personas a las que se haya diagnosticado fibrilación auricular o a las que se hayan sometido a una intervención quirúrgica de válvulas cardiacas o hayan recibido un stent, un marcapasos implantado o un desfibrilador implantado. (Consulte otras secciones para obtener descripciones detalladas de estas afecciones).

Los coágulos se forman cuando las células sanguíneas conocidas como plaquetas, se pegan, y entonces las proteínas de la sangre las unen formando una masa sólida. La coagulación es una función normal que limita y detiene el sangrado cuando un vaso sanguíneo se lesiona. Sin embargo, si un coágulo crece fuera de control o comienza a viajar dentro del sistema circulatorio, puede transformarse en un peligro. Los coágulos pueden alojarse en la arteria pulmonar y provocar una embolia pulmonar; en las arterias del corazón y causar un ataque cardíaco; o en los vasos del cerebro y provocar un accidente cerebro vascular. Todos estos eventos pueden ser peligrosos para la vida.

Estetoscopio rojo y anticoagulantes

Los antiplaquetarios y anticoagulantes evitan que la sangre se coagule tan rápida o tan efectivamente como lo haría normalmente, evitando que las plaquetas se adhieran entre ellas y que las proteínas de la coagulación se unan. Hasta pueden ayudar a separar coágulos que ya se hayan formado.

Los antiplaquetarios - como la aspirina y el clopidogrel (también conocido por la marca Plavix), actúan impidiendo que las plaquetas se adhieran entre sí.

Los anticoagulantes - como la heparina y la warfarina (Coumadin) - inhiben la acción de las proteínas de la coagulación y ralentizan así las reacciones químicas que conducen a la formación de un coágulo. Entre 2010 y 2012 también se aprobaron varios anticoagulantes nuevos, como el rivaroxabán (Xarelto), el dabigatrán (Pradaxa) y el apixabán (Eliquis).

El principal efecto secundario de todos los antiagregantes plaquetarios y anticoagulantes es la hemorragia excesiva. Las personas que toman estos fármacos -especialmente a dosis demasiado altas- pueden sangrar o amoratarse con facilidad o sufrir hemorragias que no se detienen tan rápidamente como de costumbre.

Precauciones especiales con respecto al uso de warfarina

A las personas que toman warfarina (Coumadin) se les suele recomendar que eviten cualquier actividad que pueda causar abrasiones, hematomas o cortes, como los deportes de contacto. También se les recomienda que tengan cuidado al cepillarse los dientes o afeitarse. Incluso lesiones tan triviales como las picaduras de insectos pueden causar complicaciones a quienes toman warfarina.

La warfarina entraña otros riesgos específicos del buceo. El más importante es que existe una probabilidad apreciable de sufrir lesiones graves en cualquier entorno de buceo, a pesar de los esfuerzos que se hagan para mitigar el riesgo. Por ejemplo, los cortes y las contusiones son inevitables. Y en cualquier persona que tome warfarina, una lesión por descompresión o una dificultad para igualar la presión en los oídos podría provocar hemorragias en los oídos o en la médula espinal que de otro modo no se producirían.

Además, tanto el viajar como cualquier alteración en la dieta, puede interferir con la acción de la warfarina de forma peligrosa. Aún más, las capacidades para proveer los cuidados de salud en muchos destinos populares de buceo, pueden no estar a la altura que se requeriría en caso de que ocurra un evento adverso.

Por todas estas razones, se le recomienda a cualquier persona que tome warfarina que no bucee. Sin embargo, muchas personas que la consumen pueden bucear sin mayores complicaciones. Las claves para bucear con seguridad mientras se usa warfarina son cumplir estrictamente con la realización de pruebas de sangre mensuales, y el seguimiento periódico con un médico. Con un buen control de los diluyentes sanguíneos, el riesgo de una complicación por sangrado es bastante bajo.

Según el Dr. Alfred Bove, especialista en medicina del buceo, "para los buceadores, la pregunta más importante es si la enfermedad que requiere el uso de Coumadin o Plavix prohíbe bucear. En muchos casos, la enfermedad ha terminado, o es crónica pero está bien controlada, y no interfiere con el buceo recreativo seguro. El buceo seguro con Coumadin o Plavix depende de la ausencia de enfermedades que limitarían el buceo, de un control cuidadoso del tiempo de coagulación, de evitar los apretones de oído o de senos nasales, y de una educación exhaustiva sobre los fármacos y alimentos que provocan cambios en los efectos de Coumadin. Hay muchos buceadores que utilizan Coumadin y Plavix de forma segura, pero debe hacerse un esfuerzo especial para comprender cómo evitar problemas de exceso o falta de anticoagulación."


Estatinas

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Las estatinas son una clase de fármacos que se recetan para reducir el colesterol alto en sangre y prevenir así infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Reducen tanto el colesterol LDL ("colesterol malo") como la inflamación de las arterias. Las estatinas inhiben una enzima hepática que interviene en la producción de colesterol. Aunque son más eficaces para reducir el colesterol LDL, también pueden contribuir a aumentar el colesterol HDL ("colesterol bueno").

Las estatinas más comunes son las siguientes, enumeradas primero por su nombre genérico y, entre paréntesis, por su nombre comercial:

  • Atorvastatina (Lipitor)
  • Colestipol (Colestid)
  • Cloridrato de Colesevalam (Welchol)
  • Fluvastatina (Lescol)
  • Lovastatina (Mevacor)
  • Ezetimiba (Zetia)
  • Ezetimiba combinada con sinvastatina (Vytorin)
  • Fenofibrato (Tricor)
  • Pravastatina (Pravachol)
  • Rosuvastatina (Crestor)
  • Simvastina (Zocor)

Las pruebas clínicas patrocinadas por las compañías que fabrican estos productos han encontrado efectos secundarios raros y leves. En un estudio clínico cuidadosamente diseñado conocido como IDEAL, sin embargo, casi el 90% de los sujetos reportaron efectos secundarios, casi la mitad de ellos, graves. Entre los efectos adversos de las estatinas que aparecen en la literatura médica y que podrían interferir con el buceo se incluyen:

  • Disnea (dificultad para respirar)
  • Dolor muscular
  • Problemas en los tendones
  • Problemas digestivos
  • Salpullido o rash
  • Aumento del nivel de azúcar en sangre o diabetes de tipo 2
  • Disfunción cognitiva (algunos estudios reportaron que hasta el 75% de aquellas personas que tomaban estatinas experimentaron disfunción cognitiva que se determinó probable o definitivamente relacionada con la terapia con estatina; la gravedad de los déficit cognitivos se relacionaron claramente con la potencia de la estatina.
  • Fatiga (casi la mitad de los que participaron en un estudio en 2012 reportaron un aumento significativo de la fatiga mientras tomaron estatinas).

El efecto secundario más común de la estatina es el dolor muscular. Ocurre en aproximadamente el 20% de aquellos que la consumen. Este puede sentirse como: dolor en sí, irritación, cansancio, o debilidad muscular. El dolor, a veces, se ha descripto como una leve incomodidad, pero, en otras es tan grave que imposibilita realizar las tareas diarias. Los científicos sospechan que se debe al hecho de que las estatinas bloquean la producción de una molécula que el cuerpo utiliza para generar energía, llamada CoQ10; los estudios clínicos están actualmente investigando si ingerir suplementos de CoQ10 puede evitar este efecto secundario. Sin embargo, la ingesta regular de CoQ10 no se recomienda, aunque hay pocos motivos para preocuparse por la seguridad de dicho suplemento alimenticio.

Muy rara vez, las estatinas pueden llevar a un tipo de daño muscular peligroso llamado rabdomiólisis (destrucción del tejido muscular): que provoca dolor muscular grave y puede resultar en daño al hígado, insuficiencia renal, y muerte. La rabdomiólisis puede ocurrir especialmente en aquellas personas que toman estatinas en combinación con otros medicamentos como los antibióticos y antidepresivos, o en quienes toman altas dosis de estatinas.

Algunas personas que toman estatinas pueden desarrollar nausea, gases, diarrea, o constipación. Estos efectos secundarios son poco comunes.

También puede aparecer salpullido o rash luego de ingerir estatinas. Es más probable que ocurra en individuos que toman estatina junto con niacina, ya sea en una píldora con ambas combinadas como Simcor, o como dos medicamentos separados.

La FDA advierte en las etiquetas de las estatinas que algunas personas que las toman han desarrollado pérdida de memoria o confusión; estos efectos se revierten cuando se interrumpe la medicación. A la inversa, también se ha demostrado que las estatinas pueden ayudar a la función cerebral, por ejemplo en pacientes con demencia o Alzheimer. Este efecto aún se está estudiando.

Pero al margen de los efectos secundarios que las personas que toman estatinas puedan experimentar, es importante que no abandonen la medicación sin consultar a su médico. También es importante que quienes tomen estatinas disminuyan los cambios en su estilo de vida, la dieta, y los medicamentos de venta libre, especialmente durante un viaje de buceo.

Los factores de riesgo para los efectos secundarios de la estatina incluyen:

  • Tomar varios medicamentos para reducir el colesterol.
  • Tener 65 años o más, ser mujer o tener una estructura corporal pequeña.
  • Sufrir enfermedad de los riñones o del hígado, o diabetes del tipo 1 ó 2.
  • Beber demasiado alcohol (más de dos tragos por día para los hombres de 65 años o menos, o más de uno por día para las mujeres de todas las edades y los hombres mayores de 65 años)

Además, es más probable que aparezcan los inconvenientes en quienes tomen estatinas combinadas con los siguientes medicamentos:

  • Antimaláricos, como cloroquina, Hidroxicloroquina (Plaquenil)
  • Medicación Tiroidea

Efectos en el buceo

Aunque algunos efectos secundarios de las estaninas pueden interferir con el buceo, éstas pueden ofrecer, sobre todo, beneficios para la salud.

Uno de los efectos de las estatinas es el aumento de la producción de óxido nítrico. Esto ayuda a preservar la integridad del endotelio (el revestimiento interno de los vasos sanguíneos), a reducir las lesiones por isquemia y/o reperfusión (procedimiento que restablece la circulación tras un infarto o un ictus) y a deprimir la actividad inflamatoria y de coagulación interdependientes, todo lo cual podría proteger contra la enfermedad de descompresión (EDC). Por otra parte, un estudio de buceadores sanos que tomaron estatinas o un placebo varios días antes de una inmersión no encontró diferencias en el riesgo de burbujas de gas venosas tras la inmersión. Por lo tanto, tomar estatinas específicamente para prevenir la DCS no parece ofrecer ningún beneficio, sobre todo teniendo en cuenta la posibilidad de efectos secundarios adversos.

Si tiene más de 45 años y ya está tomando estatinas por razones médicas, debe responder "sí" al menos a dos preguntas de la Declaración Médica del Consejo de Entrenamiento de Buceo Recreativo (RSTC) (consulte la sección "Recomendaciones de actividad física" para obtener más detalles sobre este formulario):

P:¿Toma actualmente medicación prescripta? (con excepción de medicación para el control de la natalidad o de medicamentos antimaláricos?

P:¿Es usted mayor de 45 años y puede responder SI a una o más de las siguientes preguntas?

  • ¿Tiene nivel de colesterol alto?

Estas dos respuestas afirmativas señalan una condición pre-existente que puede afectar su seguridad mientras bucea, y que exigen un examen médico completo para controlar la presencia de otros factores de riesgo o signos de enfermedad cardiovascular. De hecho, cualquier persona mayor de 45 años, que tenga un riesgo alto para sufrir problemas cardíacos, o tenga signos de enfermedad cardiovascular debería ver a un médico, al menos, una vez al año.

Debe notarse también, que la autorización para bucear una vez no impide el progreso de la enfermedad, de modo que cualquier cambio en su estado de salud debería requerir de otro examen médico antes de que usted vuelva a bucear. Los buzos también deberían ser conscientes del hecho de que se les puede requerir completar una nueva Declaración Médica RSTC antes de cualquier buceo, y que puede negárseles la autorización a bucear en base a sus respuestas. Sin embargo, la mayoría de los operadores de buceo aceptarán la prueba de una autorización médica reciente para bucear. Si alguna vez, tiene alguna duda sobre su buen estado físico para bucear, convérselo previamente con su operador de buceo.


Antihipertensivos

Existe un número de medicamentos que pueden utilizarse para reducir la hipertensión (también llamada presión arterial alta). Sus efectos secundarios varían, por lo que algunos son más apropiados que otros para ser usados por los buzos.

Betabloqueantes

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Los betabloqueantes suelen recetarse para tratar la hipertensión, pero tienen un gran inconveniente para los submarinistas: Pueden reducir la capacidad de ejercicio del corazón. Si un medicamento restringe la función del corazón durante el ejercicio, aumenta el riesgo de pérdida de conciencia, lo que podría resultar fatal mientras se bucea.

Debido a este efecto, los médicos suelen recomendar que quienes toman betabloqueantes se sometan a una prueba de esfuerzo antes de bucear. Según el Dr. Alfred Bove, especialista en medicina del buceo, los buceadores que toman betabloqueantes pero que pueden realizar un ejercicio extenuante sin fatiga grave pueden ser autorizados a bucear. Bove también señala que, aunque el buceo no suele representar la máxima carga de trabajo para el corazón de una persona, cualquiera que tome betabloqueantes debe evitar el ejercicio extremo porque su capacidad máxima de ejercicio puede verse reducida.

Inhibidores ECA

Los fármacos conocidos como inhibidores de la ECA (enzima convertidora de la angiotensión) afectan menos a la capacidad de ejercicio que los betabloqueantes, por lo que muchos médicos los recetan a personas que hacen ejercicio con frecuencia. Pero aunque los inhibidores de la ECA parecen tener menos efectos adversos, pueden provocar tos o hinchazón de las vías respiratorias, afecciones que podrían causar graves problemas bajo el agua. Si persiste la tos relacionada con el uso de inhibidores de la ECA, muchos médicos recomendarán un medicamento diferente. Los inhibidores de la ECA también deben evitarse en caso de enfermedad renal.

Bloqueadores del Canal de Calcio

Los antagonistas del calcio no suelen plantear problemas a los submarinistas; relajan las paredes de los vasos sanguíneos, reduciendo la resistencia al flujo sanguíneo y disminuyendo así la tensión arterial. Sin embargo, algunas personas que toman antagonistas del calcio, especialmente en dosis moderadas, descubren que un cambio de posición de sentado o tumbado a de pie provoca un descenso de la tensión arterial y, por tanto, mareos momentáneos. Este efecto puede ser motivo de preocupación para los buceadores, pero los antagonistas del calcio no parecen tener otras implicaciones adversas para el buceo.

Diuréticos:

Los diuréticos reducen la cantidad de agua y sal en exceso en el organismo; la disminución del volumen de líquidos corporales provoca una bajada de la tensión arterial. Los buceadores parecen tener muy pocos problemas con los diuréticos, aunque en ambientes muy cálidos pueden provocar una pérdida excesiva de agua y, por tanto, deshidratación. Dado que la deshidratación parece contribuir al riesgo de sufrir un accidente de descompresión, los submarinistas pueden reducir la dosis de diuréticos los días que bucean, aunque deben consultar a su médico antes de hacerlo.


Antiarrítmicos

Los antiarrítmicos están diseñados para ayudar a su corazón a mantener un ritmo estable. El Dr. Alfred Bove, especialista en medicina del buceo, advierte que algunos antiarrítmicos, combinados con ejercicio y bajos niveles de potasio, podrían aumentar el riesgo de lesión cardíaca. Aunque estos medicamentos normalmente no interfieren con el buceo, la arritmia para la cual se está ingiriendo el medicamento, puede impedir un buceo seguro. Una consulta completa con un cardiólogo y un especialista en medicina del buceo es esencial si usted toma medicamentos para controlar el ritmo anormal de su corazón, y está considerando bucear.

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Lecturas adicionales y fuentes

Directrices de actividad física para los estadounidenses de 2008. Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.

"Guía 2013 del ACC/AHA sobre la evaluación del riesgo cardiovascular: A report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines" de D.C. Goff et al. Circulaciónjunio de 2014; Vol. 129, No. 25, Suppl. 2; páginas S49-S73.

"2013 AHA/ACC guideline on lifestyle management to reduce cardiovascular risk: A report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines" de R.H. Eckel et al. Circulaciónjunio de 2014; Vol. 29, No. 25, Suppl. 2; páginas S76-S99.

"Sobre la hipertensión arterial". Asociación Americana del Corazón.

"Age-predicted maximal heart rate revisited" por H. Tanaka et al. Revista del Colegio Americano de Cardiologíaenero de 2001; Vol. 37, No. 1; páginas 153-156.

Evaluación del riesgo cardiovascular: revisión sistemática de la evidencia del grupo de trabajo de evaluación del riesgo, 2013. Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.

"Evaluar su peso y el riesgo para la salud". Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.

"Efectos cardíacos de la inmersión en agua en voluntarios sanos" por D.E. Smith et al. Ecocardiografíaenero de 1998; Vol. 15, No. 1; páginas 35-42.

"Cardiovascular autonomic control during short-term thermoneutral and cool head-out immersion" por L. Mourot et al. Medicina aeronáutica, espacial y medioambientalenero de 2008; Vol. 79, No. 1; páginas 14-20.

"Evaluación cardiovascular de personas de mediana edad/superiores que practican actividades deportivas de ocio: Position stand from the Sections of Exercise Physiology and Sports Cardiology of the European Association of Cardiovascular Prevention and Rehabilitation" por M. Borjesson et al. Revista Europea de Prevención y Rehabilitación Cardiovascularjunio de 2011; Vol. 18, No. 3; páginas 446-458.

"Compendio de actividades físicas: An update of activity codes and MET intensities" de B.E. Ainsworth et al. Medicina y Ciencias del Deporte y el Ejercicioseptiembre de 2000; Vol. 32, No. 9, Suppl.; páginas S498-S504.

"Contribución del abdomen y las piernas a la expansión del volumen sanguíneo central en humanos durante la inmersión" por L.B. Johansen et al. Revista de Fisiología Aplicadaseptiembre de 1997; Vol. 83, nº 3; páginas 695-699.

Buceo y medicina subacuática por C. Edmonds et al. CRC Press; 2ª edición, 4ª impresión; 1990; página 85.

"El efecto de la dieta mediterránea sobre el síndrome metabólico y sus componentes: A meta-analysis of 50 studies and 534,906 individuals" por C.M. Kastorini. Revista del Colegio Americano de Cardiologíamarzo de 2011; Vol. 57, No. 11; páginas 1299-1313.

"Efectos de la inmersión en agua hasta el cuello sobre la circulación pulmonar y el volumen tisular en el hombre", por R. Begin et al. Revista de Fisiología Aplicadamarzo de 1976; Vol. 40, No. 3; páginas 293-299.

"Energetics of underwater swimming with scuba" por D.R. Pendergast et al. Medicina y Ciencias del Deporte y el Ejerciciomayo de 1996; Vol. 28, nº 5; páginas 573-580.

"Ejercicio y eventos cardiovasculares agudos: Poniendo los riesgos en perspectiva: A scientific statement from the American Heart Association Council on Nutrition, Physical Activity, and Metabolism and the Council on Clinical Cardiology" por P.D. Thompson et al. Circulaciónmayo de 2007; Vol. 115, nº 17; páginas 2358-2368.

"Exercise intensity inferred from air consumption during recreational scuba diving", por P. Buzzacott et al. Revista de buceo y medicina hiperbáricajunio de 2014; vol. 44, n.º 2; pp. 74-78.

"Cambios hemodinámicos inducidos por el buceo recreativo" por A. Boussuges et al. PechoMayo de 2006; Vol. 129, No. 5; páginas 1337-1343.

"¿Cuánta actividad física necesitan los adultos?". Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

"The incidence of primary cardiac arrest during vigorous exercise" por D.S. Siscovick et al. Revista de Medicina de Nueva Inglaterraoctubre de 1984; Vol. 311, nº 14; páginas 874-877.

"Examen médico de los buceadores recreativos para detectar enfermedades cardiovasculares: Consensus discussion at the Divers Alert Network Fatality Workshop" por S.J. Mitchell y A.A. Bove. Medicina submarina e hiperbárica; julio-agosto 2011; Vol. 38, No. 4; páginas 289-296.

"Oxygen consumption in underwater swimming" por J.V. Dwyer y E.H. Lanphier. Navy Experimental Diving Unit Report; diciembre de 1954; páginas 14-54.

"Oxygen uptake studies of divers when fin swimming with maximum effort at depths of 6-176 feet" por J.B. Morrison. Medicina aeroespacialoctubre de 1973; Vol. 44, No. 10; páginas 1120-1129.

"Prevalencia, incidencia y riesgo de fibrilación auricular a lo largo de la vida: The Rotterdam study", por J. Heeringa et al. Revista Europea del Corazónabril de 2006; Vol. 27, No. 8; páginas 949-953.

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"Declaración médica del RSTC". Recreational Scuba Training Council, Inc. 2007.

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"Desencadenamiento del infarto agudo de miocardio por un esfuerzo físico intenso. Protection against triggering by regular exertion. Determinants of Myocardial Infarction Onset Study Investigators" por M.A. Mittleman et al. Revista de Medicina de Nueva InglaterraDiciembre de 1993; Vol. 329, nº 23; páginas 1677-1683.

Oídos y buceo

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Las lesiones de oído son la principal causa de lesiones entre los buceadores. Muchas de estas lesiones se pueden prevenir fácilmente. El libro de referencia Los oídos y el buceo examina la compleja anatomía del oído, las técnicas adecuadas de ecualización, los síntomas de las lesiones, las afecciones médicas y la importancia de una buena higiene auditiva en el cuidado y manejo preventivo de este órgano vital.

En este libro, aprenderá sobre:

  • Capítulo 1 - Información clave
    • Anatomía del oído
    • Compensación del Oído Medio
  • Capítulo 2 - Lesiones
    • Barotrauma de oído medio (BTOM)
    • Ruptura de la membrana timpánica (tímpano perforado)
    • Barotrauma de oído interno (BTOI)
    • Fístula de perilinfa
    • Vértigo alternobárico
    • Barotrauma de oído medio en ascenso (compresión reversa)
    • Baroparesia facial
    • ATM
    • Oreja de surfista
    • Otitis externa
  • Capítulo 3 - Síntomas
    • Mareo o cinetosis
    • Vértigo
    • Acúfeno (zumbido en los oídos)
    • Pérdida de la audición/sordera
  • Capítulo 4 - Higiene
    • Higiene de los oídos
    • Tapones para los oídos
    • Gotas óticas
    • Tubos de ventilación para el oído
  • Capítulo 5 - Enfermedades
    • Enfermedad de Meniere
    • Tabique nasal desviado

CRÉDITOS

Petar Denoble, MD, DSc - Editor Jefe
James Chimiak, MD - Editor

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